sábado, 29 de marzo de 2014

España/ Un nuevo movimiento feminista de Euskal Herria: Nuestro cuerpo, nuestra decisión

La manifestación del 5 de abril en Iruñea se está convirtiendo en una cita imprescindible para las defensoras y defensores de los derechos de las mujeres. El movimiento feminista de Euskal Herria toca a rebato. Ya han empezado las diversas movilizaciones por nuestros pueblos, de todo tipo: charlas, concentraciones, triki-poteo, juevintxo, flash-mob, pancartas por todos los sitios, carteles... en reivindicación permanente de la soberanía de nuestros cuerpos. 
  Discurren por las redes vídeos diversos, canciones, bailes, el cartel de la convocatoria y un manifiesto de apoyo que suscriben decenas de grupos, para apuntarse también a esta manifestación. Muchos, muchos autobuses se están organizando desde todos los puntos de Euskal Herria. Es obligado pensar que si estamos reivindicando la libertad para nosotras y nuestros cuerpos, esta mani va a ser gozosa, divertida, de disfrute, de mucha marcha y sobre todo muy contestataria y alternativa.

¿Qué está pasando, entonces, en nuestros pueblo que se produce una movilización tan contundente y feminista radical? 

Nosotras, desde la comisión por el derecho al aborto, y después de decenas de charlas de presentación y discusión de la campaña en contra de la repenalización de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, estamos haciendo algunos apuntes que caracterizan esta nueva irrupción del movimiento feminista en la palestra social.

Es obligado decir que miles de nuevas jóvenes feministas se están incorporando al movimiento feminista. Esto, de por sí, esta re-caracterizando al movimiento ya que representa una imagen más contestaria y radical, con una reivindicación muy directa y callejera, con un estilo de movilización muy abierto, suelto, desvergonzado, desprejuiciado, muy corporal,.... Se ve que hablan en primera persona, del singular y del plural. Se está re-construyendo un nosotras muy potente. Aparecen y reaparecen lazos de solidaridad y amalgama feminista. La reivindicación del cuerpo, de la soberanía del cuerpo, de la libertad de decidir en todo momento, en las cuestiones más vitales de la sexualidad y la procreación –también para no ser madre o serlo en solitario- están en el centro de la calle.

También se debe señalar que la vuelta y la involución a períodos oscuros de la dictadura franquista y del nacional-sindicalismo no es fácil de hacerla tragar a amplios sectores de mujeres que vivieron tiempos de liberación de sus cuerpos, como un sueño real y utópico, para terminar efectivamente siendo más libres. Emerger de la inquisición católica y franquista, para poder decidir, -aunque ya se sabe que con muchas limitaciones-, sobre dos cuestiones tan elementales como las relaciones sexuales y la procreación, es un paso demasiado importante como para que un ministro de dudoso origen y peor emparentamiento y adscripción ideológica nos lo suprima de un plumazo. Además pertenece a un Gobierno, de Madrid, y a un partido, el PP, que no por lejano y ajeno a nuestro pueblo, nos deja indiferentes, pues nos está imponiendo los mayores hachazos y limitaciones a los derechos sociales y democráticos.

La propuesta del PP se está encontrando también con una sociedad que no es la de los tiempos de la primera ley del aborto. Ideológicamente la derecha ultra-conservadora, que apadrina este proyecto, puede suponer en Euskal Herria menos de un 25%, si nos atenemos a los datos electorales, y ni siquiera todos sus votantes apoyan esta recesión ideológica. La cúpula religiosa de corte obispal y curil tiene poco predicamento entre nuestros jóvenes y mayores. ¿Será que no se olvidan de los constantes y permanentes abusos y violaciones sexuales “intra-muros”, impunemente silenciados y que han dado origen a tantos abortos –clandestinos, por supuesto- o maternidades impuestas?

Es sintomático ver en las tertulias cómo el trasnochado debate de “la vida desde la concepción porque es dios el que da la vida en ese momento”, ya ni siquiera enerva, simplemente aburre y cansa.

Frente a ello la reivindicación y la explicación se está tornando franca y directa: mi cuerpo es mío, yo decido. O en palabras de nuestra amiga Onintza Enbeita, probablemente susurradas por alguna de sus mayores, “en mi coño y en mi moño, mando yo”. Y para demostrar que esto es así, en cualquier lugar aparecen unas mozas destetándose y desafiando a los bienpensantes de la sociedad con su desnudez. Como diciendo y afirmando: “ya estamos hartas de que nos desnudéis, ahora nos desnudamos nosotras, porque queremos, porque lo decidimos”.

Por aquí corre la impresión de que un nuevo movimiento feminista está reapareciendo para juntarse con las resistentes de antaño, con las feministas luchadoras que no se han rendido a los oropeles institucionales del feminismo políticamente correcto. Se está produciendo el “momentico” de la fusión feminista. Y va a ser en las calles de Iruñea donde se va a poner en el centro de la protesta y la reivindicación el cuerpo libre y soberano de las mujeres. Hala bedi!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Venezuela: TELARAÑA FEMINISTA/Tejiendo feminismo


TINTA VIOLETA / ALEJANDRA LAPREA


La mejor defensa siempre es el ataque y, para los colectivos, ataque significa trabajar la conciencia desde las bases llevando debate, consignas y sueños. Es por esto que La Araña, a pesar del golpe suave, hemos optado por seguir con nuestro programa del marzo feminista y combativo, esta vez dedicado al legado de nuestro Eterno Comandante. Una serie de actividades en diferentes puntos del país que llamamos Tejiendo Feminismo Popular desde tu mirada, Comandante.

La primera actividad se dio en Vargas, liderada por la Organización de Mujeres Josefa Joaquina Sánchez, quienes empezaron la reflexión con canciones feministas, alzaron su voz contra la estandarización de la belleza con la parodia de un concurso de belleza y contaron con la conversa de Gioconda Mota sobre el legado feminista del Comandante y los retos que esto impone al movimiento.

Seguidamente, en la parroquia Coche se dio un intercambio entre Tinta Violeta y mujeres, cuyo trabajo comunitario son experiencias significativas en la creación de ambientes de paz dentro de sus comunidades, actividad importante por la capacidad multiplicadora de estas mujeres.

En Mérida, el Movimiento de Mujeres de Mérida, junto a las instituciones estatales responsables de las políticas de género, organizó un conversatorio donde se habló ampliamente del impacto positivo del pensamiento feminista del Comandante en la creación de una institucionalidad que se responsabilice, junto a las organizaciones feministas, de generar y aplicar políticas sensibles a la discriminación por género. Daniella Inojosa, de Tinta Violeta, puntualizó el deber de no postergar la agenda feminista, “ante los ataques fascistas nuestro deber es la profundización de la Revolución, es alzar más alto nuestras banderas”.

En Barcelona, el Movimiento de Mujeres Manuelita Sáenz se alió con el Instituto Autónomo Municipal de la Mujer y organizó en el paseo La Bombonera una charla que contó con la participación de Luzbelia Marín y Xiomara Martínez de MOMUMAS, Daniella Inojosa y Alejandra Laprea, de Tinta Violeta, Gioconda Mota, los colectivos Sorfanny Alfonzo “Comandanta Patricia, Frente de Mujeres Socialistas de Anzoátegui y mujeres de organizaciones comunitarias de Barcelona. La tarde transcurrió entre reflexiones del legado feminista del Comandante, acciones para materializar las ideas y el canto de consignas. La lucha feminista sigue, al igual que la Revolución.

La Araña Feminista teje la red de colectivos de mujeres socialistas de Venezuela. Este es un espacio reflexivo e informativo sobre nuestras luchas y conquistas. La unión de nuestras voces construye el socialismo feminista.

http://encuentrofeminista.weebly.com
webfeminista@gmail.com

Muere Antoinette Fouque, feminista, escritora, psicoanalista y periodista

Antoinette Fouque ha muerto en París hace dos días. Este es el año de la desaparición de grandes mujeres y hombres que lucharon bravamente por sacar a sus países de la miseria y la barbarie en que las guerras del siglo XX los habían sumido. Antoniette Fouque ha sido una de las más destacadas dirigentes del Movimiento Feminista francés. Psicoanalista, escritora, creadora y directora de la revista Des Femmes en Mouvement, de la librería Des Femmes, del colectivo feminista Psicoanalysis et Politique, lideró durante cincuenta años las luchas de las francesas, desde los años sesenta.

Antoinette Fouque. JOURNAL DES FEMMES

 Las demandas feministas del aborto, de la paridad, de la igualdad de salarios, de la participación de la mujer en los puestos de dirección, tuvieron en su revista y en sus libros la difusión que otras editoriales les negaba. Publicó decenas de títulos de autoras de muchos países: francesas, españolas, argelinas, vietnamitas, mientras a la vez, y como compromiso ineludible para quien entendía el feminismo como la lucha global contra las injusticias y explotaciones, era solidaria de todas las luchas de liberación: las del Tercer Mundo y las de España.

Fouque escribió un hermoso manifiesto contra la represión franquista que publicó en 'Le Monde' Antoinette Fouque fue la primera que inició la campaña a favor de los procesados por el atentado de la calle del Correo de Madrid. Des Femmes escribió un hermoso manifiesto contra la represión franquista que publicó en Le Monde, pagando la página entera. Organizó un comité de solidaridad en el que se incluyeron Sartre, Simone de Beauvoir, Ionescu y numerosos intelectuales más, que reclamó insistentemente nuestra libertad. Y a la vez tradujo y publicó en su editorial varios libros de los que estábamos en prisión.

Nunca terminó su tarea militante. Diputada en el Parlamento Europeo, llevó la voz y las demandas de las mujeres y de los emigrantes a una Europa egoísta, machista y racista. Y todo ello lo hizo durante más de medio siglo padeciendo una cada vez más grave limitación física.
Sufrió poliomielitis de niña y durante muchos años pudo moverse difícilmente con muletas, hasta que en la madurez un nuevo ataque la confinó en una silla de ruedas, que dirigía con un mando eléctrico, donde cada vez tenía menos movilidad.

Antoniette Fouque pertenecía a esa generación de gigantes que conocía bien el enemigo fascista y machista por haberlo sufrido directamente, en un siglo que forjó héroes y heroínas como ya no nacen.