ROMA.- Como si no alcanzara con la preocupación que hay en todo el planeta por la situación de la economía mundial, un informe presentado ayer por la Organización Mundial del Trabajo (OIT) en Ginebra pintó un panorama de lo más sombrío.
En vísperas de la cumbre de los líderes del G-20 en Cannes, que comenzará pasado mañana, la OIT advirtió que la economía mundial está al borde de una nueva y más profunda recesión del empleo, que retrasará todavía más la recuperación económica mundial y que podría aumentar la tensión social en varios países. "Hemos llegado al momento de la verdad. Las posibilidades de evitar una «doble caída» del empleo son limitadas y debemos aprovecharlas", afirmó Raymond Torres, director del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT, que publicó el informe.
Titulado "Informe sobre el trabajo en el mundo 2011: Los mercados al servicio del empleo", el documento tiene un tono alarmante. De hecho, constata que el estancamiento de la recuperación económica comienza a afectar drásticamente a los mercados laborales. Y subraya que si se mantienen las tendencias actuales, serán necesarios por lo menos cinco años para que el empleo regrese a los niveles anteriores a la crisis en las economías avanzadas, un año después de lo previsto en el informe del año pasado.
Con el desempleo mundial por arriba de los 200 millones a nivel mundial, es decir, la cifra más alta jamás registrada, el informe señala que el mercado laboral ya se encuentra dentro del límite habitual de seis meses que hacen falta para que una desaceleración económica impacte sobre el empleo. Y detalla que será necesario crear 80 millones de puestos de trabajo durante los próximos dos años para regresar a las tasas de empleo que existían antes de la crisis. Pero lo grave es que la reciente desaceleración del crecimiento sugiere que es probable que la economía mundial genere sólo la mitad de ese número de puestos de trabajo.
El informe también presenta un nuevo índice de "tensión social", que refleja los niveles de descontento social a raíz de la falta de trabajo y el enojo de la gente, que siente que el peso de la crisis no se está distribuyendo de manera equitativa.
Al respecto, el estudio señala que en más de 45 de los 118 países analizados la tensión social está aumentando. Esto sucede principalmente en las economías avanzadas, en particular en Estados Unidos, el mundo árabe y, en menor medida, Asia. Por el contrario, existe una estabilización o un menor riesgo social en Africa subsahariana y América latina.
El informe subraya que de los 118 países analizados, 69 registraron un aumento en el porcentaje de personas que manifiestan un empeoramiento de su nivel de vida en 2010 comparado con 2006. En la mitad de los 99 países analizados, las personas entrevistadas dijeron que no tenían confianza en sus gobiernos nacionales.
En 2010, más de 50% de los habitantes de los países desarrollados declararon que no estaban satisfechos con la oferta de trabajos decentes.
El informe llama a que se mantengan y, en algunos casos, se fortalezcan los programas a favor del empleo, y advierte que los esfuerzos por reducir la deuda pública y el déficit con frecuencia se han enfocado de manera desproporcionada en el mercado laboral y las medidas sociales.
Paralelamente al informe de la OIT, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió ayer que las economías de la eurozona registrarán en 2012 una "marcada desaceleración" en su crecimiento económico, y exhortó a la Unión Europea (UE) a dar más detalles de sus medidas contra la crisis en la cumbre del G-20 para evitar un efecto dominó sobre la economía mundial.
En un informe publicado ayer, la OCDE rebajó su estimación de crecimiento en 2012 de la zona euro a apenas un 0,3%, contra el 2% previsto en mayo. La economía de Estados Unidos, en tanto, crecerá un 1,8% el año próximo, bastante por debajo del pronóstico anterior, que era del 3,1%.
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