viernes, 19 de diciembre de 2014

Nodal: Diez opiniones sobre el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EEUU


CUBA
Nodal recopila diez artículos de opinión y editoriales de diarios de la región, para pensar desde múltiples miradas los alcances de la histórica decisión de Cuba y EEUU de recomponer el vínculo tras más de cincuenta años de distanciamiento.

(Leer aplicando Aquí)

Ecuador: Los niñosafros aprenden el idioma chachi

Los niños de la Unidad Educativa José Espíritu Santo Cimarrón Añapa aprenden a hablar y escribir el idioma chapalá. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO.

Marcel Bonilla. Redactor 
Contenido Intercultural 

 Los estudiantes afroesmeraldeños aprenden el chapalá (o chapalachi), el idioma de la nacionalidad Chachi, asentada en el norte de la ‘Provincia Verde’. La Unidad Educativa José Espíritu Santo Cimarrón Añapa, de la ciudad de Esmeraldas enseña esta lengua a sus estudiantes del primero al décimo año de Educación Básica, como parte del proceso de interculturalidad de ambos pueblos. El 80% (240) de los estudiantes son afroesmeraldeños; el resto (110 alumnos) pertenece al pueblo chachi. La escuela está ubicada en el sector La Cananga, en la vía que conecta con el cantón Atacames, en el sur de la urbe.

Los jóvenes chachis también aprenden más sobre su lengua materna. Ellos saben hablar su idioma, pero no escribirlo, como Danny Díaz, quien estudia el chapalá desde el abecedario. En esa escuela también se preparan Malena Guerrero y Roxana Girón, de 14 años. Ellas aprovechan las horas ocio para practicar el chapalachi. Lo hacen con la ayuda de Jenny Rivera, maestra de la comunidad chachi, San Salvador, del cantón Muisne. La escuela fue creada hace 12 años para educar a los hijos de los funcionarios chachis que trabajan en la Dirección Intercultural Bilingüe y también para los familiares de los migrantes chachis que llegaron a Esmeraldas para estudiar.

La población afro, que habita en el sur de la ciudad, aumentó la demanda en esa escuela, que no tiene local propio y los jóvenes ocupan las aulas del Colegio Carlos Concha. El director de la escuela, Héctor Tapuyo, dice que el principal objetivo es promocionar la identidad cultural con la participación del pueblo afro. El plan académico comprende 10 horas de semanales de clases de chapalá para afros y chachis; ocho de los 12 maestros son chachis. Pedro Cetre es un niño afro de ocho años. Conoce las vocales, colores, días de la semana, el abecedario, nombre de animales, sabe saludar y entablar una conversación en el idioma chachi, aunque aún no lo habla fluidamente. Cetre tiene libros y diccionarios en Chachi. En su barrio, La Cananga, enseña a sus amigos a saludar en esa nueva lengua.

La profesora Florinda Chapiro enseña dos horas diarias de chapalá. “Aprenden el idioma más rápido que el inglés”. En las comunidades chachis, ubicadas en el río Cayapas, en el norte de la provincia, 200 niños afros aprenden el chapalá en los centros interculturales bilingües de Zapallo Grande, Loma Linda, Pichiyacu Grande y San Miguel. Por ejemplo, los tres hijos de Cipriano Ayoví son parte de los 385 estudiantes chachis de la escuela Betania, de Pichiyacu Grande, una comunidad chachi; allí estudian 100 afros. Por ser la más grande llegan niños de las comunidades afros como San Francisco de Ónzole, San Antonio, El Edén y Pichiyacu Negro.

Ayoví opina que en la enseñanza impartida por profesores de esa nacionalidad no hay discriminación. Julio, hijo de Cipriano, cuenta que su relación con los niños chachis en buena. Juntos siembran la tierra y participan en los juegos escolares. En esa comunidad hay 18 niños que hablan perfectamente ese idioma, señala el exdirector de la Dirección Intercultural Bilingüe, Luis Añapa. Los niños reciben las materias de etnomatemática, etnociencias sociales y etnociencias naturales, las cuales son impartidas en chapalá y las pruebas o exámenes también se toman en ese idioma.

Ecuador: En los pueblos montubio, indígena y afro tampoco se denuncia el maltrato contra las mujeres

María solicitó ayuda a la Fundación Nosotras con Equidad tras sufrir el maltrato de su esposo, durante un año. Foto: EL COMERCIO
María solicitó ayuda a la Fundación Nosotras con Equidad tras sufrir el maltrato de su esposo, durante un año. Foto: EL COMERCIO

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/actualidad/pueblos-montubio-indigena-afro-denuncia.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
María solicitó ayuda a la Fundación Nosotras con Equidad tras sufrir el maltrato de su esposo, durante un año. Foto: EL COMERCIO

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/actualidad/pueblos-montubio-indigena-afro-denuncia.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
María solicitó ayuda a la Fundación Nosotras con Equidad tras sufrir el maltrato de su esposo, durante un año. Foto: EL COMERCIO

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/actualidad/pueblos-montubio-indigena-afro-denuncia.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
María solicitó ayuda a la Fundación Nosotras con Equidad tras sufrir el maltrato de su esposo, durante un año. Foto: EL COMERCIO

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/actualidad/pueblos-montubio-indigena-afro-denuncia.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com


Castigos, insultos, agresiones y maltrato psicológico son los casos de violencia que soportan las mujeres de los pueblos montubio, indígena y afro. Sus casos no se alejan de los que se presentan en zonas urbanas, pero hay particularidades. En Riobamba (Chimborazo),la Fundación Nosotras con Equidad recibe las denuncias de mujeres golpeadas, como María, quien llegó a las oficinas llorando y con moretones en su rostro.Su esposo Víctor la golpeó y la amenazó con matarla si se atrevía a denunciarlo. Viven en una comunidad, en el páramo de Guamote.

Nancy Taipe, abogada de la Fundación, explica que el machismo y la violencia en los indígenas es común. Solo 15 casos de los 45 que se procesan cada semana son denunciados por mujeres indígenas y de esos solo dos concluyen el proceso. Para erradicar la violencia, la semana pasada se hizo una capacitación sobre el Código Penal en una comuna. Las mujeres se sonrojaron y se ocultaron bajo la chalina mientras los hombres las miraban fijamente. “En su cultura está muy arraigado de que el rol de la mujer es atender la casa, cuidar huertos y animales. Es muy difícil ingresar a las comunidades para hablar de violencia porque las mujeres son sumisas y los hombres las dominan”.

Narcisa, otra denunciante, también fue víctima. Cuando falleció su esposo, sus suegros y su cuñado se hicieron cargo de ella. “Me golpean, me insultan, sentí que me moría cuando me hicieron tragar tierra”, relata la mujer de 27 años. No es la única que ha sido golpeada en su comunidad Santa Rosa, en Licto. Muchas de sus amigas son golpeadas cuando no cumplen a tiempo con las tareas del hogar, pero solo ella se animó a denunciar. “Estamos luchando contra la violencia, pero es una tarea difícil, porque cuando una mujer incumple su rol, su marido la golpea. Cuatro compañeras que intentaban formarse como líderes fallecieron en el 2009 en Guamote”, dice Delia Caguana, presidenta del Movimiento Indígena de Chimborazo.

En el pueblo afro, la realidad es parecida. Según el Foro Permanente de la Mujer y la Familia de Esmeraldas, los problemas de agresión de hombres a mujeres o viceversa, en la mayoría de los casos ocurren en estado etílico. Las agresiones tienen su origen (80%) en el consumo de alcohol y se dan cuando las esposas reclaman por los gastos para la compra de licor. Meury Vera, representante del Foro, señala que ocho de cada 10 mujeres son agredidas física y verbalmente por sus convivientes bajo los efectos del alcohol.

Para Luther Montaño, especialista en drogodependencia, esa tendencia guarda relación con la información del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censo. Según la ingesta de licor, por autoidentificación, los afroecuatorianos ocupan el segundo lugar con el 9,7%, después del pueblo montubio con el 10,8%. Desde la Unidad de Género de Esmeraldas, integrada por 20 instituciones de la provincia, se promueve la campaña Antes de pegar hay que hablar. “El objetivo es bajar el índice de violencia contra la mujer”, explica Lucetty Coronel, responsable de la campaña.

En Manabí, la violencia es física, sexual y sicológica, asegura Isabel Palma, activista de los derechos de la mujer. “El hecho de que la mujer sea en muchos casos relegada a las tareas domésticas ya es un una característica de violencia; ellas tienen que cuidar a los hijos y estar al pendiente de los requerimientos de sus esposos”.  En lo físico, la mujer especialmente aquella que vive en la zona rural tiene doble responsabilidad: ver lo doméstico y ayudar en las tareas agrícolas. Según Palma, la violencia física no muchas veces viene acompañada de golpes o puntapiés, basta que no se considere el múltiple trabajo de ella.

La actriz y activista cultural Gloria Leiton, asegura que no solo hay violencia sobre la mujer montubia, la mujer chola, compañera del pescador también está sometida a maltrato físico y sicológico. Para Leiton, la amenaza es notoria cuando los hombres se van de pesca y les gritan con frases intimidantes relacionadas con la infidelidad, mientras ellos están ausentes. “Cuidado miras a otro, cuando regrese si me entero de algo ya vas a ver”. Esas frases son recurrentes y es violencia, comenta la activista.