lunes, 14 de agosto de 2017

El mensaje del gobernador de Virginia a los nazis de Charlottesville: "Váyanse y no vuelvan nunca"

EEUU El mensaje del gobernador de Virginia a los nazis de Charlottesville: "Váyanse y no vuelvan nunca"

"Piensen en los jóvenes que usan uniforme en nuestro país. En algún lugar del mundo están arriesgando sus vidas. Ellos son patriotas, ustedes no", espetó con dureza el Gobernador.

El Gobernador de Virginia Terry McAuliffe

El Gobernador de Virginia Terry McAuliffe ha condenado la violencia racista de Charlottesville que ha dejado tres víctimas mortales y decenas de heridos y ha instado a los supremacistas blancos a irse del país y "no volver nunca"

"Yo tengo un mensaje para todos los supremacistas blancos y los nazis que vinieron hoy a Charlottesville. Nuestro mensaje es claro y sencillo: 'Váyanse'", ha dicho McAuliffe.
El político del partido demócrata, además, ha acusado a los racistas de "ser de todo menos patriotas" y les ha aconsejado aprender de los padres fundadores norteamericanos, "quienes unieron" a todo un país.

"Piensen en los jóvenes que usan uniforme en nuestro país. En algún lugar del mundo están arriesgando sus vidas. Ellos son patriotas, ustedes no", espetó con dureza el Gobernador.
Además, ha acusado a los grupos derechistas de "venir hoy a herir a la gente" y les ha advertido de que "no triunfarán porque no hay lugar para ustedes en EEUU".

"Les recuerdo a todos que somos una nación de inmigrantes. A menos que seas índigena, los primeros barcos llegaron a Jamestown en 1607  y, desde entonces, muchas personas han venido a nuestro país para unirnos. Nuestra diversidad, ese mosaico de inmigrantes, es lo que nos hace tan especiales y no vamos a dejar que nadie venga a destruirlo", explicó McAuliffe en su discurso antirracista.

https://youtu.be/AcOAorFsSD0

Sábado negro en Virginia: atropello masivo tras marchas racistas

Un helicóptero de la policía se estrelló en Charlottesville al monitorear las protestas supremacistas en Virginia. Se esperan víctimas mortales

Por: Miguel Velázquez

Foto: AP
Sábado negro en Virginia: atropello masivo y caída de helicóptero tras marchas racistas

Charlottesville, Virginia, vivió un sábado negro que enluta a Estados Unidos. Una marcha convocada por grupos blancos supremacistas terminó con choques violentos; enmarcados por un atropello masivo y la caída de un helicóptero de la policía con dos personas a bordo.
Al menos un muerto y 19 heridos se reportaron de manera oficial; sin embargo, el número de víctimas podría aumentar.

El presidente Donald Trump rechazó lo ocurrido desde Bedminster, Nueva Jersey, donde se encuentra de vacaciones por remodelaciones en la Casa Blanca. “Condeno en los términos más fuertes esta violencia. Ha ocurrido desde hace mucho tiempo. No desde Donald Trump o Barack Obama, desde hace mucho tiempo. Es vital la restauración de la ley y el orden”.
Trump se comunicó con el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, quien tuvo que declarar estado de emergencia por lo ocurrido.
“Nuestro país va muy bien en muchas maneras: bajaron los porcentajes de desempleo, tenemos industrias regresando al país, renegociamos tratados comerciales. Muchas cosas impresionantes pasan en nuestro país. Lo que pasó en Virginia es muy triste para mí. Nos tenemos que respetar”, señaló Trump.
Las autoridades han confirmado el arrollamiento, pero no han ofrecido por ahora detalles acerca del motivo, responsable y cifra de heridos.
El vehículo arrolló a un grupo de manifestantes cerca de las 13:00 hora local poco después de que el gobernador McAuliffe declarara el estado de emergencia en la ciudad. La caída del helicóptero ocurrió a las 4:50 pm, hora local.

Marcha “Unir a la derecha”, el origen de las protestas

Todo inició con la marcha “Unir a la derecha”. Esta fue organizada en protesta por el retiro de una estatua homenaje al general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense.

La manifestación había sido descrita como “el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en Estados Unidos”, según el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial.

Los primeros enfrentamientos se saldaron con varios heridos, sin precisar la cifra exacta o su gravedad.
Jason Kessler, organizador de la marcha, subrayó en un comunicado que se trata de defender la Primera Enmienda de la Constitución que protege la libertad de expresión y respaldar a “los grandes hombres blancos que están siendo difamados, calumniados y derribados en EE.UU.”.



Cientos de supremacistas blancos marchan por las calles de Charlottesville (Virginia) al grito de consignas nazis

Al menos un detenido y varios heridos leves tras una marcha que ha culminado en un asalto a estudiantes de la Universidad de Virginia
 

NUEVA YORK|

Cientos de supremacistas blancos, algunos al ritmo de soflamas nazis, han marchado esta pasada noche con antorchas por las calles de la ciudad de Charlottesville, en Virginia, en el preludio de un encuentro convocado para este sábado con el nombre de "Unite the Right" y que contará con la presencia de figuras de la nueva extrema derecha norteamericana, como Richard Spencer.

Los asistentes al encuentro quieren expresar su protesta contra la retirada de la estatua del general confederado Robert E. Lee de uno de los parques de la ciudad, escenario el mes pasado de una minoritaria protesta del miembros del Ku Klux Klan.

Durante la marcha de esta pasada noche, algunos de los asistentes han gritado la consigna nazi "Sangre y Tierra", el lema del antiguo Ministerio de Agricultura del Tercer Reich que exaltaba los valores del campesino alemán frente a su gran enemigo, el "prestamista judío".

Siguiendo esta línea antisemita y xenófoba, otros de los asistentes han marchado al grito de "los judíos no nos reemplazarán" o "Un pueblo, una nación, terminemos con la inmigración" antes de llegar a la rotonda principal de la universidad de Virginia, rematada por una estatua del ex presidente estadounidense Thomas Jefferson, donde se encontraban concentrados un pequeño grupo de contramanifestantes con la pancarta "Estudiantes de Virginia contra el supremacismo blanco".

La concentración rodeó a los estudiantes, a los que arrojaron antorchas y propinaron patadas, según ha constatado en un comunicado la presidenta de la Universidad, Teresa Sullivan, quien además ha denunciado que los manifestantes también agredieron a personal de la Universidad.

"Estoy profundamente entristecida y perturbada por el odioso comportamento desplegado esta pasada noche en nuestro recinto por estos manifestantes. Condendo enérgicamente el asalto que han perpetrado, sin mediar provocación alguna, contra miembros de nuestra comunidad que intentaban mantener el orden", ha lamentado.

Varias personas han sido atendidas por heridas leves al resultar rociadas con espray de pimienta, de procedencia desconocida, y al menos una persona no identificada ha sido arrestada, de acuerdo con el medio local 'Daily Progress'.

Aunque el encuentro supremacista de hoy -- donde se espera la presencia de entre 2.000 y 6.000 personas -- ha recibido el permiso de un tribunal, el alcalde de Charlottesville, Mike Signer, ha recordado que la marcha de este viernes en la universidad había sido prohibida.

"Ha sido un cobarde desfile de odio, fascismo, racismo, racismo e intolerancia". "Estoy mucho más que asqueado por este despreciable y prohibido despliegue de intimidación en un terreno universitario", ha hecho saber a través de un post de Facebook.


Argentina: Detrás de la campaña antimapuche están el extractivismo, los medios y un genocidio que no termina

“Los indígenas no aceptamos el extractivismo. Y vamos a morir luchando contra las mineras, petroleras, empresas transgénicas. Por eso nos consideran un peligro”. Los líderes mapuches se defienden y contestan los discursos que los tratan de separatistas, terroristas o cosas peores. “La plurinacionalidad no es una propuesta separatista ni excluyente. Por el contrario, es una herramienta para la unidad en la diversidad”. Se encargan de explicar lo que – parecía- ya estaba dado: la propia legislación argentina reconoce los derechos de los pueblos originarios. Pero no se cumple. Por qué: las presiones de terratenientes y empresas como Benetton. La operación de los medios. El rol del modelo económico. Y un genocidio que no termina. Darío Aranda explica en esta nota el marco de la avanzada del gobierno contra los mapuches, en medio de la desaparición de Santiago Maldonado.

   Por Darío Aranda (periodista argentino)

El modelo extractivo: petrolero, minero, agropecuario, forestal.
Una multinacional (Benetton) con directa influencia en el poder político y judicial.
Políticas de Estado de despojo y sometimiento.
Un genocidio que jamás tuvo su “nunca más”.
Sólo algunos de los elementos detrás de la campaña que pide represión para el Pueblo Mapuche.

 Extractivo
Durante el menemismo se aprobó la ingeniería legal que dio pie a la profundización del extractivismo en Argentina: leyes mineras, privatización de YPF, ley forestal, aprobación de transgénicos con uso de agrotóxicos. Pero la implementación en los territorios se dio durante el kirchnerismo. Dos ejemplos: se pasó de 40 proyectos mineros en estudios (en 2003) a 800 proyectos (en 2015); de 12 millones de hectáreas con soja transgénica se pasó a 20 millones (22 en la actualidad).

El macrismo continúa esa línea: quite de retenciones a la minería, baja de retenciones al agro, flexibilización laboral para  trabajadores petroleros. Más extractivismo, más avance sobre territorios rurales, donde viven pueblos indígenas y campesinos.

Amnistía Internacional contabilizó un piso de 250 casos conflictivos, entre los que detectó un punto en común: detrás siempre hay empresas (agropecuarias, petroleras y mineras, entre otras), que actúan en complicidad, por acción u omisión, de los gobiernos.

Cómo sucedió con la Campaña del Desierto, que tenía como fin económico incluir tierras al mercado capitalista, la Argentina del Siglo XXI repite la historia de avanzar sobre los pueblos indígenas.

Preexistente
“Mapuche” significa en mapuzungun “gente de la tierra”. Los mapuches, como todos los pueblos indígenas del continente, son a partir del vínculo con el territorio. De allí proviene su historia, su cultura, su filosofía, su vida y de ese territorio dependen sus hijos, nietos y su futuro como pueblo.

Un argumento falaz para atacar a los indígenas del sur es que decir que son chilenos. Los pueblos indígenas tienen miles de años de historia, y el Pueblo Mapuche en particular existe desde muchos antes de la conformación de los Estado-nación. Es decir, son previos a la existencia de Argentina y Chile. El artículo 75 de la Constitución Nacional lo reconoce: “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano (…). Asegurar la participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten”.

Ante cada campaña mediática de ataque a los mapuches, académicos repudian las falsedades de sectores periodísticos. En enero pasado, investigadores del Conicet escribieron un texto que resume cientos de estudios académicos: “Afirmamos que los mapuches no son araucanos de origen chileno y no exterminaron a los tehuelches (…) Los mapuches no son “indios chilenos”, sino pueblos preexistentes. Esto significa que vivían en estos territorios antes de que existieran los Estados y que había mapuches en lo que hoy es Argentina”.

Periodismo represivo 
“Denuncian vínculos de grupos mapuches con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)”, tituló el diario Perfil el domingo 8 de enero en un extenso artículo, referido al conflicto del Lof (comunidad) Resistencia Cushamen con la empresa Benetton. La nota, firmada por Cecilia Moncalvo, acusó: “A medida que aparecen más datos, la acción de (Facundo) Huala y su grupo puede ser leída como el germen de una forma violenta de protestar y de hacer política. Hay datos, como que en zonas limítrofes la Gendarmería envió más personal, mientras que diputados chilenos y periodistas y productores argentinos mencionan a las FARC colombianas como parte de la financiación del grupo (…). Abre interrogantes sobre una zona liberada previamente y de tráfico de armas de Argentina a Chile. Facundo Jones Huala sería el nexo”.

Dos días después, el martes 10 de enero, hubo feroces represiones sobre el Lof Mapuche. Una por la mañana (Gendarmería Nacional). Otra por la tarde (policía de Chubut). El miércoles se produjo un tercer operativo violento. Tres represiones en dos días. Una cacería de mapuches. Una decena de presos. Otro tanto de heridos. Dos de gravedad. La imagen de Fausto Jones Huala, con un balazo en el cuello, recorrió el país.

A la campaña anti-indígena se sumó el diario Clarín, con un extenso artículo anunciado en tapa el domingo 22 de enero y doble página interna. “Facundo Jones Huala, el mapuche violento que le declaró la guerra a la Argentina y Chile”, fue el título, firmado por Gonzalo Sánchez. Citó en seis oportunidades voces oficiales del Ministerio de Seguridad de Nación, Cancillería y Secretaría de Seguridad. Todas voces en “off”, sin nombre ni apellido, que acusan al Lof Cushamen de hechos tan insólitos como ajenos a la realidad. Según Clarín:

-Los mapuches están vinculados a grupos kurdos y a la ETA del país Vasco.
-Recibieron financiamiento del kirchnerismo.
-Afirma que el Lof Cushamen ocasionó incendios, secuestro de personas e intento de asesinatos, entre otros hechos.

No se aporta ninguna prueba de todos estos hechos. Sólo la opinión del gobernador Mario Das Neves y voces en off.

Gonzalo Sánchez, autor de la nota y editor del diario, repite lo de Cecilia Moncalvo en Perfil: vincula al Lof Cushamen (y a Jones Huala) con la organización Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), cuando la comunidad nunca ha declarado ser parte de esa organización. Segunda coincidencia: Sánchez no otorga ni una línea a la voz del Lof Cushamen, ni de sus abogados, ni de las organizaciones de derechos humanos que acompañan.

Infobae no se quedó atrás. “Violencia, anarquía y apoyo externo: el perfil de dos grupos mapuches que tienen en vilo a Chile y la Argentina”, tituló el 9 de agosto un artículo de Martín Dinatale, con todas voces en off y ninguna entrevista a mapuches. Un artículo que podría haber sido escrito por Patricia Bullrich.
Insólita la nota de Claudia Peiró en Infobae. Acusó a los mapuches de estar financiados por ingleses. “The Mapuche Nation, el pueblo originario con sede en Bristol, Inglaterra”. No aporta una sola prueba que acredite esa relación.

Clarín retrucó. “Jones Huala redobla la apuesta: llamó a la rebelión y la lucha armada. Desde el penal donde está detenido, el referente mapuche convocó abiertamente a la acción violenta”. Firmada por el corresponsal el Bariloche, Claudio Andrade, conocido de las organizaciones mapuches por sus continuas que rozan el racismo.

Por otro lado, también sobresalen comunicadores, intelectuales, artistas y políticos no dudaban en echar sospechas sobre el líder qom Félix Díaz de Formosa y, al mismo tiempo, silenciar las atrocidades del gobierno feudal de Gildo Insfrán. Figuras radiales afines al kirchnerismo relativizaban el reclamo qom y hasta hacían entrevistas condescendientes a Insfrán. En el “mejor de los casos”, se llamaban a silencio ante la violación de derechos. El periodismo afín al kirchnerismo apoyó fervientemente la explotación petrolera en Vaca Muerta, aunque allí se violaban derechos indígenas y también se reprimía (y se reprime). Con el macrismo en el poder, esos mismos periodistas, intelectuales y artistas se horrorizan y repudian la violencia que sufren los mapuches.

Periodistas de uno y otro lado tienen una coincidencia: escriben sobre un hecho sin recorrer el territorio. No visitan (ni visitarán) las comunidades indígenas. Son periodistas de escritorio. Y sus mentiras repercuten de la peor manera: legitiman represiones.
   
Genocidio
Robo de bebés. Desaparición de personas. Torturas. Campos de concentración. Asesinatos.
Lo sufrió la sociedad argentina en manos de la última dictadura cívico-militar.
Lo sufrió el pueblo judío en manos del nazismo.

El Pueblo Mapuche también padeció robó de bebés, desaparición de personas, torturas, campos de concentración, asesinatos. Pero no hubo jamás pedido de perdón, tampoco reparación ni justicia. No hubo un “nunca más” para lo sufrido por los pueblos indígenas.

Diana Lenton, doctora en antropología y docente de la UBA, lo resume así: “El Estado se construyó sobre un genocidio. Se requirió que no hubiera más diversidad interna. Se anulan los tratados con los indígenas, el Estado se garantizó que no iban a interferir en la constitución de ese Estado. Es lo que se llama genocidio constituyente, son genocidios que dan origen a un Estado”.
   
Recuperaciones
“Wiñomüleiñ ta iñ mapu meu” significa en idioma mapuche “territorios recuperados”. Es un anhelo, una práctica reivindicatoria y, sobre todo, un derecho de los pueblos originarios volver a parcelas que les fueron arrebatadas en el pasado. En los últimos quince años, y luego de agotar la instancia administrativa y judicial, el Pueblo Mapuche recuperó 250 mil hectáreas que estaban en manos de grandes terratenientes.

Los pequeños burgueses urbanos deben permanecer tranquilos: los indígenas no ocuparán los departamentos en Palermo o Recoleta, ni les interesan las mansiones de Nordelta. Sólo vuelven a las tierras de sus antepasados que hoy están en manos de grandes empresas.

Los legalistas también deben estar conformes: las recuperaciones territoriales están respaldadas por tratados internacionales, que tienen rango superior a las leyes locales.

“Siempre que sea posible, los pueblos indígenas deberán tener el derecho de regresar a sus tierras tradicionales en cuanto dejen de existir las causas que motivaron su traslado y reubicación”, detalla el artículo 16 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tiene rango superior a las leyes nacionales. El artículo 14 también apunta: “Deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia”.

La Declaración de las Naciones Unidas (ONU) sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en septiembre de 2007, remarca en su artículo 10 “la opción del regreso” frente a los desplazamientos forzados y, en su artículo 28, legisla que “tienen derecho a la reparación, por medios que pueden incluir la restitución (…) por los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados”.

“Las comunidades indígenas en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)” es el título del trabajo sobre Derecho internacional de Rolando Gialdino, ex secretario de Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el máximo tribunal del país. Al analizar la acción de la CIDH, abordó la posesión ancestral: “Los miembros de los pueblos indígenas que involuntariamente han perdido la posesión de sus tierras, y éstas han sido trasladadas legítimamente a terceros inocentes, tienen derecho de recuperarlas o a obtener otras tierras de igual extensión y calidad”.
La recuperación territorial implica mucho más que hectáreas: instala una concepción diferente de la tierra, que interpela el concepto de propiedad individual en busca de rentabilidad y lo suplanta por un espacio de ocupación colectivo, “territorio ancestral”, imprescindible para el desarrollo como pueblo originario.
   
Benetton
En 2007, la comunidad mapuche Santa Rosa Leleque volvió al territorio indígena: recuperó 625 hectáreas dentro de lo que entonces era parte de la estancia Leleque de Compañía de Tierras Sud Argentino (Grupo Benetton), ubicada entre Esquel y El Bolsón. El caso tomó repercusión nacional e internacional. Rosa Rúa Nahuelquir y Atilio Curiñanco, autoridades de la comunidad, viajaron a Roma junto al Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel. Se entrevistaron con la familia Benetton, que prometió la donación de tierras dentro de Chubut. Pero la compañía sólo ofreció parcelas que eran improductivas.

La comunidad no aceptó y aclaró que los pueblos indígenas no aceptaban “donación” sino “restitución” por tierras que habían sido robados por privados. La causa avanzó en tribunales, hubo intento de desalojos, pero la comunidad permaneció en el lugar. Benetton nunca aceptó la derrota entre otras cosas porque habilitaría que otras comunidades repitieran la acción.

En noviembre de 2014, el Estado (provincial y nacional) finalizó el relevamiento territorial de la comunidad Santa Rosa Leleque. En el marco de la Ley Nacional 26.160 reconoció la posesión y uso de las 625 hectáreas por parte del Pueblo Mapuche. La comunidad siempre denunció las irregularidades en el título que adquirió la compañía Benetton (explicadas en detalle en el libro “Ese ajeno sur”, del investigador Ramón Minieri).

El 13 de marzo de 2015 se produjo una nueva recuperación territorial en la estancia Leleque de Benetton. “Actuamos ante la situación de pobreza de nuestras comunidades, la falta de agua, el acorralamiento forzado hacia tierras improductivas y el despojo que se viene realizando desde la mal llamada Conquista del Desierto hasta la actualidad por parte del Estado y grandes terratenientes. Sumado a esto la inmensa cantidad de reiñma (familias) sin tierra donde poder siquiera subsistir dignamente”, explicó como fundamento de la acción el comunicado firmado por Lof en Resistencia del departamento de Cushamen y el Movimiento Mapuche Autónomo (MAP).

Ya no era un sólo mal ejemplo. Ya eran dos. Y pueden ser más.

Benetton descargó todo su maquinaria legal contra los mapuches y contrató una agencia internacional de prensa y lobby (JeffreyGroup) para una campaña mediática, tanto a nivel provincial como nacional. El responsable en Argentina de JeffreyGroup es Diego Campal, que se presenta como “especialista en resolución de conflictos y gestión de crisis”.

Periódicamente llegaban las gacetillas de prensa y fotos en alta definición de los “atentados” que sufría la estancia  Benetton. Sus principales destinatarios: el diario Jornada (Chubut), Río Negro (el más leído de la Patagonia), Clarín y La Nación. Los mismos comunicados llegaban al despacho del gobernador de Chubut, Mario Das Neves, y sus ministros.

La campaña mediático daba sus primeros pasos y vinculaba a los mapuches con grupos paramilitares (ETA, FARC).

Bolivia: En medio del rechazo y división, luz verde para una resistida vía

Evo Morales declaró enemigos a los que se oponen a la ley. Añadió que se acabó la mamadera para las ONG.
Lunes,  14 de Agosto, 2017
Luz-verde-para-una-resistida-via
Ref. Fotografia: Para los indígenas de la Amazonia, el 13 de agosto fue declarado 'día del engaño'.

Seis años después de que indígenas amazónicos ganaran el pulso al presidente Evo Morales al rechazar los planes de construir una carretera que cruzara la selva, el mandatario  promulgó ayer una ley que hará posible la ruta polémica, pero esta vez los indígenas están divididos.

La ruta unirá Beni y Cochabamba. Con un discurso que reivindica el desarrollo, el presidente Evo Morales promulgó la ley que permite la construcción de una carretera que unirá los departamentos de Cochabamba y Beni, atravesando el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, Tipnis.
Ante una masiva presencia de miembros de organizaciones sociales, profesionales, estudiantes, cívicos, ganaderos, Morales firmó la ley que dejó en el archivo la ley que, como resultado de la movilización indígena y la presión social, había definido que "el Tipnis no se toca".

'Enemigos del Beni los que rechacen la ley'. "Los que rechazan esta ley son enemigos del departamento de Beni", dijo Morales, la mañana de ayer.

Quienes rechazan la Ley 266 son enemigos del Beni. “No quieren ni integración ni desarrollo, quieren que el pueblo beniano viva como hace 200 años”.

"A ellos no les interesa que el movimiento indígena tenga escuelas, hospitales, luz o carretera, no les interesa, pero usan al movimiento indígena, usan la ecología para vivir bien", cuestionó Morales.

Indígenas: Día del engaño y la mentira. Indígenas de la Amazonia que se declararon en vigilia tras la promulgación de la Ley 266 que levanta la intangibilidad del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) declararon el 13 de agosto "Día de la mentira y el engaño" por parte del Gobierno, y anunciaron una defensa legal de sus derechos.

El dirigente indígena, Pedro Moye, informó que en los próximos días, se habilitarán libros de actas para recolectar firmas a fin de denunciar ante organismos internacionales y mostrar al mundo que un Gobierno "indígena de Evo Morales, hoy asesina a nuestra Madre Tierra, a la Pachamama y promete un modelo depredador de desarrollo para el medio ambiente.

Se pagó a indígenas para llenar el coliseo. El secretario de juventudes de Cidob orgánica, Tomás Candia señaló que hay indignación entre las comunidades indígenas del Tipnis por el abuso del Gobierno de pretender irrumpir en el territorio con el pretexto de llevar salud y educación, cuando no se requería eliminar la intangibilidad para construir hospitales o colegios en la zona.

Candia señaló que desde el Gobierno se pagó a los indígenas 1.500 bolivianos por persona para llenar el coliseo donde el presidente Morales promulgó la Ley 266 en la ciudad de Trinidad, y donde según algunas versiones, no se habría permitido el ingreso de indígenas que rechazan la ley y la carretera que pretende dividir en dos el Tipnis.

Evo: se acaba la mamadera para las ONG. El presidente Evo Morales acusó a los que  rechazan la ley, de ser instrumentos de EEUU y anunció que se "acabará la mamadera" para algunas ONG y fundaciones que lucran con la pobreza de los indígenas.

Considera que con la promulgación, "algunas ONG van a perder la mamadera" porque financiaban y se enriquecían usando al movimiento indígena y a la ecología "para vivir bien", sin importarles que el pueblo indígena tenga o no acceso a las carreteras, servicios básicos de luz, salud y educación.

Diputado: día negro para la Madre Tierra. Tras la promulgación presidencial de la ley, el diputado demócrata, Luis Felipe Dorado, dijo que “hoy es un día negro para la Madre Tierra”.
Dorado indicó que “mientras la Madre Tierra llora en Sama, el presidente hace jolgorio en Beni con una norma que solo busca beneficiar a sus cocaleros”.

“El Gobierno le ha clavado un puñal por la espalda a los pueblos indígenas”, concluyó.




Kenia: Máxima tensión en Kenia al declarar ganador a Kenyatta

  • La oposición insiste en hablar de “farsa” y dice que “esto no es el final”
Máxima tensión en Kenia al declarar ganador a Kenyatta
Una mujer se arroja al suelo al paso de la policía en una protesta en el suburbio de Mathare, en Nairobi (Luis Tato / AFP)

El peor de los guiones políticos surgió a última hora de ayer en Kenia. Anoche, antes de que la Comisión Electoral proclamara que el presidente saliente, Uhuru Kenyatta, ha sido el ganador de las elecciones celebradas el martes, la oposición anunció que rechazaba el proceso porque lo consideraba una “farsa”. La reacción del bando perdedor deja al país en un estado de máxima tensión.

Pasadas las diez de la noche, hora local, y tras guardarse un minuto de silencio por el asesinato hace diez días del director de telecomunicaciones de la Comisión Electoral, se confirmó el anuncio definitivo: Kenyatta es oficialmente presidente de Kenia para los próximos cuatro años. Antes de leer los resultados, el presidente del órgano electoral quiso dejar clara la bondad de unos comicios que han costado más de 400 millones de dólares. “Las elecciones han sido libres, justas y creíbles”, subrayó.

Según las cifras oficiales, Kenyatta, de 55 años, ha obtenido el 54,3% de los votos, diez puntos más que su principal rival, Raila Odinga, quien consiguió el 44,7%. La alta participación del 79% refuerza la victoria de Kenyatta, que, al obtener más de la mitad de los votos, revalida su puesto sin necesidad de ir a una segunda vuelta.

“Cada vez que las elecciones han sido robadas, los kenianos se han levantado”, advierte la oposición
Desde la coalición opositora Super Alianza Nacional (NASA por sus siglas en inglés), dejaron claro que darán guerra. “Que nadie piense que esto es el final de la cuestión”, advirtió su portavoz, James Orengo. El representante ante los medios del principal bando de la oposición avisó de que los juzgados no serán una opción para buscar justicia y afinó aún más sus palabras para enardecer a los suyos: apeló a “la solidaridad de los kenianos”. La sutileza de Orengo, además de frívola, es peligrosa: desde hace días, la tensión es alta en las calles del país, se han producido hasta cinco víctimas en enfrentamientos con la policía y en la mente de todos está el temor a una escalada de violencia similar a la de hace una década. En el 2007, las acusaciones de fraude electoral de la oposición derivaron en matanzas de carácter étnico entre kikuyu, luo y kalenji —cada comunidad apoyaba a su candidato—, que dejaron 1.200 muertos, cientos de violaciones y la huida de sus hogares de 600.000 personas. Por si no había quedado claro, Orengo volvió a la carga: “El pueblo de Kenia nunca ha decepcionado... Cada vez que las elecciones han sido robadas los kenianos se han levantado”.

La oposición, que el miércoles acusó a la coalición gobernante de haber pirateado el sistema informático de escrutinio de votos, denuncia que sus demandas para investigar lo ocurrido no han sido tomadas en serio por la Comisión. Desde el partido de Odinga también dispararon dardos contra los observadores internacionales, a quienes tildaron de parciales y favorables a Kenyatta. El equipo de Odinga insiste: dicen haber ganado por 300.000 votos y que Kenyatta no debe ser proclamado presidente.

Aunque en los últimos días las manifestaciones y enfrentamientos no se han contagiado por el país, Kenia aguanta la respiración ante la posibilidad de que se desate la violencia. En barrios humildes de la capital y feudos de la oposición, cientos de jóvenes han salido esta semana a las calles al grito de “No Raila, no paz” y han formado barricadas e incendiado neumáticos.

A sus 72 años, Odinga se presentaba por cuarta vez a unas elecciones presidenciales. En todas salió derrotado. En el 2007, impugnó los resultados y alegó fraude, lo que derivó en los peores enfrentamientos postelectorales de Kenia hasta la fecha.



Ecuador: MANIFIESTO GEOGRÁFICO CONTRA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

MANIFIESTO GEOGRÁFICO CONTRA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

Agosto 9 de 2017
Cuando la violencia contra las mujeres mata, hablamos de femicidios. El femicidio es una manifestación extrema de la violencia de género contra las mujeres. Se trata de un homicidio agravado donde la víctima es una mujer que sufre este delito por su condición de serlo. Es, por lo tanto, una expresión del poder y control sobre la vida, la libertad, los cuerpos y la sexualidad de las mujeres. En el Ecuador el femicidio está tipificado como delito en el Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Para ampliar el concepto, la mexicana Marcela Lagarde de Los Ríos, estableció que el término adecuado es feminicidio pues se refiere a la muerte de las mujeres en un contexto violento, en donde existen tres responsables: victimario, sociedad y Estado. Es decir que cuando se produce este tipo de violencia se da una fractura en el Estado de derechos que favorece la impunidad ante estos delitos.

Pero más allá de los conceptos, la prevalencia de este delito se ha multiplicado en el Ecuador, pues las cifras siguen subiendo – tal como mostramos en el mapa-. Ya desde el 2011, la Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las mujeres, realizada por el INEC, evidenció que 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia; 1 de cada 4 mujeres han sido víctimas de violencia sexual; y, 4 de cada 10 mujeres han sido maltratadas físicamente. Aún más desgarrador, estas cifras oficiales demostraron que los perpetradores de la violencia de género hacia niñas, adolescentes y mujeres son diversos y están presentes en todos los ámbitos del quehacer social (familiar, educativo, de la salud, laboral,comunitario), pero la mayor de ellos son parientes, allegados y conocidos de las víctimas: el 76% de las mujeres sobrevivientes de violencia identifica como agresores a su pareja, ex pareja, convivientes o amantes.

Es decir que vivimos en un país en donde la violencia de género contra las mujeres circula con impunidad y total seguridad por nuestras calles, nuestras casas y nuestros lugares de trabajo… porque el poder patriarcal sigue siendo privilegio de unos pocos y el verdugo de muchas mujeres, niñas o adolescentes.

Como Colectivo de Geografía Crítica en alianza con la Fundación ALDEA y con la Red Nacional de Casas de Acogida del Ecuador, tenemos la certeza de que es indispensable una acción social comprometida con la prevención, la atención, la protección, el acceso a la justicia y la reparación de los derechos de las víctimas. Es necesario frenar la impunidad y concretar medidas efectivas de prevención de la violencia dentro del ámbito familiar, así como la atención a las víctimas.

Nos sumamos a todas las acciones para visibilizar esta realidad, mostrar datos y cifras que permitan orientar una política pública que frene la impunidad. Marcia, Paola, Cristina, Vanesa, Adriana, Mercy, Yadira, Narcisa, Petra…sus vidas nos importan.

BASTA DE FEMICIDIOS. LA IMPUNIDAD TAMBIÉN MATA.

 Súmate al Manifiesto geográfico contra violencia hacia las mujeres enviando un email a geografiacriticaecuador@gmail.com