viernes, 4 de junio de 2010

Naoto Kan elegido primer ministro de un Japón en plena crisis de confianza



TOKIO, Japón — Naoto Kan, hasta ahora viceprimer ministro y ministro de Finanzas, fue elegido este viernes primer ministro de Japón, con la dura misión de restablecer la confianza tras el fracasado mandato de su predecesor, Yukio Hatoyama.

Kan, de 63 años, un ex militante de izquierdas convertido en partidario del rigor presupuestario, obtuvo 436 votos a favor de un total de 714 en las dos Cámaras del Parlamento japonés.

"La prioridad ahora es revitalizar el país y tener un partido cuyos miembros puedan levantarse todos juntos y proclamar con confianza 'Podemos hacerlo'", declaró Kan ante los representantes del Partido Demócrata de Japón (PDJ), en el poder desde agosto de 2009.

"En los últimos 20 años, la economía japonesa ha permanecido en punto muerto", agregó. "El crecimiento paró. Los jóvenes no encuentran trabajo. No es un fenómeno natural. Es culpa de las políticas erróneas".

"Creo que podemos obtener una economía fuerte, unas finanzas fuertes y una protección social fuerte, todo al mismo tiempo", agregó, prometiendo reducir la astronómica deuda pública japonesa que alcanza cerca del 200% del PIB.

Como titular de Finanzas, Kan adoptó posiciones realistas ante la situación económica, pronunciándose públicamente a favor de una subida de la tasa al consumo y de poner un tope al endeudamiento de la segunda economía mundial.

La tarea del nuevo primer ministro no será sin embargo fácil tras el fracaso del primer Gobierno de la ex oposición de centro-izquierda, alzada al poder por una inmensa mayoría de japoneses hastiados de medio siglo de Gobiernos conservadores.

"Lamentamos profundamente no haber logrado cumplir las promesas que hicimos al pueblo", declaró el ex primer ministro Yukio Hatoyama en el momento de su dimisión, al cabo de nueve meses de mandato durante los cuales su popularidad pasó de más de un 70% al 20%.

Habían prometido sobre todo retirar una base aérea estadounidense de la isla de Okinawa (sur), pero Washington insistió en que Tokio respetase un acuerdo sobre su mantenimiento firmado en 2006 entre los dos aliados.

Entre los principales desafíos a los que deberá enfrentarse el nuevo primer ministro están el de atajar una deflación que fragiliza la reactivación económica, luchar contra una alza del yen que perjudica a las empresas japonesas exportadoras, encontrar el modo de financiar las generosas promesas de subsidios hechas por el PDJ y proponer rápidamente una estrategia de crecimiento económico a medio y largo plazo creíble para los medios empresariales.

La Bolsa de Tokio permaneció impasible este viernes ante el nombramiento de Kan, pese a que los inversores aprecian sus posiciones a favor de un yen débil, y cerró prácticamente en equilibrio (-0,13%) a la espera de conocer las intenciones económicas precisas del nuevo Gobierno, según los analistas.

En el plano diplomático, Kan ya hizo hincapié en la importancia de reforzar los lazos con Estados Unidos, en particular frente a la amenaza que representa para Japón el régimen totalitario de Corea del Norte, dotado de armas nucleares.


Perú: Un año de la masacre de Bagua


Raúl Zibechi

El movimiento indígena peruano se apresta a recordar el primer aniversario de la masacre de Bagua con movilizaciones y jornadas de lucha en todo el país. El reciente retorno de Alberto Pizango, principal dirigente de la Asociacióón Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), que agrupa a mil 300 comunidades, fortalece el protagonismo de los pueblos amazónicos en la vida política peruana. Pizango retornó de su exilio de un año en Nicaragua, fue detenido y llevado a la justicia, que lo dejó en libertad restringida.


El 5 de junio de 2009, luego de casi dos meses de intensa movilización en la Amazonia para conseguir la derogación de los decretos legislativos que permitían una abusiva explotación de los bienes comunes sin consulta ni consentimiento de los pueblos originarios, una feroz represión por aire y tierra se saldó con 34 muertos oficiales, 10 indígenas y 24 policías, cuando las tropas pretendieron desalojar a los miles que bloqueaban carreteras. La brutal represión en la Curva del Diablo habría provocado muchos más muertos en filas indias que los reconocidos oficialmente, según denuncia de las organizaciones amazónicas.

Luego de la represión y la persecución de sus dirigentes, los pueblos de la Amazonia consiguieron una resonante victoria al derogar el gobierno de Alan García los decretos más polémicos. Más aún, el 19 de mayo el Parlamento aprobó la Ley Marco de Consulta Previa que estipula que los emprendimientos mineros deberán pasar por una fase de consulta con los pueblos. Aunque no recoge todas sus demandas, se considera un nuevo triunfo de los pueblos amazónicos.

Los conflictos sociales en defensa del ambiente vienen escalando en Perú. La Defensoría del Pueblo estableció que en los seis primeros meses de 2009 hubo 273 conflictos sociales, siendo 47 por ciento relacionados con temas socioambientales, de los cuales 71 por ciento son conflictos relacionados con la actividad minera. Respecto del año anterior, los conflictos se duplicaron, lo que revela que las comunidades están cada vez menos dispuestas a tolerar la actividad de la minería transnacional que contamina fuentes de agua y provoca daños a la salud de la población. Desde que se instaló el régimen de Alberto Fujimori en 1990, los sucesivos gobiernos apostaron a la expansión de la explotacióón minera como eje del crecimiento económico. Alan García pretende parcelar 63 millones de hectáreas de la selva en propiedades de cinco a 20 mil hectáreas, para fomentar la inversión.

El levantamiento amazónico puso en cuestión el Estado-nación peruano. Muchos analistas hablan de una crisis irreversible del modelo estatal heredado de la Colonia. Es una crisis que no es coyuntural sino estructural, con lo cual estaríamos llegando a una etapa de cambio de era, escribió el historiador Manuel Burga poco después de la masacre de Bagua (La República, 28 de junio de 2009). En su opinión, se está llegando a una situación inédita por la cual un nuevo modelo de nación va a exigir un nuevo modelo económico.

Nuevos movimientos que provienen de la periferia, que exigen autonomía y reclaman ya no sólo respeto a los individuos, sino respeto a las colectividades. En suma, se está ante un viraje de larga duración en la historia de las luchas sociales del país, ya que hasta ahora el protagonismo siempre lo tuvieron las organizaciones campesinas quechuas de la sierra, y antes los sindicatos obreros.

Rodrigo Montoya, antropólogo muy cercano a los movimientos indios, sostiene que se trata de la segunda gran rebelión amazónica. La primera la protagonizó Juan Santos Atahualpa en 1742, en la selva central. Resistió a los ejércitos coloniales y nunca fue derrotado. La segunda es ahora. Han cuajado un liderazgo suficientemente capaz como para presentar una alternativa que no es sólo para los pueblos indígenas, sino para la sociedad peruana en su conjunto. Añade que se trata de un movimiento plural y diverso que, al igual que el chiapaneco, está ofreciéndole al mundo un horizonte, una ilusión, una perspectiva, otros valores, ideas y sueños, dijo en el debate Territorio, movimiento indígena y buen vivir.

Alberto Pizango es un emergente de esa nueva generación de dirigentes. Tiene poco más de 40 años, es profesor y trabaja como maestro bilingüe en las comunidades nativas. Forma parte del enorme contingente de maestros bilingües, buenos conocedores de las dos culturas ya que se han graduado en las ciudades. Un caso similar es el de Mario Palacios, presidente de Conacami (Confederacióón Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería), la organizacióón que agrupa a cientos de comunidades que vienen resistiendo a las multinacionales en todo el país. En su opinión, las nuevas organizaciones postulan “una nueva forma de democracia, que es comunitaria y se expresa en el concepto del ‘mandar obedeciendo’”.

El veterano luchador por la reforma agraria y ex guerrillero Hugo Blanco sostiene que la rebeldía de los pueblos amazónicos representa la irrupción de un nuevo sujeto, los menos domesticados por la modernidad, que están llamados a cambiarle la cara al país y, muy en particular, a los sectores que resisten y se organizan en movimientos antisistémicos.

El gobierno de Alan García está acosado por varias denuncias de corrupción y se muestra cada vez más alineado con las grandes empresas. Pese a su escasa popularidad, tejió una alianza con Keiko Fujimori, la hija del dictador sentenciado y en prisión, que le garantiza las mayorías parlamentarias necesarias para gobernar a cambio de un muy favorable régimen carcelario para su padre. El frente social está agitado. Para mediados de junio se anuncian paros de 24 horas en el combativo Sur (Arequipa, Cuzco, Puno, Moquegua, Taca, Apurímac y Madre de Dios) para impedir la exportación del gas de Camisea y la construcción de la hidroeléctrica de Inambari, que inundará decenas de comunidades. La región andino-amazónica está siendo sacudida por levantamientos indígenas en defensa de los bienes comunes.




El Gobierno de Japón dimite para facilitar la formación de otro gabinete


El Gobierno japonés ha anunciado viernes su dimisión en masa después de que hace dos días su primer ministro, Yukio Hatoyama, hiciera lo propio lastrado por sus bajísimos niveles de aprobación, informa Xinhua. Esta maniobra busca, según la mayor parte de los analistas, allanar el camino a la formación de un nuevo gabinete, que se producirá la semana que viene.

A lo largo de hoy viernes miembros del gobernante Partido Democrático de Japón (PDJ) celebrarán una votación en que se elegirá al próximo primer ministro del país, para el que suena con fuerza el nombre del actual titular de Economía nipón, Naoto Kan.

Kan, de 63 años, y al que se le considera un conservador en lo económico y se le atribuye cierto carácter inconformista con respecto al 'establishment' japonés, podría comenzar la formación de un nuevo gabinete a partir de la semana que viene, informa Reuters.

"Quiero que estas elecciones (en referencia a la votación interna del PDJ) supongan un nuevo comienzo que sirva de punto de partida para la creación de un Japón más vigoroso. Me gustaría asumir este liderazgo", afirmó Kan en declaraciones previas a la reunión del partido, pronunciadas ante una masa enfervorizada de seguidores que le aplaudían y animaban con consignas como "¡luchar, luchar luchar!".

Hatoyama dimitió ocho meses después de acceder al cargo lastrado por unos bajísimos niveles de aprobación como consecuencia de su gestión de problemas como el polémico traslado de la base militar estadounidense en la isla de Okinawa o el mantenimiento durante meses en su cargo de un alto dirigente de su partido, que dimitió también el pasado miércoles, sobre el que pesaban graves cargos de corrupción.

Numerosos analistas, además, han interpretado la dimisión de Hatoyama como una estrategia para que el PDJ remonte en las encuestas de cara a las elecciones legislativas de este verano a la Cámara Alta, que se intuyen cruciales para garantizar la gobernabilidad del país.