lunes, 16 de enero de 2012

Elecciones en Kazajistán: victoria del partido en el poder, la OSCE critica


El partido del presidente kazako Nursultán Nazarbayev se declaró vencedor de las legislativas que, según la OSCE, no cumplieron en este país de Asia central con "los principios fundamentales de unas elecciones democráticas".

El partido de Nazarbayev, Nur Otan, ganó con una amplia mayoría de 80,74% de los votos, según los resultados preliminares publicados el lunes por la comisión central electoral kazaka.

Otros dos partidos obtuvieron más de 7% de los sufragios, caudal necesario para poder entrar al parlamento. Ak-Jol, un partido opositor considerado afín al poder, obtuvo 7,46% de los votos y los comunistas, favorables al régimen de Nazarbayev, 7,2&.

El único partido de oposición muy crítico con el poder, OSDP-AZAT, logró 1,59% de los sufragios.

"A pesar de las ambiciones del gobierno para reforzar el proceso democrático en Kazajistán y organizar elecciones conforme a las normas internacionales, las legislativas del 15 de enero no cumplieron los principios fundamentales de una elección democrática", indicó la OSCE en su informe preliminar publicado al día siguiente del escrutinio.

"Técnicamente, estas elecciones fueron bien organizadas y algunos cambios legislativos fueron efectuados para permitir al menos a un segundo partido tener representación en el parlamento", precisó sin embargo la OSCE.

"No obstante las autoridades no crearon las condiciones necesarias para la organización de verdaderas elecciones pluralistas, condición esencial para el funcionamiento de instituciones democráticas", añadió.

Ninguna elección organizada en Kazajistán desde la accesión a la independencia en 1991 de esta ex-república soviética ha sido considerada por la OSCE conforme con los principios democráticos.

Siete partidos, cinco de ellos considerados afines al poder, participaron en estos comicios convocados tras la disolución en noviembre del Majilis, o cámara baja del Parlamento, donde todos los escaños estaban en manos del partido en el poder, Nur Otan.

Nazarbayev, de 71 años y en el poder desde la época soviética, aseguró que "se hizo todo lo posible para que las elecciones sean libres y honradas", al depositar el domingo su papeleta en Astaná, la capital que ha construido desde 1998 gracias al maná petrolero.

"Es nuestra victoria común" aseguró tras divulgarse los resultados de las elecciones.

Las autoridades habían excluido la candidatura de un líder del OSDP, Bulat Abilov, y prohibido la participación de otro grupo opositor, Rukhaniat, por haber denunciado la represión de un movimiento de huelga en el sector petrolero de Janaozen (oeste) a mediados de diciembre, que se saldó con 16 muertos según un balance oficial.

Según el presidente Nazarbayev, esos acontecimientos "unieron al pueblo kazako", que según él comprendió la "importancia (...) de la tranquilidad y la estabilidad en nuestro país".

El régimen kazako, que siempre ha insistido en efecto en la excepcional estabilidad del país en esta región fronteriza con Afganistán, ha vivido un 2011 convulso.

Kazajistán ha sido escenario de una serie de atentados reivindicados por grupúsculos islamistas que acabaron con la vida de varios policías.

Por otro lado, el gobierno kazako ha hecho un uso pragmático de sus reservas naturales y mantiene muy buenas relaciones con Rusia, China, Europa y Estados Unidos, que evitan criticar las derivas autoritarias del régimen.

dan-bfi/nm/me.zm

Nigeria: El polvorín de África



Uno de los miles de manifestantes que protestan por la subida del combustible. | Reuters
  • Tiene grandes reservas de crudo, pero importa gran parte de lo que consume
  • Los nigerianos apuntan a la corrupción y dicen que el Gobierno les engaña
  • La violencia entre musulmanes y cristianos suma cientos de víctimas

Nigeria reúne todas las condiciones para estallar en mil pedazos. La mayor población de África (alrededor de 160 millones de personas), un conflicto étnico y religioso, terrorismo, petróleo y pobreza. Con estos ingredientes, basta con agitar un poco para provocar el caos.

En esta última ocasión, la mecha fatal ha sido el precio de la gasolina. Nigeria es el mayor exportador de petróleo del continente y el 12º productor del mundo. A pesar de su riqueza natural y los enormes beneficios de la venta de crudo a Occidente y Asia, gran parte de su población vive en la más absoluta pobreza.

Una de las ventajas que la población creía tener era el bajo precio del combustible, gracias al subsidio del Gobierno sobre el producto. En una decisión insólita para la mayor parte de los nigerianos, el presidente Goodluck Jonathan decidió reducir los gastos públicos y, consecuentemente, retirar la subvención.

Según el Gobierno, el Estado no puede hacer frente a los 8.000 millones de dólares anuales que suponía esta contribución y que se habría traducido en un aumento imposible de asumir de la deuda externa. Pero en la calle sólo se ven los carteles de la gasolinera. Donde antes ponía "0,40 dólares por litro", ahora pone "0,86". De poco sirvió que Jonathan avisara con tiempo de esta medida o que intentara calmar los ánimos prometiendo una significativa reducción de los sueldos de los políticos y los altos funcionarios. En cuanto subieron los precios, los sindicatos del sector petrolero se echaron a la calle para comenzar una huelga indefinida. Desde su inicio el pasado 9 de enero, cada vez más y más gente se ha ido uniendo a la protesta. Cuando el precio de la gasolina se duplica, afecta a todos.

'El Gobierno nos engaña'

"¿Cómo voy a ir al trabajo si gano menos de lo que me cuesta ir?", cuenta ELMUNDO.es Mal Olufoma, un empleado de unos grandes almacenes en Abuya. "Entiendo que hay que hacer recortes, pero esto es demasiado y el Gobierno nos engaña", añade.

Imagen de archivo de las instalaciones de Shell en el Delta del Níger. | Afp

Imagen de archivo de las instalaciones de Shell en el Delta del Níger. | Afp

Este último argumento ha sido repetido hasta la saciedad por los líderes huelguistas, que se basan en el secretismo que guarda la Corporación Petrolera Nacional Nigeriana acerca de la cantidad de petróleo que se importa, desde dónde y por quién, ya que la corrupción y las malas infraestructuras del país no permiten trasladar fácilmente por el país el crudo que refinan en la costa. De este modo, uno de los países con más petróleo del mundo se ve obligado a comprar la gasolina a otras naciones.

Promesas incumplidas

"El asunto del subsidio ha estado sobre la mesa mucho tiempo. Es un debate que viene de lejos", afirma Gilles Yabi, director de proyectos del International Crisis Group en África occidental. "El Gobierno pretende dedicar ese dinero a construir y mejorar infraestructuras y eso significa crear trabajos y promover el desarrollo en el país. Eso es bueno, en la teoría. Pero los nigerianos han sido engañados por sus gobiernos durante años y no tienen motivos para creer ahora. El pasado gabinete prometió lo mismo y no hizo nada", añade. De hecho, algunos ministros defienden que la subvención alimentaba la corrupción y aumentaba las diferencias entre pobres y ricos.

Justo antes de que estallara el descontento, Jonathan se dirigió a la nación afirmando que "el sufrimiento es por el interés de todos los nigerianos". Vistas las consecuencias, la población parece no estar de acuerdo.

La paralización del país amenaza con agravarse. Sobre todo después de que algunos sindicatos amenazaran con el "cierre de la producción de petróleo". A falta de una solución y ante el fracaso de las negociaciones, el caos se va cobrando víctimas mortales. Algunas fuentes hablan de hasta 12 fallecidos, aunque otras limitan este número a tres.

La batalla religiosa

Pero el verdadero miedo son las consecuencias que este descontento generalizado pueda provocar en un país que a duras penas se mantiene unido. No es descabellado pensar que, entre las barricadas y las manifestaciones, los islamistas radicales aprovechen para aumentar su influencia y hacer patente su presencia. La secta radical islámica Boko Haram ya aprovechó el día de Navidad para dejar tras de sí un reguero de sangre con atentados en dos iglesias católicas que se saldaron con cerca de 30 muertos; un punto negro más en la larga lista de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en Nigeria, que no han cesado desde entonces.

La división del país se hace patente con sólo echar un vistazo a los resultados de las últimas elecciones presidenciales. El norte apoyó masivamente al candidato musulmán, Muhammadu Buhari, mientras que el sur se volcó con el contendiente cristiano, Goodluck Jonathan. A pesar de que la voluntad de las regiones quedó dividida por la mitad, la abrumadora diferencia de población entre el norte y el sur propició una cómoda victoria a Jonathan.

Su elección provocó un aumento en el descontento entre los habitantes del norte. Al fin y al cabo, el anterior presidente, Umaru Yar'Adua, era mahometano. La oposición de los fieles al Corán no puede tomarse a la ligera, ya que suponen el 50% de la población. Hasta ahora, Jonathan basaba su poder en la otra mitad, la cristiana. Tras los atentados de Navidad, parecía fuertemente unida. Pero el precio de la gasolina puede cambiarlo todo y debilitar la posición del presidente. Justo cuando Boko Haram amenaza con más atentados: "Cualquier musulmán que engañe y se esconda bajo la capa de la religión, si descubrimos a alguien así, no dudaremos en eliminarlo. Bastan cinco minutos para matar", afirmó Abubakar Shekau, líder de los terroristas, después de conminar a los cristianos a "arrepentirse" si no quieren atenerse a las consecuencias.

Así las cosas, cualquier desenlace es posible. Mientras unas voces hablan de partir el país en dos, otras proponen mantenerse unidos. Hay quien quiere un estado que observe la ley islámica a rajatabla, otros prefieren la occidentalización -gracias a los trabajos que crean las empresas de EEUU- o, simplemente, ser africanos, mantener su identidad y que el resto del mundo les deje en paz.

El rechazo a Goodluck Jonathan es lo único que parece unir a la población, pero según Gilles Yabi, se trata de algo pasajero y el presidente recuperará el apoyo. "Hay que tener en cuenta que el poder en el país está dividido y el Gobierno federal no tiene un control total", afirma Yabi.

Habrá que esperar a ver las consecuencias a medio y largo plazo que tendrán sus medidas. Por lo pronto, el Gobierno tiene que evitar que el polvorín estalle.

ONU señala más estabilidad en Africa Occidental, pero advierte de fragilidad


Naciones Unidas, 16 ene (EFE).- La ONU señaló hoy la mayor estabilidad alcanzada por los recientes procesos electorales en varios países de Africa occidental, al tiempo que advirtió de que la presencia de grupos extremistas en Nigeria o la situación de Guinea-Bissau pueden erosionar esos logros.

El representante especial de la ONU para Africa Occidental, Said Djinnit, presentó hoy al Consejo de Seguridad un informe sobre la situación de los países de esa región, en el que subrayó esos progresos y que varios estados hayan celebrado "elecciones creíbles" para la comunidad internacional.

Djinnit advirtió, no obstante, de que esos progresos podrían verse afectados por "la presencia de grupos extremistas en Nigeria o los reciente problemas en Guinea-Bissau, donde militares han decomisado armamento".

Otro elemento de preocupación, subrayó, son los casos de piratería que se han producido en el golfo de Guinea, así como de la delincuencia organizada y del narcotráfico, "así como de las actividades de grupos como Boko Haram, siguen siendo graves amenazas para la región".

"Esperamos que Nigeria encuentre de forma independiente los recursos para afrontar esos desafíos tanto en el frente político como en el de seguridad", agregó.

El grupo extremista se ha responsabilizado de una serie de ataques terroristas ocurridos en Nigeria en los últimos meses, así como del atentado contra un edificio de la ONU en Abuya a finales de agosto pasado en el que murieron 24 personas, entre ellos doce trabajadores del organismo internacional.

Djinnit destacó al Consejo que en los últimos meses la región "no ha visto que se repetían los conflictos ni las tensiones vinculadas a las crisis políticas o institucionales entre los estados".

"Ese tipo de tensiones se ha reducido en número e intensidad", señaló Djinnit al Consejo, al tiempo que subrayó los esfuerzos en favor de la estabilidad de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (CEDEAO), así como de la sociedad civil y, en especial, de los grupos de mujeres.

También destacó los éxitos en los procesos de reconciliación nacional en Togo, Guinea y Costa de Marfil.

El representante especial de la ONU para la región apuntó a que "no obstante, la situación nos recuerda que los progresos son tenues, tal como lo demuestran los últimos acontecimientos en Guinea-Bissau".

"Los países de la región son todavía vulnerables a incidentes que pueden poner en peligro los progresos respecto a los procesos de paz, la democracia y la estabilidad", agregó, al tiempo que pidió el apoyo y la solidaridad regional para lograr esos objetivos.

Egipto, el feminismo desde la revolución


La autora explica que las mujeres egipcias están presentes en la revolución y que las feministas han luchado durante 30 años por el cambio social.

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Manifestación de mujeres en El Cairo el 20 de diciembre. (Foto: Mosa’aberising)

Nunca olvidaremos esa fecha. El 20 de diciembre fue el día en el que salió la primera manifestación feminista en Egipto, una marcha que agrupó a decenas de miles de mujeres gritando con la misma voz: “La revolución que robaron los militares, las mujeres la devolverán”.

No fue una manifestación para defender los derechos de las mujeres, sino para atacar a los militares, mostrándoles nuestra fuerza y mandándoles un mensaje claro: “No nos para ni asusta ninguna agresión sexual ni social que cometan contra nosotras. Esta revolución no se llevará a cabo sin las mujeres”.

Se sorprendió el mundo con la imagen de las manifestantes que contradecían radicalmente la típica imagen de las mujeres árabes sometidas por sus hombres, el velo, la tradición, etc. Y se preguntaban: ¿cómo han sido capaces esas mujeres de romper con el silencio de muchos años y salir por fin para protestar?

Toma de la calle

Cuando el mundo se despertó un buen día con la imagen de millones de personas manifestándose contra el régimen de Mubarak, nos encontramos frente a la misma pregunta: ¿qué pasó para que la gente rompiera de repente la cadena eterna de la represión? Cientos de análisis atribuyeron el papel más decisivo a las redes sociales, ignorando toda la movilización política contra Mubarak desde 2004: huelgas y manifestaciones diarias bajo un sistema corrupto y de prohibición total contra la oposición que duró 30 años.

Sin embargo, y aunque los medios de comunicación internacionales ignoraban esa realidad, toda esa movilización culminó el día 25 de enero cuando los egipcios decidieron romper esa cadena perpetua sin volver atrás.

Con la manifestación de las mujeres del 20 de diciembre se repite la misma historia. Se ha ignorado la lucha de las mujeres en las últimas décadas, sus logros en derechos familiares y laborales, se desconocen los problemas y desafíos verdaderos que afrontaron esas mujeres. También se ha ignorado su participación en la movilización política contra el sistema de Mubarak a lo largo de los últimos años.

Durante décadas, a nivel internacional se ha hablado solamente del velo y de la mutilación genital femenina como si fueran los únicos problemas de las mujeres árabes. No se pensaba que las prioridades de esas mujeres, en una realidad tan distinta y compleja, pudieran ser diferentes a las de otras feministas en otras partes del mundo. Con lo cual las mujeres árabes no se identificaban ni con la imagen de las mujeres árabes en los medios de comunicación ni con las agendas que trataban otros problemas que para ellas no son prioridades.

Quizá las mujeres egipcias y árabes, en general, no adoptaron los mismos mecanismos del movimiento feminista occidental; quizá no tuvieron la misma agenda ni los mismos problemas contra los que lucharon otras mujeres en otras partes del mundo; quizás, incluso, no saben nada de ese movimiento feminista, pero ¿eso significa que ignoran sus derechos?, ¿que no lucharon por ellos? Afortunadamente, la última manifestación de mujeres desmiente esa visión y nos enfrenta con otra característica del movimiento feminista egipcio.

La respuesta de las mujeres

Cerca de diez mil mujeres respondieron al primer llamamiento para mostrar su fuerza y rechazo a los militares y a sus aliados los Hermanos Musulmanes y salafistas que hacían la propaganda contrarrevolucionaria para que las mujeres dejaran de estar en las primeras filas de protestas en las calles y las plazas en todo Egipto. Esas mujeres respondieron claramente a esta propaganda reaccionaria insistiendo en que seguirán luchando por un proceso político civil que respete la democracia, denunciando las agresiones sexuales y la tortura que cometen los militares diariamente contra ellas y rechazando cualquier llamamiento de limitar o anular su papel en esa revolución.

Contestaron a los continuos ataques contra ellas con un único grito: “Aquí las mujeres son línea roja”. Así que la rapidez y la fuerza de reacción de las mujeres cuando los militares y los islamistas intentaron debilitar su papel y marginarlas del proceso revolucionario pegándoles, acosándoles sexualmente y haciéndoles exámenes de virginidad, etc., desmiente todas las ideas sobre la sumisión de esas mujeres y su falta de conciencia, de lo que se habla y que se ha analizado durante años.

La cuestión ahora para millones de mujeres egipcias no es introducir cambios en el sistema actual para tener más derechos, sino cambiar el sistema por completo para crear otro mundo más justo para todas y para todos. No es cuestión de reclamar la igualdad, sino de obtenerla y ganarla día a día en las luchas contra el sistema actual para llevar a cabo esa revolución.

El feminismo egipcio

Reclamar “pan, libertad y justicia social” resume el objetivo principal del que podemos llamar “feminismo egipcio” en este momento, con todo lo que significan estas demandas en cuanto a los derechos de las mujeres. A ellas la revolución no les va a traer la libertad y la igualdad, como piensan muchos de los que no han experimentado de cerca ese levantamiento, sino que con la participación activa como iguales en todo el proceso político, empiezan a vivir lo que quiere decir libertad, lo que quiere decir igualdad.

Cambiar todo el sistema es el objetivo de las mujeres, conseguir la justicia social significa cambiar toda la situación de las mujeres. Es un camino bastante largo que apenas estamos empezando, las mujeres somos muy conscientes de que no se puede hablar de “revolución” sin que la justicia social sea real para todas y para todos. Aquí las mujeres no estamos buscando un logro rápido, sabemos que el camino todavía es bastante largo y difícil, pero si el objetivo es cambiar el sistema, nuestro feminismo no puede ser menos revolucionario ni satisfacerse con algunas reformas en las leyes.

Nuestra lucha es para crear otro mundo más justo en el que podamos hablar realmente de la “igualdad” y por eso podemos llamar al nuevo movimiento feminista en Egipto el “feminismo revolucionario”.