QUITO (Reuters) - El movimiento indígena de Ecuador radicalizó el miércoles una protesta, que dejó un muerto y unos 40 heridos, contra medidas oficiales para controlar el agua, en medio de llamados del Gobierno para mantener la calma en el país y abrir un diálogo con los manifestantes.
Los indígenas rompieron un acuerdo con el presidente Rafael Correa, que enfrenta la primera protesta fuerte desde que asumió el cargo en enero 2007, para levantar una manifestación indefinida que comenzó desde el lunes, pero que ha sido retomada paulatinamente en las provincias amazónicas.
Cientos de indígenas bloquearon con palos, piedras y neumáticos las principales vías de acceso a la amazonia, donde se encuentra la infraestructura petrolera, en rechazo a un propuesta oficial para controlar sectores clave como el agua para riego y la minería.
Medios locales mostraban imágenes de indígenas amazónicos, con flechas y rostros pintados como señal de "guerra", obstaculizando las vías.
El presidente confirmó la muerte de un indígena del pueblo shuar y unos 40 policías heridos durante las violentas protestas en la provincia amazónica de Morona Santiago.
"Les esperamos como siempre con los brazos abiertos , pero por favor que nunca más sucedan estas cosas, matándonos entre ecuatorianos (...) Depongamos posiciones", dijo Correa, en un mensaje difundidas por las cadenas de radio y televisión.
El movimiento indígena cuestiona una propuesta oficial para regular el uso del agua de riego y para otras actividades clave como la minería, argumentando que privatiza el recurso vital.
El proyecto de ley está en trámite en la Asamblea Nacional para su aprobación.
OTROS SECTORES SE SUMAN
Durante la jornada Correa y sus ministros hicieron insistentes llamados para dialogar, pero la convocatoria no tuvo efecto entre los indígenas, que anunciaron que se movilizarían y tomarían carreteras a lo largo del país a partir de la noche del miércoles.
El mandatario, quien ha visto bajar sus niveles de popularidad según últimos sondeos, había calificado como "un fracaso" a la protesta de los indígenas y cuestionó a los dirigentes, a quienes calificó de "ponchos dorados" por anteponer intereses personales a los de las comunidades.
El Gobierno dispuso una custodia militar en la infraestructura petrolera, cuya producción ha sido paralizada en anteriores ocasiones por protestas de indígenas.
La estatal Petroecuador confirmó que las actividades petroleras se desarrollaban con normalidad, pese a la protesta.
El control de la manifestación está a cargo de la policía.
"Invitamos a los sectores sociales a juntarse y luchar para parar la prepotencia de un Gobierno que insulta y nos quiere desprestigiar", dijo el líder indígena, Humberto Cholango, en medio de decenas de indígenas eufóricos.
Las autoridades no descartaron declarar un estado de emergencia en la nación para controlar las protestas.
Otros sectores como los maestros, estudiantes y trabajadores también salieron a las calles para rechazar acciones del Gobierno para controlar la educación y restar conquistas laborales.
Los maestros convocaron para el jueves una marcha de las "cacerolas vacías" en todo el país.
El movimiento indígena participó en la última década en el derrocamiento de dos presidentes en el país, pero se ha dividido, lo que ha afectado su poder de convocatoria.
(Con colaboración de José Llangarí; editado por Hernán García)
