sábado, 5 de mayo de 2012

Revista Con Nuestra América


Amigos y amigas de CON NUESTRA AMÉRICA: compartimos con ustedes una nueva edición de nuestro proyecto de comunicación. Todos los artículos están disponibles en esta dirección:
Revista Con Nuestra América
“Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras” – JOSÉ MARTÍ
Una publicación electrónica de la Asociación por la Unidad de Nuestra América (AUNA-Costa Rica)
En esta edición encontrarán la siguiente selección de artículos:

Guatemala: la sublevación de Santa Cruz Barillas
Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica
La oposición de la población por llegada de la compañía española ECONER-HIDRALIA llevó a su sublevación en la semana que ahora termina. Ha habido muertos, intervención de 400 soldados, toque de queda, persecución de líderes comunales. Siendo los pobladores de Santa Cruz Barillas mayoritariamente indígenas, se han dejado escuchar voces en diarios de circulación nacional llamando a la “reconquista” de comunidades quese rebelan ante la injusticia.

Acción política o resignación en tiempos de crisis capitalista
Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica
Causa pena ajena escuchar al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, decir con resignación que no hay alternativas al ajuste fiscal y el recorte presupuestario impuesto por los banqueros europeos. Se equivoca el señor Rajoy: ¡Sí es posible dar un golpe de timón al rumbo neoliberal y sí es posible construir alternativas políticas, económicas y culturales al sistema de dominación! Esa es la lección de América Latina para el mundo.

Un gran y sencillo hombre: Arturo Andrés Roig (1922 – 2012)
Martín Aveiro / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
El lunes 31 de abril, por la mañana, en las vísperas del día del trabajador, nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento de un grande de las ideas, del pensamiento y de la pedagogía Latinoamericana. Roig fue un gran y sencillo hombre. Por eso, cuando le dimos el último adiós sentimos su ausencia pero también la paz de alguien que nunca vendió su dignidad, que fue fiel a sí mismo y a los pueblos por los que transitó.

Patriotas de mentiras
Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
Ser patriota es entre otras cosas apoyar la autodeterminación, defender los intereses de la nación en su conjunto y no sólo los de la minoría privilegiada, preservar la cultura nacional que generalmente es de naturaleza plural, resguardar los recursos naturales y usarlos racionalmente.

Un nuevo reparto de África ha comenzado
Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela
Hoy, las potencias coloniales han vuelto a poner su mirada sobre África. Una serie de hechos acaecidos en los últimos dos años marcan el nuevo derrotero a seguir a fin de producir otro reparto que considere las actuales hegemonías y las “necesidades de distribución” de riquezas no descubiertas cuando se reunieron en Berlín al finalizar el siglo XIX.

"Trade mark" (marca registrada): son posibles otras opciones
Marcelo Colussi / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala
Ir contra el imperio de las marcas registradas y lo que el mismo implica no sólo es posible: es imprescindible para pensar un mundo sostenible en el tiempo, más armónico y menos violento que el actual.

Señor Robert de Niro: en Cuba el petróleo se llama humanidad
José Toledo Alcalde /Especial para Con Nuestra América
Lo que nos llama una vez más la atención, pero no nos sorprende, es el doble rasero y el ausente blindaje ético y moral que prodigan tanto el Festival de Tribeca, como el diario El País. Se premia el arte empecinado en hacer apología de un bloqueo económico, financiero y comercial que insulta la opinión pública mundial y se mofa de todo principio ético suscrito por convención internacional alguna.

Argentina: Intelectuales antiimperialistas apoyan recuperación de YPF y plantean ir por más soberanía
Corriente Antiimperialista de Intelectuales (CAI)
Saludamos la repatriación de YPF y la queremos útil para el desarrollo nacional, un proyecto popular y democrático, sobre todo para los trabajadores y los postergados de la Argentina. Estamos hermanados con los pueblos de la Patria Grande Latinoamericana por medio de esta herramienta fundamental, YPF, pero también por la causa nacional y latinoamericana de Malvinas, que pueden ser vistos como anverso y reverso de la misma lucha.

Venezuela: Esperando a Chávez
Aram Aharonian / ALAI
El desafío del 7 de octubre –y no le cabe dudas ni a los chavistas ni a la oposición– es determinante para el futuro del país. Hay analistas que consideran que estos últimos están más claros que el chavismo en el carácter dilemático, en lo que se juegan en esa fecha y que por eso están dispuestos a echar el resto… Con los episodios de la salud del presidente Chávez, la palabra más escuchada en los últimos meses, es “incertidumbre”.

A 7 años de la creación de la ALBA-TCP
Tahina Ojeda Medina / CEPRID
Con independencia de que el ALBA se consolide como un esquema de integración subregional definitivo, mute o se fusione con otras estrategias de integración como la UNASUR o la CELAC; en su VII aniversario hay motivos de sobra para celebrar que es posible decir NO a los grandes poderes mundiales, que se puede diseñar una política independiente y soberana y que se puede construir el camino hacia la multipolaridad.

¿Será América Latina el nuevo Medio Oriente?
Raúl Zibechi / LA JORNADA
La sensación dominante es que más allá de la voluntad de los gobiernos de la región, que apuntan hacia la profundización del modelo extractivo con mayor presencia estatal, no hay condiciones para eludir a las multinacionales.

Fe por Cuba: 25 años del Centro Martin Luther King
Fernando Martínez Heredia / Rebelion
El Centro supo ser cristiano, al discernir qué era lo justo y lo necesario, al comprender que la praxis es primero y la teología es acto segundo, al seguir al Jesús liberador, al ser pueblo acompañando al pueblo.

Portugal: La dictadura del mercado marchita la Revolución de los Claveles
Marco A. Gandásegui, hijo. / ALAI
Por primera vez en 38 años, los militares que abrieron las puertas a la democracia en Portugal no participaron este año – el 25 de abril - en los actos conmemorativos oficiales de la Revolución de los Claveles, que derrocó en 1974 a la más antigua dictadura europea. Por el contrario, lanzaron una proclama en protesta por la "dictadura de los mercados financieros" que afronta el país.

Se agradece la divulgación de nuestro proyecto de comunicación y el reenvío de este resumen.
¡Saludos desde Costa Rica!
Andrés Mora Ramírez
Editor

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Con Nuestra América es una publicación electrónica de la Asociación por la Unidad de Nuestra América (AUNA-Costa Rica).

Agustín Cueva: ciencia y rebeldía


-Homenaje con ocasión del vigésimo aniversario de su fallecimiento-

Honra y te honrarás, dejó escrito el apóstol José Martí.

Agustín Cueva Dávila (1937-1992) constituye, a mi juicio, el primer pensador social ecuatoriano del siglo XX, una figura similar a la que representara Juan Montalvo en el XIX.

La opinión anterior no supone, desde luego, una apreciación hiperbólica de alguien que se gratificó en una entrañable amistad de más de veinte años y que continúa abrevando de su portentosa y multifacética contribución intelectual, sino que se trataría más bien de una creencia que se afirma con el paso del tiempo y, como lamentablemente suele suceder, particularmente fuera de nuestras fronteras.

Textos fundamentales

Los aportes de Cueva a la cultura nacional y continental cubren el amplio espectro disciplinario de la historia, la sociología, la economía, la política, la filosofía y la crítica literaria. Campos del saber asumidos y cultivados como elementos íntimamente relacionados con el ser y el devenir de Nuestra América.

Cabe relievar, no obstante, que el principal eje de su quehacer investigativo y escritural constituyó la interpretación del proceso histórico de nuestros países, tarea siempre pensada como medio para la identificación de sus causalidades sustantivas y como imprescindible recurso para desbrozar el porvenir.

Su primera incitación fue el Ecuador, patria amada y amarga de la cual se mantuvo largamente ausente.

A la explicación de la evolución general del país dedicó sus dos primeros libros: Entre la ira y la esperanza y El proceso de dominación política en el Ecuador.

El primero de ellos, originalmente editado por la Casa de la Cultura en 1967, contiene una penetrante e iconoclasta evaluación de las manifestaciones literarias y artísticas ecuatorianas que abarca desde los primeros tiempos de nuestra subordinación a la Corona española, hasta las creaciones de mediados del siglo pasado. Ensayo incisivo y colérico pone al descubierto la condición mediatizada y servil de la mayoría de los intelectuales y artistas de estas latitudes. Visión general que no le impedirá destacar los méritos de los imagineros quiteños, Eugenio Espejo, Juan Montalvo, Jorge Icaza, Pablo Palacio, el grupo de Guayaquil o los poetas tzántzicos.

En El proceso de dominación política… analiza con sus característicos rigor teórico y economía expositiva los principales momentos de la dominación oligárquico/burguesa de nuestro país en el período que se abre con el triunfo de la Revolución del 95, evaluación de la política siempre elaborada con el telón de fondo de los cambios en la socioeconomía interna y de las poderosas influencias del capitalismo central. Este nuevo libro de Cueva se constituirá –conforme a una extendida opinión- en el acontecimiento fundacional de la moderna historiografía ecuatoriana, en la medida que introdujo por primera vez en la interpretación del devenir nacional el enfoque dialéctico y estructural.

Al resonante éxito de El proceso… -originalmente publicado por Ediciones Crítica, de la cual fue un asiduo colaborador- debe atribuirse en gran medida la suerte de apoteosis que vivieran las ciencias sociales ecuatorianas en los años setenta del siglo pasado.

Hacia 1988, según recordaba el propio investigador ibarreño en el prefacio a una edición nuevamente actualizada, el ensayo había acumulado al menos dieciocho apariciones, incluida una publicación “pirata” en inglés que lo reconocía como a una joya (a jewell) de análisis sociopolítico. Al menos hasta esa fecha, El proceso… habíase convertido en el trabajo de autor ecuatoriano que mayor número de ediciones había merecido.

Las contingencias de la vida política ecuatoriana, concretamente el “autogolpe” de Velasco Ibarra de 1970 y la automática clausura de la efervescente Universidad Central a la sazón regentada por el eminente Manuel Agustín Aguirre –en la cual Cueva se desempeñaba como director de la Escuela de Sociología, catedrático de la Facultad de Economía y responsable de la revista Hora Universitaria- le obligan a radicarse en Chile inmediatamente y en México a partir de 1972.

En el país azteca, y como una proyección natural de sus inquietudes académicas y políticas, luego de un colosal esfuerzo investigativo en la UNAM, donde su vocación y prestigio le llevan a ocupar la dirección de la División de Estudios Superiores, Cueva concluye y publica su monumental El desarrollo del capitalismo en América Latina, libro en el cual, a partir de un laborioso escrutinio de las situaciones y procesos particulares de nuestros países, culmina elaborando la lógica general de la constitución y reproducción del “subdesarrollo” regional.

El estudio es prontamente identificado como la interpretación más cabal y objetiva del devenir político/económico de América Latina desde los tiempos coloniales, lo cual consagra continentalmente a nuestro compatriota. Publicado recurrentemente en la prestigiosa Siglo XXI, ha sido traducido a idiomas tan remotos como el japonés, el chino y el coreano. Su décimo tercera edición en castellano (1990),incorpora un posfacio donde el autor disecciona la “crisis de alta intensidad” que soportaba la región en vísperas del tercer milenio. Y que, a nuestro juicio, continúa soportándola.

Con El desarrollo del capitalismo…, inicia Cueva su brillante saga de investigaciones sobre el drama contemporáneo de Latinoamérica. Repasemos sumariamente algunos títulos de esta su nueva fase de producción académica.

En Tiempos conservadores (Editorial El Conejo,1987), libro colectivo preparado bajo su coordinación, avanza en el análisis, desmificacion y denuncia del remozado discurso de la derecha mundial, tan teñido de antitercermundismo, neodarwinismo social (también conocido como neoliberalismo), racismo, xenofobia, discriminación sexual, relativismo moral. Es decir, en una crítica de la teoría/práctica de los Reagan, Thatcher, Nakasone, Hayek, Friedman y otros “brujos malvados”. Pocas veces en la historia del pensamiento latinoamericano se habrá librado una batalla tan descomunal como la que asumió Agustín Cueva en su estudio “El viraje conservador: señas y contraseñas”, incorporado a Tiempos conservadores, combate desplegado en defensa de los fundamentos racionales y humanistas de nuestra cultura.

En el mismo decenio trágico de los ochenta –signado por el triunfo orgiástico del Gran Capital, el hundimiento del “socialismo real” en el Este europeo y la derrota de las organizaciones sindicales y nacionalistas en el Sur del planeta- la vocación irreverente y comprometida de Agustín Cueva nos obsequian Las democracias restringidas en América Latina (Planeta,1988) y América Latina en la frontera de los 90(Planeta,1989).

Las democracias restringidas…
comprende una recopilación de ponencias y otros materiales académicos donde desglosa las nuevas realidades y los nuevos fetiches que atormentaban/atormentan a la región. En cuanto a las realidades, allí examina la agudización de los problemas económicos y sociales del continente interpretándolos como correlato de la condición subalterna de nuestro capitalismo y de los intereses de burguesías sin sentido nacional, los ajustes recesivos impuestos por los altos mandos de la banca internacional en el marco delshock de la deuda de 1982; y, en cuanto a las ideologías y su influencia práctica, en el aludido trabajo discierne sobre la implantación en estas latitudes de la teología del mercado y la (re)instauración de regímenes democráticos meramente formales y decorativos después del repliegue de las dictaduras fascistas en el Cono Sur. Como democracias nostras les tipificó Agustín a algunos de esos gobiernos, tan distantes al “mandar obedeciendo” de nuestros pueblos originarios.

El libro se cierra con una denuncia de El otro sendero, el prefabricado best-seller del peruano Hernando de Soto, que con sus fábulas sobre el “capitalismo popular” y el “reino de los microempresarios” habíase convertido en una suerte de Biblia para los multiplicados economistas y sociólogos neoconservadores.

En América Latina en la frontera de los años 90, Cueva se sumerge nuevamente en los grandes temas y problemas contemporáneos del continente: el hundimiento económico/social de la región, el dogal de la deuda, las privatizaciones, la denominada crisis de los grandes paradigmas (o de la pequeña realidad, ironiza nuestro autor), la manipulación de los derechos humanos, el viraje derechista de la socialdemocracia, la resistencia de las organizaciones sindicales y populares.

Ya en el umbral de su existencia física, acosado por una implacable enfermedad, nuestro infatigable compatriota se convierte en uno de los principales cruzados de la contracelebración del dominio instaurado en contra de nuestros pueblos en 1492 (“el Reich de los 500 años” que diría Noam Chomsky”). Fruto de esa campaña, que le lleva a recorrer nuevamente la geografía latinoamericana, son sus breves ensayos “Falacias y coartadas del V Centenario” y “América Latina frente al ‘fin de la historia’”, en los cuales insiste en su impugnación al colonialismo de ayer y al neocolonialismo de ahora. Al tiempo que refuta la tesis liquidacionista de la historia formulada por el ideólogo del establecimiento mundial Francis Fukuyama.

En enero de 1992, en medio de una desigual lucha con la muerte, entrega al editor los originales de Literatura y conciencia histórica en América Latina, texto que se publica en forma póstuma en 1993.

Literatura
y conciencia histórica… es uno de los legados más estéticos de nuestro polifacético investigador.

Contiene una selección de artículos de crítica literaria dedicados a identificar, según sus palabras, “como fue constituyéndose no sólo objetivamente, sino también en lo subjetivo, lo que hoy denominamos situación de subdesarrollo”. Quienes hayan recorrido sus páginas podrán testificar cómo su obsesión por explicar la condición esencial del continente le llevó a explorar incluso en los intersticios de la ficción y de los sueños.

En Literatura y conciencia histórica… discurre sobre la obra de autores en apariencia tan distantes y disímiles como Alonso de Ercilla, Bartolomé de las Casas, Pablo Palacio, los “decapitados” o Jorge Enrique Adoum. Destaca en el compendio la reproducción del prólogo escrito por Cueva a dos de las novelas mayores del Nobel Gabriel García Márquez: Cien años de soledad y El coronel no tiene quien le escriba, apropósito de la edición de las mismas por la Biblioteca Ayacucho (Caracas, 1989).

El germen de su trascendencia

Formado académicamente en la Universidad Católica, en la Universidad Central y en otras instituciones de inspiración humanista, Agustín Cueva asumió la teoría marxista, no como un snobismo intelec­tual (tan frecuente en tiempos de su formación), sino como un instrumento cognitivo para una mejor y mayor vinculación con la causa del pueblo, consecuente además con una honrosa tradición de jacobinismo de la intelectualidad más representativa de América Latina.

En sus propias palabras:…mi proceso de adhesión al marxismo —escribirá en "Veinte
años después", su exquisito prólogo a la segunda edición de Entre la ira y la esperanza— obedeció, en proporciones probable­mente equiparables, tanto a una opción ético-política como a la fascinación por la única ciencia social que jamás pierde de vista la totalidad del hombre y de su historia, que aspira siempre a reconstituir.

El marxismo de Agustín Cueva, asimilado de las fuentes originales del pensamiento socialista europeo, no constituyó en sus manos un cuerpo teórico/metodológico frío y dogmático, sino más bien un saber flexible —"el análisis concreto de la realidad concreta"— conforme lo demostró a lo largo de su portentosa producción y de su praxis política, siempre retroalimentadas por el flujo de la vida.

Podríamos decir con Pávlov que los hechos fueron las alas de su ciencia, lo cual, por cierto, no le impedirá condenar al empirismo como a la barbarie del pensamiento.

En su ensayo de defensa del marxismo "El análisis dialécti­co: requisito teórico y a la vez político", incorporado a su libro Teoría social y procesos políticos en América Latina, llega a decir:...el problema no puede plantearse en términos de "fidelidad" o ‘’infidelidad" a textos (del marxismo) que no tienen el rango de sagra­dos; sino que de lo que se trata es de averiguar si, dejando de lado el método dialéctico, es o no posible lograr un conocimiento cabal y dinámico de la realidad social.

Este orden de postulados racionales y ético/morales constituye, sin duda, la clave del vigor, la cristalinidad y la perdurabilidad de su obra.

Atributos que aparece necesario relievarlos cuando el eclipse de la civilización del capital ha venido, por un lado, a remarcar la enorme vigencia teórica y ética del pensamiento socialista clásico, y por otro, ha tornado visibles e incluso viables a los discursos críticos de una modernidad mal concebida y peor instrumentada (conforme ilustra el proceso falsamente salvacionista que soporta el Ecuador en los días que corren).

Sea este mi homenaje al eximio ecuatoriano/latinoamericano Agustín Cueva.

* El autor es miembro del Centro de Pensamiento Alternativo de la Universidad Central y de la International Writers Association. Autor, entre otros libros, de ANTIHISTORIA ECUATORIANA (2010).




Origen del Movimiento Feminista (VIDEO)

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Comando Sur de EEUU también instala base en provincia argentina de El Chaco


El Comando del Sur del Ejército de Estados Unidos no sólo financia una base en Chile. En Argentina, en la provincia del Chaco también instalarán un complejo militar, que le brinda al Comando Sur una perfecta oportunidad para monitorear el área de la Triple Frontera, para evaluar las perspectivas de explotación de las ricas reservas de agua dulce del Sistema de Acuíferos del Guaraní y para reclutar personal militar y policial chaqueño.

A la reciente instalación en la provincia del Chaco de una base militar del Comando Sur, le siguió la inauguración en Chile de una base estadounidense en Fuerte Aguayo, ubicada a unos 20 km al norte de Valparaíso que, según la versión oficial, “se especializará en el entrenamiento de soldados para las Fuerzas de Paz de Naciones Unidas”. Aunque el despliegue continental forma parte de la militarización de la política exterior de los Estados Unidos a escala global, se pretende disfrazar la base del Chaco como “Centro de respuesta a emergencias”, según declaraciones del consejero de la Embajada de EE UU en la Argentina, Jefferson Brown, mientras que la base chilena fue presentada como apoyo a “…la capacitación de personal encargado de ejecutar operaciones de mantenimiento de la paz o de estabilidad civil”, como anuncia el sitio web del consulado estadounidense en Chile. Si se tratara de una ayuda para catástrofes humanitarias o sanitarias, el brazo armado del Pentágono en el subcontinente no es la entidad adecuada para prestar socorro. Todo lo contrario: no es un secreto para nadie que una de las mayores amenazas para la paz a nivel regional es, precisamente, el despliegue de tropas del Comando Sur. En junio de 2009, desde la base de Palmerola, en Honduras, el Comando Sur y el Pentágono fogonearon el golpe de Estado contra el presidente constitucional Manuel Zelaya. Los golpistas hondureños encabezados por el general Romeo Vázquez eran todos ex alumnos del Comando Sur, que se habían especializado en contrainsurgencia y golpes de Estado.

No es extraño que el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich –en sintonía con la Embajada de EE UU– desmienta que la instalación del Chaco sea una “base” porque el personal militar estadounidense emplea el término “base” cada vez con menor frecuencia cuando se reúne con sus asociados extranjeros. El personal tiene instrucciones de no hacerlo. Hoy en día se emplea otra terminología, la cual está de acuerdo con la línea estratégica de la “potencia indulgente” y no se asocia con “confrontación”.

Emplazamiento Cooperativo de Seguridad, CSL (según sus iniciales en inglés) o Emplazamiento Adelantado Operativo, FOL (según sus iniciales en inglés), son los eufemismos utilizados para camuflar estos destacamentos que forman parte del dispositivo bélico estadounidense al sur del Río Grande.

Estados Unidos tiene bases militares activas en Colombia, El Salvador, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Perú y Paraguay. El Comando Sur cuenta con estaciones navales en Curazao y Aruba en el Mar Caribe. Y actualmente Estados Unidos construye aceleradamente un CSL en la República Dominicana. Con toda certeza, esta base se convertirá en parte integrante del sistema que facilita el monitoreo de las aguas territoriales de Venezuela y su flota.

Al ser entrevistado por medios de comunicación estadounidenses, el gobernador Capitanich hizo varias declaraciones que contradicen la política exterior articulada por Néstor y Cristina Kirchner. El gobernador chaqueño planteó una nueva asociación estratégica con Estados Unidos. Esas declaraciones que contienen las promesas que los diplomáticos y funcionarios de inteligencia querían escuchar, seguramente fueron el resultado del entusiasmo que le generaron al gobierno chaqueño las inversiones “garantizadas” por valor de 100 millones de dólares y la perspectiva de otros proyectos con participación norteamericana.

Tener una base militar en El Chaco le brinda al Comando Sur una perfecta oportunidad para monitorear el área de la Triple Frontera, para evaluar las perspectivas de explotación de las ricas reservas de agua dulce del Sistema de Acuíferos del Guaraní y para reclutar personal militar y policial chaqueño.

El gobernador Capitanich apeló a bromas e ironías para negar las características militares del emplazamiento estadounidense. No es necesario un desembarco de marines para que las instalaciones chaqueñas tengan un uso militar. Capitanich parece ignorar que los pilotos que operan los 7500 aviones robot –drones–, que son las principales armas de la guerra en Irak, Afganistán, Pakistán y otros países en los que Estados Unidos libra guerras de baja intensidad, operan con un joystick y 14 pantallas desde la base Creech, cerca de Las Vegas, la capital del juego. Con un aeropuerto como el de Resistencia y una conexión de Internet, la base del Chaco podría servir para espiar y lanzar operaciones especiales contra los estados vecinos de Bolivia, Paraguay y Brasil.

El comandante Edwin Passmore, que en noviembre de 2011 participó en el episodio del avión del Comando Sur detenido en Ezeiza por intentar ingresar material no declarado, fue el artífice del proyecto en el Chaco. Su currículum habla por sí solo del proyecto chaqueño: funcionario profesional de inteligencia, sirvió en Afganistán, fue asesor de inteligencia en el Ministerio deDefensa en Kuwait. Entre 2005 y 2008, Passmore operó en Venezuela. La contrainteligencia de ese país detectó sus reuniones con conspiradores del ámbito militar y fue expulsado bajo cargos de espionaje. Su último nombramiento fue en la Argentina.

A través de Passmore y Capitanich, el Comando Sur ha conseguido “un punto de apoyo” en la Argentina y ahora es tiempo de aprovechar el éxito. Sus colegas en Brasil no han tenido la misma suerte para la implementación de un proyecto de altísima prioridad para el brazo regional del Pentágono: Brasil hasta ahora se ha negado a compartir su base espacial de Alcántara con Estados Unidos. Las razones son claras, esta base espacial en el Atlántico es parte del desarrollo científico y tecnológico de Brasil. Incluso científicos y militares culparon a agentes de la CIA y a la inteligencia estadounidense por los fracasos en algunos lanzamientos anteriores. Si los estadounidenses logran instalarse en Alcántara sobre bases legales, Brasil bien podría despedirse de su programa espacial.

El actual jefe del Comando Sur, el teniente general Douglas Fraser, está a punto de concluir su misión en el continente y pronto será remplazado por su colega John Kelly, un veterano que combatió en Irak y en otros conflictos. La misión de Fraser fue actualizar toda la infraestructura del Comando Sur en América Latina: puertos, aeropuertos, centros de comunicación y complejos residenciales en los cuales contingentes militares adicionales podrían ser alojados. El nuevo centro de comando, que asegura el control sobre las bases militares regionales, fue construido en la ciudad de Doral en Miami, Florida. El edificio de acero y hormigón, capaz de resistir un ataque con misiles, indica que el Pentágono se está preparando para un drástico empeoramiento de la situación en el Hemisferio Occidental, si EEUU e Israel recurren a la fuerza para atacar a Irán.

En el mes de marzo, durante una presentación ante el congreso estadounidenses, el general Fraser dejó en claro que el Pentágono espera una crisis en los países del ALBA.

El Comando Sur vigila los procesos en la región y está listo para actuar según las circunstancias, dijo. También mencionó el creciente nivel de violencia en los países del Alba, la inestabilidad económica y los desastres geopolíticos.

“El factor iraní” fue mencionado en varias oportunidades por Fraser para subrayar las relaciones internacionales de los países que están en la mira del Pentágono. Fraser remarcó que Estados Unidos declaró que los lazos estrechos con Teherán son inadmisibles, refiriéndose primero que nada a Venezuela, Ecuador y Nicaragua.

Walter Gobar

Libres del Sur

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