viernes, 26 de junio de 2009

La crisis política de Honduras se intensifica


Horas después de que el presidente, Manuel Zelaya, destituyera al jefe de las Fuerzas Armadas por negarse a apoyar su reforma constitucional, centenares de militares han sido desplegados en las calles para evitar eventuales disturbios por parte de grupos que respaldan esos cambios legales. Tanto el Parlamento como el Tribunal Supremo han plantado cara a Zelaya y han ordenado la restitución del máximo jefe militar.

La decisión de los poderes legislativo y judicial restablece en el cargo al jefe militar, separado por el mandatario por no aceptar que la institución castrense participara en la encuesta convocada para el domingo.
Zelaya había ordenado a las Fuerzas Armadas todo el apoyo logístico necesario, a lo que Vásquez se opuso porque un tribunal de justicia dictaminó que convocatoria es ilegal.
El país centroamericano vive sumido en una crisis a raíz de las pretensiones de Zelaya de instalar una Asamblea Nacional Constituyente que elabore un proyecto de reforma de la actual Carta Magna a partir de 2010. Ésta permitiría la reelección del presidente, una cuestión que divide a la población.
Algunos grupos que apoyan a Zelaya supuestamente están recibiendo favores oficiales y en algunos casos dinero en efectivo, según versiones publicadas por la prensa local y desmentidas por colaboradores del presidente.
En el Parlamento, la mayoría de los diputados felicitó este jueves al general Romeo Vásquez, el jefe del Estado Mayor Conjunto destituido la noche anterior por sus discrepancias con Zelaya, quien aceptó además la renuncia del ministro de Defensa, Ángel Edmundo Orellana.
Los parlamentarios desafiaron a Zelaya al votar a favor de "improbar" (desaprobar) el cese de Vásquez y ordenar que se mantenga en el cargo.
Mientras tanto, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia ha ordenado restituir al general Vásquez en su cargo, admitiendo dos amparos para suspender esa destitución.
"[El] general Vásquez Velásquez puede continuar cumpliendo sus funciones", dijo presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera. El presidente Zelaya "violaría de nuevo la ley" si designa a otro jefe militar, advirtió Rivera.
El presidente hondureño, que todavía no se ha pronunciado sobre la decisión judicial, iba a nombrar este mismo jueves al sustituto del oficial destituido, según fuentes políticas.
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas se mantienen en disposición de alerta y han desplegado soldados en zonas sensibles de la capital.
En Tegucigalpa, el movimiento de soldados —algunos con escudos metálicos, bastones de madera y bombas lacrimógenas— se centra en el aeropuerto internacional de Toncontín, la sede del Parlamento, los alrededores de la Corte Suprema de Justicia, la Casa Presidencial y algunos puentes de la ciudad, según los medios locales, que mencionan la posibilidad de un golpe de Estado.
La actividad en las calles de Tegucigalpa se muestra tranquila, pero en las próximas horas se esperan marchas o tomas. El presidente Zelaya se encuentra en Casa Presidencial y ha pedido a sus partidarios que estén listos para una movilización por la tarde.
El domingo, los hondureños están llamados a decir si están de acuerdo con que el próximo 29 de noviembre se celebre un referéndum sobre la necesidad de reformar la Constitución. Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), único organismo autorizado para hacer consultas de carácter político, reiteró este jueves que la consulta que promueve Zelaya "es ilegal".
Además, el TSE instruyó a las Fuerzas Armadas para que no se presten a movilizar urnas u otro material que el Gobierno tiene previsto instalar en todo el país.
Zelaya, elegido presidente en 2006 al frente de una candidatura conservadora, ha dado un giro a la izquierda durante su mandato al reforzar las relaciones de Honduras con Cuba y Venezuela y adherirse a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), la iniciativa de integración regional promovida por aquellos países y formada también por Bolivia, Ecuador, Nicaragua y varias islas caribeñas.

Honduras: Se abre grave crisis política


El presidente hondureño, Manuel Zelaya, se recluyó en la madrugada de este viernes en la Casa Presidencial, en medio de una crisis política que lo enfrenta con el Congreso y la Corte Suprema. Zelaya está acompañado por un reducido grupo de ministros, tres hombres y tres mujeres, mientras el resto se ha visto ausente de Casa Presidencial y de los ministerios.

Previamente, el mandatario informó que pidió una reunión urgente del Consejo Permanente de la OEA para que analicen la situación creada en el país, luego de que el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia anularan la destitución del jefe militar, general Romeo Vásquez Velásquez.

Asimismo, dijo que no le pueden quitar el control de las Fuerzas Armadas, ya que es una disposición constitucional que deben estar bajo su mandato.

Destitución del jefe militar
Zelaya destituyó al jefe militar porque se negó a que la institución participara en una consulta convocada para el domingo a fin de presionar al Congreso Nacional a que autorice una cuarta urna donde se votaría si se convoca a una asamblea constituyente.

El general Vásquez Velásquez dijo que debió decirle no al presidente Zelaya porque recibió una orden de un tribunal que consideró "ilegal" la encuesta. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitió una resolución que declaró ilegal la encuesta y pidió a la fiscalía general que "confiscara el material".

Acompañado de seguidores, el mandatario acudió a la base aérea "Hernán Acosta Mejía" a recuperar urnas y material para una encuesta. Los militares evitaron los choques y permitieron que Zelaya, subido en un bus, ingresara al recinto militar y se llevara el material que había sido decomisado por agentes de la Fiscalía general.

Un 'Golpe de Estado'

Zelaya, que defiende su derecho a realizar la consulta a la población, dijo que ésta y otras acciones en su contra son golpes de Estado, mientras se incrementaba la presencia militar en los alrededores del Congreso, donde una mayoría de legisladores se opone a la consulta: "El golpe de Estado ya está. Ya se ha desencadenado un proceso de golpe en Honduras", dijo Zelaya en una intervención en un programa de televisión Hablemos Claro.

Por su parte, el general Vásquez dijo que el Ejército no tiene ningún interés en este asunto: "Nosotros como militares actuamos con prudencia y no tenemos ningún interés (...) respetamos el orden constitucional y esperamos que los políticos dialoguen y encuentren un solución al problema", dijo Vásquez a periodistas.

Las Fuerzas Armadas se mantienen acuarteladas, tanto el destituido general Vásquez Velásquez, así como el resto de la cúpula militar. Sólo han movilizado unos cuantos soldados para resguardar el aeropuerto, el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia.