Sabino Romero, un destacado líder y activista yukpa, fue asesinado el 3 de marzo en la Sierra de Perijá, la región montañosa en el oeste de Venezuela, en la frontera con Colombia.
La Fiscalía General de Venezuela ha abierto una investigación sobre el asesinato. Según la Fiscalía, Sabino bajaba desde las montañas en un vehículo cuando dos hombres en una motocicleta se aproximaron al coche y dispararon a quemarropa. Lucía, su mujer, que viajaba con él, resultó herida.
Sabino era uno de los líderes yukpas que se expresaba con más franqueza y había hecho una valiente campaña por los derechos territoriales de los yukpas durante muchos años.
Estaba constantemente amenazado por los pistoleros que actuaban en nombre de los ganaderos que ocupan la tierra yukpa y que se oponen al territorio yukpa único que él defendía.
En 2009 las autoridades encarcelaron a Sabino y a otro líder yukpa, Alexander Fernández, en una prisión militar durante un año y medio y los acusaron falsamente de asesinato y otros crímenes.
Finalmente fueron puestos en libertad en junio de 2011 porque la acusación no pudo presentar ninguna prueba de las alegaciones.
A pesar de las numerosas peticiones de los yukpas y del creciente número de conflictos violentos fomentados por los terratenientes, las autoridades no han proporcionado ninguna protección para portavoces yukpas destacados como Sabino.
La hija de Sabino, Zenaida, visitó Europa el pasado diciembre, invitada por la ONG LAMMP, para reunirse con representantes de Naciones Unidas y de gobiernos europeos.
Durante una reunión con un miembro del parlamento británico, Zenaida dijo: “No necesitamos la explotación de las empresas mineras en nuestro territorio… Llevamos años luchando por nuestra tierra ancestral. Queremos un territorio libre, la tierra de nuestra madre tierra”.
Según la organización de derechos humanos venezolana Provea, varios yukpas han sido asesinados en los últimos cinco años, pero ni uno solo de los casos ha sido debidamente investigado por las autoridades. El padre de Sabino, José Manuel, fue asesinado en 2009, supuestamente por un ganadero que ocupaba la tierra de los yukpas.
A pesar de las promesas públicas del difunto presidente Chávez en 2009 de que su Gobierno reconocería los derechos territoriales indígenas en la Sierra de Perijá, no ha hecho nada para resolver el conflicto por las tierras.
Survival ha presionado al Gobierno de Venezuela para que actúe con urgencia para resolver los conflictos en la Sierra de Perijá y para que reconozca los derechos territoriales de los yukpas.
Lusbi Portillo de la ONG local Homo et Natura, que lleva mucho tiempo apoyando a los yukpas, y se opone a la minería de carbón en territorios indígenas en la Sierra de Perijá, también ha recibido amenazas de muerte.