TESTIMONIO. Se filtra un video en que se aprecia cuando desinfectan a humildes inmigrantes.
La rica y civilizada Europa está avergonzada. Los ciudadanos de este
continente han visto sus miserias a través de la televisión, primero, y
ahora en las redes sociales: un video grabado a escondidas muestra como
los más humildes inmigrantes son sometidos a un trato indigno y
humillante: en fila, desnudos, con los brazos en cruz, bajo el frío,
delante de todos, son desinfectados contra la sarna.
La escena encierra un hecho a un más indignante: las tomas fueron grabadas en la isla de Lampedusa, el mismo lugar en donde hace unas semanas varios centenares de cadáveres aparecieron en sus playas al naufragar las embarcaciones en las que pretendían llegar al rico continente.
Las imágenes fueron grabadas con un teléfono celular por Khalid, uno de los muchachos allí confinados, y fueron difundidas por la televisión pública italiana RAI2.
El diario madrileño El País dice que las voces de indignación se multiplican. Desde la alcaldesa hasta la presidenta de la Cámara de Diputados, pasando por las organizaciones humanitarias o el arzobispo de Agrigento. “Estás imágenes me recuerdan a un campo de concentración”, denunció la alcaldesa, Giusi Nicolini, “y demuestran que esta forma de acogida, de la que Lampedusa e Italia se avergüenzan, tiene que cambiar. No espera ver esto apenas dos meses después de un naufragio que provocó lágrimas y promesas”.
Durante la transmisión del vídeo, grabado el pasado día 13, Khalid va comentando que también las mujeres son vacunadas así, sin miramientos, “como animales”, dice. También se ve a los trabajadores de la cooperativa Lampedusa Acogida, encargada de gestionar el centro, ordenar la fila y fumigar a los muchachos con la desenvoltura de quien desempeña un trabajo rutinario. El joven inmigrante que comenta las imágenes en inglés se queja de que, después de una travesía tan larga y dolorosa, durante la que muchos de ellos encuentran la muerte, Italia los reciba de esta manera: “Llegamos aquí y esto es lo que nos encontramos”.
El País dice que a la dureza de las imágenes hay que añadir el agravante de que se producen –como señalaba la alcaldesa—después de las tragedias del 3 y el 11 de octubre pasados, cuando más de 500 inmigrantes –entre ellos muchos niños pequeños—perdieron la vida frente a las aguas de la isla. El gobierno italiano prometió entonces –por boca del primer ministro, Enrico Letta, y de su vicepresidente y ministro del Interior, Angelino Alfano—que se mejorarían las condiciones de habitabilidad del centro.
Por lo que se acierta a ver en las imágenes, queda claro que no ha sido así. Hasta la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, no ha tenido más remedio que reconocer: “El tratamiento dado a los inmigrantes en el centro de Lampedusa, documentado por las imágenes del telediario de la RAI2, es indigno de un país civilizado. Estos tratamiento degradante arrojan sobre la imagen de nuestro país un gran descrédito y requieren una respuesta digna”.
La escena encierra un hecho a un más indignante: las tomas fueron grabadas en la isla de Lampedusa, el mismo lugar en donde hace unas semanas varios centenares de cadáveres aparecieron en sus playas al naufragar las embarcaciones en las que pretendían llegar al rico continente.
Las imágenes fueron grabadas con un teléfono celular por Khalid, uno de los muchachos allí confinados, y fueron difundidas por la televisión pública italiana RAI2.
El diario madrileño El País dice que las voces de indignación se multiplican. Desde la alcaldesa hasta la presidenta de la Cámara de Diputados, pasando por las organizaciones humanitarias o el arzobispo de Agrigento. “Estás imágenes me recuerdan a un campo de concentración”, denunció la alcaldesa, Giusi Nicolini, “y demuestran que esta forma de acogida, de la que Lampedusa e Italia se avergüenzan, tiene que cambiar. No espera ver esto apenas dos meses después de un naufragio que provocó lágrimas y promesas”.
Durante la transmisión del vídeo, grabado el pasado día 13, Khalid va comentando que también las mujeres son vacunadas así, sin miramientos, “como animales”, dice. También se ve a los trabajadores de la cooperativa Lampedusa Acogida, encargada de gestionar el centro, ordenar la fila y fumigar a los muchachos con la desenvoltura de quien desempeña un trabajo rutinario. El joven inmigrante que comenta las imágenes en inglés se queja de que, después de una travesía tan larga y dolorosa, durante la que muchos de ellos encuentran la muerte, Italia los reciba de esta manera: “Llegamos aquí y esto es lo que nos encontramos”.
El País dice que a la dureza de las imágenes hay que añadir el agravante de que se producen –como señalaba la alcaldesa—después de las tragedias del 3 y el 11 de octubre pasados, cuando más de 500 inmigrantes –entre ellos muchos niños pequeños—perdieron la vida frente a las aguas de la isla. El gobierno italiano prometió entonces –por boca del primer ministro, Enrico Letta, y de su vicepresidente y ministro del Interior, Angelino Alfano—que se mejorarían las condiciones de habitabilidad del centro.
Por lo que se acierta a ver en las imágenes, queda claro que no ha sido así. Hasta la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, no ha tenido más remedio que reconocer: “El tratamiento dado a los inmigrantes en el centro de Lampedusa, documentado por las imágenes del telediario de la RAI2, es indigno de un país civilizado. Estos tratamiento degradante arrojan sobre la imagen de nuestro país un gran descrédito y requieren una respuesta digna”.