El presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana dijo que seguirán con las protestas mientras no se derogen los decretos legislativos. Más de 1,500 policías esperan en Bagua la orden para desbloquear las vías y acceder a las estaciones.
Si el Gobierno esperaba que su anuncio de condicionar el reinicio de las negociaciones con los nativos de la selva al levantamiento del paro amazónico indefinido sería recibido dócilmente, se equivocó de plano.
Por el contrario, este hecho, sumado a la declaración de estado de emergencia por 30 días en las provincias de Bagua y Utcubamba (Amazonas), Datem del Marañón (Loreto) y el distrito de Echarate, en La Convención (Cusco), ha sido considerado como una provocación por los indígenas.
Alberto Pizango, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), fue el primero en advertir que continuarán con sus protestas mientras no se deroguen los decretos legislativos que, a su entender, son lesivos a los intereses de los nativos. “Morir en defensa de nuestro territorio será un honor. No vamos a retroceder. Si el Gobierno viene a matarnos, pues, que nos mate”, afirmó desde Yurimaguas.
Por su parte, el vocero de la etnia amazónica Huampis, Bryce Pérez, advirtió que la decisión del Gobierno podría ocasionar un enfrentamiento entre la población y los policías, mientras que el presidente regional de Loreto, Iván Vásquez, resaltó que se podría generar un efecto contrario en los nativos, quienes no bajarán la guardia y mantendrán su medida de fuerza.
BLOQUEOS Y MÁS POLICÍAS. Entretanto, el kilómetro 196 de la carretera de penetración Fernando Belaunde Terry –a la altura del puente Corral Quemado–, en Utcubamba, continuaba bloqueado por unos cinco mil nativos. Por esta vía solo se dejaba pasar vehículos en tres horarios: de 6 a 9 de la mañana, de 12 a 3 de la tarde y de 6 a 9 de la noche.
Una aparente calma también se vivía en la bocatoma del canal de la Central Hidroeléctrica de Aramango, en las zonas aledañas al caserío El Muyo (Bagua, Amazonas), donde el domingo pasado se produjo un enfrentamiento que dejó como saldo nueve heridos, siete de ellos policías.
Los nativos también mantenían bloqueado el acceso a la subestación de Petroperú N° 6, ubicada en Imaza (Amazonas), que abastece al Oleoducto Norperuano y a la Refinería de Talara, en Piura, mientras que en el distrito de Echarate, en La Convención (Cusco), no había hasta anoche transporte terrestre ni fluvial. Se anunciaba, para mañana, un paro provincial indefinido en solidaridad con los nativos.
Esta situación motivó que el ministro del Interior, Luis Alva Castro, y el director de la Policía Nacional, Octavio Salazar, viajaran ayer en la mañana a Bagua y sobrevolaran, en un helicóptero, el puente Corral Quemado y la Central Hidroeléctrica El Muyo.
De acuerdo con información del sector Interior, en Bagua hay más de 1,500 efectivos policiales a la espera de restablecer el orden. Por su parte, la fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, anunció que personal de su portafolio trabajaba para identificar a los agitadores de la zona.
NATIVOS AL CONGRESO. Ya en Lima, Pizango anunció que le solicitaron al presidente del Congreso, Javier Velásquez Quesquén, que los reciba hoy para pedirle que derogue los decretos legislativos que –a su entender– atentan contra los nativos. Explicó que si Velásquez se compromete a que una comisión del Parlamento debata la posibilidad de derogar estos decretos, el paro de los nativos sería levantado.
Por su parte, Ollanta Humala Tasso, líder del Partido Nacionalista, admitió –según la agencia EFE– que seguidores de su agrupación tienen participación en las movilizaciones indígenas.
Por la noche, en conferencia de prensa, el premier Jorge del Castillo refirió que autoridades y “apus” de la zona habían tomado distancia del paro y expresaron su decisión de dialogar con el Ejecutivo. “Los vamos a esperar y conversaremos”, enfatizó.