El
movimiento indígena de Ecuador inició movilizaciones el martes en el
norte y sur del país, para promover una consulta popular sobre la
decisión del gobierno de extraer crudo en la reserva amazónica del
Yasuní, tras fracasar un plan para evitar su explotación.
"Frente a
estas políticas extractivistas lo menos que podemos hacer es accionar la
resistencia", dijo a la AFP Carlos Pérez, líder de la organización
indígena Ecuarunari.
Convocadas por las principales agrupaciones indígenas del país, la Unión General de Trabajadores (UGT) y organizaciones ecologistas, las marchas recorrían las calles de Cuenca, en el sur del país, y según sus organizadores se extenderán a Quito en horas de la tarde.
En la capital ecuatoriana está prevista una movilización después de las 16H00 locales (23H00 GMT).
"No estamos haciendo nada que vaya contra la ley, ni buscamos desestabilizar al gobierno sino al modelo extractivista", destacó el dirigente indígena.
Pérez descartó que las marchas vayan a provocar el cierre de vías, mientras la Policía indicó a la AFP que aún no tiene una cifra de los manifestantes ni reportes de disturbios.
Previo al inicio de las movilizaciones, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, se refirió a ellas durante la inauguración de una sede judicial en Guayaquil (suroeste), en donde calificó de "izquierda boba" a los manifestantes.
"Esa izquierda boba piensa que el enemigo somos nosotros. Hoy anunciaron una gran marcha haciendo una apología de la resistencia, cuando la sociedad moderna es la que no le teme al cambio", afirmó el mandatario en su discurso.
En Cuenca, la tercera ciudad de Ecuador, cientos de indígenas recorrían las calles con una extensa bandera multicolor al grito de "Correa, el pueblo está primero", según videos difundidos en las redes sociales.
El sector indígena y grupos ambientalistas se oponen a la explotación petrolera en el Yasuní, una reserva mundial de la biósfera ubicada en el este de la Amazonía, anunciada el gobierno el 15 de agosto pasado tras el fracaso de una iniciativa que buscaba mantener el petróleo bajo tierra a cambio de una compensación internacional de 3.600 millones de dólares.
En el área hay un estimado de 920 millones de barriles de crudo, lo que equivale al 20% de las reservas del socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según Correa.
Indígenas y ambientalistas iniciaron el viernes el proceso legal para convocar a una consulta popular sobre el tema, mientras el Congreso, de mayoría oficialista, recibió el pedido del gobierno para declarar "de interés nacional" la explotación petrolera en el Yasuní.
El Parlamento no ha fijado una fecha para analizar el pedido con el que se daría paso a la explotación.
Por su parte, Correa se ha mostrado seguro de una eventual victoria en las urnas y retó a sus opositores a recoger las 600.000 firmas necesarias para el proceso.
"Si quieren una consulta, de acuerdo, vamos a la consulta. Pero no sean vagos, recojan las firmas si tienen tanto apoyo. Estamos seguros que el pueblo ecuatoriano confiará en nuestra palabra y venceremos nuevamente", afirmó.
Convocadas por las principales agrupaciones indígenas del país, la Unión General de Trabajadores (UGT) y organizaciones ecologistas, las marchas recorrían las calles de Cuenca, en el sur del país, y según sus organizadores se extenderán a Quito en horas de la tarde.
En la capital ecuatoriana está prevista una movilización después de las 16H00 locales (23H00 GMT).
"No estamos haciendo nada que vaya contra la ley, ni buscamos desestabilizar al gobierno sino al modelo extractivista", destacó el dirigente indígena.
Pérez descartó que las marchas vayan a provocar el cierre de vías, mientras la Policía indicó a la AFP que aún no tiene una cifra de los manifestantes ni reportes de disturbios.
Previo al inicio de las movilizaciones, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, se refirió a ellas durante la inauguración de una sede judicial en Guayaquil (suroeste), en donde calificó de "izquierda boba" a los manifestantes.
"Esa izquierda boba piensa que el enemigo somos nosotros. Hoy anunciaron una gran marcha haciendo una apología de la resistencia, cuando la sociedad moderna es la que no le teme al cambio", afirmó el mandatario en su discurso.
En Cuenca, la tercera ciudad de Ecuador, cientos de indígenas recorrían las calles con una extensa bandera multicolor al grito de "Correa, el pueblo está primero", según videos difundidos en las redes sociales.
El sector indígena y grupos ambientalistas se oponen a la explotación petrolera en el Yasuní, una reserva mundial de la biósfera ubicada en el este de la Amazonía, anunciada el gobierno el 15 de agosto pasado tras el fracaso de una iniciativa que buscaba mantener el petróleo bajo tierra a cambio de una compensación internacional de 3.600 millones de dólares.
En el área hay un estimado de 920 millones de barriles de crudo, lo que equivale al 20% de las reservas del socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según Correa.
Indígenas y ambientalistas iniciaron el viernes el proceso legal para convocar a una consulta popular sobre el tema, mientras el Congreso, de mayoría oficialista, recibió el pedido del gobierno para declarar "de interés nacional" la explotación petrolera en el Yasuní.
El Parlamento no ha fijado una fecha para analizar el pedido con el que se daría paso a la explotación.
Por su parte, Correa se ha mostrado seguro de una eventual victoria en las urnas y retó a sus opositores a recoger las 600.000 firmas necesarias para el proceso.
"Si quieren una consulta, de acuerdo, vamos a la consulta. Pero no sean vagos, recojan las firmas si tienen tanto apoyo. Estamos seguros que el pueblo ecuatoriano confiará en nuestra palabra y venceremos nuevamente", afirmó.