La coalición izquierdista Syriza,
liderada por Alexis Tsipras, ganó hoy las elecciones generales en Grecia
al obtener el 36.4% de los votos de los votos tras el cierre de los
colegios electorales.
“Hoy los griegos están llamados a hacer un último paso para recobrar la esperanza”
De acuerdo a estos datos, con una
participación de 63,75 %, Syriza obtuvo 149 escaños y se quedó a solo
dos diputados de lograr la mayoría absoluta.
El líder de Syriza, Alexis Tsipras,
vencedor de las elecciones, afirmó que "el pueblo le ha dado un mandato
claro", que Grecia cambia de rumbo y que "deja la austeridad tras cinco
años de humillación".
En una declaración en la Universidad de Atenas, Tsipras afirmó que la decisión del pueblo griego hace que la troika de acreedores "sea pasado".
El líder izquierdista dijo que es
consciente de que el pueblo no le da un cheque en blanco "sino un
mandato para reorganizar el país"
Tsipras tendió la mano a los que no
le han votado y afirmó que en estas elecciones no hay "ni vencedores ni
vencidos" y que formaría un gobierno "para todos los griegos"
"Hoy perdió la Grecia de los
oligarcas y de los corruptos", dijo Tsipras, quien afirmó que "hoy ganó
la Grecia del trabajo, del conocimiento y de la cultura".
"Ganó la Grecia que lucha y tiene
esperanza", agregó el líder izquierdista entre los vítores de sus
seguidores, que lanzaron fuegos artificiales.
En clave europea, Tsipras afirmó
también que su victoria es también "la de todos los pueblos de Europa
que luchan contra la austeridad que destroza nuestro futuro común".
"El nuevo Gobierno negociará con
nuestros socios europeos", dijo Tsipras, quien afirmó que presentará su
propio plan de reformas "sin nuevos déficit pero tampoco sin un
superávit irrealizable".
"El nuevo gobierno desmentirá a
todos los que ven destrucción -dijo Tsipras-. No habrá desastre, ni
tampoco sumisión. Nuestro objetivo desde el primer día es restablecernos
de las consecuencias de la crisis".
"Pero antes de todo, el pueblo debe recobrar su dignidad, el optimismo, la sonrisa...ese es el mensaje primordial", añadió.
Los conservadores de Nueva
Democracia, el partido del primer ministro Andonis Samarás, obtuvieron
un 27,8 % de los votos, lo que supone 76 escaños, mientras que el tercer
lugar lo ocupan los neonazis de Amanecer Dorado, con un 6,3 % de los
sufragios y 17 escaños.
Tras conocerse los resultados preliminares, Samarás admitió la derrota y agradeció 'la difícil batalla' a sus electores.
"El pueblo se pronunció y
respetamos su decisión. Hoy dejo un país que sale de la crisis, miembro
de la Unión Europea y del euro. Deseo que el próximo gobierno mantenga
estos éxitos", señaló el candidato.
Les siguen los centristas del nuevo partido To Potami (El Río), con un 6 % de los votos y 17 escaños.
A continuación se sitúan los
comunistas del KKE, con el 5.5 % y 15 escaños y el hasta ahora
cogubernamental Pasok (socialdemócratas), del viceprimer ministro
Evángelos Venizelos, con un 4.7 % de los votos, que se traduce en 13
escaños.
En la cola de partidos está la formación Griegos Independientes, derecha nacionalista, con un 4,7 % y 13 escaños.
Cerca de diez millones de griegos
estaban llamados hoy a votar en estos comicios adelantados que
transcurrieron sin incidentes, salvo problemas puntuales relacionados
con el mal tiempo en algunas zonas del país.
Los griegos votaron el domingo en
unas legislativas cruciales y muy seguidas en Europa, que tenían ya como
favorito a Syriza, el partido opuesto a la austeridad.
Un total de 9.8 millones de electores fueron llamados a votar para elegir a 300 diputados.
Durante el proceso previo a las
urnas, el lema de la gubernamental Nueva Democracia ha sido "continuidad
o aventura", mientras que el de la izquierdista Syriza fue "esperanza o
estancamiento", precisa Efe.
"Nuestro futuro común en Europa no
es un futuro de austeridad", subrayó Tsipras tras votar en su barrio de
Kypseli, en Atenas, cita la Agencia France Press.
"Hoy los griegos están llamados a
hacer un último paso para recobrar la esperanza", dijo, antes de
proseguir: "Mañana decidiremos si la troika (de acreedores) regresará a
Grecia para aplicar las medidas que Samaras decidió o si nuestro país se
lanza en una negociación difícil para recuperar la dignidad".
Samaras, que votó por su parte en
Pylos (sur), se mostró confiado en el resultado de "estas elecciones
decisivas para nuestro futuro y el de nuestros hijos". "Hoy decidimos si
avanzamos o si nos lanzamos hacia lo desconocido", dijo.
Los observadores dan por descontada
la victoria de Syriza, quedando por ver si logrará la mayoría absoluta o
tendrá que buscar aliados para formar gobierno.
Las promesas
Durante la campaña, Tsipras
prometió aumentar el salario mínimo, abolir determinados impuestos para
los más pobres y negociar una disminución de la deuda externa de Grecia,
que suma 300,000 millones de euros (más de 336,000 millones de dólares)
y representa 175% del PIB.
Tsipras dijo además que no se
considera atado a las exigencias de la troika de acreedores - Unión
Europea (UE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario
Internacional (FMI) -, que a cambio de una ayuda financiera impuso un
drástico plan de austeridad económica.
Samaras por su lado defendió la
política de austeridad diciendo que era la única posible y advirtió
contra el peligro de una victoria de Syriza, que podría, según dijo,
aniquilar los esfuerzos realizados por los griegos.
A cambio de un préstamo de 240,000
millones de euros (unos 269,000 millones de dólares), la troika impuso
un plan de austeridad que tuvo graves consecuencias para parte de la
población.
Las medidas implicaron una
importante bajada de los salarios, en algunos casos a la mitad, y un
espectacular aumento del desempleo, actualmente de más de 25% de la
población activa.
El discurso de Samaras de no aflojar en ese esfuerzo que empieza a dar sus frutos tiene sus adeptos.
Surgen esperanzas
La AFP subraya que la
elección griega da esperanzas a los partidos de la izquierda radical en
Europa, particularmente en España, donde se registró un espectacular
aumento del partido Podemos, surgido del movimiento de los indignados.
Los países de la Unión Europea se resignaron al parecer a una victoria de la izquierda.
"La población griega va a elegir de
manera libre e independiente el camino a seguir. Estoy segura de que
encontraremos soluciones tranquilamente", declaró el viernes la
canciller alemana Angela Merkel, poco querida en Grecia por su política
en favor de la austeridad.
Syriza espera la mayoría absoluta
en el nuevo parlamento -151 diputados sobre 300- gracias al plus de 50
escaños atribuido al partido más votado.
Para lograrlo necesita por lo menos
36% de los votos y que 12% de los sufragios se dispersen en pequeños
partidos que no alcancen el mínimo de 3% obligatorio para participar en
la distribución de escaños.
Si no obtiene la mayoría absoluta, Tsipras tendrá que formar una alianza.
Como posible aliado figura To
Potami (El Río), fundado apenas hace un año, que aspira a ser el tercer
partido de Grecia. Los sondeos le atribuyen 6% de los votos.
Otro partido que aspira al tercer lugar es la formación neonazi Amanecer Dorado.
A pesar de tener a siete diputados y
decenas de sus militantes presos, acusados de "pertenecer a una
organización criminal", Amanecer Dorado mantiene una intención de voto
elevada.
En el caso de que ninguno de los
tres partidos más votados logre formar gobierno, los griegos tendrán que
volver a votar en marzo.