“Esto es un viaje hacia la situación de África y Asia, a base de horas y horas y salarios de miseria. Ahora todo depende de los intereses de los empresarios”. La rabia que desprendían las palabras de Manuel Pastrana, líder de UGT en Andalucía, condensaban ayer la indignación de los manifestantes en la marcha de Sevilla contra la reforma laboral. Los cánticos se dispararon cuando la marcha pasó frente a la sede del PP andaluz: “Ahí está, la cueva de Alí Babá”, gritaron los manifestantes para expresar su furia contra el Gobierno central por la reforma que facilita y abarata los despidos, entre otras duras reformas.
A las manifestaciones acudieron en torno a las 150.000 personas en las ocho capitales andaluzas, según los sindicatos. En Sevilla protestaron 50.000 manifestantes, cifra que la Policía Local redujo a 5.000 personas, entre ellas representantes de partidos políticos como Susana Díaz, secretaria de organización del PSOE andaluz y Antonio Rodrigo Torrijos, concejal de Izquierda Unida en Sevilla, que se sumaron a la marcha a título individual. La capital andaluza acogió la céntrica protesta mientras que el PP celebraba su congreso a las afueras de la ciudad.
José Líndez acudió a protestar ante el futuro negro de su empresa Merlinsa, que con 40 trabajadores prepara un ERE para 38 empleados después de que nuevos accionistas compraran la compañía. ¿La razón del ERE? “La falta de liquidez. Se puso en venta por 1.000 euros. Es decir, compraron tan barato casi para liquidar”, respondió. Los líderes sindicales incidieron ayer en que esa alarmante falta de liquidez en las empresas es la razón de la falta de contratación, que la reforma laboral no solucionará. Según las centrales, las medidas impuestas por el Gobierno solo benefician a los bancos y las grandes empresas.
Los manifestantes rondaron los 30.000 en Málaga, 20.000 tanto en Córdoba como en Granada, 10.000 en Huelva, 8.000 en Almería, Jaén 5.000 y unas 4.000 personas en Cádiz, según los sindicatos, que aclararon que la marcha de ayer será la primera de una serie. La próxima cita será el 29 de febrero.
Los discursos oídos aclaraban que los sindicatos plantearán batalla al Gobierno, pero de momento la opción de la huelga general queda lejos, a pesar de que numerosos manifestantes la reclamaron ayer. Las metáforas fueron casi todas alarmantes ante el nuevo panorama laboral planteado: “Los ciudadanos tienen la potestad de decidir si están dispuestos a trabajar como esclavos o si quieren reclamar sus derechos. La política de recortes acabará con todo lo que hemos avanzado en los últimos 35 años”, censuró Pastrana.
A continuación, el líder de CC OO en Andalucía, Francisco Carbonero, cargó contra el Gobierno y su reforma laboral: “Es una pelea ideológica. El capital siempre quiere lo mismo: más, más y más. Será una lucha larga para defender los derechos y la libertad”, vaticinó. “Las declaraciones lamentables por parte del PP buscan instaurar el miedo y la incertidumbre para hacer lo que quieren: abaratar el trabajo, implantar el neoliberalismo a favor del gran capital (...) ¿Qué harán cuando sepan que no estamos dispuestos a rendirnos”, interrogó a los manifestantes.
La CEA: “Es la reforma que quiere el país en estos momentos”
El contrapunto a las protestas contra la reforma laboral emprendida por el Gobierno central lo puso el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero. “Los sindicatos que han convocado este domingo movilizaciones en contra de la reforma laboral tienen que medir si el país requiere de manifestaciones o de medidas que produzcan desarrollo, actividad y empleo”, dijo el líder de la patronal andaluza.
Herrero acudió como invitado al XVII congreso nacional del PP en el palacio de exposiciones de Sevilla, y ensalzó las medidas incluidas en la reforma laboral, aunque considera que deja flecos sueltos. “Va en el camino adecuado, pese a que hay que arreglar algunos asuntos que presentan indefinición de cara al futuro”, subrayó Herrero, que estima que los sindicatos tienen derecho a manifestarse si así lo creen oportuno.
“Es la reforma que quiere el país en estos momentos”, resumió el representante de los empresarios andaluces. Para Herrero, los beneficios de la reforma no se traducirán en mayores márgenes para los empresarios, sino en la mejora de cifras gruesas para la economía del país. “No beneficia a los empresarios, sino al país, que es al que hay que buscar solución ante los millones de desempleados”, añadió en referencia a las cifras de paro, que superan el 30% en Andalucía.
Herrero acudió como invitado al congreso nacional de los populares en Sevilla y ante las preguntas de los periodistas respondió sobre el encuentro del PP que este es “un mecanismo interno de los partidos” y que su organización, la CEA, acudió al cónclave “con respeto” pero sin opinar, al tratarse la patronal andaluza de los empresarios de una confederación “independiente”.
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