domingo, 30 de marzo de 2014

Los talibanes paquistaníes prolongan la tregua

El principal grupo talibán de Pakistán, el TTP, prolongará la tregua que mantiene con el Gobierno del país asiático desde comienzos de este mes, informó hoy la prensa local.

"La tregua no acabará el 31 de marzo (como se anunció en un principio)", dijo el principal mediador del bando talibán, el clérigo Samiul Haq, de acuerdo con el diario local Express Tribune, aunque la fuente no concretó si el alto del fuego es permanente.

El anuncio se realizó tras una reunión celebrada ayer en Islamabad en la que participaron el comité de negociación del Gobierno, representantes de los talibanes y el ministro del Interior, Chaudhry Nisar.
El pasado martes se produjo el primer encuentro formal entre autoridades de Pakistán y miembros del TTP, en una reunión en la que ambas partes acercaron posturas en puntos como la extensión del alto el fuego de los insurgentes o el intercambio de prisioneros.
El TTP entregó una lista de mujeres y niños que, según el grupo, están en manos de las fuerzas de seguridad, mientras que los delegados gubernamentales pusieron sobre la mesa los nombres de un vicerrector universitario y dos hijos de conocidos políticos que se hallan secuestrados.

De acuerdo con el Express Tribuna, el Gobierno pidió ayer más tiempo a los talibanes para llevar a cabo "pasos prácticos".

Tras esta primera toma de contactos, ambas comitivas anunciaron que debían realizar consultas antes del siguiente encuentro, que se espera para la "próxima semana".

La delegación del TTP, de cuatro o cinco miembros según las fuentes, estuvo encabezada por Qari Shakil, miembro de la cúpula insurgente que ha supervisado por el bando talibán el proceso de diálogo formal iniciado en febrero.

Por el Ejecutivo paquistaní participaron el secretario de Puertos, Habibulá Khan; un miembro del equipo del primer ministro, Fawad Hasán; un responsable oficial para las áreas tribales, Mohamed Arif, y el exdiplomático Rustam Sha.

El diálogo, iniciado en febrero, se ha visto muy amenazado por la continuación de la actividad insurgente, a pesar de la tregua decretada en marzo por el TTP, que se ha desmarcado de los incidentes violentos ocurridos desde entonces.

«Las mujeres somos libres para decidir si queremos abortar», defiende el 'Tren de la libertad'

MARTA VARELA | BARREDOS.

La iniciativa feminista 'Tren de la Libertad' que el pasado 1 de febrero llenó Madrid de un «movimiento malva» contra la modificación de la Ley del Aborto tiene desde ayer su reconocimiento en el municipio de Laviana. 

En la misma localidad, Barredos, donde se gestó esta iniciativa en una cena en diciembre de 2013 se dio el nombre 'Tren de La Libertad' a un parque ayer y se volvió a dejar patente que las mujeres «somos libres para decidir si queremos abortar». 

Un acto que estuvo cargado de emotividad, pero sobre todo de compromiso con la lucha de la libertad de las mujeres. Así, desde las dos formaciones feministas que impulsaron la «marea malva» hacia Madrid, la Asociación de Mujeres por la Igualdad de Barredos y la Tertulia Feminista Les Comadres de Gijón, se recordó que «la lucha no ha terminado. Si el gobierno de Rajoy insiste en reformar la ley y acortar nuestras libertades, volveremos a subirnos al tren». 

Una idea que reforzó la filósofa Amelia Valcárcel, quien aseguró que «si tenemos que subirnos al tren, que no tengan duda, lo haremos y volveremos a Madrid para luchar por la libertad». A lo que desde el público se contestó con «la próxima visita será con dinamita». Porque, aseguraron, «ninguna mujer ha cansado de luchar por nuestros derechos». 

La mayor de la historia 
 
La directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Carmen Sanjurjo, agradeció al Ayuntamiento de Laviana «este justo reconocimiento a las asociaciones de mujeres que lideraron la mayor movilización y manifestación feminista de la historia de este país». 

Insistiendo que el acto es «una estación más en el viaje de este importante tren que no parará hasta asegurar que no se retrocede en los derechos de las mujeres». Por el Consistorio acudieron representantes del PSOE e IU, que siempre apoyaron esta iniciativa, encabezados por su regidor, Adrián Barbón. 

El regidor lavianés agradeció a las mujeres que mantengan «vivo el espíritu del 'Tren de La Libertad'» y remarcó que «no estamos dispuestos a que mueran mujeres por abortos clandestinos». El regidor recibió de manos de la exalcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, una flor malva para que sea cuidada por la Corporación. 



Polo crítico: Diario Inglés The Guardian: La Verdad de Venezuela, Una Revuelta de Ricos. No una "Campaña del Terror'"

La verdad: una Revuelta de los Ricos, No una 
"Campaña del Terror". La Retórica de John 
Kerry está Divorciada de la Realidad en el 
Terreno, Donde la Vida Continúa
Las imágenes forjan la realidad, lo que da a la televisión, los videos y hasta a las fotografías un poder con el que pueden cavar profundo en la mente de las personas, incluso sin que ellas se den cuenta. Pensé que también yo era inmune a los repetitivos retratos de Venezuela como Estado fallido en medio de una rebelión popular. Pero no estaba preparado para lo que vi en Caracas este mes: qué poco de la vida cotidiana parecía estar afectado por las protestas, la normalidad que reina en la gran mayoría de la ciudad. También yo había sido engañado por la imaginería mediática.
 
Grandes medios han reportado que los pobres en Venezuela no se han unido a las protestas de la oposición de derecha, pero esto es un eufemismo: no es solamente que los pobres se abstienen –en Caracas son casi todos excepto pocas áreas como Altamira, donde pequeños grupos de manifestantes se meten en batallas nocturnas con las fuerzas de seguridad, lanzan piedras y bombas incendiarias y huyen del gas lacrimógeno.
 
Caminando desde el barrio de clase trabajadora de Sabana Grande hasta el centro de la ciudad, no hay señales de que Venezuela esté al borde de una “crisis” que requiera la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de lo que John Kerry diga. El metro también trabajaba muy bien, aunque no pude bajarme en la estación Altamira, donde los rebeldes habían puesto su base de operaciones hasta que los sacaron esta semana.
 
Logré ver las barricadas por primera vez en Los Palos Grandes, área de clase alta donde los manifestantes sí tienen apoyo popular y los vecinos gritarán a cualquiera que trate de remover las barricadas –algo arriesgado de intentar (al menos cuatro personas aparentemente han sido asesinadas a tiros por hacerlo)–. Pero incluso aquí en las barricadas, la vida era bastante normal, excepto por algún tráfico fuerte. El fin de semana, Parque del Este estaba lleno de familias y corredores sudando en un calor de 32 grados –antes de Chávez había que pagar para entrar y los habitantes, según me dijeron, estaban decepcionados porque a los menos acomodados se les permitía entrar de gratis–. Los restaurantes siguen llenos en la noche.
 
Viajar ayuda a verificar la realidad un poco más, por supuesto, y yo visité Caracas principalmente para obtener información en el área económica. Pero vine escéptico respecto al cuento, reportado a diario en los medios, de que el desabastecimiento de productos básicos era la razón para las protestas. La gente a la que la escasez le crea más molestias es, por supuesto, los pobres y las clases trabajadoras. Pero los habitantes de Los Palos Grandes y Altamira, donde vi verdaderas protestas, tienen sirvientes que hacen cola para lo que necesitan y tienen el ingreso y el espacio para acumular algo de existencias.
 
Esta gente no está sufriendo, les está yendo muy bien. Sus ingresos han aumentado a buen paso desde que el gobierno de Chávez tomó control de la industria petrolera hace una década. Incluso tienen un gran apoyo del Gobierno: cualquiera con una tarjeta de crédito (excepto pobres y millones de la clase trabajadora) tiene derecho a $3.000 por año, a una tasa de cambio subsidiada. Después, pueden vender los dólares seis veces más caros de lo que pagaron, en lo que suma un subsidio anual multimillonario en dólares para los privilegiados, y todavía estos son los que abastecen la base y a las tropas de la sedición.
 
La naturaleza de clase de esta lucha siempre ha sido cruda e irrefutable, ahora más que nunca. Caminando entre las masas que fueron a las ceremonias por el aniversario de la muerte de Chávez, el 5 de marzo, se veía un mar de venezolanos de la clase trabajadora, decenas de miles de ellos. No había ropas caras o zapatos de $300. Qué contraste con las masas descontentas de Los Palos Grandes, que tenían camionetas todoterreno Grand Cherokee de $40.000 portando el eslogan del momento: SOS VENEZUELA.
 
En lo que se refiere a Venezuela, John Kerry sabe de qué lado de la guerra de clases está. La semana pasada, justo cuando me iba, el secretario de Estado de Estados Unidos duplicó su descarga de retórica contra el Gobierno, acusando al presidente Nicolás Maduro de fomentar una “campaña de terror contra su propio pueblo”. Kerry también amenazó con invocar la Carta Democrática Interamericana de la OEA contra Venezuela, así como de aplicar sanciones.
 
Alardear sobre la Carta Democrática contra Venezuela es casi como amenazar a Vladimir Putin con un voto de la ONU sobre la secesión en Crimea. Quizás Kerry no se dio cuenta, pero apenas unos días antes de sus amenazas, la OEA votó una resolución que Washington introdujo contra Venezuela y le dio la vuelta, declarando la “solidaridad” del organismo regional con el gobierno de Maduro. Veintinueve países la aprobaron y sólo los gobiernos de derecha de Panamá y Canadá se aliaron con Estados Unidos contra ella.
 
El artículo 21 de la Carta Democrática de la OEA aplica ante la “interrupción inconstitucional del orden democrático de un Estado miembro” (como el golpe militar de 2009 en Honduras, al cual Washington ayudó a legitimar, o el golpe militar de 2002 en Venezuela, que tuvo aún más colaboración del Gobierno estadounidense). Debido a este voto reciente, la OEA podría invocar la Carta Democrática más en contra del Gobierno de Estados Unidos, por las muertes que causan sus drones a ciudadanos estadounidenses sin juicio, de lo que podría hacerlo contra Venezuela.
 
La retórica de “campaña de terror” de Kerry está igualmente divorciada de la realidad y, como era de esperarse, provocó una respuesta equivalente del canciller de Venezuela, que llamó “asesino” a Kerry. Esta es la verdad sobre las acusaciones de Kerry: desde que comenzaron las protestas en Venezuela, resulta que más personas han muerto de la mano de los manifestantes que de las fuerzas de seguridad. De acuerdo con las muertes reportadas por el CEPR (Centro de Investigación en Economía y Política) durante el último mes, además de los asesinados por tratar de remover las barricadas puestas por los manifestantes, por lo menos siete aparentemente han muerto debido a las obstrucciones creadas por los manifestantes –incluyendo un motorizado que se degolló con una guaya colocada en la carretera– y cinco oficiales de la Guardia Nacional han sido asesinados.
 
Respecto a la violencia por parte de cuerpos de seguridad, presuntamente tres personas podrían haber sido asesinadas por la Guardia Nacional u otras fuerzas de seguridad –incluyendo dos manifestantes y un activista que apoyaba al gobierno–. Algunas personas acusan al Gobierno de otras tres muertes por civiles armados; en un país con un promedio de más de 65 homicidios por día, es completamente posible que esta gente actuara por su cuenta.
 
Un total de 21 miembros de las fuerzas de seguridad están bajo arresto por supuestos abusos, incluyendo por algunos de los asesinatos. Esto no es una “campaña de terror”.
 
Al mismo tiempo, es difícil encontrar una denuncia seria sobre la violencia opositora entre los más importantes líderes de la oposición. Según datos de encuestas, las protestas son rechazadas en gran medida en Venezuela, aunque se ven mejor afuera cuando son promovidas como “protestas pacíficas” por gente como Kerry. Las encuestas también sugieren que la mayoría de los venezolanos ven estos disturbios como lo que son: un intento de derrocar un gobierno elegido.
 
La política interna de la postura de Kerry es bastante simple. Por un lado, tienes el lobby cubano-americano de la derecha de Florida y sus aliados neoconservadores gritando a favor del derrocamiento. A la izquierda de la extrema derecha, bueno, no hay nada. A esta Casa Blanca le importa muy poco América Latina y no hay consecuencias electorales por hacer que la mayoría de los gobiernos del hemisferio se molesten con Washington.
 
Quizás Kerry piensa que la economía de Venezuela colapsará y que eso llevará a algunos de los venezolanos no ricos a las calles contra el Gobierno. Pero la situación económica en realidad se está estabilizando –la inflación mensual bajó en febrero y el dólar del mercado paralelo ha bajado drásticamente ante las noticias de que el gobierno está introduciendo una nueva tasa de cambio basada en el mercado–. Los bonos soberanos de Venezuela tuvieron un rendimiento de 11,5% desde el 11 de febrero (el día que comenzaron las protestas) al 13 de marzo, el más alto rendimiento según el índice de bonos de mercados emergentes de Bloomberg. La escasez probablemente bajará en las próximas semanas y meses.
 
Por supuesto, esto es exactamente el principal problema de la oposición: la próxima elección será dentro de un año y medio y para esa fecha, la escasez económica y la inflación que han aumentado tanto en los últimos 15 meses se habrán aliviado. En este sentido, la oposición posiblemente perderá las elecciones legislativas, así como ha perdido cada elección en los últimos 15 años. Pero su actual estrategia insurreccional no está ayudando a su propia causa: parece que han dividido a la oposición y unido a los chavistas.

El único lugar donde la oposición parece estar ganando amplio apoyo es en Washington. Por Mark Weisbrot - Diario Inglés The Guardian

Argentina: “Me parece un genocidio programado contra los pueblos originarios”

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El gobierno de la provincia de Formosa impidió la atención médica de “unas mil personas”, miembros del pueblo originario Wichí, en los últimos días. Así lo cuenta José Antonio “Tano” Boggiano, fundador y líder del grupo Enfermeros para la Asistencia Humanitaria (ENASHU) de Buenos Aires en una entrevista para ANRed, con graves acusaciones hacia las autoridades del Estado. Es el relato de un horror: desnutrición generalizada, epidemias de enfermedades letales y amenazas del Estado contra voluntarios brindando ayuda médica. Una campaña humanitaria en el territorio Wichí de Formosa se convirtió, según Boggiano, en “una expedición en una zona de conflicto. Es descabellado pero allá la realidad supera la imaginación”. Por Stefan Biskamp, corresponsal alemán para América Latina, para ANRed / Fotos: Franco Velazquez y Stefan Biskamp.

Por ANRed - L (redaccion@anred.org)

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Veintisiete voluntarios enfermeros, médicos y bomberos estuvieron presentes, desde el 19 hasta el 24 de marzo, en la ciudad de Ingeniero Juárez, en el pueblo Pozo de Masa y unas comunidades casi abandonadas, para atender a los Wichí. Fue la segunda intervención de José Antonio “Tano” Boggiano allá; él tiene larga experiencia en campañas de este tipo y fue integrante de Médicos sin Fronteras en muchos países de África y de América Latina. Sin embargo califica como “única en lo peor” la situación de los pueblos originarios en Formosa.

Stefan BiskampEl gobierno de la Provincia de Formosa trato de parar la campaña humanitaria de tu grupo en las comunidades Wichí. Pero siguió. ¿Con qué resultado?

José Antonio “Tano” BoggianoLos logros sanitarios fueron 972 personas registradas que se atendieron en dos días, de esas más de la mitad recibieron medicación. Creemos que se nos escaparon doscientas o trescientas fuera de los registros porque la enfermedad que tenían era el hambre. Dolores abdominales, acidez, mareo, malestar y cuando les dábamos turrones o alfajores se les iba. Igual manifestación teníamos con el tema del agua. No es que necesitaban medicamentos sino que lo que necesitaban era agua. Estas personas se fueron sin ser registradas. Por eso perdimos esa parte de la estadística. Pero bueno no podemos cumplir el rol del Estado. También es duro curar a personas y saber quelas enfermedades van a volver porque la gente tiene que tomar el mismo agua podrido que antes.

S.B: Sin embargo parece un éxito con solo 27 voluntarios.

T.B: Depende del punto de vista. El segundo día planificamos nuestra atención médica con base en el Barrio Obrero de Ingeniero Juárez. La última ayuda que recibió la gente Wichí allá fue en el 2004 y lo hizo UNICEF, después no ha recibido ayuda de ningún tipo. Hoy en día, el centro de salud allá no tiene nada prácticamente pero lo que sí tienen es este espacio físico, que es lo que necesitábamos para trabajar cómodos. Pero por la intervención del gobierno provincial, que nos obligó a armar el centro de salud lejos de este barrio, perdimos la oportunidad de atender unas mil personas. Mucha gente no se enteró o se enteró tarde. Este segundo día de nuestra campaña empezó cinco horas más tarde por todas las negociaciones con los funcionarios del Gobierno de la provincia y bueno, no lograron todo su objetivo, pero en parte lo lograron.


S.B: Tratar de parar la asistencia médica, ¿no te parece que tiene un elemento psicópata?

T.B: No sé cómo calificarlo psicológicamente pero parece un genocidio programado: no permitir la atención médica, la atención de salud, ver chicos que se desesperan por un caramelo y que ni siquiera tienen ropa para ponerse, sacan agua podrida de un pozo de tierra.

S.B: ¿Y ahora cómo va a seguir la atención médica en estas condiciones después de la intervención?

T.B: Logramos traer 18.000 medicamentos los cuales se usaron en las comunidades. Por el hecho de que perdimos unas mil personas como pacientes nos sobró medicación para donar al hospital de Ingeniero Juárez. Además de eso se dejaron equipos para nebulizar y varios equipos para la medición de glucemia. Tenemos el registro de gente que necesita medicación, que se les va a enviar. Y desde Ingeniero Juárez el director del Hospital se haría cargo de repartirlo. En eso quedé con él. Y, cuando volvamos en julio, me darían el hospital como base y del gobierno me darían dos o tres comunidades donde ellos no llegan o lo tienen como área roja, o sea donde hay mucha sífilis, tuberculosis y Chagas vinculadas a otras manifestaciones clínicas como el colon que se agranda e insuficiencias cardíacas. Así que bueno, si se da eso, sería un logro muy importante; hay que ver si el gobierno cumple, si el gobierno nos permite trabajar.

S.B: ¿Cuáles eran los problemas sanitarios más graves, hubo alguna sorpresa?

T.B: No hubo sorpresa porque volvimos a ver lo mismo que en nuestra primera visita en enero. Sí hubo casos más graves que lamentablemente van a generar casos aún más graves y en eso no tuve respuesta de las autoridades sanitarias en Ingeniero Juárez. Había dos o tres pacientes que se atendieron en la escuela de Pozo de Maza que estaban con tuberculosis activa y tenían toda la sintomatología de estar en el medio de la enfermedad, esto significa que en contacto con toda la gente que estuvieron los iban a contagiar. Yo informé estos casos en medio de todos los problemas que tuvimos con las autoridades. Me dijeron que les informara de dónde era, pero no les interesó ni el nombre ni cómo ni cuándo, así que no creo que lo hayan ido a buscar. Esos pacientes están en aislamiento respiratorio y con una medicación que nosotros teníamos. Entonces tenemos tuberculosis, parasitosis y cánceres de mama no tratados y de piel.

S.B: ¿De dónde vienen esos casos de cánceres?

T.B: El cáncer de piel puede estar sujeto a la alta exposición al sol, los de mama no sé si es debido a una predisposición genética normal. Lo que sí sé es que no están tratados. Los pacientes que hemos visto no tienen muchas chances porque no fueron tratados en su momento. Y algunos tienen el diagnóstico porque tienen los estudios hechos pero después no se les dio tratamiento.


S.B: Pero entonces es grave porque el sistema de salud los detecta pero no les da seguimiento.

T.B: Bueno ahí es delicado porque entramos en contradicción entre lo que dicen unos y otros. Los servicios sanitarios dicen que les ofrecieron el tratamiento y que la gente no fue, y la gente dice que nunca les dieron tratamiento y que les dijeron que no era tan grave lo que tenían. Entonces quedó una línea media donde él que se muere es el paciente y el Estado se salva de pagar el tratamiento oncológico.

S.B: Parece desesperante cambiar esto en unos días.

T.B: Cambiar todo esto sería la tarea del Estado. Y en total más que mil personas atendidas son razón de esperanza. Lo cierto es que no conozco otro grupo en Latinoamérica que haya hecho esto. Sí hay grupos en catástrofe que han atendido la misma cantidad de gente pero no hay ninguno que haya hecho atención primaria de la salud en dos días con semejante cantidad de gente. Obviamente, si una ONG o un grupo humanitario están en el lugar es porque el Estado no cumple con su función, en muchas partes del mundo ocurre esto.

S.B: ¿Cómo comparar la situación con otros países?

T.B: Una diferencia es que normalmente no se ataca a los grupos de ayuda humanitaria. En nuestro caso el equipo de ayuda humanitaria estaba intervenido, vigilado, intimidado, custodiado. A mí me han llevado al hospital para pedir datos para pedir datos, me han llevado con diferentes autoridades de la provincia, cosa inédita. Mandaron farmacéuticos para revisar y embargar medicación, mandaron abogados, y nosotros no tenemos abogado ni defensa legal como para responder frente a un abogado. Según me manifestaron en su momento tenían la orden para que yo vaya a hablar con un juez sobre lo que estamos haciendo y me llegaron a decir que yo no podía ejercer en la provincia, sin embargo es Argentina y yo puedo ejercer en Argentina porque mi matrícula es nacional. De hecho nuestras matrículas ahora son del Mercosur. Lo que te quiero decir es queestos grupos de ayuda humanitaria sólo en zonas de conflicto son hostigados. Acá oficialmente no hay un conflicto armado y sin embargo fuimos sistemáticamente vapuleados y la gente Wichí está expuesta, repito, a un genocidio programado.


S.B: Viajando por la provincia de Formosa se pueden ver nuevas escuelas, nuevos hospitales, unas nuevas viviendas cada tanto kilómetros.

T.B: Los edificios nuevos, por ejemplo las escuelas que han hecho y arreglado para esas comunidades originarias, lo llamativo es que tienen ventiladores, pero nosotros estuvimos sin luz, no se entregaba electricidad al lugar mientras nosotros estuvimos deliberadamente. En un momento determinado y por pedido mío al director de la escuela y al intendente de Pozo de Masa nos dieron dos horas de luz. En la primera campaña que hicimos este año en otra comunidad, ellos solamente tienen luz dos horas o tres en el día y lo llamativo es que no tenían agua, la cual sacaban del arroyo contaminado. Además de las casas de abobe y paja tenían puesta por el gobierno una antena de DirecTV, aunque no tenían televisor donde ver y tampoco electricidad para que funcione. Visto desde afuera y para la foto en un periódico es una casa nueva, muy linda, con antena, pero adentro no hay nada.


S.B: Un habitante de Pozo de Masa contó que en las nuevas casitas que les construyeron también hay vinchucas, que el peligro de Mal de Chagas no terminó. Entonces ¿es verdad que las vinchucas pueden sobrevivir en casa de material?

T.B: Las vinchucas, los vectores del Mal de Chagas, pueden transitar. Si vos no fumigas en los alrededores y la gente no tiene agua ni tampoco elementos para limpiar, lo que les estás dando es un refugio de material y nada más que eso. El Mal de Chagas sigue.

S.B: Cuenta más de los problemas con las autoridades.

T.B: Tuvimos una primera señal de intimidación cuando una médica del grupo recibió en su habitación dos panes con moho y una nota debajo que decía “bienvenidos al hotel”. A esa nota al principio no le dimos importancia pero después empezamos a notar presencia policial excesiva; en un pueblo como Juárez que debe de haber cuatro o cinco policías de guardia nosotros teníamos dos o tres custodiando el hotel. Y esta movilización de funcionarios de alto rango provincial también intimida para alguien que no está acostumbrado. Encontrarme a las siete de la mañana con cinco funcionarios de alto rango que venían a preguntarme qué estaba haciendo allí, cuando de entrada lo sabían. Porque yo un mes antes que me había comunicado para decirles que yo venía a colaborar con las autoridades de la provincia de Formosa. El decirme que no podía estar donde estaba porque no tenía permiso, me hace dudar si estoy en la Argentina y de si la constitución nacional existe o no. Me parece entonces que hay un montón de elementos y mecanismos de la seguridad jurídica que no funcionan o que no existen. De repente encontrarme “gentilmente acompañado” a que me tomaran los datos, a controlar las fichas de todos los voluntarios, me parece algo más de la época de la represión en la Argentina que de un estado de democracia.



S.B: Pero no a punta de pistola.

T.B: Pero en todo caso no teníamos más remedio. Nos hicieron llevar todas las fichas que teníamos de los voluntarios e hicieron fotocopia. En mi caso me pidieron mi DU, mi matrícula y mi ficha. Si esto no es un hecho intimidatorio, cuál es. Y más si uno piensa qué es lo que hice, un ilícito no. Vine a ayudar a gente que no tiene nada y que la propia provincia no la ayuda. Una camioneta de la policía provincial con las puertas abiertas con los efectivos vestidos como si fueran a una guerra y disparando contra la pared donde estábamos nosotros es también un acto intimidatorio. Las comunidades a través de sus representantes también nos metieron presión porque ellos pedían nuestra ayuda, pero el Estado no nos dejaba y ellos amenazaban con cortes de ruta y la toma del centro de salud. Y creo que si eso no se resolvía hubiese terminado en una batalla campal.

S.B: Parece, que la idea fue provocar exactamente eso.

T.B: Obvio, todo fue una provocación. Es descabellado pero en Formosa la realidad supera la imaginación. Como estar con 27 personas a cargo con las que vinimos a ayudar y terminamos en medio de un conflicto. Pero no tenemos que olvidar por qué estuvimos en el lugar. Te cuento esto: teníamos una chiquita que se atendió y la señora que la traía le dijo a la pediatra que si quería se la regalaba, para que comiera todos los días, para que tuviera una oportunidad.

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Birmania ignora a los musulmanes rohingyas en su primer censo en 30 años

Las autoridades de Birmania (Myanmar) comenzaron hoy su primer censo poblacional en más de 30 años y en el que no reconocerán a la minoría étnica musulmana de los rohingyas, informaron los medios locales.

Más de 120.000 profesores de escuela han sido entrenados para llevar a cabo las encuestas en un país con más de 52 millones de habitantes y 153 minorías étnicas oficiales.
Las autoridades no reconocen el término "rohingya", ya que consideran que los miembros de esta minoría étnica son bengalíes que emigraron al estado de Rakhine (Arankan), en el oeste del país, durante la época colonial.

El rechazo hacia esta minoría aumentó a partir de los enfrentamientos sectarios en 2012 que provocaron más de 160 muertos y 120.000 desplazados, en su mayoría rohingyas, en Rakhine.
El miércoles y el jueves pasados, una multitud atacó varias sedes de organizaciones de ayuda extranjeras, después de acusar a una empleada de la ONG alemana Malteser de tratar sin respeto una bandera budista.

Otras minorías étnicas, como los kachin y wa, han manifestado su desconfianza del censo por el temor a que sea utilizado por las autoridades con finalidades políticas.

El Fondo de Población de Naciones Unidas (FPNU) expresó su respaldo al censo, que se llevará a cabo hasta el 10 de abril, ya que facilitará la elaboración de proyectos de ayuda.
"Es una oportunidad para que cada hogar hable de sus condiciones de vida y necesidades", señaló en una entrevista con el medio "Democratic Voice of Burma" Janet Jackson, representante de FPNU en el país asiático.

Birmania, después de casi medio siglo de regímenes militares, atraviesa una etapa de reformas de corte democrático desde que la última junta se disolvió y entregó el poder en 2011 a un gobierno civil formado, en su mayoría, por exgenerales.

Desde entonces, se han declarado varias amnistías de presos, se han legalizado sindicatos y oposición, se ha iniciado la reforma de la economía hacia el libre mercado y se han entablado negociaciones con las guerrillas de las minorías étnicas.