Buenos Aires, 30 de agosto (Télam). Un reciente estudio de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) demostró que no obstante
"el sólido crecimiento económico en la región de Asia y el Pacífico,
millones de personas continúan viviendo por debajo o ligeramente por
arriba del llamado umbral de la pobreza".
El organismo laboral tripartito mundial aseguró que "el fuerte
crecimiento económico en Asia y el Pacífico en las últimas dos décadas
ayudó a millones de personas a emerger de la pobreza y, los empleos de
clase media, representan ahora casi las dos quintas partes de la
totalidad del trabajo en esa región".
Sin embargo, también se registró un incremento de las desigualdades y,
según un documento de trabajo publicado por la OIT, en 2012 había más de
670 millones de trabajadores de clase media en la región (personas que
viven con sus familias con cuatro dólares o más al día), comparado con
65 millones en 1991.
El crecimiento del empleo de clase media fue particularmente sólido en
Asia Oriental, donde en veinte años pasó de representar menos de un
cinco a más del 60 por ciento.
Las proyecciones para 2012-17 demuestran que el empleo de clase media en
la región de Asia y el Pacífico continuará creciendo y podría alcanzar
la mitad del total de la fuerza laboral en 2017.
El rápido progreso económico también fue acompañado por crecientes desigualdades y una persistente vulnerabilidad.
"El desarrollo de Asia, con el aumento de los empleos de clase media en
las últimas dos décadas, fue enormemente exitoso. Sin embargo, el rápido
progreso económico también fue acompañado de crecientes desigualdades y
una persistente vulnerabilidad", declaró Phu Huynh, coautor del informe
del organismo laboral.
De hecho, en 2011 más de 600 millones de trabajadores de la región
vivían con menos de dos dólares estadounidenses diarios, que determinan
el umbral de la pobreza, y casi otros 500 millones lo hacían ligeramente
por arriba, en tanto el número de trabajadores pobres era
particularmente elevado en el sur de Asia.
Una de las principales limitaciones de los trabajadores pobres de la
región es la ausencia de acceso a la educación superior, lo que en
muchos casos les impide hallar empleos de clase media.
Por ejemplo, en Vietnam la posibilidad de que los trabajadores de clase
media ocuparan empleos altamente cualificados era 32 veces mayor a la de
los trabajadores extremadamente pobres.
"La mejora del acceso a la educación primaria y secundaria de calidad y
el incremento del número de trabajadores que completan la educación
superior, ayudaría a desarrollar las cualificaciones de alto nivel,
necesarias para competir por empleos más productivos y mejor pagos y
generar más ingresos", puntualizó Steven Kapsos, coautor también del
informe de la OIT.
La diferencia entre los trabajadores de clase media y los pobres se
refleja también en la calidad de los empleos y de las industrias en las
que cumplen tareas, sostuvo el informe.
La agricultura era la principal fuente de empleo de la mayoría de los
trabajadores pobres en países como Camboya, India, Indonesia y Vietnam,
pero ofrecía trabajo sólo a uno de cada diez trabajadores de clase media
en Indonesia, uno de cada seis en Vietnam, uno de cada cinco en Camboya
y alrededor de uno de cada cuatro en India.
El sector servicios generaba entre el 55 y el 70 por ciento de los
trabajadores de clase media en esos cuatro países, pero sólo entre el 8 y
el 33 de los empleos de los trabajadores pobres.
En los cuatro países, casi 270 millones de trabajadores (más de la
mitad) estaban en situación de vulnerabilidad al ser cuentapropistas o
personal de empresas familiares.
"Parte de la solución es aumentar la inversión en infraestructura para
facilitar el tránsito de la agricultura a los sectores de la industria y
los servicios, de mayor valor agregado", explicó Huynh, quien añadió
que "una mejor gobernanza del mercado de empleo mejoraría condiciones
laborales y estimularía salarios".
Por último, también persisten las desigualdades de género en términos de
calidad de los empleos en la región, en la que las mujeres afrontan
desafíos de mayor envergadura que los hombres, de manera independiente a
su extracción económica.
El estudio demostró que las desigualdades de género tienden a ser
menores en las familias de mayores ingresos, lo que evidencia el impacto
potencial de la expansión de las oportunidades de empleo de clase media
en la reducción de la discriminación de género en la sociedad y en el
mercado laboral. (Télam)
El
presidente francés, François Hollande, es favorable a una intervención
"proporcionada y firme" contra el régimen sirio, acusado de utilizar
armas químicas, al lado de Estados Unidos, tras la retirada de su aliado
británico.
Hollande dijo el viernes que el "no" del parlamento británico no cambia la posición de Francia, que desea una acción "proporcionada y firme" en Siria, en una entrevista en el diario Le Monde, en la que aseguró además que no excluye una intervención en Siria antes del miércoles, cuando se reúne el Parlamento francés para debatir la situación.
Tras la negativa británica y frente al posible veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, la Casa Blanca dejó entender que el presidente estadounidense, Barack Obama, se reservaba el derecho a actuar unilateralmente contra el régimen sirio.
"Estados Unidos siguirá consultando al gobierno británico, uno de nuestros aliados y amigo más cercano", pero "las decisiones del presidente Obama estarán guiadas por el interés de Estados Unidos", declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Caitlin Hayden.
Obama "piensa que están en juego intereses cruciales para Estados Unidos, y que los países que violan la reglas internacionales sobre armas químicas deben rendir cuentas", añadió.
A pesar de todo, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, declaró el viernes que Estados Unidos sigue buscando "una coalición internacional" para responder al presunto ataque con armas químicas del régimen de Damasco contra civiles.
El jefe del Pentágono precisó que Washington respetaba el voto del parlamento británico, que rechazó el jueves por 285 votos contra 272 una moción presentada por el primer ministro David Cameron sobre una posible intervención en Siria.
Cameron dijo que iba a tomar nota del voto de los diputados: "Está claro que el parlamento británico, reflejando la opinión del público británico, no quiere una acción militar británica. Tomo nota y el gobierno actuará en consecuencia".
Por su parte, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, descartó participar en una intervención militar en Siria. "No nos pidieron" participar en una intervención y "no lo consideramos", declaró al diario alemán Neue Osnabrücker Zeitung.
Un responsable del congreso estadounidense, que participó en una conferencia telefónica con la Casa Blanca sobre Siria, indicó que Obama no había tomado aún la decisión de una eventual intervención.
En la ONU, una reunión de apenas 45 minutos entre los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia), con derecho a veto, finalizó el jueves por la noche sin progresos aparentes.
Rusia, país aliado de Siria, repitió el viernes su oposición a una acción militar. "Rusia está en contra de cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permita el uso de la fuerza contra Siria", declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guenadi Gatilov, citado por la agencia oficial Itar Tass.
El presidente sirio, Bashar al Asad, advirtió el jueves que Siria se defenderá "de cualquier agresión" y que erradicará "el terrorismo apoyado por Israel y los países occidentales", asimilando de nuevo la rebelión al "terrorismo".
Los expertos de la ONU iniciaron el viernes su última jornada de investigación del presunto ataque químico de 21 de agosto en las afueras de Damasco, según constató un camarógrafo de la AFP, quien vio a los inspectores saliendo de su hotel.
El jueves pasaron más de cuatro horas en uno de los lugares afectados por el ataque, donde recogieron "cantidad" de elementos, dijo Farhan Haq, portavoz de Naciones Unidas en Nueva York.
El resultado de las muestras recogidas, que serán trasmitidas a laboratorios en Europa, podría tardar semanas, según Haq. Los inspectores de la ONU deben ofrecer un informe oral al secretario general Ban Ki-moon cuando abandonen el país el sábado.
El apaciguamiento de una acción inminente ha relajado la tensión en los mercados del petróleo, que marcaron nuevos récords en dos años. Los precios del crudo caían el viernes por la mañana en Asia.
Hollande dijo el viernes que el "no" del parlamento británico no cambia la posición de Francia, que desea una acción "proporcionada y firme" en Siria, en una entrevista en el diario Le Monde, en la que aseguró además que no excluye una intervención en Siria antes del miércoles, cuando se reúne el Parlamento francés para debatir la situación.
Tras la negativa británica y frente al posible veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, la Casa Blanca dejó entender que el presidente estadounidense, Barack Obama, se reservaba el derecho a actuar unilateralmente contra el régimen sirio.
"Estados Unidos siguirá consultando al gobierno británico, uno de nuestros aliados y amigo más cercano", pero "las decisiones del presidente Obama estarán guiadas por el interés de Estados Unidos", declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Caitlin Hayden.
Obama "piensa que están en juego intereses cruciales para Estados Unidos, y que los países que violan la reglas internacionales sobre armas químicas deben rendir cuentas", añadió.
A pesar de todo, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, declaró el viernes que Estados Unidos sigue buscando "una coalición internacional" para responder al presunto ataque con armas químicas del régimen de Damasco contra civiles.
El jefe del Pentágono precisó que Washington respetaba el voto del parlamento británico, que rechazó el jueves por 285 votos contra 272 una moción presentada por el primer ministro David Cameron sobre una posible intervención en Siria.
Cameron dijo que iba a tomar nota del voto de los diputados: "Está claro que el parlamento británico, reflejando la opinión del público británico, no quiere una acción militar británica. Tomo nota y el gobierno actuará en consecuencia".
Por su parte, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, descartó participar en una intervención militar en Siria. "No nos pidieron" participar en una intervención y "no lo consideramos", declaró al diario alemán Neue Osnabrücker Zeitung.
Un responsable del congreso estadounidense, que participó en una conferencia telefónica con la Casa Blanca sobre Siria, indicó que Obama no había tomado aún la decisión de una eventual intervención.
En la ONU, una reunión de apenas 45 minutos entre los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia), con derecho a veto, finalizó el jueves por la noche sin progresos aparentes.
Rusia, país aliado de Siria, repitió el viernes su oposición a una acción militar. "Rusia está en contra de cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permita el uso de la fuerza contra Siria", declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guenadi Gatilov, citado por la agencia oficial Itar Tass.
El presidente sirio, Bashar al Asad, advirtió el jueves que Siria se defenderá "de cualquier agresión" y que erradicará "el terrorismo apoyado por Israel y los países occidentales", asimilando de nuevo la rebelión al "terrorismo".
Los expertos de la ONU iniciaron el viernes su última jornada de investigación del presunto ataque químico de 21 de agosto en las afueras de Damasco, según constató un camarógrafo de la AFP, quien vio a los inspectores saliendo de su hotel.
El jueves pasaron más de cuatro horas en uno de los lugares afectados por el ataque, donde recogieron "cantidad" de elementos, dijo Farhan Haq, portavoz de Naciones Unidas en Nueva York.
El resultado de las muestras recogidas, que serán trasmitidas a laboratorios en Europa, podría tardar semanas, según Haq. Los inspectores de la ONU deben ofrecer un informe oral al secretario general Ban Ki-moon cuando abandonen el país el sábado.
El apaciguamiento de una acción inminente ha relajado la tensión en los mercados del petróleo, que marcaron nuevos récords en dos años. Los precios del crudo caían el viernes por la mañana en Asia.