El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma,
aseguró hoy que en sus primeros veinte años de democracia, el país
austral se ha convertido en "un lugar mucho mejor en el que vivir".
Sudáfrica festeja hoy su "Día de la Libertad", que celebra sus
primeras elecciones multirraciales, que convirtieron a Mandela, líder
del Congreso Nacional Africano (CNA), en el primer presidente negro del
país.
En un acto de Estado celebrado en la sede del Gobierno en Pretoria,
Zuma llamó a sus conciudadanos a votar en las elecciones generales del
próximo día 7 para "consolidar la democracia y todos los logros" de esta
joven nación.
"Trabajando juntos en los últimos veinte años y en los últimos cinco
años -los correspondientes al mandato de Zuma- hemos hecho de Sudáfrica
un lugar mucho mejor en el que vivir", subrayó.
Zuma elogió el buen trabajo de los sudafricanos en la defensa de los
derechos humanos, la mejora a la atención de sus necesidades básicas, el
crecimiento de la economía, la lucha contra el crimen y la corrupción e
incluso en la construcción de una "mejor África y un mundo mejor".
"Nos hemos acercado a nuestro preciado sueño de una Sudáfrica unida, no racial, no sexista, democrática y próspera", aseveró.
El también presidente del CNA, que tuvo en Mandela a su líder más
emblemático, subrayó el éxito de Sudáfrica en el proceso de "curarse las
heridas" de un pasado "brutal".
"Paso a paso, estamos construyendo la Sudáfica por la que pelearon
nuestros luchadores por la libertad", entre ellos el exlíder de la lucha
contra el "apartheid", fallecido el pasado 5 de diciembre.
Zuma
reconoció, sin embargo, que a Sudáfrica todavía le queda "camino por
andar" en la erradicación de la pobreza, la desigualdad y el desempleo.
El país se enfrenta a problemas acuciantes como el desempleo o la
falta de cobertura social, que el presidente sudafricano propuso
afrontar mediante "un plan" con el horizonte 2030.
"En la próxima década de libertad tenemos que avanzar en la
transformación económica", emplazó Zuma, quien abundó en sus planes de
establecer un sistema de protección social que incluya subsidios por
desempleos, pensiones y ayudas por discapacidad.
Otro de los desafíos de esta joven democracia será el de recuperar la
confianza de los ciudadanos en la clase política, debilitada por
escándalos como el protagonizado por el propio Zuma, quien gastó más de
15 millones de euros de dinero público en la reforma de su residencia
privada.
"Salgamos en millones para celebrar nuestra libertad y democracia,
tan duramente logradas. Votemos para consolidar la democracia y todos
los logros de nuestra joven nación", arengó.
Como aquel 27 de abril de 1994, en que los sudafricanos no blancos
pudieron votar por primera vez, Zuma llamó a sus compatriotas a
participar en unos comicios "pacíficos, libres y justos".
El CNA se sumó a las celebraciones del vigésimo aniversario de la democracia sudafricana.
"Celebramos los logros de estos 20 años de gobierno democrático",
dijo el portavoz de la formación gubernamental, Jackson Mthembu, en un
comunicado.
Zuma, abucheado en algunos de sus últimos actos, fue recibido hoy con
júbilo y entre aplausos en los Union Buildings, la sede del Gobierno
sudafricano en Pretoria.
La efeméride festejará la democracia sudafricana con conciertos, servicios religiosos y todo tipo de eventos.