Los riesgos para los defensores de los derechos humanos y activistas homosexuales que propugnan la igualdad y la liberación en África son enormes, según informan las escasas asociaciones del continente. Cuando hablamos de los africanos LGTB nos referimos a un grupo que, en su mayoría, aunque no en todos los países, son económicamente oprimidas y a las que se les niega el rango de los derechos económicos y sociales, incluidos algunos básicos como la educación, la vivienda o incluso ser atendido en un centro de salud; ésto se ve agravado por otros factores tales como clase, la etnia o la raza.

La policía, las leyes y los tribunales perpetúan y refuerzan la opresión en contra de los homosexuales de este continente. Esta continua criminalización y presión patrocinada por los Estados favorece la impunidad generalizada de los homófobos y debido a ello muchos africanos gays no recurren a la justicia. A través de la retórica de los dirigentes políticos africanos y de los supuestos líderes de instituciones religiosas o culturales también se niega la consideración de ser africano a quien se manifieste abiertamente homosexual. Pero la resistencia LGBTQI africana está reclamando estas identidades, aunque es difícil medir la contribución del movimiento ya que no es suficiente ni para cambiar leyes y políticas ni para ganar los derechos para las comunidades o individuos.

Pero ha habido avances enormes en África en la lucha por la igualdad, la Constitución sudafricana ha creado un marco para la unión de las luchas. La Coalición de la S0ciedad Civil de Uganda ha profundizado en crear alianzas para luchar contra la regresión democrática que suponen las legislaciones represivas y asesinas dirigidas a los individuos y las comunidades LGBT.

Hakima Abbas, la Directora Ejecutiva de Fahamu, asegura sobre los desafíos del activismo LGBTQI: “La auténtica solidaridad se basa en una creencia en el destino común, nadie es libre hasta que todos somos libres”. Tras lo cual asegura que tanto el movimiento feminista como otros aliados africanos en busca de la justicia social han sido claves para los pequeños avances y deberán continuar siéndolo en la batalla hasta conseguir eliminar la discriminación por la orientación sexual del individuo.