ENERO 2013
Durante septiembre de 2010, abril de
2011 y enero de 2012 nos comunicamos con usted para informarle sobre la situación
de los presos políticos mapuche en Chile, en momentos difíciles para su
movimiento.
Como usted sabe el Comité de
Solidaridad con los presos mapuche sección México y jóvenes en resistencia
alternativa nos hemos mantenido alertas del proceso que se sigue a varios
comuneros de origen mapuche, todos ellos integrantes de la Coordinadora Arauco
Malleco (CAM).
Dicha organización ha sido
criminalizada por el Estado Chileno, que ha intentado acusar en tres ocasiones
–sin conseguirlo- condenar por asociación ilícita terrorista a sus integrantes
entre muchas otras irregularidades violatorias a los derechos humanos
fundamentales. La CAM, organización autónoma dentro del diverso y amplio
movimiento mapuche, encabezó un ciclo de recuperaciones de tierras ancestrales
desde 1998 hasta la fecha, tierras arrebatadas desde finales del siglo XIX con
demandas territoriales y autonómicas para reconstruir y defender sus derechos
como pueblo originario. La respuesta del Estado ha sido una agresiva
criminalización y persecución del movimiento mapuche donde cerca de 250
activistas han sido procesados, muchos de ellos integrantes de la CAM.
Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo,
considerados líderes de la Coordinadora Arauco Malleco, han comenzando una
nueva huelga de hambre que se extiende ya desde el 14 de noviembre pasado
exigiendo ciertas demandas básicas de beneficios carcelarios y una exigencia
político-jurídica fundamental:
· No al doble procesamiento (que fue posible ya que fueron juzgados por el
fuero militar donde fueron absueltos y por el ámbito civil donde fueron
condenados, a pesar de que se usaron los mismos testigos, pruebas por los
mismos cargos)
· Beneficios carcelarios para Ramón Llanquileo (que después de purgar la
mitad de su condena ya puede acceder a ellos)
· Reconocimiento de los tiempos de encarcelamiento de prisión preventiva
(cerca de 5 años acumulados, fruto de la ley antiterrorista) como parte de los
tiempos de condena ya purgados.
Se debe recordar que esta es la
tercera huelga de hambre realizada desde sus detenciones en 2009. Las
anteriores huelgas han llegado a durar hasta cerca de 90 días sin alimentos,
poniendo en riesgo sus vidas.
Por otro lado, una importante
iniciativa desde la sociedad civil ha surgido, llamando de manera urgente al
Estado chileno a reconocer las tierras ancestrales mapuche (con base en un
tratado del siglo XIX; debe recordarse que es hasta 1881-1883 cuando el
territorio mapuche fue colonizado, ya que la resistencia de ese pueblo
originario hizo que, en un caso excepcional, la Corona Española tuviera que
reconocer desde el siglo XVII la soberanía y autonomía de los mapuche sobre
dicho territorio). Dicha iniciativa signada por 12 personalidades chilenas es
quizá una de las propuestas más importantes de los últimos años. Es por ello
que proponemos respaldarla.
También por esta razón volvemos a
escribirle para pedir su apoyo, signando el manifiesto internacional que
haremos público en enero de 2013 (que en otras ocasiones ha contado con la
solidaridad de importantes sectores académicos, intelectuales y artísticos de
todo el continente. Además, le informamos que los familiares de los presos
junto a las organizaciones solidarias de varias partes del continente
convocaremos a movilizaciones este enero próximo. Esperamos podamos contar
con su firma anexando su nombre, profesión u oficio y nacionalidad. Aquí la carta mencionada.
PRONUNCIAMIENTO
INTERNACIONAL
LIBERTAD A LOS
PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE
ENERO 2013
Nosotras, nosotros, artistas,
académicos, organizaciones indígenas, civiles, populares y sociales de varias
nacionalidades, deseamos hacer pública nuestra preocupación por las
irregularidades e iniquidades cometidas en los procesos penales contra los presos
políticos mapuche en Chile, Ramón Llanquileo Pilquiman y Héctor Llaitul
Carrillanca, integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco, así como el
quebrantamiento de algunas garantías para un cumplimiento digno de sus
condenas.
Nos parece alarmante la transgresión
de algunos de los más elementales principios jurídicos como el “non bis in
idem”, esto es, que la persona no puede ser juzgada dos veces por la misma
causa, y la utilización de “testigos secretos”, como ha sucedido en este caso,
vulnerando la seguridad jurídica. Nos preocupa en extremo también la
inobservancia de los más primordiales derechos humanos, considerando que no
puede ser la criminalización de la protesta social la respuesta del Estado
hacia las demandas indígenas de tierra, territorio y autonomía.
Hacemos un enérgico llamado al Estado
Chileno a garantizar el debido proceso de los detenidos, a revisar las
irregularidades acreditadas en su juicio, a garantizar condiciones carcelarias
dignas y a poner fin, a la brevedad, a su injusto procesamiento. Asimismo,
hacemos un llamado a respetar los derechos y garantías básicos del pueblo
mapuche, a reconocer los derechos de los pueblos indígenas consagrados en el
convenio 169 de la OIT y a responder de manera urgente a las demandas de los
presos políticos en huelga de hambre.
Queremos expresar nuestro apoyo a la
propuesta humanitaria que han realizado doce personalidades, entre ellas
reconocidos historiadores y periodistas, líderes estudiantiles y eclesiales
entre muchos otros. La iniciativa, que llama al Estado a tomar una ruta de paz
partiendo del reconocimiento de las tierras ancestrales y otra serie de
medidas, es sin lugar a dudas, una propuesta desde la sociedad civil chilena
que merece nuestra adhesión y respaldo.
Nos sumamos a los llamados de
solidaridad internacional para movilizarse en enero de 2013 exigiendo la
libertad de los presos mapuche. Enviamos finalmente un mensaje de solidaridad
desde muchas partes del mundo a los presos y sus familiares, así como hacer
saber a los pueblos originarios y en especial al pueblo mapuche que no están
solos.
NOMBRE PROFESION,
ARTE U OFICIO NACIONALIDAD
LLAMADO A UNA
INICIATIVA HUMANITARIA PARA CONTRIBUIR AL TÉRMINO DE LA HUELGA DE HAMBRE DE
HECTOR LLAITUL Y RAMÓN LLANQUILEO
La huelga de hambre es un recurso
extremo al que recurre alguien al ver que el diálogo razonable no opera.
Esta es la situación en que se
encuentran ahora los dirigentes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) Héctor
Llaitul y Ramón Llanquileo, quienes desde el día 14 de noviembre de 2012 se
encuentran empeñados en conseguir una reconsideración de su situación legal
después de una sentencia por homicidio frustrado.
La revisión de esta sentencia por
parte de la Corte Suprema ha logrado que se reconocieran diversos factores, con
resultado de reducción de penas, pero creemos que con esto no se toca la
esencia del reclamo que los huelguistas están dirigiendo al Estado chileno y a
la sociedad chilena, al costo de su salud y eventualmente de sus vidas.
Este reclamo se refiere a la
necesidad perentoria de que Chile reconozca algo que está plenamente
documentado y que muy claramente lo ha expresado el recién laureado con el
Premio Nacional de Historia, Jorge Pinto Rodríguez en entrevista en El Mercurio
del día 2 de septiembre de 2012, donde afirma, refiriéndose a la CAM:
“considero que sus demandas son legítimas, porque se inspiran en esa larga
historia de abusos, atropellos y expropiaciones de tierras que tanto
empobrecieron al Mapuche”.
El “problema Mapuche” entonces no es
un tema simplemente policial o jurídico; es un tema político que implica
reconocer que los Mapuche están embarcados en una causa que brota de la
ocupación abusiva que hizo Chile de su territorio al sur del Bío-Bío, ocupación
de la cual Chile hasta ahora no ha estado dispuesto a dar razón ni reparación.
Esto implica que ni Llaitul ni
Llanquileo puedan ser tratados como delincuentes y mucho menos como terroristas
y al mantenerlos en esa condición se hace que cada día sea más difícil llevar
adelante el diálogo que está pendiente entre la Nación chilena y el pueblo
Mapuche. Por lo tanto ponemos a consideración del país un camino de paz y de
justicia bajo los siguientes predicamentos:
1.- La libertad inmediata e incondicional
de Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo como forma de terminar con la huelga de
hambre.
2.- Creación de una instancia de
diálogo entre el Estado chileno y los representantes legítimos del pueblo
Mapuche.
3.- Definición de una agenda común
que pueda desembocar en un acuerdo que considere la autodeterminación y formas
de representación y autogobierno del pueblo Mapuche.
4.- Recuperar para las comunidades
los territorios Mapuche que, en su gran mayoría, se encuentran en manos de las
forestales y reconocimiento del Tratado de Trapihue de 1825, vigente y no
respetado por el Estado Chileno, aplicándose el principio “pacta sunt servanda
“; vale decir, los tratados se deben respetar tal como ha sido la línea de
Chile para todo conflicto internacional.
5.- Promover con urgencia una ley de
indulto general a los presos por este conflicto territorial y, en lo inmediato,
la consagración del debido proceso en las causas judiciales, término de la
actual prisión preventiva prolongada e ilegal y acceso real a la defensa y a la
Justicia para todos los integrantes de los pueblos originarios detenidos y
procesados por defender sus tierras.
6.- Pleno respeto al Convenio 169 de
la OIT, firmado y ratificado por Chile a fin que los pueblos originarios sean
efectivamente consultados sobre las políticas y programas sociales y de
inversión que les conciernen.
7.- Resguardo de la integridad física
y psíquica de la niñez mapuche y cumplimiento de todos los compromisos
establecidos por el Estado chileno ante el concierto internacional en materia
de Derechos Humanos.
Nos parece que todo intento de
diálogo por parte de algún organismo del Estado u oficina del Gobierno, por
bien intencionado que sea, no llegará a buen puerto sino considera estos
puntos, porque no se hace cargo de la demanda principal del movimiento y de la
reparación del daño causado con la criminalización de estas demandas.
Tarde o temprano el país y el
gobierno de turno tendrán que tener el valor de caminar en esa dirección.
Santiago de Chile, 27 de diciembre de
2012 a 43 días del comienzo de la huelga de hambre.
Firman el presente llamado:
§ Jorge Pinto Rodríguez, Premio
Nacional de Historia 2012.
§ Luis Álvarez Figueroa, Pastor
Presidente Iglesia Evangélica Luterana en Chile.
§ José Balmes Parrón, Premio
Nacional de Arte 1998.
§ Juan Pablo Cárdenas Squella,
Premio Nacional de Periodismo 2005.
§ Raúl De la Puente Peña,
Profesor de Estado, Presidente Nacional de la ANEF.
§ Viviana Díaz Caro, Premio
Nacional de Derechos Humanos 2011.
§ Andrés Fielbaum, Presidente
de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECH.
§ Sergio Grez Toso, Historiador
y Académico de la Universidad de Chile.
§ Juan Guzmán Tapia, Jurista,
ex Juez de la República.
§ Enrique Paris Mancilla,
Presidente del Colegio Médico de Chile
§ Armando Uribe Arce, ex
diplomático, Premio Nacional de Literatura 2004.
§ Diego Vela Grau, Directiva
Federación de Estudiantes de la Universidad Católica – FEUC.
§ Pastoral Mapuche
§ Comisión Ética Contra la Tortura.
Anexamos links para profundizar sobre
la situación de los presos, la Coordinadora Arauco Malleco y la lucha por la
tierra, el territorio y autonomía:
Sobre la dimensión ambiental del movimiento mapuche:
sobre el pensamiento de la coordinadora Arauco malleco, y la represión
durante 2000-2010 en:
libertad! autonomía! autogestión! horizontalidad!
jóvenes en resistencia alternativa
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ciudad de méxico