lunes, 9 de septiembre de 2013

Argentina: Va difusión!!! Conferencia de Prensa en Solidaridad con el Pueblo de Honduras. Transmisión e Vivo!


Transmisión en Vivo
Conferencia de Prensa:

SOLIDARIDAD ACTIVA CON EL COPINH
Y
 TODO EL PUEBLO HONDUREÑO
Martes 10 de septiembre, a las 11 hs, en la Casa de la Paz
(Piedras 730, CABA. Argentina)

BASTA DE PERSECUCIÓN
a Berta Cáceres, Tomás Membreño y Aureliano Molina, de COPINH
¡Solidaridad con la resistencia hondureña!

Para escuchar Clickea:
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Retransmite
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Radio La Negra de El Bolson

Convocamos

El próximo jueves 12 de septiembre, se desarrollará en el juzgado primero de letras de Intibucá, un nuevo episodio de la persecución judicial contra Berta Cáceres, Coordinadora General del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Tomás Membreño y Aureliano Molina, comunicadores indígenas, integrantes también de COPINH.
Convocamos a las organizaciones populares y movimientos sociales, personas de la cultura, los derechos humanos, feministas, en fin a todos y a todas a unir sus voces nuevamente en rechazo a esta persecución y de apoyo a la lucha que vienen librando COPINH, y el pueblo hondureño entero, para evitar la entrega de sus bienes naturales, sus territorios sagrados, las fuentes de su vida, su soberanía, su autodeterminación.
En junio recién pasado, la solidaridad activa de todas partes de nuestra América y el mundo entero, junto a la firme determinación de los compañeros y compañeras de COPINH y de otras organizaciones hondureñas, lograron una importante victoria contra los esfuerzos oficiales de intimidación y criminalización. Es urgente que redoblemos ahora los esfuerzos para poner fin de una vez a esta persecución judicial y a todas las políticas de entrega y represión que día a día, y en especial en estos meses pre-electorales, van incrementando en Honduras en contra de la voluntad de ese pueblo.
Invitamos a sumar sus firmas y a difundir ampliamente, el pronunciamiento solidario que a continuación se reproduce. 
Invitamos a participar el martes, 10 de septiembre, a las 11 hs., en la Conferencia de Prensa que será retransmitida en vivo a Honduras y otros lados, y posterior entrega del Pronunciamiento en Cancillería argentina y la Embajada de Honduras.

A las radios que se sumen a esta transmisión, les pedimos nos hagan llegar la informacion al correo apoyamoshonduras@gmail.com

Primerxs convocantes (en Argentina):
Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz - Servicio Paz y Justicia), Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo Linea Fundadora), Equipo Pañuelos en Rebeldía, Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina, SERPAJ, CTA Capital, Articulación de Movimientos Sociales del ALBA, Movimiento Popular La Dignidad, Frente Popular Darío Santillan, COB La Brecha, Frente Popular Dario Santillan Corriente Nacional, Movimiento de Izquierda Revolucionaria...

Enviar adhesiones (preferentemente organizaciones) hasta el 10 de septiembre, a: apoyamoshonduras@gmail.com



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Beverly Keene
Diálogo 2000 - Jubileo Sur Argentina

Piedras 730 (1070) Bs. As. Argentina
Tel. +5411-43071867 // 15-55690140
beverly@jubileosur.org
dialogo2000@gmail.com
dialogo2000.blogspot.com


JUBILEO SUR/AMÉRICAS
jubileosur@gmail.com
www.jubileosuramericas.org

9º Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres: Feminismo popular en debate

Sally Burch

ALAI AMLATINA, 09/09/2013.- Avances en la construcción del feminismo popular y un rechazo contundente a la mercantilización del cuerpo de las mujeres y a toda forma de violencia, constan entre los aspectos más destacados del 9º Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM), movimiento que agrupa a organizaciones de base de los cinco continentes.

Más de 1600 mujeres de unos 50 países –incluyendo un fuerte contingente de mujeres jóvenes- reunidas en São Paulo, Brasil, del 25 al 31 de agosto, reafirmaron “la resistencia, el enfrentamiento y la construcción de alternativas al modelo patriarcal, capitalista, racista, lesbofóbico y colonial”, según recoge el documento final (http://alainet.org/active/67070) del evento.

La Marcha ha identificado entre sus prioridades para esta etapa de construcción del movimiento, la necesidad de profundizar la formación política, por lo que dedicó los dos primeros días del Encuentro a sesiones de formación política feminista.

Mafalda Galdames, coordinadora de la Marcha en Chile, nos contó que en estos dos días “se ha debatido de qué feminismo estamos hablando en el mundo actual y hemos visto, a través de las diferentes posiciones, que estamos construyendo un nuevo feminismo, de la diversidad, de la pluralidad, y un feminismo popular, que se abstrae de encasillamientos anteriores llamados “institucionales”, de la “autonomía” u otros nombres que se hayan puesto en el pasado”.

Para la guatemalteca Sandra Morán, la idea es “ir construyendo un feminismo popular que sea la expresión de las mujeres de distintas sectores populares, que están acogiendo al feminismo como una apuesta y una propuesta que les ayuda también a cambiar su vida, y a incidir incluso en los otros movimientos donde se mueven; porque muchas de las mujeres integrantes de la Marcha son mujeres que no necesariamente se mueven en el movimiento de mujeres y feminista, sino que se mueven en los otros sectores: sindical, campesino, indígenas, pobladores, que normalmente son sectores mixtos”. Así, el feminismo popular sería la síntesis o alianza de diversas corrientes feministas: feminismo de izquierda, lésbico, comunitario, campesino revolucionario, el de las mujeres indígenas…

Morán añade que “para las mujeres es necesario reafirmar de donde partimos para construir. La afirmación de ‘sin feminismo no hay socialismo’, tenemos que concretarla, tenemos que aportar a que las alternativas que se están construyendo, las llamemos socialismo, las llamemos buen vivir o Sumak Kawsay, o de otra forma, reconozcan y recuperen las propuestas feministas y reconozcan el aporte que las mujeres hemos dado a estas alternativas”.

Hacia la 4ta Acción Internacional

El 9º Encuentro fue también una oportunidad para relanzar la plataforma política de la MMM, inyectar nuevas energías y promover solidaridades, así como avanzar en la planificación de la 4ta Acción Internacional prevista para 2015. La chilena-quebequense Emilia Castro, --quien, junto con Sandra Morán, fue reelecta para representar a las Américas en el Consejo Internacional de la MMM--, considera que el Encuentro permitió afirmar de manera mucho más clara las orientaciones políticas y la necesidad de la formación política constante. Y acotó que “otro paso que se dio fue crear un espacio al interior del encuentro para tratar de comprender las discriminaciones que viven las mujeres lesbianas, para ser realmente solidarias, de una manera política. Fue un avance, el hecho de que ellas hubieran tomado la palabra, que nos hubieran compartido sus testimonios de lo que ellas viven en diferentes países”, comentó Castro.

El Encuentro acordó también el traspaso, en enero próximo, de la secretaría internacional de la Marcha de Brasil a Mozambique. Emilia Castro opina que ese país tiene una coordinación muy fuerte de mujeres, que le permitirá dar un nuevo aliento al movimiento.

La futura coordinadora mozambiqueña, Graça Samo, al hacer un balance del Encuentro, nos comentó que éste permitió a la MMM debatir sobre la necesidad de ser un movimiento que contribuya a construir solidaridad con las mujeres que no tienen la posibilidad de viajar a tales encuentros. “La MMM es la posibilidad para que las mujeres se junten y reflexionen sobre estos retos y construir alternativas y solidaridad.” Y que llegue a aquellas que no pueden asumir sus propias luchas, que viven en países bajo control militar “para darles la esperanza que es posible superar los retos si luchamos juntas”. En efecto, la solidaridad ha sido un factor central de la Marcha, cuya expresión, en esta oportunidad, se dirigió particularmente a los pueblos de Siria, de Palestina y del Congo.

Entre las acciones centrales que lleva adelante la Marcha en los cinco continentes, se incluye la lucha por la paz y contra el militarismo, contra la prostitución forzada, las violaciones y el tráfico de personas, que particularmente en Asia, pululan en torno a las cada vez más numerosas bases militares extranjeras. La Marcha lucha también contra todas las formas de violencia a las mujeres, la pobreza, la explotación laboral y las condiciones de precariedad e inseguridad en el trabajo. Justamente la Acción Internacional de 2015 de la MMM concentrará movilizaciones en torno al 24 de abril, fecha en la que, en este año, murieron más de 1000 trabajadoras y trabajadores cuando colapsó una fábrica en Bangladesh.

“Construir una economía feminista y solidaria significa alterar los patrones de (re) producción, distribución y consumo, además de reconocer y valorizar el trabajo doméstico y de cuidados como fundamental para la sustentabilidad de la vida humana. El Estado capitalista y patriarcal, organizado a partir de una lógica androcéntrica que refuerza la división sexual del trabajo y las formas de control sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. El modelo de desarrollo hegemónico funciona al servicio de las grandes empresas, expropiando los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, violentando a las mujeres y teniendo en la militarización uno de sus pilares de sustentación”, reza el documento final del Encuentro.

Alianzas

Algo que ha caracterizado a la Marcha desde sus inicios son las alianzas con otros movimientos sociales, en torno a causas comunes. La Marcha se define como anticapitalista, anticolonialista, antipatriarcal y antiracista. Esta definición es la base de muchas de las acciones comunes con otros movimientos. Emilia Castro explicó que “queremos cambiar el mundo y sabemos que no lo podemos hacer solas”. Además –afirma- estas alianzas han permitido plantear una postura antipatriarcal en movimientos mixtos. “Se da una corriente muy interesante, porque nosotras, al interior de los movimientos sociales, llevamos nuestra postura feminista para también entrar a transformar la mentalidad de algunos compañeros, principalmente”, si bien “a veces algunos tienen más dificultad de analizar el sistema como patriarcal, pero en eso estamos trabajando y avanzando”. Castro destaca el ejemplo de la Vía Campesina, donde ahora hay una mujer como coordinadora general, y que las mujeres campesinas se están organizando con posiciones feministas. “Creo que aprendemos también los unos de los otros a nivel organizativo. Ahora estamos trabajando mucho respecto a la naturaleza”.

Mientras las delegadas internacionales debatían las orientaciones de la Marcha, en paralelo se llevó a cabo un gran encuentro, principalmente de mujeres brasileñas, con debates, actos culturales y una feria de economía feminista y solidaria; y el día 31, el Encuentro cerró con una marcha festiva por las calles de São Paulo.

Para las brasileñas, que denuncian el desplazamiento de la población pobre de las urbes con el pretexto de la próxima Copa Mundial y luego de los Juegos Olímpicos, un próximo reto será articular una campaña contra el turismo sexual y la mercantilización del cuerpo de las mujeres, con ocasión de estos megaeventos.

- Sally Burch es periodista de ALAI.


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Perú: Violencia sexual e impunidad


Rosa Montalvo Reinoso
El 28 de agosto se cumplieron 10 años de que la Comisión de la Verdad y Reconciliación entregara su informe sobre lo sucedido durante el conflicto armado que vivió el país y en el que daba cuenta de sus hallazgos.
Luego de recoger cientos de testimonios de víctimas, algunos públicos dados en audiencias abiertas en distintas regiones y otros dados en privado para mantener la confidencialidad de los casos, el resultado nos confrontó con la dimensión que el conflicto había tenido en el país y especialmente en Ayacucho y la Selva Central para asháninkas y quechuas, que resultaron ser el 75% de la población afectada. Pese a los años transcurridos, las víctimas de la violencia y sus familiares, especialmente madres, hermanas y esposas, aún siguen exigiendo una justa reparación, que no llega, mientras la vida se les va sin encontrar  aún a sus familiares,  sin poder tener por lo menos el consuelo de llevarles una flor un domingo cualquiera o saludarles el día de los muertos para que sigan descansando en paz.  
Muchas de ellas tienen 30 años ya con el dolor a cuestas, como Mamá Angélica y las otras mujeres de ANFASEP, que en estos días de su aniversario nos recuerdan su valentía y dignidad  pese a  la dureza de vivir buscando a un hijo desaparecido o  la desazón que puede producir saber que pronto se puede morir sin encontrarlo.
En los últimos días, en relación al informe, en algunos espacios y medios de comunicación la discusión se ha centrado en que si la proyección de víctimas dadas por el informe era la correcta, que si era un conflicto armado, una guerra o  terrorismo. Sin embargo, más allá del número de víctimas o de la denominación que le demos a este período, hay una forma de violencia que vivieron muchas mujeres (y muchos hombres, cabe señalar), que continúa siendo silenciada, salvo por la acción de colectivos feministas como DEMUS, que han denodadamente insistido en investigar lo que le sucedió a miles de mujeres durante el Sasachacuy tiempo, como sabiamente le dice la población quechuahablante ayacuchana a este período. 
Las violaciones como arma de guerra, como instrumento de control y de poder fueron utilizadas por todos los actores armados. Kimberly Theidon menciona que:
“En su investigación sobre las violaciones sexuales durante la violencia política en el Perú, Falconí y Agüero (2003: 12) constatan que ‘En casi todos los casos, los responsables de cometer violaciones sexuales habrían sido miembros de las fuerzas del orden, especialmente del ejército y en menor medida efectivos policiales y sinchis’. De igual modo, de nuestro trabajo de campo queda claro que aunque los senderistas y, en algunos casos, los ronderos violaron, el uso sistemático de la violencia sexual fue una práctica desplegada por las ‘fuerzas del orden’. En pocas palabras, donde había soldados, había violaciones.” [1]
Aunque en los momentos actuales se ha logrado identificar más de 4 mil casos de violencia sexual durante este período, aún no se puede tener una idea exacta de la dimensión que alcanzó esta forma de violencia, que sin duda ha dejado profundas e invisibles huellas en quienes la sufrieron. Como se sabe, no se ha dado ningún tipo de reparación a las víctimas de violencia sexual y la ley que proponía la reparación para otras formas de violencia sexual fue observada en junio del 2012 por el presidente.
¿Cómo es que el silencio sobre estos hechos ha logrado mantenerse en la mayoría de las reflexiones que se han hecho sobre el informe a los diez años? ¿Cómo es que la prostitución, el embarazo y el aborto forzado no logran ser considerados como execrables formas de violencia sexual dignas de reparación por los políticos de turno? ¿Por qué tantas otras víctimas, que seguramente existieron, siguen manteniendo el silencio de los hechos? 
Creo que las razones son muchas, pues frente a la violencia sexual existe el temor a volver a vivir el dolor al recordar, el miedo a ser juzgada por la familia o por la sociedad y el pánico a que se sepa lo que nos ha sucedido, ya que de alguna forma cuando hemos sido violentadas en lo más íntimo, sentimos una responsabilidad, como si nosotras hubiésemos hecho algo para que nos suceda, como si el hecho de ser mujer ya pudiera per se constituir el motivo, porque aunque de eso no se hable mucho y aunque cada vez sean más frecuentes o se conozcan más las violaciones y la violencia sexual hacia los hombres, las mujeres seguimos siendo las principales víctimas. 
A esta situación se agrega el hecho de que no hay ningún indicio de que si hablamos, se logrará por lo menos iniciar el camino de la justicia, pues queda la convicción de que romper el silencio no va a servir de mucho. En muchas ocasiones, la violación sexual dejó no sólo secuelas internas, sino hijos e hijas, como  lo narra el testimonio que aparece en el texto anteriormente citado:
“Ahora mi prima está con un hijo, ahora de ahí acá abajo Olga Morales. Los que dicen de ella, también tiene un hijo del militar, a ella también. Ella iba a Hualla con naranjas y le habían hecho entrar como comprar naranja nomás. En eso la habían violado hasta que no podía levantarse; bastante militares, bastante militares señorita. ¡Acaso uno no más, dos nomás! No, bastante fila hacían. No podía levantar la señora. Hay señoras, señorita, ahora hay señoras abajo en la pampa. Fortunita Quispe, a esa señora también.” [2]  
Hijos e hijas que mientras crecían tuvieron que vivir el dolor y quizá la rabia que su madre llevaba a cuestas, su miedo y la vergüenza, la inseguridad y vulnerabilidad que puede quedar para siempre tatuada en el cuerpo y el alma de una mujer frente al poder y la dominación que se ejerció sobre su cuerpo, sobre su vida.
La impunidad que reina sobre la violencia y la violación sexual a las mujeres es una forma de ejercer violencia simbólica y es un mensaje a toda la sociedad, como bien lo señala Paula Escribens:
“Usamos el término violencia simbólica porque consideramos que si el Estado y la sociedad toleran la falta de justicia en casos de violencia sexual ocurrida durante el conflicto armado así como en tiempos de paz, es porque en el imaginario social impera la idea de que ciertas mujeres son ciudadanas de segunda clase o que la violencia sexual es un delito menos grave de lo que en realidad es.” [3] 
Quizá sea por eso que el Perú es el país latinoamericano con mayor cantidad de denuncias de violación sexual, de las cuales el 90% queda impune, siendo las víctimas el 95% mujeres y el 76% niñas menores de edad.[4]  La alta prevalencia en menores de edad debe llamar profundamente la atención sobre lo que está sucediendo con las niñas en el país, en los hogares y en las posibilidades que tienen ellas de acceder a la denuncia para romper el silencio. Al respecto, encontramos terribles datos estadísticos en el reciente estudio sobre la prevalencia y el impacto de la violencia sexual contra las mujeres realizado por Jaris Mujica, Nicolas Zevallo y Sofía Vergara en Mazán, un distrito de Loreto. 
En éste se señala que 8 de cada 10 mujeres han sufrido violencia sexual a lo largo de su vida, 2 de cada 3 mujeres de la muestra dicen que tuvieron una iniciación sexual forzosa y el 56% de las mujeres que tuvieron un hijo entre los 14 y 17 años declaran que fue producto de violencia sexual.[5] 
Mientras la impunidad siga prevaleciendo en los casos de violencia y violación sexual, mientras la sociedad siga haciéndose de la vista gorda sobre lo que significa esta forma de violencia, mientras sea naturalizada, mientras no hayan acciones decididas para cambiar la visión que persiste de las mujeres como objeto,  propiedad privada de los hombres, sujetas a su libre disponibilidad, y mientras no se difundan ampliamente campañas de sensibilización como la que viene desarrollando Demus, llamada “Mujer que se escuche tu voz: UN HOMBRE NO VIOLA”, millones de mujeres, niñas y adolescentes en el país seguirán viviendo las secuelas y el dolor de ser violentadas, manteniendo el silencio, mientras los gritos en su interior estallan incontrolables todos los días, todos los días, todos los días.
NOTAS:
 
1. Kimberly Theidon, Entre prójimos: El conflicto armado interno y la política de la reconciliación en el Perú, Estudios de la Sociedad Rural 24, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 2004
 
2. Idem
 
3. Paula Escribens Pareja,  Dialogando con mujeres de Huancavelica: DEMUS y su apuesta por la salud mental comunitaria, DEMUS, Lima, 2011.
4. Ver éstos y otros datos enhttp://www.demus.org.pe/publicacion/cdd_cudriptico%20en%20pdf.pdf
5. Jaris Mujica, Nicolas Zevallo y Sofía Vergara, Estudio de estimación del impacto y prevalencia de la violencia sexual contra mujeres  adolescentes en un distrito de la Amazonía peruana, Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX),, Lima, 2013.

EN ÁFRICA: 30 MILLONES DE NIÑOS Y NIÑAS NO VAN AL COLEGIO


La Comisión Africana (AUC), órgano de la Unión Africana, ha dicho que más de 30 millones de niños y niñas africanos, con edad escolar, no asisten a la escuela. Esta gran cifra se da a pesar del incremento del 60 al 75% en las cifras de enrolamiento escolar que se ha conseguido en el continente durante los últimos cinco años.

Curiosamente, uno de los países más potentes a nivel económico en África subsahariana y que aspira a ser un líder de la región, Nigeria, presenta el mayor número de menores sin escolarizar: unos 10 millones.

Estas cifras fueron recordadas hace poco tiempo por el Comisario de Recursos humanos, Ciencia y Tecnología de la AUC, Martial Ikounga, durante la apertura de la primera sesión ordinaria de la Conferencia de Ministros de Educación de la Unión Africana (COMEDAF), en Addis Abeba.

El Comisario también dijo que el 40% de los alumnos que inician la educación secundaria la completan y que se han reducido las tasas de abandono escolar en este nivel al 45%.
Como se desprende de estas cifras, durante las últimas décadas, en África subsahariana se ha conseguido grandes avances en materia de educación. Al mismo tiempo queda de manifiesto que todavía queda mucho que hacer en este campo. También se constata, en algunos países, un cierto cansancio después del esfuerzo hecho durante tantos años para conseguir la escolarización primaria universal gratuita como demandaban los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). A esto también está contribuyendo los recortes en la ayuda a la cooperación que la mayoría de países u organismos internacionales están implementando. Por eso, este objetivo ha sido revisado a la baja.

Cada vez está más claro que serán bastantes los países africanos que no alcancen la meta de lograr la educación primaria universal en 2015. En algunos, incluso, se prevé un retroceso, como es el caso de Nigeria, cuyas cifras ya hemos puesto de manifiesto anteriormente.
En el otro lado de la balanza se encuentra una serie de países que ya han alcanzado al objetivo de la educación primaria universal. Es el caso de Kenia, Ghana, Tanzania, Zambia y Mauricio. Otros, Ruanda, Burundi o Etiopía, están muy cerca de conseguirlo.

Poco a poco, el énfasis en materia de educación en África subsahariana se está trasladando de conseguir buenas cifras de escolarización a esforzarse en lograr una educación de calidad.
Es por eso que el Comisario de la Unión Africana, el señor Ikounga, en la reunión de Addis Abeba también advirtió que hace falta más implicación de los gobiernos e instituciones y más recursos para poder dar respuesta a la necesidad anual de 2 millones de profesores que tiene el continente.

El Comisario animó a los Ministros de Educación de los países miembros de la Unión Africana a redoblar esfuerzos para ofrecer una formación de calidad a, al menos, 500.000 profesores cada año para cubrir la demanda y necesidades de las escuelas del continente para contribuir al desarrollo de África.

El 75% de los profesores africanos tienen una buena formación, según el Comisario, pero muchos de ellos necesitan reciclarse al mismo tiempo que se requiere una adaptación del currículum de muchas escuelas para adaptarse a las necesidades tecnológicas del rápido crecimiento económico y demandas de desarrollo la población que muchos países del continente experimentan en este momento.

(Por Chema Caballero, publicado en elpais.com)


Chiste de la semana: los bancos más caros de Europa

Empezamos la semana con un poco de humor bancario:

los bancos más caros de europa

Salud mental en tiempos de recesión económica: el caso de Europa

MentalHealthEurope 

La salud mental, lejos de ser una cuestión meramente individual e “interna” a la persona, se encuentra afectada por las condiciones sociales, culturales y económicas en las que alguien se desenvuelve. Ya Ortega afirmaba en sus Meditaciones del Quijote,  “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”… y algo así ocurre con los problemas de salud mental. La crisis social y económica que atraviesan numerosos países se corresponde con incrementos en la incidencia de problemas de salud mental, tal y como han puesto de manifiesto algunos estudios previos. Es decir, cuando no se logra salvaguardar la “salud” de una sociedad, tampoco se logra preservar adecuadamente la del individuo. Así, en cierto sentido, el aumento de los problemas de ansiedad y depresión en los últimos años viene a ser un síntoma del mayor nivel de “estrés social” presente en las circunstancias.

Un nuevo estudio, llevado a cabo por un equipo de investigadores angloamericano y publicado en PLOS One en julio de este año, revela no obstante que las relaciones entre enfermedad mental y circunstancias sociales adversas pueden ser más complejas y problemáticas de lo aparente a primera vista. La recesión económica se corresponde con un mayor riesgo de desempleo entre las personas con enfermedad mental, que de esta forma ven agravada su situación. Sería algo así como tratar de escapar de unas arenas movedizas… la crisis incrementa los problemas de salud mental, la enfermedad mental hace más difícil la integración laboral en tiempos de recesión.

La investigadora del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres Sara Evans-Lacko y sus colaboradores han analizado datos contenidos en los Eurobarómetros de 2006 y 2010 para los países de la Europa de los 27, con el fin de conocer cómo han cambiado las tasas de desempleo en este período, comparando a personas con y sin enfermedad mental. 

Los resultados obtenidos indicaron que las personas con enfermedad mental presentaban niveles de desempleo más altos en ambos períodos, en relación con las personas sin enfermedad mental. Pero, aún más, la distancia entre las tasas de desempleo de aquellos con y sin un problema de salud mental se ha acrecentado en el período de crisis económica, si se comparan los datos de 2006 y 2010. Así lo refleja el odds ratio de 1.12 (95% IC: 1.03, 1.34) obtenido para la interacción entre enfermedad mental y momento temporal, que revela un incremento más pronunciado en las tasas de desempleo entre las personas con enfermedad mental, en comparación con el aumento entre aquellos sin problemas de salud mental

En definitiva, tal y como se representa en la figura adjunta, la recesión económica habría tenido un mayor impacto -en lo que a desempleo se refiere- entre aquellos que a priori pueden ser más vulnerables, como son las personas con enfermedad mental. De manera más específica, los investigadores identificaron además que los mayores impactos en términos de riesgo de desempleo se producían en el subgrupo de hombres e individuos con bajos niveles educativos.

EvansLacko et al 2013

En un intento de contextualizar estos resultados, Evans-Lacko et al. (2013) analizan también algunas variables contextuales de este periodo, referentes a las creencias y actitudes de la población general hacia la enfermedad mental. En este sentido, hallaron que en 2010 (es decir, en plena crisis), el riesgo de desempleo entre las personas con enfermedad mental era significativamente mayor en aquellos países donde estaba más extendida la creencia de que estas personas pueden ser peligrosas. Esto, sin embargo, no ocurría en 2006; lo que parece apuntar a que en tiempos de recesión la estigmatización social del colectivo de personas con enfermedad mental implica un mayor riesgo de exclusión social. Así lo expresan los autores del estudio:
Las actitudes estigmatizadoras, concretamente las creencias sobre la peligrosidad de los individuos con problemas de salud mental, podrían ser un importante mediador en la relación entre desempleo y problemas de salud mental que sigue a la recesión. Vivir en un país donde una proporción más elevada de individuos cree que las personas con enfermedad mental son peligrosas se asociaba a una probabilidad más elevada de desempleo para las personas con problemas de salud mental, pero no influía en las tasas de desempleo para aquellos sin problemas de salud mental.”
Otras representaciones sociales también parecen desempeñar un papel relevante. Por ejemplo, las creencias negativas de la población sobre las posibilidades de recuperación de aquellos con enfermedad mental también se asociaban, aunque marginalmente, con un mayor riesgo de desempleo entre aquellos con problemas de salud mental. No obstante, el papel de esta y otras creencias en la población, como la atribución de responsabilidad a las personas con enfermedad mental, parece requerir más investigación, al menos para poder llegar a una interpretación adecuada de su posible influencia en las tasas de desempleo de este colectivo. En este sentido, los investigadores hallaron –según ellos mismos comentan, sorprendentemente- que en las poblaciones donde una atribución de responsabilidad interna a la persona estaba más extendida se observaban menores tasas de desempleo entre las personas con enfermedad mental.

De manera interesante, los autores del estudio hacen una mención especial al caso de España, haciéndose eco del estudio de Gili et al. (2012), anteriormente reseñado en este blog.
En España, donde el impacto de la reciente recesión ha estado entre los mayores, la prevalencia de los trastornos mentales diagnosticados en atención primaria se está incrementando. Tales incrementos se asocian con aumentos en el desempleo y también se encuentran presentes entre individuos cuyos empleos se ven amenazados y entre quienes luchan por hacer frente a los pagos de su hipoteca. Hallazgos recientes, provenientes de Inglaterra y España, sugieren que la recesión se asocia a un deterioro de la salud mental de la población”.
Evans-Lacko et al. (2013) concluyen con una interesante idea, derivada de sus resultados. En tiempos de crisis económica, el desarrollo de programas orientados a combatir la exclusión y promover la salud mental parece aún más necesario si cabe, sobre todo si consideramos el aumento en los niveles de riesgo a que se ven expuestas las personas con enfermedad mental. Algunas creencias inadecuadas y estigmatizadoras pueden contribuir a agravar la situación de este colectivo, por lo que también, podría añadirse, es necesaria una cierta labor preventiva a nivel social, orientada a promover un mejor conocimiento de la enfermedad mental.




FRACKING PROGRESISTA


POR RAÚL ZIBECHI

Publicado por lalineadefuego el septiembre 8, 2013 · Dejar un comentario 
Argentina:
La Vaca <www.lavaca.org>
07 septiembre 2013
 
La debacle ética siempre antecede a la debacle material. Aunque no existe una relación mecánica entre ambas, la primera es condición de la segunda. Para las personas de izquierda la experiencia histórica podría servir de referencia e inspiración, pero sobre todo como impulso hacia la coherencia más allá de las conveniencias del momento, que de eso trata la ética.
Algo deberíamos haber aprendido de la dramática experiencia del socialismo real. Quienes nos opusimos en la calle a la invasión de Vietnam a menudo guardamos silencio ante la invasión a Checoslovaquia, por la sencilla razón de que el antimperialismo (estadounidense) nos impedía cuestionar al expansionismo soviético porque lo consideramos (erróneamente) enemigo de aquel. Terrible lógica que tuvo trágicas consecuencias.
¿Cuántos de los que denunciaron vivamente los campos de exterminio nazis hicieron lo mismo ante los juicios de Moscú y la represión estalinista? Apenas un puñado, acusados de agentes del enemigo cuando en realidad eran troskistas y anarquistas, o comunistas disidentes, chivos expiatorios de una geopolítica del poder dispuesta a sacrificar la ética en el altar de las conveniencias del momento.
La justificación ideológica de las deserciones de la ética son las peores consejeras, porque ensucian las ideas que dicen defender. A tal punto que conceptos nobles como comunismo o dictadura del proletariado dejaron de imantar la energía y la imaginación de los oprimidos y las oprimidas del mundo. Por regla, suelen hacerse concesiones de principios (como se decía antes cuando no nos atrevíamos a pronunciar el vocablo ética) en aras de supuestas ventajas tácticas.
Algo similar está sucediendo en relación a iniciativas de los gobiernos progresistas. El domingo 1 de setiembre el diario argentino Página 12 publicó un artículo titulado “Fracking”, en el que defiende la fractura hidráulica porque oponerse sería tanto como sintonizar con la oposición derechista. Acusa a los que se oponen a esa técnica de ser ecologistas, a los que define como “reaccionarios” que antes se opusieron a la megaminería, a los transgénicos y los agroquímicos.
El articulista, en un medio que supo ser crítico del poder neoliberal, señala que se trata de un “pensamiento regresivo” y asegura que “todavía no aparecieron argumentos convincentes contra los supuestos efectos contaminantes del fracking”. Va más lejos y postula que “no hay razones para pensar que el fracking será más riesgoso que otras actividades extractivas”.
Luego de despotricar contra los críticos, el articulista detalla la trascendencia de las conveniencias del momento, ya que las reservas no convencionales en el sur argentino serían 67 veces las actuales reservas de gas y once veces las de petróleo. “La magnitud de esta riqueza parece inconmensurable desde la perspectiva actual y tras la reaparición del déficit energético externo”. Ese déficit apareció, por cierto, luego de la desastrosa política privatizadora de Carlos Menem en la década de 1990.
Sin embargo, Menem privatizó las empresas estatales, entre ellas YPF que era una empresa superavitaria, con argumentos muy similares a los que se esgrimen ahora: miradas de corto plazo asentadas en la “riqueza real” que se va a obtener. Recordemos que Menem fue el político más popular de la década de 1990, al punto que fue reelecto con el 49,9% de los votos en 1995 luego de haber regalado medio país a las multinacionales.
Menem se convirtió en cadáver político porque en cierto período, hacia fines de la década en la que gobernó, las conveniencias del momento empezaron a jugarle en contra. No fue capaz de asumir las consecuencias de sus decisiones y su prestigio fue enterrado por un ciclo de luchas iniciado en 1997 que tuvo su clímax en el levantamiento popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, que expulsó de la presidencia a su sucesor Fernando de la Rúa.
Con el fracking, la megaminería y los monocultivos de soja sucede algo similar. Durante una década y gracias a los altos precios de las mercancías la economía parece funcionar y hay dinero suficiente para pagar políticas sociales que aplacan la pobreza sin realizar cambios estructurales. Pero, ¿pueden los defensores del modelo mirar a la cara a las Madres de Ituzaingó, que vieron morir a sus hijos por los efectos de los plaguicidas, y decirles que son víctimas de “un pensamiento regresivo” y “reaccionario”?
Las Madres de Ituzaingó, un barrio obrero de la periferia de Córdoba rodeado de campos de soja, recorrieron el barrio puerta por puerta cuando empezaron a ver morir a sus hijos y descubrieron que los índices de cáncer son 41 veces superiores al promedio nacional. Durante años ningún organismo del Estado acogió sus denuncias. “En Ituzaingó hay 300 enfermos de cáncer, nacen niños con malformaciones, el 80 por ciento de los niños tienen agroquímicos en la sangre y el 33 por ciento de las muertes son por tumores”, dijo Sofía Gatica en un reciente encuentro contra la minería en Buenos Aires, clausurado el mismo día que Página 12 defendía el fracking.
Con los años Gatica, en nombre de las Madres, recibió el Premio Goldman, uno de los galardones más importantes del mundo para luchadores por el medio ambiente. Los sojeros fueron condenados, la justicia reconoció la contaminación y el gobierno tomó cartas en el asunto. Entre tanto, un inmenso dolor atraviesa a las madres del barrio y de muchos otros pueblos de la Argentina sojera. Las Madres de Ituzaingó no son ecologistas ni pertenecen a ningún partido de izquierda, ni apoyan a la derecha ni están contra el gobierno. Es otra lógica, la de la dignidad.
Entre los progresistas de la región se ha impuesto una lógica perversa: medir las cosas según beneficien a la derecha o al gobierno. Ese fue el argumento de algunos politólogos ante las masivas manifestaciones de junio en Brasil. La única brújula para no perderse es la ética. Hoy sus agujas enfilan contra la megaminería y el extractivismo, sin importarles quiénes estén en el gobierno.
6/9/2013

Ecuador: YASUNI-RECOMENDABLE: Entrevista a sacerdote capuchino Miguel Ángel Cabodevilla


Yasuní: no estropear más la zona

Publicado el 09/Septiembre/2013 | 00:05
Yasuní: no estropear más la zona
La entrevista

Por: José Hernández
Director Adjunto
El personaje: el sacerdote capuchino Miguel Ángel Cabodevilla lleva 35 años en Ecuador. El misionero es uno de los precursores de la defensa de los pueblos indígenas ocultos de la Amazonía y lucha para evitar su exterminio. 

Miguel Ángel Cabodevilla conoce como pocos el Yasuní y sus pueblos. En esta entrevista critica las ocurrencias en el debate y hace una propuesta: parar un año la explotación y estudiar en serio la zona.

El Gobierno dio unos argumentos para empujar el plan A. Ahora los cambia para aplicar el plan B. Usted que conoce la zona y sus pueblos, ¿qué piensa de esto? 
Lo veo como una perversión. La primera víctima de esta guerra es como siempre la verdad. El Gobierno dice una parte de la verdad y oculta otra parte. Cuando el Presidente dice, por ejemplo, que va a quedar afectado el uno por 1000 puede ser cierto si se refiere a la ocupación territorial. Pero de ninguna manera, y él lo sabe, si se refiere a la capacidad de afectación. No hay cosa que ponga más furiosos a los grupos en contacto que el ruido del helicóptero. Cuando se descubre su casa desde el cielo, ellos pueden atacar porque se sienten absolutamente inermes, desesperados. La afectación no es solamente el territorio. No se dice toda la verdad.

Entonces, ¿la otra víctima en este debate es la razón?
Sí, por eso últimamente no me gusta entrar en debates porque no se discute racionalmente. No se dan datos ni razones de fondo. La gente dice ocurrencias. 

El debate se está haciendo alrededor de una disyuntiva: Conservar o explotar. ¿Plantearlo en esos términos es correcto?
Me parece que no porque, en primer lugar, el Yasuní ya está explotado. Algunos se acaban de enterar de que el Yasuní será afectado. ¡Por Dios, allí hay operaciones petroleras desde hace tiempo! Hemos tenido matanzas, una este año, otra grande en 2003. Bastantes muertes que no han sido catalogadas. El Yasuní está afectadísimo. 

Esta campaña la veo más como una campaña política que como una campaña racional. ¿Conviene a Ecuador cambiar de modelo de desarrollo? No me puedo meter en esas cosas porque no tengo conocimientos. Sería absurdo hacerlo. Pero también pido yo a algunos que no se metan donde no entienden. Primero habría que poner racionalidad al asunto.

¿Por dónde empezaría usted?
Por ver la realidad, las cosas que ya están en el Yasuní. Y preguntarse, ¿qué significaría más esta explotación? Habría que empezar por ahí.

¿La pregunta debiera ser, entonces, si se debe seguir afectando esa zona y a sus pueblos?
Eso es, ver realmente lo que queremos. ¿Dejar limpio el Yasuní? Si fuera así tendría que salir mucha gente. ¿Qué tipo de afectación habrá? Lo que ocurre es que se ocultan cosas. Por ejemplo: ¿se va a hacer una operación por helicóptero? No, hace mucho que hay una vía en el bloque 31. 

Me parece absurdo tratar de discutir una cosa en Quito sin conocer la realidad, sin haberla seguido paso a paso y sin poner un poco de frialdad en el asunto. Todo esto lo veo como un caos y en el caos siempre salen perdiendo los pequeños. 

¿Qué cree que es lo más sensato hacer desde el punto de vista de los indígenas de la zona?
Desde el punto de vista de los quichuas, naporunas, huaoranis, como desde luego de los grupos que están ocultos ahí, sería mejor no afectar más la Amazonía. Eso sería preferible. No tengo los argumentos necesarios para decir si eso a la nación le es posible o no.

En ese argumento de la necesidad económica, también se siguen diciendo medias verdades. Cuando el señor Wilson Pastor dice que se debe explotar para salir de la pobreza y que necesitamos dos generaciones, se contradice porque él dice que lleva 40 años al frente de ese negocio. 40 años son casi tres generaciones y ahora necesitan otras dos. Entonces se necesitan cinco. Por eso digo que continuamente se falsea. Para un país es malo la mentira y la ocultación; es malo no enseñarnos a afrontar las verdades. Y las verdades son duras. Enfrentemos la verdad, seamos democráticos y la mayoría que decida, pero con la verdad.

¿Cuáles son los ingredientes de la realidad y los términos racionales que se debieran poner sobre la mesa en este debate? 
Me parece difícil porque llevamos mucho tiempo viviendo sobre conceptos vacíos. No solo ahí. También hay conceptos antropológicos y etnográficos que se han manejado desde puntos de vista erróneos.

¿Quiere poner un ejemplo? 
Cuando se dice que los indígenas son los grandes protectores del bosque o los enamorados de la vida de la selva. O cuando se dicen que hay que escuchar las organizaciones indígenas para que ellos den los parámetros para decidir algunas cosas. Hablemos de los huaoranis. Cuando dicen no hay mejores conocedores de la selva que ellos estamos diciendo una media verdad, porque la selva actual no es la selva de los huaoranis. La selva está poblada de petroleros, de madereros, de ONGs, de misiones, de intereses económicos de unos y de otros. Y en esa selva real, los huaoranis son su primera víctima. No dominan esa selva porque les abruma, les supera. 

Si la situación de los pueblos ahí es suficientemente grave, ¿en qué puntos una nueva explotación pudiera afectarles?
Habría dos afectaciones. Las que se refieren a los grupos indígenas ya instalados y las afectaciones a los grupos no contactados. Cualquiera que ve su vida, que los conoce desde hace tiempo, sabe que el petróleo ha significado un choque tan fuerte que los ha desequilibrado totalmente. 

Los pueblos indígenas orientales son lentos, necesitan la lentitud. Justo lo que una industria como el petróleo no puede dar porque con los cambios que produce se sienten sobresaturados. Te cuento una anécdota: el sábado pasado yo estaba en la feria de Pompeya y veía a los huaorani en un comedor. Había muchachos jóvenes que trabajan en la petrolera y cuatro o cinco viejitos convertidos en pordioseros. Les he conocido en su casa y a ningún joven se le habría ocurrido negar la comida a un abuelo. Nosotros tuvimos que darles de comer. Cuando les llevé a la mesa de al lado, le pregunté a su nieto: ¿pero cómo no le da de comer a su abuelo? Es mi plata, me dijo. 

Las compañías meten cosas que en principio no son nocivas, como el sueldo o el trabajo. Pero en ese tipo de civilizaciones pueden causar estragos tremendos y romper las familias y lo que era su mundo. Ahora tienen prisa: quieren decidir en 15 días lo que harán en el Yasuní. Pero para conocer se necesita más tiempo y no nos lo conceden. No tienen tiempo para una explicación larga. No tienen tiempo para una maduración con respecto a los grupos contactados, no contactados o grupos ocultos.

Sobre estos grupos, el Gobierno primero aceptó que había que protegerlos. Ahora desaparecieron del mapa o niegan que por ahí transiten. ¿Cuál es su análisis sobre este tema?
Es una utilización desde de mi punto de vista. Es como si escucharas a un profesor que te enseña matemáticas decir que dos y dos son seis. Me causa vergüenza ajena ver cómo se utiliza esto y ver cómo lo utilizan algunos de ellos contra su razón, porque saben perfectamente que no es así.

Le dije al señor Presidente en una ocasión que ellos han hecho inversiones en esa zona que me parecen muy buenas, pero jamás han invertido seriamente en el conocimiento de los grupos en contacto. Y si se quería explotar bien, la primera inversión era esa: tratar de conocer en serio sistemáticamente lo que pasa ahí, cómo es la selva, qué gente hay ahí. Esto no se ha hecho.

Y si hubiesen invertido, ¿qué hubiesen descubierto? 
Primero, que siempre ha habido más gente de la que han dicho y eso está probado. Lo está por las matanzas. Ellos han dicho, a cada vez que tenían que explotar, que aquí no hay, que están más allá, que no hay evidencias de que existan. El señor Pastor dice una cosa que me parece de un cinismo tremendo, porque aquí el argumento es al contrario: si ustedes realmente quieren proteger a esta gente, primero tenemos que tener evidencias de que no están. Esa es la evidencia que necesitamos; no la contraria.

Ahora se juega sobre las palabras. Si son contactados, si no lo son, si son ocultos... ¿en este tema, cuál es el asunto de fondo?
Que ahí hay unos grupos, unas familias y clanes distintos que no siempre se llevan bien entre ellos, que tienen una antigua tradición de trashumancia a lo largo de unos largos corredores -unos este-oeste otros norte-sur- que han caminado durante siglos. 

Luego de la muerte de Ompure dijeron esto con mucha claridad: nosotros intentamos seguir nuestro camino pero ahora está cortado. Está está cortado por la vía Maxus. Me sorprendió, cuando oí esa entrevista, que una vía suponga para ellos un obstáculo tan grande. Ellos que salvan obstáculos terribles en la selva pero no podían atravesar ese camino raro por el cual pasan objetos a toda velocidad. En esa entrevista decían: no tenemos nuestro camino hacia el sur, hacia nuestras tierras. 

Pienso, aunque no tengo datos de los últimos años y por eso no lo puedo decir con rotundidad, que hay otros grupos más al sur. Grupos en el campo que es ahora el 31 y otros grupos más hacia la frontera con el Perú.

¿Cómo explica que sobre un tema tan importante, los gobiernos procedan sin información cierta? 
Me pregunto ¿cómo puede ser que con este problema llevemos 15, 20 años y Ecuador no haya creado un equipo de especialistas e investigadores? Porque sobre esto va, primero, de la vida de esta gente, de la economía del país y de que no se armen estos caos de palabrerías. ¿Cómo puede ser que esto no haya ocurrido? 

Este gobierno ha cambiado muchas cosas, pero en esa zona del Oriente da la impresión de que algunas cosas permanecen muy parecidas. Cuando escucho a un señor que lleva cuarenta años al frente del petróleo, digo esto no ha cambiado. Son los mismos. Y si son los mismos me imagino que su intencionalidad, su idea y sus resultados son los mismos. 

Hay otro poder, que es mejor no nombrar, que está muy cercano al petróleo y que tiene una gran influencia en la zona. Fuerzas que no sé hasta qué punto el Ejecutivo domina. Me extraña que tantas cosas hayan cambiado en el país y, sin embargo, el tratamiento hacia los pueblos sin contacto continúe siendo el mismo.

Lo cierto es que en el texto que usted escribió sobre la matanza, se ve que la violencia se incrementa porque esos pueblos se sienten acorralados.

Sin duda. por eso digo que la afectación va mucho más allá que el territorio. La explotación petrolera trajo consigo esa terrible invasión no solo de colonos sino también de otros indígenas y, naturalmente, esas invasiones son las que los han constreñido muchísimo. 

Cuando se quiso hacer la zona intangible se tuvo que tener en cuenta las concesiones petroleras, a los colonos y a otra gente. Entonces hemos ido siempre por detrás de la realidad. Por eso pregunto: ¿cuándo nos vamos a situar en la realidad? En esta discusión que escucho estos días, la gente no quiere la realidad porque es costosa, difícil, compleja, fastidiosa y, a veces, dura. Es mejor moverse en esta turbiedad de supuestos conceptos que no se ajustan a lo que realmente ocurre en el parque Yasuní. 

Hace dos meses decíamos en Alemania que necesitábamos dinero para proteger a esta gente y ahora decimos que no hay esa gente. Te imaginas desde el extranjero las personas a las que se pidió la plata, ¿qué pueden estar pensando de esta batahola, de este guirigay de grillos?

¿Está pidiendo que se pare y se el dé una oportunidad a la razón? 
Sí, un pare de un año y estudiar a fondo y en serio, destinando recursos, esa zona. El país recibiría ayuda de gente extranjera que colaboraría a gusto. 

Me suena sensato lo de parar. El movimiento en esa zona me parece tan desmesurado respecto a los pobladores, a la capacidad de compresión, de reacción y de asimilación que si se pudiera, por lo menos, no aumentarlo sería un gran logro. Si hay otras alternativas económicas me parecería absolutamente sensato no estropear más esa zona. 

Tendríamos que tratar de explotar, invertir más en turismo y otras cosas. Hay comunidades indígenas que se han metido en el camino del turismo y les está yendo bastante bien no solo en términos económicos sino sociales. Hay menos conflictos familiares, menos tensiones porque en el Oriente -es una cosa que no se estudia- hay una proporción muy grande de suicidios entre los muchachos indígenas. Ellos están agobiados por este mundo que les ha caído encima y ante el cual no pueden reaccionar.

¿Se debe entender que se les propone siempre un canje que termina para esos pueblos en un verdadero etnocidio?
Esas cosas me parecen increíbles. Yo digo: ¿qué personas son las que han ideado esto? Me parece una cosa de ovnis. Este apuro que han tenido algunos funcionarios en ser los nuevos recreadores del Oriente, de querer hacer una nueva creación porque lo anterior no vale, donde todo tenga el sello de este Dios. 

En las mitologías indígenas de la Amazonía siempre hay dos personajes: uno que nosotros llamaríamos Dios, porque es una fuerza que crea las cosas, y otra fuerza que dice no, no quiero hacer. Es un diablo e intenta también ser un creador.

Esta segunda creación, en esos relatos amazónicos, siempre sale fatal y, de ahí salen los mosquitos y las pinchos de las chontas. Todo lo que nos perjudica es de alguien que quiso alterar la naturaleza, el ritmo de la creación natural. Recuerdo a menudo esas narraciones indígenas porque creo que hay una sabiduría del tiempo, de la pausa, de la paciencia que se tiene que tener. Cuando veo estas cosas, digo estamos volviendo otra vez a esos tiempos míticos y no aprendemos de lo que está dicho en los libros.

RECOMENDABLE: El extractivismo mágico, ¿también cura las hemorroides?

  Eduardo Gudynas
 
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A pesar de la acumulación de críticas y resistencias a los extractivismos, los gobiernos sudamericanos insisten en defenderlos. Partiendo de oposiciones exageradas, como “petróleo o pobreza”, ponen las soluciones en más extractivismos, convirtiéndolos en medicinas milagrosas que todo lo curan.  Esta postura se ha acentuado todavía más en los últimos meses. Distintos gobiernos han elevado sus apuestas a los extractivismos, defendiendo actividades mineras, petroleras o agrícolas intensivas, volcadas a la exportación de materias primas, como si solucionaran todos los problemas nacionales.

Están obligados a hacerlo. Es que la nueva generación de este tipo de emprendimientos son más intensos o cubren mayores superficies, o bien buscan avanzar sobre áreas que están protegidas por ser territorios indígenas o por su riqueza ecológica. A su vez, como se han multiplicado las evidencias de los efectos negativos, y sigue aumentando el número de resistencias ciudadanas y movilizaciones populares, la gente ya no cree mucho en las viejas justificaciones.

Hay varios ejemplos de estas nuevas posturas, tanto por derecha como por izquierda. En Perú, el gobierno de Ollanta Humala intenta buscar gas en las reservas territoriales indígenas próximas a Camisea. Para ello ha presionado a las agencias gubernamentales en interculturalidad y áreas protegidas para que cambiaran sus evaluaciones iniciales negativas en otras que fueran positivas, y así poder ingresar en esos sitios.

En Uruguay, el presidente José “Pepe” Mujica, y la coalición de izquierda gobernante, han desplegado considerables energías para imponer un proyecto de megaminería de hierro a cielo abierto. Se creará una enorme mina, promovida por capitales de la India, que se debe complementar con un largo mineraloducto, un puerto de aguas profundas y una generosa provisión de energía eléctrica. Si bien en el exterior a muchos les resulta muy simpático Mujica, dentro del país se critican sus concesiones en tributos e infraestructura a los inversores mineros, sus repetidas amenazas de descuartizar al Ministerio del Ambiente o su desapego por atender las áreas protegidas.

Estos ejemplos muestran que, sea por derecha o por izquierda, el extractivismo avanza en el continente. En todos los casos hay un nuevo empuje de esas actividades que se cierne sobre áreas ocupadas por agricultores, campesinos, indígenas o que son santuarios ecológicos.

Medicina mágica

En los últimos meses, ante cada crítica o alerta ciudadana, enseguida aparece una respuesta, casi siempre gubernamental, a veces empresarial, planteando un nuevo atributo positivo de los extractivismos. Estos se convierten en medicinas mágicas que todo lo cura. Sea la megaminería, los hidrocarburos o los monocultivos intensivos, se los reviste de atributos positivos, tales como generar miles de empleos, promover las exportaciones, financiar programas sociales, y más. A su vez, ese mismo discurso anula los impactos o costos de esos emprendimientos, y los que los planten están mal informados, tienen agendas políticas escondidas, o exageran.

Esta dinámica me recuerda una historia que escucho de tanto en tanto desde hace muchos años en algunos ámbitos vinculados a los temas del desarrollo. Todo se inicia en la sede de CEPAL en Santiago de Chile hace unos veinticinco años atrás, cuando allí se elaboraba la propuesta de la “transformación productiva con equidad”. Mucha gente tenía grandes ilusiones con ese programa, concibiéndolo como “la respuesta” cepalina al neoliberalismo. Esto hacía que en cada nuevo taller de análisis y discusión, se hicieran nuevas adiciones. Poco a poco, la propuesta inicial se derramó hasta cubrir una enorme variedad de cuestiones (sociales, educativas, ambientales, comercial, etc.). Se llegó a un taller donde, según cuentan algunos veteranos, al momento de agregar algunas nuevas virtudes, uno de los asistentes, ya cansado, preguntó: ¿también cura las hemorroides?

No sé si la historia es verdad o es una leyenda, pero a mi modo de ver ese relato encaja perfectamente con la situación que ahora se vive con los extractivismos. Prácticamente desaparecen todos los efectos negativos, y cada semana se nos dice de alguna nueva propiedad positiva en extraer masivamente los recursos naturales de los más apartados lugares de nuestros países. Ya son tantas que vale la pena preguntarse si el extractivismo no curará las hemorroides o alguna otra enfermedad.

Algunos pensaran que mi analogía es exagerada. Para defender que no lo es, basta repasar las noticias de las últimas semanas, dominadas por la cancelación del programa que buscaba impedir la explotación petrolera en el parque Yasuní, en la Amazonia de Ecuador. Años atrás, Ecuador lanzó la idea de dejar el petróleo en el subsuelo de ese parque y en lotes adyacentes a cambio de una compensación económica internacional. En esos esfuerzos, el gobierno subrayaba tanto elementos ecológicos como sociales. Entre los primeros estaba que esa zona era una de las de más alta biodiversidad en el planeta, y su mandato constitucional con los derechos de la Naturaleza; entre los segundos, se encontraban los pueblos indígenas que habitaban el área (algunos no contactados). Además, Ecuador había sufrido directamente las consecuencias ecológicas y sociales nefastas de la explotación petrolera en la Amazonia, y sabe de sus costos económicos (todo ello en el conocido megajuicio Chevrón-Texaco).

Repasemos la curiosa situación ecuatoriana: Allí, mucha gente sabe muy bien que la llegada de los pozos petroleros va de la mano con todo tipo de problemas sociales y ambientales. Todavía son más los ecuatorianos que saben que su propio gobierno durante unos siete años sostuvo que ese parque era una joya ecológica, que tenía indígenas no contactados, y que debía ser protegido. El gobierno debía reemplazar todo estos argumentos por otros nuevos para justificar su decisión de explotar el petróleo en la zona de Yasuní. Necesitaba una nueva variedad de la medicina mágica.

La sangre de la tierra

El presidente Correa anunció que se vio obligado a promover la explotación petrolera en ese parque amazónico porque la comunidad internacional le había fallado y era hipócrita. Agregó que era necesario volcarse a ese extractivismo para solucionar la pobreza en Ecuador, y a partir de allí se lanzó a una semántica audaz. Correa pintó un panorama desolador de la Amazonia, listando problemas como la inexistencia de agua potable o saneamiento, enfermedades como dengue, cólera o gastroenteritis, o señalando que en su criterio todos los pueblos ancestrales viven en la pobreza, y así sucesivamente. Para superar “todos” esos problemas se necesitaba drenar el petróleo amazónico. Es más, en distintas intervenciones de prensa ha sostenido que con los ingresos petroleros se asegurarían servicios básicos en “toda” la Amazonia, y en “general en todo el país”. Si usted tiene alguna duda que el extractivismo todo lo cura, los dichos presidenciales apostaron por más, vaticinando que Ecuador podría ser el primer país en América Latina con servicios básicos en todo el territorio.

Ese discurso fue tan poderoso, que aquellos indígenas no contactados que habitaban el parque, parecería que desaparecieron, y ya no volvieron a ser nombrados en los días siguientes. También desapareció la riqueza en fauna y flora del área, o el mandato constitucional de preservar los derechos de la Naturaleza. La medicina extractivista tiene, por lo tanto, capacidades adicionales en hacer desvanecer etnias, especies silvestres o derechos constitucionales.

El discurso gubernamental también sostuvo que existen nuevas tecnologías que permitirían sacar el petróleo casi sin impactos. En días siguientes, se habló profusamente de helicópteros que atenderían unas “plataformas” petroleras que en lugar de estar en los mares, se emplazarían dentro de la selva. Con esto se apuntaba a hacer desaparecer las lecciones que arrojaron las explotaciones petroleras en otros sitios amazónicos, sosteniéndose que la empresa estatal, solamente por ser estatal, ya aseguraba los mejores estándares sociales y ambientales.

Es evidente que estamos ante un discurso simplista, algunos de cuyos aspectos se repiten en otros países. Es cierto que hay pobreza en la Amazonia, pero es extremadamente dudoso que se solucione taladrando un parque amazónico; es verdad que las regalías petroleras podrían ser jugosas, pero de allí a decir que asegurarán servicios básicos en todo un país hay una evidente exageración. Son fórmulas simplistas, como “sacar petróleo = eliminar pobreza”, que proveen el sustento a discursos mágicos y voluntaristas, pero que calan profundamente en muchos sectores sociales. Esta es una nueva gramática del extractivismo que tiene la virtud de cosechar adhesión social por su invocación a luchar contra la pobreza, y a la vez sirve para disparar contra indígenas, ambientalistas, y otros muchos más, acusándolos de ser unos desalmados que impiden revertir la miseria.

Sé que muchos dirán que estas líneas son exageradas. No tanto por haber indicado las propiedades mágicas de los extractivismos, sino por preguntar si curan las hemorroides. Pero después de mucho pensarlo decidí mantener esa palabra. Es que estos discursos extractivistas quieren convertir en hechos aceptables, naturales, y hasta beneficiosos, lo que en realidad son acciones espantosas, como afectar a indígenas en aislamiento o acabar con áreas protegidas. Para romper esa naturalidad muchas veces es necesario un sacudón. Y la palabra hemorroides logra ese efecto. Pero además es un término que ilustrativo, ya que en sentido estricto quiere decir “fluir de la sangre”. Me pregunto si no es justamente eso lo que observamos con los extractivismos actuales, con ese lento y persistente drenaje que proviene de las entrañas de la Naturaleza.

Si es así, debe quedar en claro que los extractivismos mágicos no curan ese sangrado de nuestra Madre Tierra, sino que son una de sus causas. Es una terrible paradoja que se presente a una enfermedad como si fuera una medicina.

Una primera versión de este artículo se publicó en “El Desacuerdo” No 7, en La Paz (Bolivia)

Venezuela: La ALBA condenó cualquier incursión militar en Siria

 
Nacional: La ALBA condenó cualquier incursión militar en Siria

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Fecha publicación: 2013-09-09 / 08:00:00
Fuente/Autor: El Ciudadano
 
En la declaración conjunta del Consejo PolÍtico de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), reunido el sábado en Caracas, los países miembros exigieron a los Estados Unidos abstenerse de ejecutar cualquier acción militar en Siria y se comprometieron a enviar ayuda humanitaria a los refugiados sirios en el Líbano. 
 
De igual forma, en el documento se ratificó el llamado a la paz y el respeto a los principios consagrados en la carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Además se dio un repudio al uso de armas químicas y cualquier otra arma de ejecución en masa.

Al finalizar la reunión el Secretario Ejecutivo, Rodolfo Sanz, leyó la declaración de Caracas, en la cual el Consejo Político de la ALBA “ratificó su vocación de paz e irrestricto apoyo a la solución pacífica y negociada al conflicto armado que se vive en Siria”.

Además anunció que la ALBA enviará aviones con ayuda humanitaria para aliviar la situación de la población civil, llevarán vida y no la amenaza de muerte de los aviones estadounidenses.
La ALBA ha expresado permanentemente el rechazo a una posible intervención militar en Siria, afirmando que el presunto uso de armas químicas por parte del Gobierno sirio está siendo usado como una “excusa” para justificar una incursión.

Advierte además que las amenazas de una intervención se basan en acusaciones contra el Gobierno sirio hasta ahora no comprobadas y advierten que una guerra en la región podría tener catastróficas consecuencias para Oriente Medio y para la seguridad internacional.

Finalmente hicieron un llamado al Secretario General de las Naciones Unidas a intensificar sus esfuerzos para lograr el fin del conflicto y reiterar su apoyo a Lakdar Brahimi, Representante Especial de la ONU y la Liga Árabe y a la convocatoria de una conferencia internacional sobre la situación en Siria.

Adicionalmente, el canciller venezolano, Elías Jaua, informó que el nuevo secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), será Bernardo Álvarez.

El licenciado Bernardo Álvarez se desempeñó en 2011, como embajador extraordinario y plenipotenciario de Venezuela ante el Reino de España y actualmente fungía como viceministro de Relaciones Exteriores para Europa, designado en el mes de abril por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Ha sido jefe de delegación del país en Washington, Estados Unidos, hasta diciembre de 2010.
Durante 2000 y 2003, Álvarez fue viceministro de Energía, hasta que el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, lo envió para encabezar la legación diplomática ante la Casa Blanca.

El anuncio fue realizado durante la clausura de la Reunión Extraordinaria del Consejo Político del Alba que se realizó en la ciudad de Caracas (Venezuela). Ministetrio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.