domingo, 13 de septiembre de 2009

Ecuador: ASAMBLEA EXTRAORDINARIA CONAIE


Representantes de la CONAICE, CONFENIAE,ECUARUNARI y CONAIE rechazan los programas sociales del gobierno y exigen la nacionalización de los recursos naturales, asi como amplias garantias y derechos para los pueblos y nacionalidades indígenas del país.

La Asamblea Nacional Extraordinaria de los Pueblos y las Nacionalidades en el marco de Estado Plurinacional y la Autodeterminación de los Pueblos, en la ciudad de Quito, República del Ecuador, territorio de la nación Kitu kara, Casa de la Cultura Ecuatoriana, con la asistencia de sus delegados, Presidentes de los Consejos de Gobiernos de las regionales y nacional:Raúl Tapuyo, CONAICE; Tito Puanchir, CONFENIAE; Humberto Cholango, ECUARUNARI y Marlon Santi, CONAIE; Asambleístas, Prefectos, Alcaldes,Concejales y Representantes de las Instituciones Públicas Indígenas,efectuado los días 8 y 9 de septiembre de 2009,

CONSIDERANDO


QUE, los Pueblos y Nacionalidades Indígenas somos entidades colectivasmilenarias, poseedores de territorios, recursos tangibles e intangibles, constituimos y formamos activamente en la sociedad ecuatoriana, presentes en todos los momentos del proceso de la vida organizada, aún antes de la conformación de la actual República del Ecuador, dominante, genocida, racista y segregadora desde las colonias invasoras;

QUE, La Constitución Política en su Art. 1 señala Textualmente, ?ElEcuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social,democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural,plurinacional y laico

RESUELVE:


1. Declarar en Movilización Nacional en defensa de los Derechos de las Comunidades, Pueblos y Nacionalidades Indígenas, de manera coordinada entre las Confederaciones: ECUARUNARI, CONFENIAE Y CONAICE, ante el permanente y progresivo atropello del gobierno del Econ. Rafael Correa Delgado a la integridad y los derechos de los pueblos y nacionalidades; y, convocar a todos los sectores progresistas de la sociedad ecuatoriana que se consideren afectados en sus derechos, a construir agendas y acciones comunes de exigencia y garantías a los derechos fundamentales.

2. Declarar al gobierno de Rafael Correa como gobierno neoliberal ycapitalista por sus acciones y actitudes influenciado de ciertoscolaboradores de la partidocracia, que atentan a la soberanía de lapachamama, los derechos colectivos, humanos y ambientales consagrados en la Constitución vigente.

3. Ejercer y fortalecer los gobiernos comunitarios de las nacionalidades y pueblos del Ecuador, declarando libre de toda injerencia y prácticas ajenas que atenten al sistema de vida y organización, como entidades económicas, políticas, culturales y lingüísticas históricamente definidas y diferenciadas. Para el efecto la CONAIE y sus regionales: CONFENIAE, CONAICE y ECUARUNARI, asumen su condición de Autogobierno de las nacionalidades y pueblos indígenas.

4. Rechazar los programas sociales que está implementando el gobierno como socio bosque, socio páramo, bonos y créditos clientelares, entre otros que atentan a las formas de organización y los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades, y en su reemplazo exigir la implementación de verdaderos programas de reforma agraria, micro-créditos blandos para la agricultura, ganadería, sistema de riego, proyectos de industria artesanal, micro-empresas comunitarias, orientados a la consecución del Sumak Kawsay.

5. Exigir al Estado y al Gobierno Nacional la nacionalización de los recursos naturales y la puesta en práctica de la auditoria a lasconcesiones petroleras, mineras, aguas, hidroeléctricas, telefónicas,espectro radio eléctrico y servicios ambientales; la deuda externa, larecaudación de impuestos y los recursos del Seguro Social- IESS; así como, la suspensión de todo tipo de concesiones (extractivas petroleras, mineras, forestales, de agua y biodiversidad, hidroeléctricas) en los territorios de los Pueblos y Nacionalidades.

6. Exigir al Gobierno Nacional las garantías inmediatas, los recursos y las facultades que conforme a los derechos contemplados en la Constitución Política de Estado y las leyes, Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas del mundo ejerzamos la administración con autonomía y descentralizaciones las instituciones públicas de los pueblos y nacionalidades: Consejo Nacional de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador CODENPE, Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe DINEIB, Secretaria Nacional de Salud delos Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Ecuador y Fondo de Desarrollo de los Pueblos Indígenas FODEPI.

7. Exigir al Gobierno, las garantías integrales e irrestrictas para elejercicio del derecho a la vida y a la territorialidad de los PueblosLibres Tagaeri, Taromenane, Oñamenane desde sus propios sistemas de vida, de acuerdo con la Constitución Política, de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, otorgadas en el 2006, y los convenios y tratado internacionales.

8. Exigir a los gobiernos, garantías integrales a los derechosterritoriales y la autodeterminación de las Nacionalidades y Pueblos cuyos territorios se encuentran en las zonas de frontera, quienes están amenazados por la invasión de empresas extractivas, por la militarización y la violencia: Awa, Epera, Chachi, Cofán, Secoya, Siona en la frontera con Colombia y las Nacionalidades Shuar, Achuar, Sapara, Andoas, Shiwiar con el Perú.

9. Adherir al llamado de la Organización Nacional Indígena de ColombiaONIC y del Pueblo Indígena AWA a favor de la Acción Mundial por la Vida de los Pueblos Indígenas de Colombia amenazados por las consecuencias del conflicto que azota a este país hermano.

10. Exigir al Gobierno la titulación de los territorios ancestrales anivel nacional con el carácter de comunitario, imprescriptible,indivisible, inembargable; y, el respeto a ejercer sus derechos propios, las formas de participación y organización en las circunscripciones y sus gobiernos territoriales.

11. Exigir la derogatoria inmediata del neoliberal Decreto 1585 que atenta contra el sistema de educación intercultural bilingüe y la dirección nacional de educación intercultural bilingüe de los pueblos y las nacionalidades, y el neocolonial Decreto 1780 y su reforma que facultan atribuciones a las misiones religiosas católicas sobre la organización de las poblaciones indígenas y campesinas.

12. Desconocer a los administradores de las instituciones indígenasdesignados arbitrariamente por el Gobierno Nacional, usurpandoatribuciones de las nacionalidades y pueblos por mecanismos ajenos a los usos, costumbres y formas de participación, menos aún por procesos de concursos trasparentes y legítimos.

13. Disponer a las autoridades designadas por voto popular y lasinstancias del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País, profundice la defensa del proyecto político de la CONAIE, y laconstrucción del Estado Plurinacional y el Sumak Kawsay.

14. Ratificar en todo su contenido el Mandato de las Nacionalidades yPueblos del Ecuador para los alcaldes, prefectos, asambleístas yPresidencia de la República.

15.- Dar seguimiento y vigilar el tratamiento de los proyectos de leyes propuestos por el movimiento indígena ante la Asamblea Nacional.

Dado en Quito Distrito Metropolitano, a 9 septiembre de 2009

POR LOS PUEBLOS Y NACIONALIDADES


Marlon Santi Gualinga

PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION DE LAS NACIONALIDADES INDIGENAS DEL ECUADOR




Alemania es una gran coalición


Por Lluis Bassets


Los electores alemanes votan formalmente a candidatos por circunscripciones y a partidos a nivel nacional, según un doble sistema mayoritario el primero y proporcional el segundo, el 27 de septiembre. Pero a través de su doble voto, que permite por tanto una doble opción a favor del candidato de la propia circunscripción de un color y de la lista nacional de un partido distinto, el ciudadano puede apostar también indirectamente por alguna de las fórmulas de coalición posibles.

En estas próximas elecciones son dos las opciones de coalición que cabe plantear en términos realistas a la vista del actual mapa electoral y de las expectativas levantadas por los sondeos. La primera, preferida por la canciller Angela Merkel, es la cristiano-liberal, formada por los demócrata-cristianos de la CDU-CSU y los liberales del FDP. La segunda, secretamente deseada por los socialdemócratas a falta de otra opción a la vista, es la continuación de la Gran Coalición actual entre CDU-CSU y SPD.

El significado de cada una de las dos fórmulas no ofrece duda alguna. La primera lleva a un giro liberal respecto al actual gobierno, mientras que la segunda ofrece estrictamente la continuidad.

La Gran Coalición no tiene muy buena fama histórica. Pero los resultados de la actual son francamente aceptables, tendiendo a buenos. Tan buenos que cabe preguntarse por qué la señora Merkel debe andar buscando fórmulas nuevas si ésta le ha funcionado tan bien. La explicación es muy sencilla y es la clave de las próximas elecciones: no hay posibilidad alguna de realizar una campaña decente con la bandera del continuismo y sin que los socios de coalición que han gobernado satisfactoriamente tomen distancia uno del otro. La verdadera Merkel, que no conocen todavía los alemanes, es alguien que no debe verse obligada a gobernar con sus rivales políticos como le sucedió en 2005.

En la primera ocasión en que los dos grandes partidos emprendieron el camino de una Gran Coalición fueron muchos los que se echaron las manos a la cabeza ante el desastre: Günter Grass aseguró que la fórmula radicalizaría a la juventud y la alejaría del Estado y de su Constitución. El filósofo Karl Jaspers la calificó de "ruina para la democracia" y el director y fundador del semanario Der Spiegel, Rudolf Augstein, adivinó en los coaligados la intención de reformar la ley electoral para liquidar a la oposición.

La primera Gran Coalición de 1966 produjo alguno de esos desperfectos, pero fue la catapulta que permitió tres años después a los socialdemócratas llevar a Willy Brandt a la cancillería. La segunda, en 2005, iniciada por obligación a falta de mayorías aritméticas y continuada con devoción a partir de la crisis financiera y de la entrada en recesión, se ha revelado como uno de los períodos reformistas más fructíferos de la historia de Alemania, pero está impulsando a los pequeños, y sobre todo a La Izquierda (Die Linke), más allá de lo que muchos quisieran.

Hay tres fórmulas más, dos teóricamente con posibilidades efectivas y una tercera inviable, aunque eficaz como espantajo para movilizar a la derecha.

Las dos primeras son las que reciben los simpáticos nombres de Semáforo y Jamaica, inspirados ambos por los colores característicos de cada uno de los partidos que las componentes. El Semáforo contiene el rojo socialdemócrata, el amarillo liberal y el verde ecologista. La Jamaica, los que componen la bandera de esta isla caribeña: el negro de los cristianodemócratas junto al amarillo y al verde. Ambas se han producido en gobiernos municipales y sólo la primera se ha experimentado en los Länder o estados federados.

La tercera coalición que ahora nadie se plantea, si no es como amenaza, es el frente izquierdista formado por el SPD, La Izquierda y los Verdes. Esta coalición sólo se ha producido excepcionalmente en Berlín y ha levantado ampollas cada vez que se ha intentado exportar a la antigua Alemania occidental. La presencia de Oskar Lafontaine, detestado en el SPD, y de los ex comunistas de la desaparecida República Democrática son obstáculos por el momento insuperables para ligar los cabos de tal alianza.

La campaña de Angela Merkel, aburrida, de perfil muy bajo y sin ataques serios a sus rivales políticos, tiene toda su lógica. Su formación es la única fuerza capaz de aliarse a derecha e izquierda e incluso de buscar fórmulas originales como incorporar a los verdes.
Ahora le saca más de diez puntos en las encuestas al SPD, un partido que se halla en constante retroceso desde hace diez años. Cuenta con una imagen internacional muy potente, en abierto contraste con un elenco de líderes débiles o escasamente presentables, incluso entre los socios de la Unión Europea, gracias además a su austero estilo político y a la naturalidad de su comportamiento como mujer y gobernante.

Uno de sus mayores méritos es haber continuado, e incluso profundizado, las reformas del Estado de bienestar iniciadas por su antecesor Gerhard Schroeder al frente del gobierno rojo y verde a partir de 1998. Ayer mismo, cuando dos periodistas del Süddeutsche Zeitung la tildaban de “heredera de Schroeder”, Merkel recordaba que sin los votos de los socialcristianos en el Senado federal las reformas de Schroeder no hubieran llegado a buen fin.

Dicho en otras palabras: no hace falta un Gobierno de Gran Coalición en Berlín para que Alemania funcione como una gran coalición alrededor de los dos grandes partidos, que son los que vienen avalando las reformas desde que terminó la era Kohl en 1998 y los que deberán seguir en los próximos años acordando las políticas más sensibles (para la recuperación económica por ejemplo) sea cual sea la fórmula de gobierno que arrojen las urnas.




La crisis marca las elecciones portuguesas



El Partido Socialista llega a las elecciones generales en medio de la mayor crisis económica de toda la historia reciente de Portugal y un ambiente laboral enrarecido con el anuncio de huelga de profesores y pilotos.

Las encuestas tampoco parecen estar a favor del primer ministro José Sócrates, que en poco tiempo ha caído en picado y está en un empate técnico con su principal adversario, el PSD liderado por Ferreira Leite. Los comunistas, por su parte, ceden el tercer puesto al nuevo Bloco de Esquerdas, que cumple 10 años de existencia, mientras la derecha del CDS-PP queda en cuarto lugar.

Los portugueses entran oficialmente en la campaña electoral para las legislativas con todos las encuestas apuntando hacia un empate técnico entre las dos grandes formaciones políticas. Los sondeos son claros. El Partido Socialista del primer ministro José Sócrates tiene una ventaja de apenas dos puntos en relación con su más reñido competidor, el PSD, liderado por la ex ministra de Hacienda, Manuela Ferreira Leite.

El desgaste del gobierno socialista se ha acentuado en apenas unas semanas, cuando los estudios sobre la intención de voto le daba una ventaja de 5,6. Una situación que según los principales medios portugueses crea un empate técnico que deberá inclinarse por una fuerza u otra en las próximas dos semanas de campaña.

Las otras tres formaciones políticas también han cambiado sus posiciones, aunque el proceso ha sido más lento y se arrastra desde las pasadas elecciones legislativas de 2005, en las que la tercera fuerza portuguesa era la CDU (integrada por el PCP yOs Verdes), que ha dejado su puesto al Bloco de Esquerda, liderado por Francisco Louça y que cumple diez años desde su creación con la fusión de un partido marxista otro troskista y de la formación Política XXI y que en esta década ha visto crecer sus votantes. El último puesto en la intención de votos la ocupa el partido de derecha CDS-PP, cuyo candidato Paulo Portas ocupó el Ministerio de Defensa en el gobierno de coalición del socialdemócrata Durao Barroso.

Los sondeos también reflejan que los portugueses se inclinan, en un 47,4%, según publicaba el periódico ‘Diario de Noticias’, por un gobierno de coaligación entre dos o más formaciones, algo que está centrando el debate político en el país vecino.

Relanzar la economía, crear empleo, poner en marcha nuevas políticas sociales que combatan la crisis y promuevan la modernización de Portugal, al tiempo que reducir la dependencia energética y el endeduamiento externo son los principales retos que presenta el socialista José Sócrates para su reelección como primer ministro. Pero quizás la mejor baza de este político nacido en una aldea de Trás-os-Montes, en el Portugal más profundo, y que fue elegido por primera vez como primer ministro en 2005 después de la debacle del gobierno del socialdemócrata Santa Lópes, sea su propia imagen personal. Las encuestas publicadas por la prensa especialziada portuguesa así lo reflejan.

Pese a que la intención de voto parace estar casi a la par entre los dos grandes, no pasa lo mismo con la opinión que tienen de sus líderes. Aquí el transmontano gana por goleada y un 48% responde que es de los dos el que tiene mejores condiciones para ejercer el cargo, frente al 32% de Ferreira Leite, porque ‘tiene lo que es preciso para ser primer ministro’. Una buena imagen que le ha permitido campear toda una serie de denuncias que han salpicado esta legislatura. Una de las más mediáticas fue la obtención de su licenciatura en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, que se puso en duda y que levantó una polvareda que llegó incluso al Parlamento.

Sin embargo, sería también esa misma imagen y su personalidad, que algunos tildan de un tanto arrogante, la que le aleja de un posible pacto con el Bloco de Esquerda, y su candidato Francisco Lousa, con el que mantiene una precampaña de acusaciones y dimes y diretes que en nada favorecen un posible pacto postelectoral.

Las urnas tendrán la última palabra.

Manuela Ferreira Leite es la primera mujer que lidera el partido socialdemócrata portugués (PSD) y está considerada como una política austera, fama que ganó durante su etapa como ministra de Educación, en el gobierno de Cavaco Silva y de Hacienda con el también socialdemócrata Durao Barroso. Ella apuesta en el programa electoral por reducir la carga fiscal para beneficiar, principalmente, a las empresas.

Otro de los puntos que incluye en el apartado económico es la ampliación, de forma excepcional, de las prestaciones de desempleo para intentar reactivar una economía que vive sus peores momentos con un desempleo que supera el 9%. Otra de las novedades es el sistema de financiación de la Seguridad Social con la creación, según propone, de un fondo autónomo en el que los contribuyente podrían canalizar parte de sus ahorros, que finalmente revertirían en sus pensiones.

Además, la candidata del PSD ya se posicionó en temas tan delicados en el país vecino como el matrimonio entre homosexuales, afirmando en el debate televisivo ante el líder del Bloco de Esquerdas que para ella ‘en un matrimonio hay hijos’, aunque asegurando que respetaba al máximo a este colectivo.

La disminución de los gastos del Estado será otro de los caballos de batalla si llega a primera ministra, algo que ha creado un gran debate con los partidos de izquierda que denuncian la venta de empresas estratégicas como la GALP y la eléctrica EDP a intereses privados.

Otro de los puntos que recoge el programa socialdemócrata es la paralización de las grandes inversiones en infraestructuras, como el AVE y el nuevo aeropuerto de Lisboa, las cuales consideran como ‘inasumibles’ y con una rentabilidad muy cuestionable.




Brasil: Marina Silva, ex Ministra de Medio Ambiente, un desafio para Lula


Los cuidadosos planes del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para organizar su sucesión en octubre del año próximo, han saltado por los aires después de conseguir que Dilma Rousseff, la mujer elegida, logre una victoria aplastante en la primera vuelta. Nada de plantear las elecciones como un plebiscito sobre su propio mandato. Toda la estrategia deberá ser revisada por culpa de otra mujer: la ecologista y ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que se ha pasado al Partido Verde y que será también, casi con toda seguridad, candidata presidencial.

El anuncio de Marina Silva de que abandonaba el Partido de los Trabajadores (PT), en el que peleó durante 30 años, codo a codo con Lula, ha caído como un verdadero mazazo en la política brasileña. Silva llevaba un año y medio en silencio, desde que dimitió como ministra de Medio Ambiente, convencida de que sus audaces políticas sobre desarrollo sostenible en la Amazonia eran boicoteadas por otros miembros del Gobierno, especialmente por la poderosa Rousseff, jefa de Gabinete de Lula (una especie de primera ministra en la sombra).

El terremoto se debe no tanto a las expectativas reales de Silva como al hecho de que desbarata los proyectos de Lula e introduce un fuerte elemento de incertidumbre. La pelea presidencial no será ya un duelo entre Rousseff, de 62 años, y el gobernador de São Paulo, José Serra, de 67, líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), como estaba previsto, sino una batalla mucho más abierta. Tal vez se animen a participar otros candidatos que disputen en primera vuelta el voto de izquierda del PT.

Lula ha parecido ignorar hasta ahora la escasa popularidad de Rousseff, famosa por su fuerte carácter y su mano de hierro, pero poco valorada en las encuestas, convencido, quizás, de que su enorme prestigio y su amplio crédito político serían más que suficientes para inclinar, en su momento, la balanza electoral a favor de su elegida. Aunque la proclamación de candidatos todavía no es efectiva, y el PT prefiera repensarse las cosas, nadie confía en que Lula dé su brazo a torcer y deje caer la candidatura de su jefa de Gabinete.

La personalidad de Silva, de 51 años, negra, de orígenes humildísimos como Lula, y con un fuerte sentido ético de la política, le pone, sin embargo, las cosas mucho más difíciles. Su llegada al ruedo electoral, con connotaciones que hacen recordar la candidatura de Barack Obama, en Estados Unidos, puede desviar la atención de muchos jóvenes, interesados en sus ideas medioambientales. Silva, heredera del mítico ecologista Chico Mendes, asesinado en 1988 por terratenientes de la Amazonia, es, además, una persona dotada de simpatía personal y un carácter dialogante, que obligará a colocar sobre el tapete electoral la delicada cuestión del desarrollo sostenible de la Amazonia.

Lula no puede concurrir a un tercer mandato presidencial según la Constitución brasileña, y aunque cuenta con una aceptación superior al 80%, se ha negado a promover ningún cambio legislativo en ese sentido. El presidente ha desarrollado una política pragmática no sólo en el campo de la economía, sino también de las alianzas políticas, hasta el extremo de obligar recientemente al PT a apoyar la continuidad de José Sarney, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) como presidente del Senado, pese a las múltiples acusaciones de corrupción que pesan sobre él. El PMDB puede resultar básico para apuntalar a Rousseff en una eventual segunda vuelta presidencial.

Si al final es la economía la que acaba decidiendo muchas elecciones, Lula tiene aún una importante baza en sus manos. Brasil acaba de salir de la recesión, con una subida de 1,9% del PIB en el último trimestre. Las previsiones de crecimiento para 2010 son del 5%. Ése es el mejor sueño del ex sindicalista que se convirtió en uno de los dirigentes más populares del mundo: dejar el mando con el país creciendo. Lula había profetizado que la crisis en Brasil iba a ser sólo una marejadilla. Entonces nadie le creyó.