La seguridad en Asia Central, amenazada por los movimientos extremistas suníes y el narcotráfico, reúne en Teherán a los presidentes de Irán, Pakistán y Afganistán en una cumbre de coordinación regional.
El mandatario iraní, Mahmud Ahmadineyad, y sus colegas pakistaní, Ali Asif Zardari, y afgano, Hamid Karzai, estudian asimismo las vías para aumentar la cooperación económica, que entienden como la mejor vía para evitar la inestabilidad.
Sobre la mesa también se discute sobre la presencia de fuerzas extranjeras en la zona, y en especial de Estados Unidos, a la que el régimen de Teherán se opone.
La cumbre se debía haber celebrado el pasado martes, pero fue pospuesta hasta hoy a requerimiento de Zardari por el enfrentamiento entre el Ejército pakistaní y los extremistas islámicos en el conflictivo valle del Swat.
Zardari llegó anoche a Teherán con un apretado programa, que incluye una reunión bilateral con Ahmadineyad y una audiencia con el líder supremo de la Revolución iraní, gran ayatolá Ali Jameneí.
Además de las cuestiones políticas, el mandatario pakistaní abordará con su colega iraní la construcción del gasoducto que llevará gas de Irán a Pakistán y la India.
Delegados de Teherán e Islamabad iniciaron el viernes las negociaciones para la firma final del acuerdo, que podría estar en marcha en un plazo de cinco años.
Aunque el proyecto arrancó en 2007 con los tres países, el pasado septiembre La India prefirió retirarse y negociar de manera bilateral con Pakistán los aranceles y los impuestos de tránsito del gas.
También está previsto que Irán transmita a Afganistán su preocupación por las informaciones que apuntan a que el ex embajador de EEUU Zalmay Khalilzad, de origen afgano, pueda acceder a un puesto de responsabilizad en el Gobierno de Karzai.
El diario norteamericano "The New York Times" publicó esta semana que el ex representante diplomático de Washington en Afganistán, en Irak y ante la ONU podría convertirse en la mano derecha de Karzai.
La preocupación de Teherán ya fue transmitida el pasado viernes al mandatario afgano por el embajador iraní en Kabul, Husein Fada Maleki.
Irán repite que el principal problema de Afganistán es la presencia de tropas extranjeras y aboga por una solución regional a los problemas de narcotráfico y extremismo islámico que sacuden el país.
Esta misma semana, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, volvió a reiterar que la inestabilidad que vive Afganistán "puede contagiar a toda la región" y que Irán entiende "como propia" la seguridad en ese país.Alí Jamenei culpa al Ejército de EEUU de los problemas de Asia Central
El líder supremo de la revolución iraní, ayatolá Ali Jameneí, insistió hoy en sus ataques a Estados Unidos, país al que definió como la raíz de los problemas que agitan Asia Central y Oriente Medio.
"La injerencia militar es la causa directa de los grandes problemas de la región. Estados Unidos, como factor que está detrás de ello, es detestado por todas las naciones de la región", afirmó Jameneí tras recibir en Teherán al presidente pakistaní, Asif Ali Zardari.
"Aquellos que han ayudado con su financiación a propagar el extremismo son los que ahora sufren sus consecuencias", agregó el ayatolá, en alusión a la política de Washington.
En este sentido, la máxima autoridad de Irán subrayó que solo la cooperación regional podrá solucionar los problemas que acucian a los países de la zona.
"Apoyamos los acuerdos tripartitos...el extremismo ha causado problemas a los países de la región pero también a otras naciones que no son del área", reiteró.
Los presidentes de Irán, Afganistán y Pakistán firmaron hoy un acuerdo de seguridad regional durante una cumbre celebrada en Teherán que el mandatario iraní, Mahmud Ahmadineyad, aprovechó para volver a exigir la salida de las tropas de EEUU de la región.
Al término de la misma formaron un documento conjunto para trabajar igualmente en favor de la cooperación económica y energética y la lucha contra el narcotráfico.