sábado, 4 de junio de 2011

México, cada vez más violento: Instituto de la Economía y la Paz


LONDRES, 3 de junio (apro).- México volvió a sacar mala nota en una tabla internacional y quedó entre los países más violentos del mundo, según un informe publicado en Londres, que posiciona a la nación mexicana junto a países como Irán, Níger y Azerbaiyán por su alto nivel de violencia y muerte.

De acuerdo con el Índice de Paz Global, publicado el pasado 25 de mayo en la capital británica por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), México está cayendo cada vez más en el listado anual que mide el nivel de violencia de las naciones, y ahora se ubicó en el puesto 121, de un total de 153 países.

Entre los 23 indicadores evaluados por la entidad, con sede en Nueva York y Sydney, está el nivel de conflictividad social interno, el gasto militar, la violencia en las calles, la inseguridad, el número de muertos por conflictos, el nivel delictivo y de homicidios, los conflictos con otros países en lo que va del año, y el respeto a los derechos humanos.

También se incluyó el nivel de refugiados en el país, inestabilidad política, potencial por actos de terrorismo, manifestaciones violentas, número de policías y miembros de las Fuerzas Armadas por cada 100 mil habitantes, contribución financiera a las misiones de la paz de la ONU, fácil acceso de la población a armas pequeñas y la capacidad militar de cada nación.

En el caso de México, lugar 121 con 2 mil 362 puntos (el peor fue Somalia, en el puesto 153, con 3 mil 379 puntos), el IEP estableció una correlación entre la mala puntuación y otros indicadores económicos y sociales del país, incluidas la falta de medidas concretas por la democracia y la transparencia de las instituciones, carencias graves en materia de educación a nivel nacional y una pérdida notable en los niveles de bienestar de la población mexicana.

“México y Guatemala experimentaron el mayor deterioro en la puntuación del Índice de Paz Global 2011”, destacó el documento de 47 páginas.

“México es por lejos el país que más número de muertos tiene por conflicto interno, de acuerdo con el indicador relacionado con la violencia por narcotráfico. Fueron más de 12 mil personas las que murieron en 2010 por este tipo de violencia, y se estima que superarían los 30 mil 196 desde que el presidente Felipe Calderón comenzó su cruzada contra los cárteles del narcotráfico en diciembre de 2006”, agregó.

En ese sentido, destacó que en Guatemala “se refleja una situación de seguridad que empeora y que está vinculada al crimen organizado y al narcotráfico con México, sumadas a un gobierno relativamente débil”.

De acuerdo con el Índice, que es consultado por think-tanks e inversores internacionales, Uruguay es el país "más pacífico" de América Latina por segundo año consecutivo, seguido de Costa Rica y Chile.

El informe destacó que ello se debe a que el país oriental ha logrado una creciente estabilidad política tras la elección de José Mujica como presidente del país por un mandato de cinco años, que comenzó en marzo de 2010, sumado a una mejorías en las relaciones con sus países vecinos, principalmente con Argentina.

Uruguay se ubicó en el puesto 21 (con 1.521 puntos) entre 153 países de una lista encabezada por Islandia (primer lugar, con 1.148 puntos), seguido en la región por Costa Rica (31, 1.681 puntos), Chile (38, 1.710 puntos), Panamá (49, 1.812 puntos), Argentina (55, 1.852 puntos) y Paraguay (66, 1.954 puntos).

Los países menos pacíficos de la región fueron Honduras (117, 2.327 puntos), México (121, con 2.362 puntos), Venezuela (124, 2.403 puntos), Guatemala (125, 2.045 puntos) y Colombia (139, con 2.700 puntos).

“Los países de América Latina sacaron un promedio algo mejor que la región de Asia-Pacífico, que sugiere que esta última región es marginalmente menos pacífica”, subrayó el documento.

Según el IEP, el promedio de puntuación para América Latina “se deterioró algo” comparado con 2010, pero por un margen considerablemente menor que el decline registrado entre 2009 y 2010.

“Costa Rica y Chile quedaron segunda y tercera respectivamente, aunque ambos países registraron un deterioro en su situación de seguridad en 2010. Chile, al contar con un aumento en el nivel de homicidios y un incremento en el número de policías y militares”, agregó.

Chile había obtenido el primer puesto entre los países “más pacíficos” de América Latina en las primeras tres ediciones del índice (2007, 2008 y 2009).

En el caso de Costa Rica, perdió algunos puestos en la lista en comparación con el año anterior, debido a sus medidas de militarización y un deterioro en las relaciones con países vecinos, principalmente con Nicaragua, debido a una disputa territorial por el río San Juan.

“La puntuación de Colombia mejoró por el margen más amplio en la región, en medio de un aumento de la estabilidad política tras la elección de Juan Manuel Santos como presidente, en junio de 2010, y una subsiguiente mejoría en las relaciones y lazos comerciales con las vecinas Venezuela, Ecuador y Brasil”, destacó el documento.

Sin embargo, advirtió que Colombia “sigue siendo el peor puntuado de América Latina, con altos índices de criminalidad, inseguridad y militarización”.

“Paz negativa”

El informe definió la paz en un país como “la armonía lograda por ausencia de guerras o conflictos”.

“Esto sugiere que aquellos países que no están involucrados en conflictos violentos con países vecinos o sufren de guerras internas habrían logrado un estado de paz. Esto es lo que Johan Galtung definió como ‘paz negativa’. La ausencia de violencia”, subrayó.

El IEP, que publica cada mayo su Índice de Paz Global, fue fundado por Steve Killelea, un filántropo australiano del sector de la tecnología internacional.

Dicho grupo es un think-tank dedicado a la investigación y el análisis de la relación entre el desarrollo económico, el comercio y la paz.

El índice es elaborado y calculado con la colaboración de expertos del Economist Intelligence Unit, grupo asociado a la prestigiosa revista The Economist de Londres.

En materia global, el IEP sostuvo que el mundo fue "menos pacífico" en 2011 debido al terrorismo global y a las manifestaciones violentas.

El país que experimentó la mayor caída en 2011 fue Libia, que pasó del puesto número 56 al 146 debido a los combates, que aún prosiguen, entre los opositores al régimen de Muamar Kadafi, apoyados por la ofensiva militar de la OTAN, y las fuerzas gubernamentales del país.

En tanto, el país "más pacífico" fue Islandia, con 1.148 puntos, seguido por Nueva Zelanda (1.279 puntos), Japón (1.287), Dinamarca (1.289) y la República Checa (1.320 puntos).

Con respecto a los países de Medio Oriente, Bahrein descendió 51 puestos, hasta el 123, con 2.398 puntos, mientras que Egipto cayó 24, hasta el 73, al quedar con 2.023 puntos.

Israel obtuvo una de las peores notas del índice, al caer al puesto 145, con 2.901 puntos, delante de Pakistán (2.905 puntos), Rusia (2.966 puntos) y la República Democrática del Congo, en el puesto 148 (3.016 puntos).

En Europa, el IEP destacó que los "disturbios causados por la inestabilidad económica" produjeron caídas en los niveles de tranquilidad en Grecia, que pasó del lugar 62 al 65 (con 1.947 puntos); Italia, que descendió cinco puestos, hasta el 45 (1.775 puntos); España, del 25 al 28 (1.641 puntos); Portugal, del 13 al 17 (1.453 puntos), e Irlanda, que se sitúa en el número 11, con 1.370 puntos, tras estar en el sexto lugar en 2010.

Según el informe, el costo económico total por la disminución de los niveles de tranquilidad en 2011 fue de 8.12 billones de dólares, principalmente por medidas de seguridad, compra de armas y destrozos materiales por conflictos.

El presidente de la entidad, Killelea, declaró que la caída en el Índice para 2011 "está muy vinculada a los conflictos entre los ciudadanos y sus gobiernos".

"Las naciones deben buscar nuevas formas de crear estabilidad sin utilizar la fuerza militar", agregó.

Y destacó que si el mundo hubiera sido "un 25 % más pacífico" el año pasado, la economía mundial habría cosechado un beneficio económico adicional de 2 billones de dólares.

"Sin paz habrá más hambre, más pobreza y más desigualdad social. Los niveles de conflictividad deben bajar sin demora para lograrse el bienestar de la población, e impedir que el círculo de la violencia y las guerras siga cobrándose víctimas”, concluyó.

Perú: Una economía floreciente que necesita dar un salto a la modernidad


Nora Schirmeier

El impulso económico peruano ha sido sobresaliente en los últimos años, pero el nuevo gobierno que será definido en el balotaje del domingo deberá enfrentar serios desafíos: luchar contra la corrupción, reforzar el capital humano para disminuir la desigualdad social y hacer grandes inversiones en infraestructura.

En los últimos cuatro años, Perú ha registrado una de las más altas tasas de crecimiento en América Latina. Incluso en medio de una crisis económica mundial que frenó la velocidad de crecimiento, la economía peruana se recobró fuertemente en 2010, creciendo al 8,8%.

Esta tendencia positiva se mantiene hoy, con un crecimiento de 8,53% en febrero de 2011. Sin embargo, son grandes y urgentes los desafíos para el futuro gobierno que saldrá de las elecciones del domingo, si su interés es superar la pobreza, disminuir la amplia desigualdad social y empujar al país hacia la modernización.

Principalmente, el país debe dar un salto en el camino al desarrollo dejando de ser únicamente un exportador de materias primas y enfocándose en desarrollar un sector manufacturero.

LA TRILOGÍA DE ORO

Sin duda, la minería, la pesca y la agricultura, constituyen hoy la trilogía de oro de la economía peruana.

Tomando en cuenta que el sector minero peruano fue responsable de cerca del 61% de los ingresos totales por exportaciones (US$16.400 millones) en 2009, es ésta el área más importante de la economía. Perú es el primer productor de plata en el mundo, y el segundo en Cobre y Zinc.

La pesca es el segundo sector industrial más importante. Sin embargo, la importancia de las pesqueras está declinando: en 2010 la producción decreció en 16,63%.

La agricultura en Perú, que se anota alrededor de un quinto del Producto Interno Bruto, se ha vuelto en los últimos años cada vez más competitiva. Perú es actualmente el mayor exportador de espárragos y pimientos en el mundo.

El turismo está también mejorando desde la década de los 90. Pese a ello, en 2009 ese sector sólo concentró el 3% del PIB en Perú. En comparación, el turismo a nivel mundial genera el 9,9% del PIB planetario.

EXPORTADOR DE MATERIAS PRIMAS

Debido a su gran dependencia de la exportación de materias primas, Perú nunca ha desarrollado un sector manufacturero poderoso. Esta área representa sólo el 15% del PIB y está atada estrechamente a la minería, la pesca y la agricultura.

Las manufacturas están dedicadas a procesar un porcentaje de las materias primas para lograr ventajas por valor agregado.

Como destaca la candidata presidencial Keiko Fujimori, las reformas neoliberales aplicadas en los '90 (con un autogolpe de Estado de por medio, recuerda su rival Ollanta Humala), Perú está ahora envuelta en el sistema internacional de comercio.

El hecho de que el comercio de mercancías fue responsable del 42,8% del PIB total en 2009 alumbra la importancia de las transacciones internacionales para la economía peruana. Ese año el volumen del comercio llegó a US$47.890 millones.

Mientras las exportaciones contribuyeron con US$26.880 millones, las importaciones anotaron US$21.010 millones. Esto significa un superávit comercial de US$5.870 millones.

En 2009, los mercados preferidos de destino de sus exportaciones fueron Estados Unidos (17,86%), China (15,96%), y Canadá (11,35%). Las exportaciones a Chile en 2009 totalizaron el 5,42% del total de envíos.

Los socios comerciales más importantes en cuanto a importaciones son también Estados Unidos (23,96%) y China (10,74%), seguidos de Ecuador (7,25%), Brasil (7,19%) y Chile (5,68%).

De acuerdo a la estructura económica, Perú exporta principalmente productos mineros, pesqueros y agrícolas, mientras sus mayores importaciones son insumos industriales, maquinaria y combustibles.

Hablando en general, Perú exporta materias primas e importa bienes de capital y manufacturas. Este hecho fue ventajoso durante la crisis económica, dado que los precios mundiales aumentaros sustancialmente.

Sin embargo, en el largo plazo la concentración de exportaciones en materias primas puede tener serias consecuencias.

LOS DESAFÍOS

El ex director del Banco Mundial para Perú, Felipe Jaramillo, identifica los tres principales desafíos que Perú deberá enfrentar para mantener una alta tasa de crecimiento en el futuro.

En primer lugar, el Estado debe lograr ser más efectivo y creíble. El gobierno peruano está todavía altamente fragmentado y tiene una gestión débil.

La corrupción sigue siendo el mayor problema en Perú. En 2009, el país quedó en el lugar 75 entre 180 en el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional, muy por debajo de Chile, que apareció en el lugar 25º.

En segundo lugar, las inversiones necesitan reforzar el capital humano y empoderarlo con mayores oportunidades de desarrollar sus capacidades e identificar mejores trabajos.

Esto no sólo ayuda a mantener altas tasas de crecimiento, sino también puede reducir las desigualdades y brechas sociales, lo que es muy urgente en Perú ya que los beneficios del crecimiento no han alcanzado a todos los segmentos de la población.

Aunque el porcentaje de población que vive bajo la línea de la pobreza ha descendido desde un 44,5% en 2006 a 34,8% en 2009, el declive se ha producido principalmente en las áreas urbanas. En el campo, todavía el 60,3% de la población vive en condición de pobreza.

En tercer lugar, se requieren grandes inversiones en infraestructura para mantener el ritmo de crecimiento. Esto no sólo impulsa el turismo y el comercio, sino que además provee oportunidades de adicionales a los peruanos de menores ingresos.

El alto crecimiento económico que Perú ha experimentado le da una oportunidad única para asentar las bases del futuro desarrollo. El país tiene la oportunidad de saltar a la modernidad y su guía tendrá que salir de las elecciones del domingo.




Elecciones en el Perú: los movimientos sociales cambiarán el modelo económico


Comunicaciones CAOI
Los pueblos indígenas rechazamos la pretensión del fujimorismo de retornar al gobierno. Cualesquiera que sean los resultados de la segunda vuelta, seguiremos luchando por el pleno ejercicio de nuestros derechos.

Este domingo 5 de junio se realiza en el Perú la segunda vuelta electoral que definirá quién gobernará el país en los próximos cinco años. El Coordinador General de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), explica la postura del movimiento indígena peruano, que más allá de la coyuntura electoral, mantiene como eje central el pleno ejercicio de sus derechos.

La segunda vuelta electoral enfrenta a Ollanta Humala de Gana Perú y Keiko Fujimori de Fuerza 2011. “El movimiento indígena rechaza de plano la posibilidad de que el fujimorismo retorne al gobierno. Fue la dictadura fujimorista la que impuso el modelo neoliberal que arrasó con los derechos humanos y colectivos en el Perú. Y nuestro planteamiento central es el cambio de ese modelo”, señala Miguel Palacín.

Aclara, sin embargo, que el movimiento indígena tiene claro que el cambio del modelo no se logrará solo a través de las elecciones. “Las elecciones terminan en el ánfora y siguen cinco años de convivencia con el sistema, donde se tocan solo temas coyunturales y no el tema de fondo; el modelo económico”, insiste el Coordinador General de la CAOI.

Este modelo económico “no favorece ni favorecerá a los más pobres, a los excluidos, a los miles de pueblos que, lejos de Lima, no pueden llegar a un ministerio o a una empresa para exigir que se cumplan sus derechos. Ellos serán siempre los más vulnerados”. Por ello, asegura, “cualquiera que sea el próximo gobierno, peor si es Fujimori, el movimiento social tiene la tarea de fortalecerse y los cambios vendrán desde los movimientos sociales”.

Ese es el tema de fondo, porque mientras la macroeconomía crece favoreciendo a los poderosos, va en contra de los más pobres, ensancha la brecha de pobreza y desigualdad. Este modelo siempre ha sido para favorecer a los más grandes. La Defensoría del Pueblo ha demostrado que en el Perú las regiones más ricas en minerales son al mismo tiempo las que tienen los mayores índices de pobreza y los menores índices de desarrollo humano.

Este 5 de junio, en el mundo se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y en el Perú se cumplen dos años de la Masacre de Bagua, que fue consecuencia de la inhumana y feroz continuidad del modelo neoliberal impuesto por la dictadura fujimorista. “Por eso los pueblos indígenas nos oponemos al retorno del fujimorismo y por eso, más allá de los resultados electorales, seguiremos luchando por el cambio del modelo y por el pleno ejercicio de nuestros derechos”, concluye Miguel Palacín Quispe, Coordinador General de la CAOI.
Lima, 3 de junio del 2001.
Comunicaciones CAOI


Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas – CAOI
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina