GINEBRA – El hambre y las enfermedades podrían causar una segunda oleada de muertes en el Cuerpo de África advirtió el viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Una de las zonas más afectadas es el sur de Somalia. La nueva emergencia se registra 100 días después de haberse declarado la hambruna en la región del Cuerno de África.
La UNICEF indicó en un comunicado que está haciendo todo lo posible por "prevenir una segunda ola de muertes por brotes de enfermedades que podría ser potencialmente más devastadora".
Añadió que la respuesta internacional en masa a la crisis de supervivencia infantil en el Cuerno de África ha mostrado ya algunos resultados positivos, “pero todavía queda mucho por hacer para salvar a cientos de miles de niños en riesgo de morir de desnutrición y enfermedades”, agregó.
"Las lluvias intensas aumentan el riego de brotes epidémicos y dificultan la distribución de ayuda", dijo el director regional para el sureste africano, Elhadj As Sy.
La guerra lo agrava
Además la escalada del conflicto armado en el sur de Somalia hace todavía más difícil la labor de trabajadores humanitarios para ofrecer asistencia vital a niños y sus familias, detalló.
"Hemos salvado a muchos niños, en Somalia, en los campos de refugiados en países vecinos, así como en las demás regiones de Kenya, Etiopía y Djibuti, afectadas por la sequía prolongada, el aumento del precio de los alimentos y el conflicto", apuntó As Sy.
"Debido a la magnitud de la crisis humanitaria, tenemos que aumentar nuestra respuesta inmediata y al mismo tiempo, sentar las bases para el desarrollo a largo plazo, para evitar que una catástrofe similar vuelva a suceder".
El director dijo además que "necesitamos más apoyo para ampliar aún más nuestras intervenciones integrales en salud, nutrición, seguridad alimentaria, agua y saneamiento, educación y protección infantil, para crear un futuro mejor para los niños en el Cuerno de África".
Aproximadamente 13,3 millones de personas necesitan ayuda. Más de 450 mil somalíes han huido a los campamentos de refugiados alrededor de Dadaab, en el noreste de Kenya, incluidos 100 mil que han llegado desde junio pasado. Otros 183 mil somalíes han huido a Etiopía, incluidos más de 120 mil de los campos de refugiados en Dollo Ado, y 20 mil refugiados han ido a Djibuti, explica el informe.
Miles han muerto
Miles de niños han muerto, y más de 320 mil -la mitad de ellos en el centro y sur de Somalia- están tan gravemente desnutridos que pueden morir en las próximas semanas y meses, si las operaciones de ayuda humanitaria no se amplían rápidamente, dijo la UNICEF.
El informe revela además que que la respuesta internacional ha sido extraordinaria, y que gracias a todo el apoyo recibido en los últimos tres meses UNICEF y sus aliados en el Cuerno de África han logrado importantes resultados, que son la base para construir una respuesta más amplia, y que incluyen:
- Cerca de 10 mil toneladas métricas de suministros de UNICEF de primera necesidad que han sido distribuidos en el Cuerno de África por tierra, mar y aire.
- 108 mil niños con desnutrición grave tratados en centros de alimentación terapéutica.
- 1.2 millones de niños vacunados contra el sarampión.
- Acceso a agua potable para 2.2 millones de personas.
- 48 mil niños con acceso a espacios acogedores para la infancia u otros entornos seguros.
Trabajo con comunidades
El informe también revela que las acciones específicas basadas en el trabajo con las comunidades, como el programa Red de seguridad productiva y el programa de ampliación de la salud en Etiopía, han sido fundamentales en la prevención de mayores tasas de mortalidad.
UNICEF dijo además que en el centro y el sur de Somalia, donde el acceso de los organismos humanitarios es limitado, ha conseguido llegar a 350 mil personas con alimentación suplementaria y a unas 30 mil familias con alimentos cocinados en su camino hacia los campos de refugiados de Kenya y Etiopía.
Además, las previsiones para la temporada de lluvias, que va de octubre a diciembre, reflejan que la seguridad alimentaria puede mejorar en Kenya y Etiopía, donde las lluvias comenzaron recientemente. Sin embargo, la experiencia también demuestra que la temporada de lluvias, después de una prolongada sequía, incrementa el riesgo de inundaciones y brotes de enfermedades mortales como el cólera, el paludismo y la neumonía.
En el centro y el sur de Somalia, la situación empeorará aún más si no mejora el acceso humanitario de forma rápida y significativa, subrayó.
"Tenemos que hacer un esfuerzo adicional para llegar a todos los niños y sus familias que necesitan nuestra ayuda. La crisis se encuentra lejos de llegar a su fin y, sin duda, continuará hasta bien entrado el año 2012", señaló As Sy.
© 2011 Univision Communications Inc.