lunes, 26 de septiembre de 2011

México: Las mujeres y su lucha por la independencia, la vida y la libertad


Cómo reflexionar acerca de la contribución de las mujeres al movimiento de Independencia, cuando su actividad ha sido invisibilizada por la historia patriarcal? Hago esta afirmación pues, cuando pretendemos conocer la participación de las mujeres en los movimientos libertarios de nuestro país, nos enfrentamos no sólo a una escasa obra sobre el tema, sino a un tratamiento poco afortunado en los textos de historia, en los cuales las mujeres son retratadas como pasivas y sumisas, sólo acompañando las tareas de los grandes protagonistas de la Independencia.

Otra distorsión corresponde al tratamiento que a las mujeres se les da como “heroínas”, o lo que es lo mismo, como seres excepcionales, y no como las humanas que fueron, lo que ha impedido que la historia recupere la experiencia de las mujeres reales y diversas.

Por esta razón, y al ser marginadas del mundo de los derechos humanos y de la ciudadanía y por lo tanto, de la historia escrita por el liberalismo y el marxismo —que es la historia que nos enseñan en la escuela—, y con el objetivo de hacer visibles a las mujeres, en este artículo recurrí a la historiografía feminista.

En particular, coincido con que si realmente queremos conocer la historia de nuestra sociedad y los sujetos que la hicieron, es imprescindible recurrir a la perspectiva histórica feminista por las siguientes razones:

1. Porque la historia no es sólo la síntesis del pasado, sino su interpretación a la luz del contexto desde el cual es analizada.

2. Porque la historia es la ruta para hacer visibles a los sujetos en el mundo social y en el espacio de lo público y lo político. En este sentido, las mujeres fueron relegadas del espacio público de la ciudadanía, y en consecuencia, marginadas del derecho a ser reconocidas y valoradas. Por esta razón, una aproximación histórica feminista, es decir, una perspectiva que considera a las mujeres como protagonistas de los procesos sociales, implica no sólo “localizarlas” en la historia, sino conocer la historia que les pertenece.

3. Porque la historia feminista es la historia del acceso de las mujeres al derecho a tener voz en el espacio público.

4. Porque la historia feminista apunta al objetivo político de realizar la igualdad de género, haciendo visibles las contribuciones de las mujeres al desarrollo de la sociedad.

5. Porque la historia feminista busca vindicar a las mujeres como sujetas, por lo cual necesitamos conocer su condición de género y sus antecedentes.

6. Porque la historia feminista coloca al género -no al sexo- en perspectiva, distinguiendo a las mujeres y a los hombres como sujetos históricamente —no biológicamente— determinados. En consecuencia, la teoría feminista abre la posibilidad de mirar a las mujeres en su especificidad y en sus relaciones con los hombres y, en general, con el mundo.

En conclusión, la aproximación histórica feminista es la clave para analizar la relación de las mujeres con la Independencia, y que comparto a continuación.

LAS MUJERES EN LOS MOVIMIENTOS LIBERTARIOS

Cuando revisamos la participación de las mujeres en el movimiento de Independencia, encontramos una constante: la violencia y la discriminación de género de la cual fueron objeto.

Si indagamos la situación de las mujeres en los años previos a la Independencia, advertimos que la Colonia las había relegado a los espacios domésticos de la casa, la iglesia y el convento, espacios en los cuales tenían como primer mandato ser y estar para los otros. Mientras, los hombres tenían derecho a asistir a colegios y universidades, sabían español y latín, lo cual les permitía acceder al conocimiento. Esta fue la causa del alto analfabetismo que privaba entre las mujeres, y las pocas que tenían acceso al aprendizaje de la lectura y la escritura, veían restringido su acceso a obras ilustradas —y sólo a las de corte religioso—.

En concordancia, las mujeres tampoco podían asumir responsabilidades sociales ni políticas; sólo tenían derecho a acceder a la educación básica y su mayoría de edad la alcanzaban a los 25 años.

Estas condiciones son las que detonaron la participación de las mujeres en el movimiento de Independencia, y lo hicieron con el entendimiento de que forjar patria significaba forjar soberanía, independencia y autogobierno. Escasas pero importantes protagonistas de este movimiento encontramos en los libros de historia convencionales: Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez y María Soto la Marina. Las encontramos en esos libros, pero no en su condición real de mujeres ilustradas e independientes, sino en la de “esposas de” o “madres de”. Mucho menos encontramos a las miles de mujeres que tuvieron que cuidar de los soldados, curándolos y alimentándolos, o a las también miles de mujeres que, una vez iniciado el movimiento, tuvieron que enfrentar el abandono de sus maridos, y con ello, la manutención de sus hijos, asumiendo el trabajo que otrora sólo era autorizado realizar a los hombres. Tampoco, esos libros nos hablan de las decenas de mujeres aristócratas que favorecieron el proceso de Independencia, financiando publicaciones como El Ilustrador Nacional.

Estas acciones fueron la clave para que las mujeres iniciaran un largo camino por la libertad y la soberanía.

Una vez finalizada la lucha independentista y alcanzado el Estado Liberal, las mujeres fueron construyendo con más ahínco su propia independencia: formaron sociedades literarias y clubes feministas, así como publicaciones que les permitieron integrar un poderoso grupo de libre-pensadoras. Muy pronto, y ya en pleno Porfiriato, con el proceso de industrialización las mujeres lograron entrar a las fábricas, talleres y comercios, y percibir por su trabajo un salario remunerado (aunque menor y en peores condiciones que los hombres). A finales del siglo XIX (en 1888), impulsaron la creación de la Escuela Normal de Profesoras, lo que tuvo un impacto inmediato en el desarrollo de las mujeres, pues favoreció su participación en esta esfera –que pasó de ser del 25 por ciento, en 1900, al 78.29 por ciento del número total de docentes, en 1907-. Así también, la Escuela de Artes y Oficios, y la Mercantil de Señoritas “Lerdo de Tejada”, se constituyeron como centros de formación. En 1904, la abogada María Sandoval de Zarco y otras feministas ilustradas impulsaron la fundación de la Sociedad Protectora de la Mujer.

También en los primeros años del nuevo siglo, las mujeres formaron organizaciones de trabajadoras, principalmente profesoras y obreras textiles que, vinculadas al Partido Liberal Mexicano, denunciaron las violaciones cometidas en su contra por el gobierno de Porfirio Díaz. Como Olympia de Gouges, varias de ellas fueron encarceladas y desde la prisión fundaron el grupo político Las Hijas de Cuauhtémoc.

Las mujeres lograron irrumpir en la política institucional partidista, apoyando las causas del Maderismo y del Magonismo, y una vez alcanzado el Estado Constitucional, una mujer ejemplar, Hermila Galindo, periodista y directora del seminario La Mujer Moderna, impulsó la creación de sociedades feministas en el país y tuvo una influencia determinante en la realización del Primer Congreso Feminista que tuvo lugar en Yucatán, en 1916, en el que 700 congresistas debatieron sobre los principales problemas de las mujeres: su acceso a la educación, su sexualidad y, desde luego, su derecho al voto. Esta iniciativa derivó en conquistas fundamentales para las mujeres de este país, como la Ley del Divorcio con disolución de vínculo, la Ley del Matrimonio Civil (recordemos que antes sólo era reconocido el religioso) y la Ley sobre las Relaciones Familiares. En su conjunto, estos logros impulsaron la lucha de las sufragistas por el reconocimiento de la ciudadanía de las mujeres, logrando que el derecho al voto femenino fuera aprobado en México en la década de los 50.

Quiero precisar que ninguna de éstas fue producto de dádivas gratuitas, sino conquistas obtenidas por el trabajo intelectual y físico de muchas generaciones de mujeres que, desde el siglo XVIII, con la fundación del Estado Moderno, impulsaron un movimiento feminista mundial, de carácter emancipador e impulsor de los derechos humanos de las mujeres.

Debo mencionar que esta larga lucha tuvo un impulso notable de las mujeres que lograron colocarse en la industria periodística de nuestro país y que, a través de publicaciones como La Mujer Mexicana, El Álbum de las Mujeres, El Correo de las Señoras y Violetas del Anáhuac, abrieron una discusión importantísima en los medios de comunicación sobre las desigualdades de género e impulsaron la emancipación femenina, vía su acceso al mundo de la ciudadanía, la educación, la salud y el trabajo. En particular, las mujeres encontraron en la prensa obrera el espacio para denunciar las condiciones laborales a las que eran sometidas —largas jornadas, bajos salarios y nulo derecho a prestaciones—.

Llegada a este punto, puedo afirmar que la invisibilidad de las mujeres en los procesos libertarios de nuestro país -determinada por la influencia de la iglesia católica y la difusión de los valores tradicionales que colocaban a las mujeres como objeto de subordinación, además de la fuerza generada por un sistema político excluyente y una cultura política autoritaria y machista-, no ha sido un obstáculo para las historiadoras feministas, gracias a quienes hoy sabemos que la participación de las mujeres durante la Independencia, y también en la Revolución, cubrió una diversidad de actividades, como soldaderas, famacéuticas, telegrafistas, maestras, periodistas, obreras y profesionistas.

Todo con un ideal: realizar una sociedad basada en la igualdad y la paz, esenciales para el desarrollo y la democracia de nuestra nación.

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* Investigadora del CEIICH de la UNAM

Aimée Vega Montiel*

El mal gobierno y el Bagua del puente San Lorenzo

Marco Octavio Ribera Arismendi

El encaprichamiento del mal gobierno, atrincherado en su discurso desarrollista, estuvo acompañado de un gran despliegue de subterfugios y artimañas para desacreditar el movimiento indígena y la marcha con múltiples y agresivas acusaciones. El manejo arbitrario de la información fue una regla, así como la intención hipócrita de negociaciones trampeadas por las comisiones de ministros. Paralelamente, el mal gobierno buscó dividir la organización social soliviantando a las familias que se quedaron en el territorio, etc. 

El contenido de estas páginas no refleja necesariamente la opinión de Bolpress

El mal gobierno utilizó el doble discurso hasta el final, por una parte invitando formalmente a los dirigentes indígenas a dialogar en el Palacio de gobierno y por otra, interviniendo con extrema violencia policial a la marcha indígena el día 25 de septiembre. La brutal represión del río Chaparina o Puerto San Lorenzo, fue una acción inconstitucional, además de cobarde, y se la podría considerar un “Bagua” en Bolivia (Bagua fue la genocida represión a los indígenas por el gobierno peruano en junio del 2010), con la diferencia que en el Perú los indígenas tomaron armas, mientras que en Bolivia la protesta fue pacífica. Lo inaudito: Cuando ocurrió Bagua, el actual presidente boliviano tuvo la audacia de criticar a su par peruano. Bagua fue muestra de genocidio, Chaparina también. A propósito, este gobierno ya ha manchado sus manos con sangre inocente, nada menos que la de un bebé indígena.

Con la represión dictatorial del río Chaparina a la marcha indígena, se cumple a cabalidad la canción sobre la dignidad rebelde de Manu Chao, dedicada al movimiento indígena Zapatista en México:

….Nuestra lucha es por la vida, y el mal gobierno oferta muerte como futuro..

….Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos..

….Nuestra lucha es por la paz, y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción..

Por si acaso, esta canción se la escuchaba en algunas radios paceñas en octubre del 2003, cuando campeaba la represión sanguinaria de Sánchez de Lozada en los últimos estertores de su mal gobierno.

Las argumentaciones y justificaciones del mal gobierno a sus política represiva e inconstitucional, sonaron como otra canción dedicada al movimiento indígena de Chiapas….”Flores del color del mentira”…

Biólogo y ecologista

marcor@lidema.org.bo

Bolivia/Felipe Quispe: “El peor enemigo del indio había sido el mismo indio”

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El historiador aymara Felipe Quispe reaccionó indignado, este domingo, por la forma en la que actuó la Policía para desbaratar la protesta indígena que se había iniciado contra la carretera que proyecta el gobierno a través de la reserva del Tipnis.

“Dan ganas de llorar, el peor enemigo del indio había sido el mismo indio. Desde que se iniciaron las marchas en los años setenta nunca hubo este trato hacia los marchistas ni este tipo de enfrentamientos”, opinó.

Quispe, quien fue el máximo dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y compañero de lucha del vicepresidente Álvaro García Linera, cuestionó al presidente Evo Morales.

“El Presidente debía bajar a las bases para llegar a un arreglo, esto es un suicidio político a nivel nacional e internacional, antes era un delito hablar en contra de Evo pero lamentablemente a actuado mal guiado por sus asesores y era obvio (…) mucha gente pensaba en el cambio pero este proceso ha resultado peor que con los neoliberales. Es un desgaste para nosotros los indígenas. Ya no vamos a poder gobernar después de esto”, dijo.



Economía mundial: ¡viene lo peor!


El encabezado suena catastrofista. No lo es; por el contrario, es realista.

No hay lugar para el optimismo por las difíciles condiciones económicas por las que atraviesa el mundo.

La intensa volatilidad que hemos visto en las últimas semanas no es más que el síntoma visible de una profunda crisis estructural que vive la economía mundial.

Se han conjuntado prácticamente todos los ingredientes para que se registre la tormenta perfecta en el ámbito económico mundial.

Se avecina una crisis de dimensiones nunca antes vista en todo el planeta.

No es que se vaya a acabar el mundo, pero son los estertores que anticipan una transformación sin precedentes.
En el origen de esta crisis de la economía del mundo está el hecho indiscutible de que en los últimos años se multiplicó el valor de los activos bursátiles, pero sin el respaldo de la producción.

Es una crisis de deuda. En Estados Unidos su desmesurado pasivo lo coloca, en términos contables, en prácticamente la quiebra. Hay analistas que predicen que Estados Unidos podría caer en moratoria.

En Europa, la crisis de déficit fiscal que registran varios países y la posibilidad de que se desmorone la Unión Europea podrían llevar al mundo a escenarios impredecibles.

Y China, cuyo crecimiento exponencial ha sido calificado como una bomba de tiempo, podría anticipar su estallido.
Es una crisis económica que está siendo impulsada por la estulticia política mundial.

La falta de acuerdos políticos impide alcanzar una solución en Estados Unidos y Europa.

Las diferencias políticas coyunturales impiden ver qué se necesita, qué urge, una solución que se base en las nuevas condiciones de transformación tecnológica, de distribución del trabajo y generación de la riqueza.
Por eso viene lo peor.

México, entre oleajes salvajes

En ese contexto, México navega entre oleajes salvajes que pueden transformarse en un tsunami financiero.
La economía mexicana tiene una solidez macroeconómica excepcional.

Mantiene un nivel de reservas internacionales que rondan los 136,000 millones de dólares.

Sumados a los 70,000 millones de dólares de la línea flexible del Fondo Monetario Internacional, representan un escudo de alrededor de 200,000 millones de dólares.

Sin embargo, frente al tamaño de las oleadas de volatilidad y una eventual recesión mundial, lo cierto es que no hay blindaje que alcance.

La dependencia de la economía mexicana respecto de la estadounidense, aunque las exportaciones se han reducido de 90% a alrededor de 80%, sigue siendo muy alta.

La correa de transmisión de una potencial doble recesión estadounidense sería directamente la industria manufacturera.

La Reserva Federal de Estados Unidos parece haberse quedado sin mayor margen de acción de su limitado arsenal de política monetaria que, además, no ha podido ser completada con acciones de política fiscal eficaces.

En Europa, los tomadores de decisiones parecen estar en una torre de Babel.

En el mundo hay creciente preocupación y a pesar de los discursos las jornadas de pánico evidencian la parálisis de los tomadores de decisiones.

No hay lugar para el optimismo. Todo indica que viene lo peor.

Es muy poco probable que las economías emergentes, sin China por cierto, puedan con el paquete.

¡Cuidado!, en la economía mundial parece que viene lo peor.

CUENTOS VERAS

Hoy el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva encabezará una fiesta de cifras bajo el título “Nuestra Empresa es Guanajuato”.

Oliva no sólo es uno de los gobernadores más cercanos al presidente Felipe Calderón, también es uno de los más activos promotores de inversión privada internacional y nacional en esa entidad.

Con una inversión de 5,635 millones de dólares y la generación de 58,239 empleos, ha apoyado 176 proyectos de atracción de inversiones.

Guanajuato logró superar su propia meta sexenal de atracción de inversiones en 32 por ciento.

Guanajuato es uno de los principales captores de Inversión Extranjera Directa (IED); 84% de las inversiones es internacional, 12% nacional y 4% mixto.

En Guanajuato han invertido Alemania, Brasil, Canadá, Corea, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, India, Inglaterra, Italia, Japón, México, Suecia, Suiza y Taiwán.

Con un aumento de 45%, Guanajuato ocupa el primer lugar en generación de empleos.

El experiodista resultó uno de los mejores promotores de la inversión privada nacional y foránea. ¡Vaya!

Twitter: @marco_mares

Deterioro de la economía mundial


Las noticias económicas recientes no son favorables. Tampoco los análisis formulados por los Gobiernos y principales instituciones internacionales. Todos confirman que la economía mundial se ha deteriorado y los riesgos apuntan hacia una mayor ralentización o, quizás, una nueva recesión, si no se adoptan medidas urgentes. Y aunque se adoptaran a tiempo –agregamos nosotros– el panorama de crecimiento de la producción y generación de empleo tampoco sería muy favorable en los próximos años.

Desafortunadamente, estamos ante una nueva realidad, más adversa. El Banco de Reserva Federal de los Estados Unidos señaló sin ambages en su informe de la semana pasada que los riesgos de una recaída de la economía norteamericana son muy serios. Las bolsas de valores se estremecieron. Algo similar ocurrió en Europa ante los análisis difundido por la Organización para la Cooperación Económica Internacional y el denominado Grupo de los 20. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su más reciente informe sobre la economía mundial (World Economic Outlook) donde reduce las perspectivas de crecimiento global de 4,3% a 4% en el 2011 y de 4,5% a 4% en el 2012. Lo mismo hizo el FMI, individualmente, para casi todos los países del mundo, incluyendo los asiáticos que soportaron muy bien la gran recesión del 2008. También redujo levemente las perspectivas de crecimiento del PIB en Costa Rica, para ubicarlas en un 4% real.

El análisis del FMI sobre las causas y soluciones en esta nueva etapa crítica de la economía mundial es particularmente revelador. Según Christine Lagarde, directora-gerente de la entidad, la producción mundial se ha debilitado, la confianza de los consumidores e inversionistas ha caído, hay mayores riesgos de entrar en una nueva recesión con consecuencias desfavorables para todos, por lo que se requiere implementar una serie de medidas fiscales en el plano nacional, y financieras en el internacional. El momento de actuar es ahora. Sin embargo, la realidad política, a nuestro modo de ver, resulta mucho más compleja ante las divergencias ideológicas de quienes dirigen los países, y no hay ninguna seguridad de que puedan adoptarse con celeridad. Eso, a su vez, genera nueva incertidumbre que afecta las decisiones de consumo e inversión en una especie de círculo vicioso.

En los EE.UU. la situación se ha complicado. El ingreso de las familias, que constituye el 70% del PIB, se ha estancado, el endeudamiento causado por el desplome del mercado de bienes raíces ha provocado un incremento del ahorro (menor gasto), el desempleo se mantiene en niveles demasiado elevados (9,1% de la fuerza laboral), la situación fiscal se ha deteriorado visiblemente y ha provocado un abultado déficit en el Gobierno Federal y un incremento concomitante de la duda pública, que podría alcanzar el 100% del PIB, con pocas posibilidades de llegar a un acuerdo político entre las principales fracciones para reducirla.

La Reserva Federal ya utilizó prácticamente todo su arsenal de estímulos para el crédito y para incrementar la demanda privada. Las tasas de interés de corto plazo son prácticamente negativas (entre 0 y 0,25%) y el último esfuerzo por reactivar las bolsas de valores, denominado Operación Twist, apenas logró una ligera reducción de las tasas de interés de largo plazo para que los inversionistas abandonen los títulos del Tesoro y vuelvan su mirada hacia el mercado accionario, pero los analistas estiman que la medida no influirá significativamente en la reducción de las tasas hipotecarias, que ya se encuentran en niveles muy bajos. El problema no parece ser la falta de liquidez, sino la incertidumbre en cuanto a la situación fiscal y la falta de seguridad en las inversiones de largo plazo. En ese campo no hay, hasta ahora, un acuerdo entre demócratas y republicanos.

En Europa los problemas son similares, aunque difieren en magnitud. La destrucción de empleos no se ha manifestado tan profundamente ni la confianza de los consumidores ha caído tanto, pero los problemas fiscales y de competitividad son mayores, sobre todo en los países de la periferia, encabezados por Grecia. En ellos la situación fiscal es más que deficiente y la estructura productiva está anquilosada por problemas de proteccionismo laboral y productivo, sobre todo en el sector público. Sus deudas públicas resultan financieramente inviables (técnicamente están quebrados pues son incapaces de pagar sus obligaciones sin el apoyo masivo de terceros), y la oposición política y de la misma población es demasiado férrea como para augurar el éxito del plan de salvamento.

En otros países, incluyendo España e Italia, los problemas fiscales y de desempleo también son de gruesa magnitud, acrecentados por la vulnerabilidad de los bancos comerciales que adquirieron títulos de deuda de Grecia y otras naciones con problemas. Esos bancos tendrán que ser recapitalizados, sin excluir fondos públicos. Y el problema, entonces, se torna fiscal. Aunque esos gobiernos no parecieran estar en quiebra, tienen una necesidad urgente de recursos masivos para evitar la paralización del sistema financiero. Algunos recomiendan financiar las deudas públicas por la comunidad internacional, sobre todo la Unión Europea, por ser los problemas de liquidez y no de insolvencia (The Economist), y reestructurar las de los que están técnicamente quebrados, como Grecia. La situación de todos, sin embargo, se complica por mantener una moneda común que deben defender, y eso imposibilita devaluar para hacer los ajustes de carácter “macro”. También los obliga a hacer el esfuerzo estabilizador en la parte fiscal y real de la economía, con un gran costo social y político.

Japón ha tenido que hacer frente a catástrofes naturales con un gran costo fiscal. A pesar de la reactivación del año pasado (4% real), su deuda pública es demasiado elevada, y las perspectivas de crecimiento este año, que incide en la recaudación fiscal, serán nuevamente de recesión (-0,5%), aunque con un repunte favorable para el año entrante (2,5%).

En Latinoamérica las cosas no pintan tan mal desde el punto de vista productivo, pero se están deteriorando. El PIB de la región pasará de 6,1% en 2010 a solo 4% en 2012, según el informe del FMI. Hay problemas con las economías que se están recalentando por sus políticas fiscales expansivas y podrían generar mayor inflación. Han sufrido, además, los embates de influjos de capital que sobrevaluaron sus monedas y afectan la competitividad de sus exportaciones. El informe del FMI, sin embargo, previene una disminución de las entradas de capital en esta nueva etapa de la economía mundial, lo que podría ser un alivio a la apreciación monetaria o, quizás, poner presión en los tipos de cambio. Algo así podría suceder en Costa Rica, según informó este periódico la semana pasada. Hay que ponerle mucha atención.

Quizás la conclusión más importante es que los riesgos son muchos, las posibilidades de respuestas políticas son inciertas y, como consecuencia, las perspectivas de crecimiento de la economía mundial también serán menores. Eso afectará el desempeño de las demás economías, incluyendo la nuestra, y obligará a adoptar decisiones muy puntuales en los aspectos más endebles de la macroeconomía, incluyendo, entre otros, el desequilibrio de las finanzas públicas, la urgencia de atemperar el recalentamiento de las economías para controlar la inflación, y mejorar los índices de productividad del sector empresarial ante las vicisitudes del tipo de cambio. Una ardua tarea.