Alexandra Shevchenko es una de las fundadoras del
movimiento feminista ucraniano FEMEN, que se ha hecho popular por las
protestas de sus activistas con los pechos al aire, flores en el pelo y
eslóganes pintados en su cuerpo.
Han protestado ante la embajada de Irán
en Kiev contra la ejecución de una mujer por adulterio, ante la de
Turquía contra el turismo sexual, ante la KGB de Bielorrusia al grito de
libertad para los presos políticos, frente al domicilio de Dominique
Strauss-Kahn o en el Vaticano para reivindicar los derechos de los
homosexuales.
Shevchenko tiene 24 años y está licenciada en ciencias
empresariales, en la especialidad de recursos humanos. Ahora dirige la
célula de FEMEN que acaba de instalarse en Berlín.
- ¿Acaso el feminismo en Ucrania tiene un contenido diferente al extendido en otros países?
- En Ucrania sigue asustando la palabra feminismo. Así que
en 2008 decidimos dar un giro y dejamos de proclamar que somos
feministas. Decimos que nuestro movimiento es, simplemente, femenino. Y
no porque estemos en contra del feminismo, sino porque creemos que es
necesario renovar su imagen.
- ¿Piensan que el feminismo clásico está desfasado?
- No, pero esta sociedad machista ha convertido el
feminismo en un estereotipo: mujeres poco menos que barbudas, deseosas
de acabar con los hombres y que hacen el amor entre ellas. Y había que
cambiar esa percepción. Una mujer atractiva, en minifalda, con tacones
altos y bien maquillada no tiene por qué ser tonta. Se puede ser sexy,
femenina y, al mismo tiempo, inteligente, activa, y sabedora de lo que
pasa alrededor. Necesitábamos una nueva forma de llamar la atención.
- Tratan de provocar con sus manifestaciones en 'topless'.
- Sí, en 2008 comenzamos a emplear el 'topless' en las
protestas. Y es que a la mujer, sobre todo si es joven y guapa, no se la
quiere escuchar, aunque sí se desea contemplar su cuerpo desnudo. Así
que decidimos utilizar nuestros cuerpos como reclamo. A esto lo llamamos
'sextremismo'. Creemos que el cuerpo femenino encierra un gran
estímulo, un potencial enorme.
- ¿Es un arma?
- Exactamente, pero hay que ver quién maneja ese arma. Una
cosa es que la manejen los hombres, utilizándola como mercancía en la
industria de la publicidad o del sexo, como un electrodoméstico para
tener la casa arreglada o una máquina de procrear. Así no somos dueñas
de nuestro cuerpo. La sociedad pretende imponerte si te tienes que poner
una minifalda o un burka, si tienes que abortar o no... Y eso no puede
ser.
- ¿Cuál es entonces la opción?
- Pues conseguir arrebatar nuestro cuerpo a esa sociedad
tan machista y que seamos nosotras las que le demos el uso que creamos
conveniente. La mujer debe utilizar su sexualidad en su propio provecho y
en el de la persona o personas que ella estime oportuno.
- Se proclaman contrarias a la prostitución, pero sus detractores en Rusia y Ucrania les acusan de exhibirse como prostitutas.
- Claro, la sociedad está acostumbrada a que un cuerpo de
mujer desnudo aparezca en la cama, en un club nocturno o en una película
porno, no habitualmente en una protesta. El hecho de que mi cuerpo
desnudo se asocie con algo indecente no es culpa mía ni de mi cuerpo,
sino de una sociedad que durante siglos ha relegado a la mujer a un
papel determinado y en donde la desnudez se asocia con algo pecaminoso
que debe manifestarse solo en determinados sitios. Yo deseo que mi
cuerpo se pueda utilizar según mi propio albedrío y eso no significa que
sea una puta. Por cierto, la cantidad de hombres que han pasado por mi
vida es ínfima.
- Hay quienes piensan que si se ejerce legal y libremente,
sin proxenetas, la prostitución es una forma legítima de ganarse la
vida.
- Eso de que hay mujeres que libremente quieren dedicarse a
la prostitución es un mito. Es una mentira monstruosa que utiliza la
sociedad machista para tranquilizar su conciencia. La prostitución es
una industria que no parte del deseo de la mujer de vender su cuerpo.
Arranca más bien del deseo masculino de poseer a un ser humano mediante
su adquisición y no necesariamente con el único objetivo de consumar un
acto sexual, sino también con la idea de dominar, poner de manifiesto la
desigualdad, delimitar quién es el dueño y quién el esclavo. La
cuestión no es que hay mujeres que venden su cuerpo, sino que hay
hombres que compran mujeres. Estamos en contra de la legalización de la
prostitución y a favor de criminalizar a los clientes como hacen en
Suecia.
- ¿Se cumplieron sus vaticinios de que la pasada Eurocopa en Ucrania se convertiría en un gran prostíbulo?
- Mucha gente fue a Ucrania para ver los partidos y de paso
comprar sexo barato, pero nuestra campaña en contra hizo su efecto y
logramos, al menos, que muchos burdeles dejaran de anunciarse en inglés.
- Utilizan la provocación como recurso. ¿No llegan a veces
demasiado lejos? Me refiero a la cruz que una de sus compañeras aserró
en Kiev y a la reciente acción en la catedral de Notre Dame, donde
irrumpieron desnudas para celebrar la renuncia de Benedicto XVI.
- Aquella cruz fue instalada sin ningún tipo de
autorización. Fueron unos tíos de los Cárpatos que aseguraban haber
visto a la Virgen en el bosque y erigieron una cruz por su cuenta y
riesgo. La cruz no tenía ningún valor histórico o artístico. En cuanto a
París, no es verdad que el baño de oro de las campanas expuestas se
deteriorase, ni tampoco que sufrieran daños físicos los encargados de
seguridad. Al contrario, nuestras activistas fueron expulsadas
brutalmente, las arrastraron sujetándolas por el cuello y a una de ellas
le partieron un diente. La libertad para llevar a cabo protestas debe
extenderse también a lugares como Notre Dame. Si Francia es un Estado
laico, cualquier persona puede protestar contra la religión donde crea
conveniente. Claro que es una provocación desnudarse en un templo, pero
nuestras activistas protestan siempre de forma pacífica.
- ¿No tienen miedo de que un día alguien se extralimite en la reacción a sus protestas?
- Cualquier mujer teme cada día una reacción inadecuada de
parte de un hombre o de la sociedad. Con este miedo viven todas las
mujeres en el mundo. En París hemos recibido amenazas de muerte, pero
hay que saber responder a las provocaciones usando el intelecto, no con
brutalidad, no entrando al trapo. A la acción de Pussy Riot en la
Catedral de Cristo Salvador de Moscú, Putin reaccionó como un toro ante
el color rojo. Las ha metido en la cárcel para dos años y son madres. A
nosotras nos han declarado en Rusia 'persona non grata' por salir en su
defensa.
De Francia a Túnez
- ¿Creen de verdad que en Francia puede repetirse con FEMEN lo de Pussy Riot?
- Precisamente ahora en Francia se pretende acusar a FEMEN
de los mismos delitos atribuidos a Pussy Riot. Y eso que se trata de un
país europeo, democrático y civilizado.
- ¿Qué opinión les merece el encarcelamiento de la
exministra Julia Timoshenko? (Ha sido condenada a 7 años de prisión por
firmar unos acuerdos para importar gas de Rusia que perjudicaban a
Ucrania).
- Timoshenko es un político como Yanukóvich (actual
presidente), pero con faldas. Es como el resto de los políticos en
Ucrania, igual de corrupta. Nunca se ha distinguido por defender los
derechos de la mujer. Desde que está entre rejas no ha denunciado las
terribles condiciones de nuestros centros penitenciarios: violencia,
hacinamiento, falta de higiene. Vive en una celda individual con cuarto
de baño, algo de lo que ningún otro recluso puede beneficiarse.
- ¿Los rusos y los ucranianos son especialmente machistas?
- La sociedad rusa y ucraniana son más machistas que las de
otros países de Europa porque en la época soviética no tuvimos nuestra
revolución feminista.
- ¿Tiene pareja?
- He tenido. Ahora me quiero concentrar en lo que hago y
por eso dedico más tiempo a FEMEN. No estoy en contra de los hombres.
Tuve parejas y tengo un buen recuerdo de ellas. Ahora tengo amigos y no
son de los que pretenden tener una relación de dominación con respecto a
mí, pero dedico más tiempo a mi actividad.
- ¿Quién les financia?
- La financiación de nuestro modesto presupuesto viene de
donaciones desinteresadas que llegan a nuestras cuentas bancarias
indicadas en nuestra página de Internet y también de la venta de nuestra
tienda online, en donde se pueden adquirir camisetas, fotografías,
carteles, nuestro logotipo...
El núcleo duro de FEMEN está formado por una treintena de
activistas, pero el movimiento ya ha cuajado en Francia, Alemania,
Brasil, Suiza, Holanda, Polonia, EE UU, Canadá, México, Italia y Túnez,
aunque aquí, por lo que pueda pasar, todavía sin 'topless'.