viernes, 9 de octubre de 2009

Feminismo islámico una realidad en ascenso

M. Laure Rodríguez Quiroga/www.webislam.com

Al hablar abiertamente sobre Feminismo Islámico se suceden toda una serie de reacciones y posicionamientos dispares, englobados básicamente en quienes se muestran partidarios y detractores de este movimiento.

Para algunas personas, especialmente entre la población no musulmana, feminismo e islámico, son dos términos incompatibles, presuponiendo que el islam es el causante de las injusticias que se cometen contra las mujeres.

Desde esta óptica, si se define el islam como el conjunto de actitudes y comportamientos de una gran parte de los musulmanes en aquellas sociedades autoproclamadas como islámicas, entonces es acertado afirmar que el islam discrimina a las mujeres, coarta su libertad y oprime el desarrollo de sus derechos más fundamentales. Pero ¿es verdaderamente el islam el causante de estas realidades? Evidentemente, no.

En definitiva, se afirma con rotundidad que el islam es una religión patriarcal, y por lo tanto a de ser combatida y por qué no, abolida. Bajo este prisma, es inaceptable que una mujer (u hombre) pueda considerarse musulmana y feminista al mismo tiempo.

Para otras personas, de religión musulmana, no puede aceptarse el feminismo islámico como algo legítimo del islam, ya que el surgimiento del término “feminismo”, surge en Occidente en un contexto secular de carácter antirreligioso, donde la creencia divina es un estorbo para la liberación de las mujeres.

De esta forma, el “feminismo” se vincula al colonialismo e imposición occidental, debiendo defender el islam como signo de identidad de las sociedades musulmanas contra toda corriente “externa”, como si la justicia para las mujeres fuera una causa ajena al islam.

Se rechaza el “feminismo”, en definitiva, por no estar explícitamente señalado en el Corán, la Sunna o Hadices. Vale señalar con curiosidad que esta reacción no mantiene el mismo grado de rechazo a términos simplificadores que traducen la “Sharia” como ley islámica o “Fiqh” como jurisprudencia islámica, interpretaciones surgidas también en Occidente y que no hacen justicia al significado real de ambos términos.

No cabe duda, que quienes más reacios se muestran a aceptar el término, suelen llevar consigo una extensa carga subjetiva de estereotipos y prejuicios relacionados al “feminismo” y por ende a las feministas, haciendo incluso en ocasiones comentarios despreciativos hacia quienes defienden la misma causa que el islam: la justicia hacia las mujeres.

Es por ello, que existen otras personas, en su mayoría musulmanas, que, aun siendo conscientes de que el término “feminismo” surgió en Occidente en un contexto distinto al actual, les ha servido de base para ser reinterpretado en diferentes contextos culturales y dar nombre a prácticas igualitarias existentes en otros pensamientos siglos atrás. Ese es, como es lógico, el caso del islam.

No son pocas las aleyas en el Corán que reflejan y apoyan la igualdad entre hombres y mujeres. De la misma forma, numerosos hadices demuestran la ejemplar conducta del Profeta Muhammad (PyB) con respecto al trato hacia las mujeres y donde enseñaba a no situar a las féminas en un segundo plano, sino más bien a elevar su posición social en una sociedad de iguales.

Desde la cosmovisión islámica, cualesquiera que sean los atributos humanos, todas las personas son iguales porque se constata que a través del Corán se pretende eliminar cualquier noción de inferioridad de la mujer con respecto al hombre. Para el islam, la única base de distinción entre seres humanos radica en su práxis moral.

Así pues, el feminismo islámico toma como base el Coran, para desafiar y poner en cuestión las interpretaciones patriarcales, ofreciendo lecturas alternativas que posibilitan la consecución de la tan ansiada igualdad de derechos.

Cualquier persona que se proclame musulmana y que crea en las palabras de las Sagradas Escrituras, debería sumarse a este movimiento de protesta que defiende el espíritu igualitario del islam. En consecuencia, cualquier musulmán/musulmana podría autodefinirse como feminista. Incluso, me atrevería a decir que el ser feminista es una característica más de un individuo musulmán que intenta llevar el camino correcto, como lo es, el ser respetuoso con el medio ambiente, con los seres vivos, con las personas de otras religiones, con las personas mayores…

Desde las sociedades del norte, se hace especial hincapié en resaltar aquellas prácticas culturales de opresión hacia las mujeres y en las implantaciones de visiones actuales de la sharia, que no son más que traducciones de castigos corporales, justificaciones de la violencia doméstica y códigos de familia misóginos y desiguales.

Se están validando estos discursos discriminatorios como representantes legítimos del islam, silenciando a las musulmanas y musulmanes que se enfrentan a corrientes integristas, gobiernos dictatoriales y a interpretaciones equívocas de la equidad otorgadas por Allah hacia toda la humanidad.

Utilizar el discurso del feminismo islámico, supone reconocer situaciones de discriminación y opresión que se hacen en nombre de la religión, por lo que se reivindica la posibilidad de liberarse de toda desigualdad en el marco del islam.

Hay quienes consideramos que se ha producido una degradación de la tradición islámica y una tergiversación de los textos sagrados en beneficio del género masculino. Desgraciadamente, el modelo ejemplar de Medina, en vida de Muhammed (PyB), fue perdiendo su peso paulatinamente, a escasos años de la muerte del Profeta, por lo que esa visión igualitaria duró pocas décadas. Reflejo de ello, es la situación actual de los países que no pierden la ocasión de autoproclamarse islámicos, cuando corrompen el sentido de equidad que emana del Coran.

La mujer, junto al hombre, constituye un pilar fundamental de la humanidad, por lo que privarlas a ellas de sus derechos (legítimamente reconocidos por Allah) impide que la sociedad evolucione.

Tomaré como ejemplo las valiosas palabras del monarca marroquí, Mohamed VI en su segundo discurso dirigido a la Nación el 20 de agosto de 1999:

¿Como se puede garantizar progreso y prosperidad a una sociedad cuando sus mujeres, que constituyen la mitad de la misma, ven sus derechos pisoteados y sufren injusticia, violencia y marginación, sin tener en cuenta el derecho a la dignidad y a la igualdad que les confiere nuestra religión?

Y es precisamente desde el interior de las sociedades musulmanas, desde donde se debe empezar a realizar un autoanálisis y autocrítica de las realidades presentes en la actualidad y que destruyen el reconocimiento a una serie de derechos que en la práctica han sido abandonados. La herramienta es fácil, ampararse en el verdadero mensaje de Medina (primera sociedad islámica) y aferrarse al islam como verdadero garante de liberación de la mujer y que permita cambiar su estatus actual.

Es por eso, que muchas mujeres musulmanas, luchan por una recuperación del islam en su mensaje más progresista e igualitario, trabajando por deconstruir las interpretaciones erróneas del Corán, para recuperar ese mensaje ideológico que hace 15 siglos garantizó un estatus social, económico y legal de pleno desarrollo de mujeres y hombres.

Fuente: http://www.webislam.com/?idt=13669

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa de la autora, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

La posición de África en la globalización dirigida por las corporaciones


Entrevista con Demba Moussa Dembélé, director del Foro para Alternativas Africanas


Michael McGehee: Para comenzar, ¿podría hablarnos un poco de sí mismo – de dónde proviene, qué es lo que hace y cómo llegó a hacerlo?

Demba Moussa Dembélé: Soy economista, formado en Francia y en EE.UU. Trabajé para el Ministerio de Economías y Finanzas [para el gobierno senegalés] en los años ochenta. A fines de los años noventa, llegué al mundo de las ONG, haciendo sobre todo investigación y capacitación para movimientos sociales, porque allí puedo oponerme más abiertamente a las políticas de las IFI [Instituciones Financieras Internacionales]. Incluso cuando trabajaba en el Ministerio de Finanzas, solía argüir con las misiones a Senegal del FMI y del Banco Mundial. Por lo tanto, mi oposición a sus políticas data de ese período. Formo parte del movimiento social mundial opuesto al neoliberalismo o a la globalización impulsada por las corporaciones. Participé en todas las ediciones del Foro Social Mundial (FSM) desde 2001. En 2011, Senegal será anfitrión de ese evento y yo formaré parte del comité anfitrión.

MM: ¿Sobre qué políticas en particular discutió usted con las instituciones financieras, y resultó algo productivo de esas discusiones?

DMD: Las políticas incluían la liberalización del comercio; la eliminación de subsidios; el fin de la protección del mercado interior; la privatización de empresas de propiedad del Estado (EPE). El gobierno senegalés se resistió y retardó la implementación de algunas de esas políticas (privatización de las EPE y fin de la protección del mercado interior) pero finalmente sucumbió a la presión de las IFI.

MM: ¿Cómo describiría el actual estado de cosas en África; ¿qué papel juega el gobierno de EE.UU.?

DMD: En África, después de cerca de 30 años de políticas asociadas con el “Consenso de Washington” impuesto por el FMI y el Banco Mundial, la situación es muy sombría. 33 de los 49 países africanos están clasificados como “Países menos desarrollados” (PME) por Naciones Unidas.

La liberalización del comercio y de las finanzas ha llevado al colapso de industrias interiores y aumentado la huída de capitales. La imposición de cultivos comerciales ha resultado en mayor dependencia alimentaria, mientras el modelo de crecimiento basado en la exportación ha profundizado la especialización de África en la producción y exportación de materias primas y productos básicos.

La ideología del “mínimo Estado” condujo al colapso de numerosos Estados. No sorprende que África esté soportando el embate de las actuales crisis: crisis alimentaria, energética, financiera y económica. África tiene los menores indicadores de desarrollo humano. Por cierto, EE.UU. tiene una gran responsabilidad en todo esto ya que es la principal potencia detrás del FMI y del Banco Mundial. Su posición de “libre comercio” y “libre mercado” estableció los fundamentos del “Consenso de Washington”. También contribuyó a la arrolladora liberalización del comercio impuesta a los países africanos. Además, subsidios estadounidenses, especialmente para los productores de algodón – han afectado a los agricultores africanos y contribuido a la caída del sector agrícola africano.

MM: Bajo el presidente Bush, unos 15.000 millones de dólares fueron entregados a África a través el Plan de Emergencia del Presidente para la Ayuda de SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés). Un estudio del programa en The Harvard Law Environmental Review (Primavera de 2004) describió el programa como sigue:

El gobierno de Bush quiere canalizar la vasta mayoría de los fondos en el Plan de Emergencia para Ayuda de SIDA a través de canales bilaterales en lugar de vehículos multilaterales, como ser el Fondo Global. EE.UU. quiere maximizar su influencia sobre otros países mediante los fondos disponibles para ser distribuidos en el Plan de Emergencia para Ayuda de SIDA. El Fondo Global y otros caminos multilaterales no poseen la misma influencia de arriba abajo como lo tiene EE.UU. en la exigencia de reformas fundamentales en el ámbito nacional.

MM: ¿Cómo responde usted a esa evaluación?

DMD: Esa evaluación es totalmente verídica porque el Plan fue utilizado como un instrumento de política exterior. Uno de los objetivos de los gobiernos Bush fue utilizar el Plan como un arma a fin de imponer lo que llaman “buen gobierno” o negar ayuda a países que consideró como “apoyos del terrorismo” o “antidemocráticos”. En su jerga, “buen gobierno” no es otra cosa que un conjunto de políticas neoliberales (“libre comercio”; “libre mercado”; libre circulación de capitales; etc.) Con instituciones multilaterales, como las agencias de la ONU, habría sido difícil lograr esos objetivos… Además, las encargadas de implementar el Plan, son sobre todo corporaciones privadas de EE.UU., lo que dio a esas corporaciones una influencia excesiva en las políticas sanitarias de los países receptores.

MM: ¿Hasta qué punto ha sido exitoso y efectivo el Fondo Global, y cómo puede ser mejorado?

DMD: Francamente, no puedo decirle mucho al respecto. Las ONG que trabajan en temas de salud están más familiarizadas con el tema. Mi respuesta se basaba en principios generales de las políticas de Bush y en comentarios hechos por personas que siguen de cerca los desembolsos del Fondo.

MM: El gobierno de EE.UU. ha estado tratando de establecer AFRICOM bajo la bandera de que quiere ayudar a África, pero no ha podido encontrar un país anfitrión y está actualmente basado en Alemania. ¿Cuáles son los motivos a su juicio, y cómo describiría el estado de ánimo popular ante ese intento?

DMD: He estado siguiendo ese proyecto prácticamente desde que fue anunciado por el presidente Bush. En realidad, no tiene nada que ver con la “seguridad de África.” Al contrario, su objetivo es proteger intereses vitales de EE.UU. en África. Con el pretexto de combatir el terrorismo, EE.UU. trata de conseguir bases militares en países o sub-regiones clave del continente.

La misión fundamental de AFRICOM es proteger los suministros de petróleo a EE.UU. de los países africanos, desde el Golfo de Guinea (Nigeria, Guinea Ecuatorial, Gabón, Chad, entre otros). Varias fuentes han extrapolado que hasta 2015, EE.UU. podrá depender en hasta un 25% de sus necesidades del petróleo africano. Por ello, tiene que asegurar las fuentes y mantener líneas de aprovisionamiento seguras. Por eso está tan desesperado por encontrar una buena ubicación para AFRICOM.

Pero muchos países clave, como ser Nigeria en África Occidental, Sudáfrica, Argelia, han dejado en claro que se opondrán a todo intento de EE.UU. de llevar AFRICOM a África. Hasta ahora, sólo Liberia ha expresado oficialmente su interés en recibirlo. Pero EE.UU. sabe que Libera es un Estado muy frágil e inestable. Además, está algo lejos del Golfo de Guinea. Sospechamos que EE.UU. está cortejando a Ghana como posible anfitrión, lo que podría explicar la visita de Obama a ese país. En resumen, el estado de ánimo es de hostilidad general al establecimiento de AFRICOM en suelo africano.


MM: En EE.UU. tenemos el Observatorio de la Escuela de las Américas que presiona por el cierre de esa institución, ¿Existen grupos y organizaciones que se concentren primordialmente en la detención de ese Caballo de Troya antes de que sea transferido?

DMD: Hasta ahora, mucha gente no tiene plena conciencia del problema de AFRICOM. La resistencia proviene sobre todo de los propios gobiernos africanos, como ser Nigeria, Sudáfrica, Argelia, entre otros. Nuestras organizaciones tratan de fortalecer esa resistencia y utilizamos todas las oportunidades (reuniones sub-regionales y regionales) para alertar a nuestros miembros ante el peligro de AFRICOM.

MM: Cada continente (y cada país) tiene sus movimientos populares, sus héroes y su historia en la que la gente lucha por la libertad. Respecto a la lucha moderna en África para escapar del neoliberalismo y del imperialismo de EE.UU. ¿existen grupos, organizaciones o personas a la vanguardia que debiéramos conocer?

DMD:

1. Intelectuales africanos:

Prof. Samir Amin (Egipto/Senegal); Prof. Yash Tandon (Uganda); Sra. Aminata Traore (Mali); Prof. Hassan Shivji (Tanzania); el difundo Tajudeen Abdou Raheem (Nigeria); Sra. Mohau Pheko (Sudáfrica); Thandika Mkandawire (Malawi); Adebayo Olukoshi (Nigeria); Ebrahim Sall (Gambia); Yao Graham (Ghana), etc. Hay muchos otros que enseñan en universidades de EE.UU.: Prof. Mahmood Mamdani (Universidad de Columbia) y en universidades europeas (París; Londres; Ámsterdam)

2. Instituciones africanas:

- Council for the Development of Social Science Research in Africa (CODESRIA), basado en in Dakar (Senegal): www.codesria.org

- Third World Forum (basado en Dakar) dirigido por el profesor Samir Amin. Es una de las principales instituciones a la vanguardia de la lucha contra el imperialismo y el capitalismo global en África. www.twf.org

-Third World Network-Africa Office (TWN-A), basado en Accra (Ghana). Es la principal institución progresista sobre temas comerciales. Coordina una red informal llamada Africa Trade Network (ATN) que encabeza la lucha contra los acuerdos de “libre comercio” que la Unión Europea quiere imponer a África bajo el nombre de Acuerdos de Cooperación Económica (EPA por sus siglas en inglés) www.twnafrica.org

-Southern and Eastern Africa Trade and Investment Initiative (SEATINI), basada en Harare (Zimbabue), juega un papel similar al de TWN-A para África del sur y del este.

3) Revistas:

Pambazuka News, una revista semanal progresista publicada todos los jueves y que contiene artículos sobre aspectos del desarrollo africano (www.pambazuka.org)

4) Movimientos sociales:

* Foro Social Africano; www.africansocialforum.org; o www.forumsocialafricain.org
* Organización de Unidad Sindical Africana (OATUU) basada en Accra (Ghana) es la organización que aglutina los principales sindicatos en África. Tiene un programa muy progresista.

MM: ¿Puede contarnos algo sobre el programa de la OATUU?

DMD: La OATUU es la organización que aglutina a cerca de 200 sindicatos en África, en todo el continente. Que yo sepa, los principales puntos en su programa son:

1. Defender y proteger los intereses de sus afiliados
2. Defender la libertad de asociación en todos los países africanos
3. Protestar contra todas las formas de represión contra los sindicatos en África
4. Ser el principal portavoz de los sindicatos africanos en la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
5. Hacer lobby en la Unión Africana sobre temas sociales
6. Promover la solidaridad entre sus miembros y los demás movimientos sociales africanos

Esto explica por qué la OATUU es un miembro activo del Foro Social Africano (FSA). Participa activamente en la campaña contra los Acuerdos de Cooperación Económica (EPA) que están siendo negociados entre África y la Unión Europea. También es miembro destacado de Africa Jubilee South (AJS), una coalición de movimientos sociales que piden la cancelación incondicional de la deuda externa africana y el rechazo de las condiciones de las IFI.

MM: Usted ha escrito sobre los “desafíos” de la propuesta en la Unión Africana de crear los Estados Unidos de África. Creo que muchos, si no la mayoría, ignora esta propuesta. ¿Puede contarnos algo al respecto – el propósito de la propuesta, las perspectivas y los desafíos que enfrenta?

DMD: El debate sobre los Estados Unidos de África es bien conocido en África. Fue planteado hace dos años por el presidente Muamar Khadafi de Libia apoyado por varios otros. Tres cumbres africanas, incluida la última de comienzos de julio en Libia, debatieron el proyecto. La idea es que África tiene que formar un gobierno federal que coordine las políticas clave, como ser Defensa y Seguridad; Políticas monetarias y financieras; Asuntos Exteriores; entre otras. De esta manera, piensan que África puede superar su fragmentación y debilidad y ser capaz de hablar con una voz en los asuntos internacionales.

Sin embargo, otros países, como ser Sudáfrica, a pesar de que apoyan la idea de un gobierno federal, piensan que es prematuro y que los países africanos tienen que construir y fortalecer comunidades sub-regionales, que entonces serán los fundamentos para un África unida con un gobierno federal fuerte y creíble.

Un Simposio que acaba de terminar aquí en Dakar (27-30 de julio) revisitó el debate con unos 250 intelectuales provenientes de más de 50 países, incluida la diáspora (EE.UU.; Sudamérica; el Caribe). Fueron invitados por el gobierno senegalés, que apoya enérgicamente al presidente Khadafi. El Simposio instó a los dirigentes africanos a actuar rápidamente hacia el Gobierno de la Unión, a más tardar hasta 2017, es decir, en 8 años.

Se informó que el ministro de exteriores senegalés dijo que hay 20 países africanos que están listos para formar ahora un Gobierno Federal. Pero quieren dar más tiempo a los que dudan o son escépticos a fin de evitar una división sobre este tema crítico.

MM: ¿Qué piensa de la propuesta – qué quisiera que produjera, y cuál es su reacción ante el apoyo de Khadafi? ¿Piensa que su apoyo es una desventaja?

DMD: Los Estados Unidos de África es una propuesta muy popular, no sólo entre intelectuales, sino también entre ciudadanos comunes. La idea de la unidad africana es muy fuerte en la opinión pública. Todos queremos que se realicen los Estados Unidos de África. Sin embargo, personalmente pienso que tardará en lograrse porque la mayoría de los dirigentes africanos no son sinceros al respecto. Muchos de ellos prefieren mantener su propio poder en sus respectivos países y seguir teniendo relaciones estrechas con los países occidentales.

Pienso que alguien como Khadafi está comprometido con la idea pero algunos dirigentes africanos no confían en él. Y a los países occidentales no les gusta ver que ejerza un fuerte liderazgo en África. Y esos países impulsan a algunos dirigentes africanos a que no acepten seguir a Khadafi. Para mí, el apoyo de Khadafi a los Estados Unidos de África no puede ser una desventaja porque en este momento es el único que puede impulsar este proyecto. Khadafi es la principal fuerza impulsora de este proyecto, incluso si no les gusta a Occidente y a algunos dirigentes africanos.

MM: Este tema tiene que ver con visión y estrategia - ¿Qué papel pueden jugar movimientos populares de base en todo el mundo para limitar esas políticas agresivas (es decir el imperialismo y el capitalismo)? El Foro Social Mundial tiene la consigna “Otro mundo es posible” - ¿cómo ve usted el mundo en términos de participación popular en la política, la economía y el orden social?

DMD: Los movimientos populares y los movimientos de base pueden jugar un papel crucial en la lucha contra el imperialismo cuando se vinculan a organizaciones progresistas con mayor orientación política. Por cierto, para que esto suceda tiene que haber una democracia genuina y respeto para las opiniones de los movimientos populares. Pienso que dondequiera existan movimientos de base fuertes y bien organizados, pueden tener un impacto significativo sobre las políticas a todos los niveles. Pueden ejercer una fuerte presión sobre los dirigentes y responsables políticos para modificar las políticas económicas y sociales o incluso políticas de seguridad.

Pueden ser un poderoso catalizador para movilizaciones populares contra políticas impopulares.

No tengo un proyecto ideal respecto a qué rol debieran tener los movimientos populares en otro orden mundial. Sin embargo, como principio general, opino que un nuevo orden mundial debiera fijarse como prioridad una democracia genuina evitando la toma de decisiones de arriba hacia abajo. Debería haber instituciones que permitan que la gente sea escuchada e influencie las políticas que afectan su vida. Nuevas reglas democráticas deben permitir que la gente elija libremente a los que la representan. Al mismo tiempo, esas reglas deben permitir que la gente cambie su dirigencia siempre cuando se sienta traicionada por esa dirigencia o piense que no realiza su tarea con eficiencia. Pienso que todos los tipos de movilización popular en todo el mundo desde fines de los años noventa y el nacimiento del FSM han contribuido a elevar una fuerte conciencia ciudadana que ha servido para fortalecer los movimientos de base.

Demba Moussa Dembélé es director del Foro para Alternativas Africanas, e investigador colaborador para un consejo de ONG, CONGAD

Michael McGehee es escritor independiente y hombre de clase trabajadora de Kennedale, Texas. También ha establecido recientemente el Dallas/Fort Worth Project for a Participatory Society.

michael.mcgehee7@gmail.com


70 millones de mujeres mutiladas


El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha presentado uno de sus aterradores y reales informes anuales. La mutilación genital femenina, se ha practicado a más de 70 millones de mujeres entre los 15 y los 49 años en 28 países de África y Yemen.


El informe señala que El 60 por ciento de las niñas, jóvenes y mujeres que han sufrido esta práctica viven en el África subsahariana, y el 40 por ciento en Oriente Próximo y
el norte de África.


El objetivo, además, es anula la capacidad de sentir placer sexual.


Pero en la mayoria de los casos, la mutilación femenina, ablación, se practica mucho antes, en niñas de entre cuatro y diez años.


Habitualmente la realiza una partera tradicional o una anciana de la aldea que utiliza un cuchillo sin esterilizar, un cristal roto o una piedra afilada, sin anestesia. En muchas oportunidades se utilize cuchillo, sin esterilizar,para intervenir a varias niñas.


La escisión más leve o(si es que alguna puede considerarse así) es la llamada circunci­sión de la sunna o tra­dición musulmana. en la que cortan el borde del clitoris. El tipo de esci­sión mas extendido en la mayoría de los países de Africa negra consisteen cortar el clítoris y los labios menores. Se asocia con el concepto de limpieza. La niña se inte­gra así a la tribu y se con­vierte en una mujer apta para e] matrimonio. Una mujer no mutilada puede ser rechazada incluso por sus amigas. Y sobre todo por su futuro marido.


En la infibulacion, la modalidad más trau­mática se elimina incluso una parte o la totalidad de los labios mayores. Los dos extremos de la vulva se cosen y se deja solo un pequeño orificio para la salida de la orina y el flujo menstrual, es la llamada circuncisión faraónica, mas extendida en Egipto. Antes de mantener relaciones sexuales la mujer es a veces literalmente rajada para que el hombre pueda penetrarla.


La escisión se origino, al parecer, en la edad de piedra en el Africa central. Fue en Egipto donde tomo forma la creencia de que el prepucio era la parte femenina del hombre y el clítoris la masculina de la mujer, cortándolos se evitaba cualquier ambigüedad sexual.

Estudio: Dos millones de bebés y sus madres mueren durante parto


JOHANNESBURGO (AP) - Más de dos millones de bebés y sus madres mueren cada año en todo el mundo debido a complicaciones del parto, excediendo el número de decesos infantiles por malaria y sida, según un estudio.

El trabajo de investigación, difundido el martes por el congreso mundial de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, que tiene lugar en Ciudad del Cabo, muestra además que esas muertes podrían ser evitadas fácilmente.

"El mundo continuará ignorando los silenciosos sollozos de los 230 niños que mueren cada hora por complicaciones de parto" a no ser que haya una mejor planificación y adopción de políticas sanitarias, según el estudio.

Alrededor de 1,02 millones de bebés nacen muertos y otros 904.000 mueren poco después del parto. En comparación, 820.000 niños mueren de la malaria y 208.000 fallecen en todo el mundo a causa del virus VIH, que provoca el sida.

Un 42% de las 536.000 muertes maternales ocurren en todo el mundo en el momento del parto, según el estudio. Las muertes en Africa y el sudeste asiático suman tres cuartos de las muertes maternas y de bebés.

La investigación estuvo encabezada por la organización Save the Children (Salvemos a los Niños), la Fundación Gates y la Universidad Johns Hopkins, con la participación de investigadores de más de 10 países. Aparece en el número de octubre de la revista que publica la federación.

"Las cuantiosas cifras ocultan múltiples historias personales de pérdidas", dijo Joy Lawn, que dirige la campaña para salvar a los recién nacidos de Save the Children. "Cada muerte es una tragedia para la familia: en realidad una doble tragedia ya que casi todas esas muertes podría haber sido evitadas", agregó.

Según el informe, muchas de esas muertes podrían ser evitadas con las mejoras de los cuidados básico de la salud y el entrenamiento de los profesionales locales de la salud para que realicen cesáreas de emergencia y otras técnicas salvadoras de vidas.

La pobreza es una de las principales razones de esas muertes. En los países acaudalados, la mayoría de las mujeres dan a luz rodeadas de profesionales de la medicina, mientras que en las naciones pobres pocas gozan de ese beneficio.


MANIFIESTO Red Internacional por la Despatologización Trans



L*s activistas y grupos que firmamos este documento y formamos la Red Internacional por la Despatologización de las Identidades Trans denunciamos públicamente, una vez más, la psiquiatrización de nuestras identidades y las graves consecuencias del llamado “trastorno de identidad sexual o de género” (TIG). Del mismo modo, queremos hacer visible la violencia que se ejerce sobre las personas intersexuales mediante los procedimientos médicos vigentes.


Con “psiquiatrización” nombramos la práctica de definir y tratar la transexualidad bajo el estatuto de trastorno mental. Nos referimos, también, a la confusión de identidades y cuerpos no normativos (situados fuera del orden cultural dominante) con identidades y cuerpos patológicos. La psiquiatrización relega a las instituciones médico-psiquiátricas el control sobre las identidades de género. La práctica oficial de dichas instituciones, motivada por intereses estatales, religiosos, económicos y políticos, trabaja sobre los cuerpos de las personas amparando y reproduciendo el binomio de hombre y mujer, haciendo pasar esta postura excluyente por una realidad natural y “verdadera”.

Dicho binomio, presupone la existencia única de dos cuerpos (hombre o mujer) y asocia un comportamiento específico a cada uno de ellos (masculino o femenino), a la par que tradicionalmente ha considerado la heterosexualidad como la única relación posible entre ellos. Hoy, denunciando este paradigma, que ha utilizado el argumento de la biología y la naturaleza como justificación del orden social vigente, evidenciamos sus efectos sociales para poner fin a sus pretensiones políticas.


Los cuerpos que no responden anatómicamente a la clasificación médica occidental vigente son catalogados bajo el epígrafe de intersexualidad, condición que, “per se”, es considerada patológica. La clasificación médica, por el contrario, continúa aún hoy en día sin ser interrogada. La transexualidad también es conceptualizada como una realidad en sí mismo problemática. La ideología de género que actúa la psiquiatría, por el contrario, continúa aún hoy sin ser cuestionada.


Legitimar las normas sociales que constriñen nuestras vivencias y sentires implica invisibilizar y patologizar el resto de opciones existentes, y marcar un único camino que no cuestione el dogma político sobre el que se fundamenta nuestra sociedad: la existencia, única y exclusiva, de solo dos formas de ser y sentir. Si invisibilizar supone intervenir a recién-nacidos intersex (aquell*s con genitales ambiguos funcionales) con violentos tratamientos normalizadores así se hará, si de lo que se trata es de borrar la posibilidad de estos cuerpos y vetar la existencia de las diferencias.


El paradigma en el que se inspiran los procedimientos actuales de atención a la transexualidad y la intersexualidad convierte a estos en procesos médicos de normalización binaria. De “normalización” ya que reducen la diversidad a sólo dos maneras de vivir y habitar el mundo: las consideradas estadística y políticamente “normales”. Y con nuestra crítica a estos procesos resistimos también a tener que adaptarnos a las definiciones psiquiátricas de hombre y mujer para poder vivir nuestras identidades, para que el valor de nuestras vidas sea reconocido sin la renuncia a la diversidad en la que nos constituimos. No acatamos ningún tipo de catalogación, ni etiqueta, ni definición impuesta por parte de la institución médica. Reclamamos nuestro derecho a autodenominarnos.


Actualmente la transexualidad se considera un “trastorno de identidad sexual”, patología mental clasificada en el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) y en el DSM-IV-R (Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría Norte-americana). Estas clasificaciones son las que guían a los y las psiquiatras de todo el mundo a la hora de establecer sus diagnósticos. En ellas se comete un error poco casual: la confusión de los efectos de la transfobia con los de la transexualidad. Se invisibiliza la violencia social que se ejerce sobre quienes no se adecuan a las normas de género. De este modo, se ignora activamente que el problema no es la identidad de género, es la transfobia.


La revisión del DSM-IV-R es un proceso que comenzó hace ahora dos años, y tiene por fin determinar los cambios en la lista de enfermedades. En estos últimos meses se han hecho públicos los nombres de los psiquiatras que decidirán el futuro del trastorno de identidad sexual (TIG).


Al frente del grupo de trabajo sobre el TIG se encuentran el Dr.Zucker (director del grupo) y el Dr. Blanchard , entre otros. Estos psiquiatras, que son conocidos por utilizar terapias reparativas de reconducción a homosexuales y a transexuales y que están vinculados a clínicas que intervienen a intersexuales, proponen no solo no retirar el trastorno sino ampliar su tratamiento a l*s niñ*s que presenten comportamientos de género no-normativos y aplicarles terapias reparativas de adaptación al rol de origen. En este sentido, el movimiento trans norteamericano ha hecho un llamamiento solicitando su expulsión del grupo encargado de la revisión del DSM. La Red Internacional por la Despatologización de las Identidades Trans se une sin reservas a la citada denuncia.


La patologización de la transexualidad bajo el “trastorno de identidad sexual” es un gravísimo ejercicio de control y normalización. El tratamiento de este trastorno se lleva a cabo en diferentes centros de todo el mundo. En casos como el del Estado Español, es obligatorio el paso por una evaluación psiquiátrica en las Unidades de Identidad de Género que, en algunas ocasiones, va asociada a un control semanal de nuestra identidad de género a través de terapias de grupo y familiares y todo tipo de procesos denigrantes que vulneran nuestros derechos. En el caso del Estado español, hay que resaltar que cualquier persona que desee cambiar su nombre en la documentación o modificar su cuerpo con hormonas u operaciones debe pasar obligatoriamente por una consulta psiquiátrica.


Por último, nos dirigimos directamente a la clase política. Nuestra demanda es clara:

Exigimos la retirada de la transexualidad de los manuales de enfermedades mentales (DSM-TR-IV y CIE-10). Paralización de los tratamientos a bebés intersex.

Reivindicamos el derecho a cambiar nuestro nombre y sexo en los documentos oficiales sin tener que pasar por ninguna evaluación médica ni psicológica. Y añadimos que pensamos, firmemente. que el Estado no debería de tener ninguna competencia sobre nuestros nombres, nuestros cuerpos y nuestras identidades.


Hacemos nuestras las palabras del movimiento feminista en la lucha por el derecho al aborto y el derecho al propio cuerpo: reivindicamos nuestro derecho a decidir libremente si queremos o no modificar nuestros cuerpos y poder llevar a cabo nuestra elección sin impedimentos burocráticos, políticos ni económicos, así como fuera de cualquier tipo de coerción médica. Queremos que los sistemas sanitarios se posicionen frente al trastorno de identidad sexual, reconociendo la transfobia actual que sostiene su clasificación, y replanteen su programa de atención sanitaria a la transexualidad haciendo de la evaluación psiquiátrica una paso innecesario y del acompañamiento psicoterapéutico una opción voluntaria. Exigimos también el cese de las operaciones a recién-nacid*s intersex.


Denunciamos la extrema vulnerabilidad y las dificultades en el acceso al mercado laboral del colectivo trans. Exigimos que se garantice el acceso al mundo laboral y la puesta en marcha de políticas específicas para acabar con la marginación y la discriminación de nuestro colectivo. Exigimos, además, condiciones de salud y seguridad en el desarrollo del trabajo sexual y el fin del asedio policial a estas personas, así como del tráfico sexual.


Esta situación de vulnerabilidad se acentúa en el caso de las personas trans inmigradas, que llegan a nuestro país huyendo de situaciones de extrema violencia. Exigimos la concesión inmediata de asilo político en estos casos a la vez que reivindicamos la plena equiparación de derechos de las personas migrantes. Denunciamos los efectos de la política de extranjería actual sobre los sectores socialmente más vulnerables.


A la vez que gritamos que no somos víctimas sino seres activos y con capacidad de decisión sobre nuestra propia identidad, queremos recordar también todas las agresiones, asesinatos y también los suicidios de las personas trans a causa de la transfobia. Señalamos al sistema como culpable de estas violencias. El silencio es complicidad.


Finalizamos evidenciando la extrema rigidez con la que se impone el binomio hombre/mujer, como opción única y excluyente, binomio que es construido y puede ser cuestionado. Nuestra sola existencia demuestra la falsedad de estos polos opuestos y señala hacia una realidad plural y diversa. Diversidad que, hoy, dignificamos.


Cuando la medicina y el Estado nos definen como trastornad*s ponen en evidencia que nuestras identidades, nuestras vidas, trastornan su sistema. Por eso decimos que la enfermedad no está en nosotr*s sino en el binarismo de género.


Anunciamos que la Red Internacional por la Despatologización de las Identidades Trans surge para consolidar una coordinación mundial en torno a un primer objetivo: la descatalogación de la transexualidad del DSM-TR en el año 2012. Un primer paso por la diversidad, un primer golpe a la transfobia.


¡Por la diversidad de nuestros cuerpos y nuestras identidades!

¡La transfobia nos enferma!

RED INTERNACIONAL POR LA DESPATOLOGIZACIÓN TRANS


Se restablece alianza electoral del PRD, PT y Convergencia en México

Por ROSALíA VERGARA

MÉXICO, D.F., 7 de octubre (apro).- Los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia confirmaron este miércoles el inicio del proceso para restablecer sus relaciones políticas, y acordaron ir juntos a las 10 elecciones estatales de 2010 y 2011.

Además, afirmaron que impulsarán actividades con las distintas fuerzas políticas y con el Legislativo para sortear la crisis económica.

En conferencia de prensa, el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, quien estuvo acompañado de los líderes del PT y Convergencia, Alberto Anaya y Luis Maldonado, dijo:

"Iniciamos un proceso de restablecimiento de nuestras relaciones políticas. Entendemos que es necesaria la unidad de las fuerzas de izquierda, lo entendemos en el marco de una gravísima situación económica y política del país".

Precisó que ese proceso se materializará en diversas acciones, y de manera específica, expresó, "vamos a ver cada una de las entidades para, sobre la base de nuestras propuestas, ver la viabilidad de ir juntos en las próximas elecciones en 2010 y 2011".

Según Ortega, también buscarán ver "cómo avanzamos en una propuesta común de reforma democrática, de reforma del Estado y otros temas que son de interés para el país".

Por su parte, Maldonado aclaró que la unidad planteada es ajena al Frente Amplio Progresista (FAP), que termina legalmente el próximo domingo 11, y adelantó que en los próximos días los tres partidos trabajarán en la coincidencia ideológica.

"Se mantiene el espíritu de mantener un espacio de unidad de las fuerzas progresistas, pero vamos a ver qué nueva figura construimos o si mantenemos la que existe o la enriquecemos, siempre en el marco de la ley", puntualizó.

En su turno, Alberto Anaya reconoció que la reunión está encaminada a la disputa por la Presidencia de la República en 2012.

Sobre el proceso electoral en Oaxaca, manifestó que los tres partidos irán juntos en una expresión de centro- izquierda, sin descartar una alianza con el PAN, aunque aseguró que en el encuentro no se abordó el tema.