El partido gobernante de Singapur retuvo el poder como se esperaba, en la más reñida elección general desde su independencia, pero la oposición logró avances históricos y el primer ministro indicó que habría cambios en la estricta ciudad Estado.
Lee Hsien Loong dijo que había sido una elección que marcó un antes y un después, alterando a Singapur. El pequeño país del sudeste de Asia es una de las economías más ricas y de más rápido crecimiento en la región, pero está manchada por críticas a las restricciones políticas.
"Marca un cambio claro en nuestro paisaje político", dijo Lee, jefe del gobernante Partido Acción Popular (PAP), en una conferencia de prensa después de que los resultados fueron anunciados.
"Muchos (en Singapur) desean que el Gobierno adopte un estilo y postura diferente. Muchos desean ver más voces de oposición en el Parlamento para revisar al Gobierno del PAP", agregó.
Analistas recibieron de buena forma sus comentarios, pero dijeron que no esperan reformas dramáticas.
"Un cambio profundo no sería realista", dijo Garry Rodan, un profesor de la Murdoch University de Australia experto en política de Singapur.
"La pregunta real debería ser si esto presagia la posibilidad de cambio en el mediano a largo plazo. No significa que podamos responder afirmativamente, pero creo que podemos preguntarnos eso genuinamente ahora", agregó.
Eugene Tan, profesor asistente de Derecho en la Singapore Management University, dijo: "Tendrán una evolución, aunque algunas personas podrían querer ver una revolución".
Lee estuvo entre los ganadores, mientras funcionarios electorales anunciaban que el PAP había logrado 81 de los 87 escaños del Parlamento. Los seis escaños que ganó la oposición son el mayor número que ha conseguido en la historia.
El ministro de Relaciones Exteriores George Yeo estuvo entre los derrotados del PAP, ya que parte del equipo derrotado por el opositor Partido de los Trabajadores competía en un distrito de cinco representantes.
"Ustedes han hecho historia esta noche", dijo el jefe del Partido de los Trabajadores Low Thia Khiang a sus partidarios. "Este es un hito político en el Singapur moderno", agregó.
"Sus votos nos dicen que Singapur no es sólo un éxito económico, Singapur es nuestro hogar. Sus votos nos dicen que ustedes quieren que Singapur se desarrolle como una nación. Sus votos nos dicen que quieren un Gobierno más receptivo, inclusivo, transparente y responsable", afirmó.
Mientras hablaba, partidarios vestidos con los colores azules del partido gritaban "Olé, Olé", y se lanzaban confeti unos a otros, celebrando y aplaudiendo.
Aunque fue una gran victoria en términos de escaños, la porción de votos ganador por el PAP cayó a un 60 por ciento, su nivel más bajo desde la independencia.
Sin embargo, analistas destacaron que el PAP se mantiene firme en el control del país porque retuvo la mayoría de dos tercios que permite modificar la Constitución.
(Reporte adicional de Walter Sim y Harry Suhartono; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
