miércoles, 18 de septiembre de 2013

Modelo británica confiesa su transexualidad


Modelo británica confiesa su transexualidad

Se llama Nicole Gibson, tiene 32 años, y ha comenzado a triunfar en el difícil mundo de la moda.

Salió del armario en la adolescencia, pero no sintiéndose agusto consigo misma, vivió un cambio en el cual comenzó a vestirse con faldas y tacones. A los 30 años, comenzó a hormonarse para convertirse en una mujer, y menuda mujer. Sus fotos en internet fueron descubiertas por los cazatalentos de la casa  'Models of Diversity'.

'Yo solía disfrazarme con vestidos y fingir que era Elizabeth Taylor en el 'Pájaro Azul'- aunque le decía a la gente que estaba ensayando para una representación de magia', comenta la joven modelo.



Ha debutado en la London Fashion Week, y además con un desfile donde pretendía criticar la falta de diversidad sexual en el mundo de la moda, mostrando sus pechos al mundo. Es, por tanto, una chica comprometida.

Nicole dejó a todos boquiabiertos cuando contó que había nacido hombre hace ya 32 años. Ahora, se le presenta un futuro prometedor dentro del mundo de la moda, y sino, juzguen ustedes mismos.






Fuentes:

Daily Mail: http://www.dailymail.co.uk/femail/article-2423511/Transgender-catwalk-model-born-man-says-just-sex-change-stars-London-Fashion-Week.html
Telecinco: http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/Nicole_Gibson-homosexual-modelo-cambio_de_sexo_0_1670025652.html

Bolivia: Por quinta vez el Gobierno no pudo tomar el CONAMAQ


En el marco de su guerra contra las organizaciones indígenas, el Gobierno nacional intentó tomar por quinta vez la sede del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ). Y por quinta vez el Órgano Ejecutivo falló, frustrada la toma planificada en los ministerios de Gobierno y de la Presidencia. En la matriz de los pueblos indígenas de las tierras altas de Bolivia consideran que la violencia hacia las y los representantes legítimos de los ayllus se debe a que no doblan de cerviz ante las políticas públicas encaradas por el presidente Evo Morales, quien –lejos de fundar un Estado Plurinacional- pretende consolidar un Estado Neocolonial, al servicio de las firmas transnacionales que desde hace siglos saquean al país.
Hace dos semanas, autoridades del Consejo se instalaron en la sede del Fondo de Desarrollo para los pueblos Indígena Originario Campesinos (FONDIOC), en contra de que el Gobierno nacional y las organizaciones indígenas campesinas del Movimiento Al Socialismo (MAS) hubieran reformulado a espaldas del CONAMAQ los estatutos del fondo, de modo que resultaran más beneficiadas las entidades campesinas que festejan al presidente Morales a cambio de monedas. Así, el Consejo de tierras altas quedaría una vez más relegado en el financiamiento de proyectos de desarrollo productivo, como represalia por mantener su independencia orgánica.
En la tarde del martes 17, vencidos los plazos para que el Gobierno deshiciera los artilugios con los cuales cree debilitar al CONAMAQ, de nuevo las autoridades originarias entraron al Ministerio de Desarrollo Rural, en la avenida Camacho, a la espera de que los atendiera la ministra Nemesia Achacollo -cuota de la organización campesina Bartolina Sisa.
En el Consejo analizan que el último intento de toma del MAS, ejecutado este domingo 15, fue decidido luego de la protesta en el FONDIOC, la cual habría dejado sangre en el ojo del Presidente.
En el año y nueve meses de mandato del actual Consejo, ha tenido que resistir cinco intentos de toma, desde el inicio de la Novena Marcha en 2012 -en la cual también caminó el CONAMAQ. Pero ninguno había sido tan violento como el del domingo pasado. Siempre fueron mandados tatas aliados al MAS.
Por obra y hechura de este Gobierno, por quinta vez han intentado avasallar de manera violenta las instalaciones del CONAMAQ. Esto ha sido preparado por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, y por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. La intervención fue violenta, con empujones, golpes, cuchillos, palos. Ya denunciamos a la opinión pública los nombres de quienes han sido mandados como serviles matones por el Gobierno, con la finalidad de intervenir a nuestra organización matriz”, dijo tata Juan José Sardinas, mallku pasiri del suyu Chichas, uno de los 16 del Consejo.
Los argumentos de los mandados por el Gobierno para intervenir el CONAMAQ no tenían pies ni cabeza. De ninguna manera podían justificar su “convocatoria” para adelantar las elecciones de autoridades para el Consejo. Menos, cuando faltan tres meses para que orgánicamente sean elegidas las nuevas mamas y tatas, quienes dirigirán la matriz durante los próximos dos años, según usos y costumbres. Con un cinismo aprendido en el Palacio Quemado, los conjurados decían que habían decidido entrar a las patadas y a los palazos a la sede de esta organización “por el bien de los pueblos indígenas”.
El grupo de violentos se atribuía la representación de seis suyus, de los 16 del CONAMAQ: Qhara Qhara, Chichas, Jach'a Karangas, Quillacas, Lípez y Qhapaq Omasuyos. Pero no representan realmente a los territorios, sino a grupos apadrinados por el MAS para dividir a esta matriz, como el Gobierno nacional ya ha hecho con la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB).

“Un grupo de masistas”
Tata Walberto Baraona, Jatun Tata Kuraka legítimo de la nación Qhara Qhara, aclaró que este suyu no participó de la toma. A lo sumo un par de personas, quienes de ninguna manera pueden arrogarse la representación de una nación originaria. “Un grupo de masistas encabezado por el exdiputado del MIR Renán Paco Granier; Plácido Suntura, alcalde del MNR; Carmelo Titirico, funcionario de YPFB; Gregorio Choque y Johnny Huanca, ahora fieles servidores del MAS, y otros que aún no fueron identificados, ingresaron de forma violenta, intimidando a las autoridades legítimamente constituidas para favorecer a un partido político. Esto es indignante”, afirmó tata Baraona en la sede ya recuperada del CONAMAQ.
El domingo a la mañana, los arriba mencionados más 40 personas se metieron haciendo destrozos en la casa de Sopocachi. “Cuánta plata les habrá dado el Gobierno para trasladarlos. Han traído coca ¡hasta refresco! Han avasallado con armas blancas, piedras, palos inclusive. Si peleábamos, en ese rato habría muerto alguien. Por eso decidimos irnos. Ahora vamos a levantar querella contra estas personas. Y nos vamos a quedar aquí adentro hasta que pasen las elecciones de nuevas autoridades, en enero de 2014”, dijo tata Fidel Condori, mallku de Gestión Territorial y Proyectos del Consejo.
La autoridad relató que cuando llegaron a la sede, “se había llenado de gente que sacó a estos maleantes. Entre ellos había algunas exautoridades fantasmas y algunos llunkitos que no tienen validez en los suyus. Incluso había uno acusado de asesinato en 2006”, informó.
En el CONAMAQ saben que el Gobierno nacional no escatimará recursos del pueblo boliviano para que su gente, militantes del MAS, integre el próximo Consejo de Gobierno, cuya elección será dentro de tres meses. En el Consejo saben que el MAS necesita “militantes” con llegada a los territorios, comunidades y barrios para obtener los votos suficientes y así quedarse unos años más regalando los recursos del país.
“A quienes no estén de acuerdo con lo que plantea este Gobierno hay que desarticularlos, hay que liquidarlos, hay que violentar sus derechos: así actúa este Gobierno. Denunciamos al mundo una vez más que aquí los derechos de los pueblos indígenas son violentados”, dijo tata Sardinas.
“Acá hay leyes contra el Racismo, contra la Discriminación… hay montón de leyes. Pero las leyes son aprobadas en el Legislativo por los levantamanos del MAS para no cumplirlas, cuando desde el Presidente hasta el último gobernado debiera cumplirlas. Acá están por demás las 150 leyes aprobadas en el Gobierno del MAS. El domingo vino la Policía a ver qué pasaba, pero la Policía siempre está del lado del Gobierno. Cuando hubo movilizaciones de sectores contestatarios en el país, siempre la policía ha reprimido a los sectores que no están de acuerdo con el Gobierno: eso ha pasado en la presidencia de Evo Morales”, agregó el tata pasiri.

El rol de los medios
Pocos medios de comunicación supieron o quisieron informar con claridad. Los medios oficialistas (entiéndase la agencia ABI, los periódicos Cambio y La Razón, entre muchos otros) optaron por legitimar la violenta toma de sus compañeros “militantes”. Otros canales de comunicación optaron por una imparcialidad difusa, que los llevó a presentar el hecho como si fuera una pelea interna del Consejo, entre bandos que se disputan su conducción. “El grupo de Becerra retoma las oficinas de CONAMAQ”, anunció Erbol Digital, que generalmente no cae en estos errores. “Se destapa un conflicto interno en el CONAMAQ”, tituló La Razón.
“Sorpresivamente ha llegado esta gente del Gobierno, que era un grupo de pandilleros amenazándonos con palos, cuchillos, piedras; rompieron mobiliario, vidrios. Han estado tres horas, hasta que sacaron una convocatoria para una elección de autoridades indígenas originarias, como más o menos dice el título. Desconocemos la convocatoria que hizo un grupo diciendo: ‘Somos los 16 suyus’. Era un grupo de mallkus retirados o suspendidos. Anulamos esa convocatoria y ahora estamos aquí con las bases para seguir nuestro mandato tres meses más. Hemos entrado el 21 de febrero de 2012 y hasta esa fecha de 2014 vamos a estar. Los que tomaron el CONAMAQ decían que hasta el Mara Tantachawi, dentro de 90 días, iba a estar cerrada nuestra sede. Pero no lo vamos a permitir, no puede ser cerrada la oficina matriz, no nos pueden sacar a golpes ni a punta de cuchillo. De aquí tenemos que salir muertos, porque pertenecemos a la matriz de los pueblos originarios. Estamos aquí por mandato de nuestra base”, dijo tata Gregorio Vicente, mallku de Industrias Extractivas.
La sede del CONAMAQ está ahora repleta de ponchos y mantillas de todos colores, sombreros de todas las formas, de comunarias y comunarios, familias que han venido de los ayllus cuando supieron que peligraba su organización. “Los pueblos originarios somos libres, no somos ni de izquierda ni de derecha. Vivimos en nuestro territorio y nunca nos preocupamos por las intenciones del Gobierno. Pero nadie nos puede obligar a integrar el Pacto de Unidad ni a prestarnos a alguna politiquería de interés personal. Por ello vamos a cumplir con lo que nos ha encomendado nuestra base y vamos a trabajar estos 90 días más”, dijo tata Gregorio.
(Equipo de Comunicación Indígena Originario)

Ecuador: ¡Texaco en el banquillo de los acusados!

Alberto Acosta
 
         Indígenas y campesinos amazónicos sentaron a la compañía Chevron-Texaco en el banquillo de los acusados. Luego de un largo peregrinar por juzgados estadounidenses y después de que un juez de Nueva York se negó a aceptar la competencia en el caso, se presentó la demanda ante la Corte Superior de Justicia de Nueva Loja, población amazónica más conocida como Lago Agrio, en recuerdo del primer pozo petrolero perforado en Sauer Lake, Pensilvania, en 1853.
 
         “El argumento central del juicio -según el abogado acusador, Alberto Wray, uno de los jurisconsultos de mayor prestigio en Ecuador- es que, al diseñar los procedimientos y poner en práctica las técnicas para la exploración y explotación petrolera, Texaco prefirió utilizar métodos más baratos aunque sean contaminantes”. La tecnología empleada “era prohibida por ley en EEUU”, según Cristóbal Bonifaz, abogado que coordinó las tareas judiciales en dicho país. Con este juicio, más allá de su desenlace, se sienta un precedente al encausar a una de las petroleras más poderosas del mundo, que trabajó 28 años en la Amazonía ecuatoriana.
 
         En ese lapso, esta compañía perforó 339 pozos en una superficie de 430 mil hectáreas. Para extraer cerca de 1.500 millones de barriles de crudo, vertió miles de millones de barriles de agua de producción y desechos, quemó billones de pies cúbicos de gas. Y si bien resulta imposible poner precio a la naturaleza, pues la vida es inconmensurable, la extensión del daño se podría cuantificar en miles de millones de dólares por concepto de derrames, contaminación de pantanos, quema del gas, deforestación, pérdida de biodiversidad, por animales silvestres y domésticos muertos, por materiales utilizados sin pago, por salinización de los ríos, por enfermedades (los casos de cáncer llegan a un 31%, cuando el promedio nacional es de 12,3%)... por trabajo mal remunerado, a lo que se suma la explotación del petróleo, que dejó al Estado un promedio de 13,- dólares por barril, menos de lo que cuesta un barril de Coca Cola: 71,4 dólares. Sobre Texaco pesa también la extinción de pueblos originarios como los Tetetes y Sansahuaris, así como los daños económicos, sociales y culturales causados a los indígenas Siona, Secoya, Cofán, Quichua y Huorani, incluyendo a los colonos.
 
Este reclamo supera el ámbito amazónico. Va más allá de la destrucción que tendrá que pagar Texaco. Afecta a toda la sociedad. Es más, constituye una oportunidad para sancionar y frenar la contaminación provocada por la actividad petrolera, que se sostiene por la combinación del poder político con el transnacional sobre un discurso que alienta la explotación del petróleo en supuesto beneficio de los 12 millones de habitantes del país, discurso que sostiene una política de ocultamiento de la realidad, intimidación de quienes se oponen, de humillación y olvido para las víctimas... mientras que los dólares obtenidos sólo en escasos montos benefician al conjunto de la población, pues en su mayoría fluyen en pocos bolsillos, sobre todo de las poderosas transnacionales y de los acreedores de la deuda externa. Tanta destrucción -recordémoslo hoy, día internacional del medioambiente- constituye una gran deuda ecológica cuyo pago debe reclamar el Ecuador.
 
 

África: Kagame logra una victoria abrumadora en legislativas de Ruanda

La coalición liderada por el Frente Patriótico Ruandés (FPR), el partido del presidente Paul Kagame, en el poder desde el final del genocidio en 1994, logró una victoria abrumadora y sin sorpresa en las legislativas del lunes, anunciaron este martes fuentes oficiales.

Según la Comisión Electoral Nacional (NEC), la coalición encabezada por el partido que dominó la escena política de este país de África central desde el final del genocidio, hace casi 20 años, recabó un 76,22% de votos.

El FPR y sus aliados sumaron 4.439.948 votos de los 5.825.483 sufragios expresados, detalló ante la prensa el secetario ejecutivo de la NEC, Charles Munyaneza.

El Partido Socialdemócrata (PSD) obtuvo un 13,03% de votos y el Partido Liberal (PL), un 9,29%.

Estas tres formaciones estarán representadas en el Parlamento al haber superado el 5% mínimo de votos.

El reparto de escaños se anunciará posteriormente, explicó Munyaneza.

La participación fue muy alta, de un 98,8%.

Ruanda, con una de las economías más dinámicas del continente africano, quedó en ruinas después del genocidio de 1994 en el que murió casi un millón de personas, muchas de ellas de la minoría étnica Tutsi.

Le presidente Kagame pasa por ser el artífice de la espectacular transformación del país desde hace 20 años con un indiscutible éxito económico y la fuerte arradicación de la corrupción.
Detractores del régimen y observadores denuncian un monopartidismo de facto, a pesar de la existencia legal de 11 partidos, y una ausencia de libertad de expresión.

Brasil: Losing the land war

Mato Grosso do Sul, Brazil
 By Lunae Parracho

Three-year-old Sandriely has a look of suffering. She was born in the roadside camp along the same highway where her brother was run over by a truck. Her grandmother Damiana Cavanha, one of the few women chiefs among the Guarani Indians, has lost, beside her grandson, five other family members: one aunt died of poisoning from pesticides used on the neighboring sugar cane plantation, and her husband and three of their children were hit and killed by passing vehicles.


Damiana, Sandriely, and 23 other Guarani Kaiowa Indians are living in a makeshift camp along the shoulder of highway BR-463 in Mato Grosso do Sul since 2009. They settled here after their last failed attempt to take back their ancestral land, called Tekohá Apika’y. (Tekohá is loosely translated as ancestral land, and Apika’y, the name of that specific plot, means “those who wait.”) That was four years ago when they were expelled from their land by gunmen who shot one of them.


A federal prosecutor visited the camp back then, and wrote in a report, “Children, youths, adults and the elderly are subjected to degrading conditions against human dignity. The situation experienced by them is analogous to a refugee camp. They are like foreigners in their own country.”


Four years later, nothing has changed in Tekohá Apika’y. The Indians continue living squeezed between the road and a sugar cane field which is part of the land they claim. Divided into eight huts, they do not have access to drinking water and depend on meager donations of food.


Their children show obvious signs of malnutrition. They live with the constant danger of trucks rumbling closely by them loaded with Brazil’s rich agricultural commodities, some of which were harvested from plantations on the very land they are claiming as ancestral.


I made two trips here, one in early August when Amnesty International’s Secretary General Salil Shetty visited. While I was photographing I heard him say, “I feel like I’m in a place where human rights don’t exist. This is really shameful for Brazil.”


Two weeks after that visit, a fire ravaged the camp, and I quickly returned. Three of the eight shacks were destroyed, and the Indians escaped just on time while their few belongings and food reserves burned. When I arrived I found the community desolate.


“The fire came to kill us, but we survived. Gunmen want to kill us, but we’re not leaving ,” sighed Chief Damiana as soon as she recognized me. Her strength is amazing. Even after so many personal losses, she remains decided.

“The seed of my ancestors is in this earth and I will not give it back,” she said.


The cause of the fire remains unknown but Damiana told me how, the night after, gunmen invaded the shacks and threatened to kill the Indians if they didn’t abandon the site. The federal prosecutor opened an investigation into the threats and the possible connection with a major security company already accused of working as a private army for large landholders against other Indian communities.

I went in search of Sandriely, the girl born on the roadside, and found her crying, still frightened, amid the ashes. Her eyes, glistening with tears, contrasted with the gray destruction all around, and I couldn’t avoid thinking of my own daughter Ana, about the same age. Sandriely stuck two sooty fingers inside her mouth while crying. “She’s hungry,” her grandmother said.


BLOOD FOR LAND

“We’re taking back our land with our own blood,” said Getulio Potyvera, a Guarani Kaiowa chief who has received death threats. I met Getulio in his home in the nearby city of Dourados at the beginning of August, as part of my first trip. He invited me to into his ogapeysu’y, a thatch roofed house of prayer. As he told it, there is a price on his head. His relatives denounced to the public prosecutor’s office that they were confronted several times by men who were looking for Getulio, offering money for information on his whereabouts.


On the same trip I toured other Tekohás, including one near Caarapo where Indians are fighting to regain Tekohá Pindo Roky. Native women pay a daily tribute at the grave of Denilson Barbosa, shot dead at the young age of 15 by rancher Orlandino Carneiro, last February. Carneiro confessed to the shooting and was arrested, but is now free on a plea of self-defense, while Barbosa’s family is being kept under a government program to protect witnesses and victims of crimes.


The main victims in the land war are the Guarani, with a population of more than 50,000 divided among the Kaiowa, Ñandeva, and Ava sub-groups. Confined to small areas of land or camped on roadsides, these Indians suffer a long, bitter struggle to return to their traditional territories.


At another plot called Tekohá Ita’y I watched Guarani Kaiowa children making and using a toy gun out of scrap metal. Last April, farmer Arnaldo Alves Ferreira, who was a former policeman, invaded the camp. Armed with a revolver and machete, Alves Ferreira shot at a group of Indians, grazing one in the head. After running out of ammunition, he started wrestling with them and died in the fight. Six Indians were arrested for murder. Out on bail with a self-defense plea, they report suffering other shooting attacks and threats from the farmer’s family, which continues to live on the land legally designated as Indian land.


“Most of the time we don’t have enough to eat, said Amarilda Carvalinda, a Guarani woman who lives near where the attack occurred. She lives in an improvised home with cloth walls, while waiting for the day the land is returned to them. Her daughter, Marilei Mboypotyrendyi, 9, had a sad face as she sat in an old armchair outside the shack.

Everything in recent Guarani history seems to have conspired to make them an extinct tribe in Brazil today, but they persist. United around their struggle, they preserve their native language and their religion, which they practice daily in rituals and collective prayers.


One night I witnessed and became an unexpected participant in a healing ritual called Jerokyete. A group of Ava Guarani Indians tried to heal 30-year-old Rosalino Kunumi of her ills. Suddenly the chanters had me sit in a chair next to chief Kunumi. One of them asked me my name, put his hands over my eyes and blew smoke on my face while muttering in Guarani. An elderly woman put her hand on my head and chest, and blew smoke on me and my camera. It’s hard to explain the feeling of being part of that moment with them.


I was also invited to attend an Aty Guasu, or Grand Assembly of the Guarani people, on a night of baptism called Mita Kara’í. Through prayers, children are protected from evil and disease. Discussions unfold in the Guarani language, and visitors like myself understand little of what is being said. But among what I did understand were the repeated words, “nhande kuera, nhande luta”, or “our people, our struggle.”


During these collective prayers, apart from asking for protection for Ke’grusuguasu, their Great God, they also said that many of their elders are aging and dying, and they want to return to their land while still alive to take back their Tehohás occupied by farmers.


“We can no longer wait,” was the final word of the Aty Guasu assembly.

In the past year, Brazil has witnessed a more than twofold increase in violence against native peoples, according to a report by CIMI (Missionary Council for Indigenous Peoples), linked to the Catholic Church. Just in Mato Grosso do Sul, 317 Indians were murdered in the past 10 years. The report also reveals that there were more than 200 attempted murders against Indians in the state during the same period, and, according to the Health Ministry, 470 Indians committed suicide.

Survival International calls the Guarani suicide rate “epidemic”, quoting Guarani tribe members as blaming it on the loss of land and freedom, and nostalgia for their lost way of life.

México/Morelia: Abordarán 3 temas líderes indígenas con el dirigente nacional del PRD

Los tres puntos fueron formulados por la preocupación y desesperación del grupo indígena, indicó Marcos Prado

Morelia, Michoacán.- Tres serán los temas que abordarán 20 líderes indígenas de la República el 19 de septiembre, con el dirigente nacional del sol azteca, Jesús Zambrano Grijalva, tales como la inclusión de los pueblos indígenas en el Pacto por México, la representación popular en dependencias estatales y cámaras, así como la asignación de mayores recursos económicos.

Así lo expresó el líder del Movimiento Nacional Indígena, Abundio Marcos Prado, quien aprovechó la visita del dirigente nacional del sol acromático a la capital michoacana el pasado sábado, a fin de plantearle las principales problemáticas que enfrenta el sector, donde también estuvo presente el dirigente estatal del perredismo en Michoacán, Víctor Manuel Báez Ceja.

“Por lo menos vimos optimismo y buena disposición de Zambrano Grijalva, quien acordó la fecha a fin de abordar tres puntos esenciales”, dijo.

Aseguró que será por medio de una comisión de 20 líderes de diferentes estados de la República, los que arribarán a la Ciudad de México, entre ellos Oaxaca, Tabasco, Baja California Sur, Veracruz, San Luis Potosí, Chiapas y Michoacán. Indicó que en dado caso de que el encuentro con el dirigente nacional no sea positivo para el movimiento indígena, entonces “desconoceremos por completo a Zambrano porque su actitud sería totalmente entreguista”, dijo.

Marcos Prado, uno de los 50 ex asesores del subcomandante Marcos, señaló que los tres puntos fueron formulados por la preocupación y desesperación del grupo indígena, no sólo del estado sino del país, ya que a su juicio continúan siendo olvidados e ignorados por las cúpulas partidistas, quienes con acuerdos y firmas pretenden engañar a la ciudadanía, por lo tanto, dijo, el primer punto consiste en que las tres principales fuerzas políticas en el Pacto por México incluyan a los más de 64 pueblos indígenas que sobreviven en 23 estados del país, con una población de quince millones 600 mil personas.

El segundo rubro que describió Marcos Prado fue en torno a que los grupos indígenas formen parte de dependencias estatales, ya que reiteró que continúan sin existir espacios para profesionistas purépechas o inclusive náhuatl, “le aseguro que somos más eficientes que la mayoría de los trabajadores que están en las secretarías, pero ni siquiera nos dan la oportunidad porque para ellos somos inferiores, por ello, queremos cuestionarlo y que nos explique cuáles son los criterios en los que se basa el gobierno para que nos ignore”, manifestó.

En cuanto al último punto dijo que se refiere al presupuesto, el cual del Producto Interno Bruto (PIB) que es, según palabras de Marcos Prado, de cuatro billones de pesos de los cuales a los pueblos indígenas que representan el 16 por ciento de la población únicamente se les destina el diez por ciento, es decir, 75 mil millones de pesos.

El líder del Movimiento Nacional Indígena aclaró que el hecho de que diferentes líderes sostengan una reunión el 19 de septiembre a las 13:00 horas con el perredista no quiere decir que avalarán los errores que ha tenido el instituto político en los últimos años, sino que también le harán un reclamo enérgico por el abandono y la falta de interés del sol azteca con los indígenas.