En el Perú, la gran mayoría, sobre todo, sus sectores populares más organizados y los más empobrecidos, votaron por Ollanta Humala con la firme esperanza de que este realizaría lo que él llamó "La Gran Transformación".
Y sin embargo, entre la primera y la segunda vuelta, Ollanta cambio de caballo, y cuando ganó las elecciones, dió un giro en redondo, y sin el más mínimo desparpajo, simplemente.... se paso al lado contrario. Hoy, gobierna la derecha y tienen el poder quienes perdieron las elecciones.
Los grupos/clases dominantes gobiernan mediante una formula lumpenezca presionando a Ollanta Humala mediante la zanahoria y el palo. Los gremios empresariales lo alaban y los neoliberales mediaticos lo tratan de imbecil, pero cuando apenas creen ver un atisbo de centro o peor, lo que ellos consideran de "izquierda" en el gobierno, inmediatamente todos lo amenazan con "quitarle su confianza".
En respuesta Ollanta, no ha hecho sino llevarles en bandeja de plata la cabeza de quienes votaron por el.
Si algo se ufanaban los neoliberales peruanos era de haber aplicado, en tiempos del fujimorismo, las "reformas" económicas necesarias para volver al "libre mercado", lo que suepuestamente explica el gran "crecimiento" del Perú, pero se dolían mucho de no haber podido avanzar más en la completa reestructuración del Estado y de la sociedad entera según su ideología.
Hoy, es el gobierno de Ollanta Humala quien viene implementando todas las "reformas" neoliberales con que soñaba la derecha peruana: la "Reforma Magisterial", la "Reforma del Estado", mediante la reaccionaria "Ley de Servicio Civil", la privatización de la salud mediante la "Reforma del Sistema Nacional de Salud", la eliminación de la autonomía y privatización de las universidades nacionales con la "Ley Universitaria", etc., !!incleible!!
Y no sólo intenta completar el modelo neoliberal de sociedad y no-estado nacional, sino que que lo hace reprimiendo en las calles a quienes votaron, precisamente, por él.
Así lo hizo en Conga, pero ahora, las luchas y movilizaciones de los trabajadores estatales, de los trabajadores de la educación, la huelga general indefinida de médicos, técnicos y enfermeras de la salud, etc., dan cuenta de la resistencia y de la oposición a las reformas neoliberales de Humala.
Todos estos sectores se movilizan y pelean a diario para evitar el despido masivo y que le sean recortados los pocos derechos que aún le quedaban.
Un punto crucial de la esa lucha se dió durante la celebración de las llamadas "Fiestas Patrias" realizando masivas y exitosas marchas en el centro de Lima los dias 27 y 28 de Julio. Sobre la marcha del 27 puede verse el siguiente video:
El día 28, Ollanta Humala dio el discurso tradicional de balance de su gestión ante el Congreso de la República. Y para él, ni las luchas, marchas, movilizaciones existian, sino el dar cuenta a la derecha neoliberal del cabal cumplimiento de su misión.
Para que pudiera hacer ese discurso, tuvieron que cerrar no los alrededores del palacio de gobierno ni del Congreso, sino toda la Lima histórica, y en cada calle, fueron apostados contigente policiales armados hasta los dientes. Y para que no faltase lo burlesco y ridiculo del día, solo fueron dejados ingresar a la LIma cuadrada, los "militantes" del partido de gobierno, para que avivaran a su presidente.
El futuro del país y los efectos y consecuencias que puedan tener las luchas contra el gobierno neoliberal de Humala, dependerá de la unidad del campo popular, en sus dos niveles: la unidad de las luchas del interior del país con las de la capital, y la unidad de las luchas de los heterogéneos sectores sociales populares, igualmente golpeados y agredidos por el gobierno.
La pelea recién comienza, pero todo mundo sabe y entiende que la cuestión se definirá en un plano eminentemente político, ya sea proyectándo el conflicto hacia el proceso electoral general del 2016, o bien, hacia una ruptura de masas, u nuevo orden constitucional y un nuevo orden estatal.
Por ahora, la mayoría de la oposición popular le esta dando vueltas a la idea de una Asamblea Constituyente que partiendo de restaurar la Constitución democrática de 1979, la reformule o plantee una nueva.
Y esto por que en realidad, no hay otra manera de defender y conservar los pocos derechos ciudadanos que aun quedan, en el contexto de una economía neoliberal y de un gobierno traidor y antinacional.