El caso que les voy a contar es indignante e intolerable para una persona decente.
Conocí a Félix Becerra cuando trabajaba en ERBOL, a cuyas
instalaciones llegó con su sombrero blanco de ala media y su poncho de
colores sobrios a rayas. Supe que era quechua por su vestimenta,
entonces nos pusimos a hablar y bromear en nuestra lengua madre.
Por aquel entonces, era el jilliri apu mallku del Consejo Nacional
de Markas y Allyus del Qullasuyu (Conamaq). Muy crítico a Evo Morales y
de acción: participó en la marcha en defensa del TIPNIS y exigió al
Gobierno no entrometerse en las organizaciones indígenas.
En una ocasión denunció a funcionarios del Ministerio de Gobierno
de haber querido corromperlo. "Me ofrecieron de todo. Me dijeron: ¿Qué
quieres para ti o para tu regional? Te vamos a dar, pero abandona la
marcha (del TIPNIS). ‘¿Quieres casa o auto? Mañana mismo te podemos
dar’”, narró.
Luego fue involucrado en el escándalo del Fondo Indígena. La
Fiscalía lo acusó de incumplimiento de contrato y enriquecimiento
ilícito en un proyecto para enseñar ruso en tres meses (junio, julio y
agosto de 2012) a 18 jóvenes indígenas que iban a ser becados a Rusia.
Becerra no sabía de ese proyecto, había sido formulado en 2009.
Llegó a Conamaq en enero de 2011 y se enteró del proyecto en abril de
2012, cuando el entonces director del Fondo Indígena, Daniel Zapata
Pérez, y la encargada de enseñar ruso, Elena Camargo, le urgieron dar
curso al proyecto bajo la advertencia de que el convenio con la Embajada
de Rusia estaba a punto de abortar.
Ante la insistencia, Becerra abrió, por ser representante legal de
los fondos, una cuenta bancaria, a la que transfirieron desde el Estado
56.000 bolivianos como primera cuota. Apenas recogió el dinero, se lo
entregó a Camargo.
Félix tiene pruebas documentales que demuestran su versión: 1)
Informe técnico financiero de Camargo sobre la ejecución y los gastos;
2) informe de los becarios; 3) informe de Zapata sobre el Convenio con
Rusia; y 4) recibo que firmó con Camargo el día que le entregó los
56.000 bolivianos.
Entre las pruebas testificales están las declaraciones de Julia
Ramos, que en ese momento era administradora del proyecto en su
condición de dirigente de "Las Bartolinas”; y de Roberto Coraite, que
era control social por ser dirigente de la CSUTCB.
Entonces, ¿cómo puede ser acusado de enriquecimiento ilícito si no
se quedó con un solo centavo? Es más, detectó irregularidades y evitó
el desembolso de los restantes 538.400 bolivianos, que habían sido
presupuestado para este curso.
Sin embargo, el 13 de noviembre de 2015 fue aprehendido y un juez ordenó su detención preventiva en San Pedro.
Félix, seguro de su inocencia, apeló y decidió quedarse en celdas
de la Corte de Justicia, pagando 200 bolivianos por día a la espera de
la audiencia de cesación. Pero ésta tardó más de 12 días en ser
programada y como ya no tenía dinero, fue enviado a la cárcel.
La mala suerte de Félix fue echada no por la corrupción, sino por
su posición honesta ante el gobierno del MAS. Por ello, hoy es un preso
político. Como prueba, unos datos más: La Audiencia de Cesación de
Detención Preventiva fue suspendida en cinco ocasiones.
La primera tenía que realizarse el 20 de noviembre de 2015, fue
suspendida por falta de documentos. La segunda debía ser el 27 del mismo
mes, no se realizó por falta de juez.
La tercera fue programada para el 2 de diciembre, no se llevó a
cabo porque un día antes su abogado César Montalvo Baldivieso constató
que en el juzgado no existía el acta de la primera audiencia.
La cuarta fue fijada para el 7 de diciembre; los custodios llevaron
a Félix al Juzgado Anticorrupción de El Alto y la Audiencia era en La
Paz. La quinta tenía que ser 14 de diciembre, se canceló porque la jueza
se enfermó.
Finalmente, la audiencia fue realizada el 29 de diciembre de 2015,
en ella se ratificó su detención en San Pedro; el juez no tomó en cuenta
como actividad laboral su trabajo de agricultor.
El 23 de marzo de 2016 se solicitó nueva audiencia; hasta hoy no se programa.
Si no te indignas por inocentes encarcelados, el siguiente puedes ser vos.
¡Libertad para el preso político Félix Becerra!
Andrés Gómez Vela es periodista.