En el borrador del manifiesto que las activistas consensuarán el próximo martes en Madrid y el miércoles en Barcelona, la plataforma denuncia que en los últimos 30 años han sido asesinadas 2.400 mujeres —"lo que supone multiplicar por cuatro las víctimas del terrorismo"— y que en España 500.00 mujeres están obligadas a prostituirse. Las feministas critican las diferencias salariales de hasta el 30% por razón de sexo, la precariedad del empleo de las mujeres, la escasa presencia femenina en los puestos directivos —el 12% en la Administración Pública— y la cultura que reproduce "arcaicos estereotipos machistas sin escándalo alguno de la sociedad civil ni de los que la influyen y dirigen".
Además de las reformas legales, las feministas reclaman que se persiga eficazmente el acoso sexual y el trato despectivo y denigratorio a las mujeres en el trabajo y en la calle, la igualdad de salario entre hombres y mujeres, el control de la publicidad machista y "la instauración de la enseñanza del feminismo, como historia de las luchas de las mujeres y como filosofía social, en todos los grados de enseñanza".
Falcón, que considera "imprescindible" dar protagonismo a la lucha feminista, denuncia su escasa visibilidad en los medios de comunicación y, en consecuencia, su poca precepción social. "Hay cerca de 3.000 asociaciones de mujeres en España y parece que no existan", señala tras criticar que el "movimiento feminista aún se percibe como algo lejano y antiguo".
La plataforma ha planteado el Pacto Feminista por las Mujeres en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, San Sebastián, Zaragoza y está en contacto con compañeras de Portugal. Ha convocado una reunión en Madrid el próximo 10 de diciembre a las 19.00 en la calle Barquillo, 44 —donde el movimiento feminista lleva reuniéndose hace 30 años— y en Barcelona, el próximo 11 de diciembre a las 18.00 en La Cuina de la casa Bonmaison (calle Sant Pere Més Baix, 7).
Falcón plantea que es "una obligación" que "el movimiento feminista tenga una estrategia común". "Cada grupo de mujeres trabaja en lo suyo, no se toman decisiones conjuntas ni siquiera en colectivos que están en la misma ciudad y eso genera debilidad", señala para concluir que, igual que los sindicatos dejan al margen sus diferencias cuando convocan una huelga, "la lucha feminsita debe ser unitaria".