El
presidente francés, François Hollande, es favorable a una intervención
"proporcionada y firme" contra el régimen sirio, acusado de utilizar
armas químicas, al lado de Estados Unidos, tras la retirada de su aliado
británico.
Hollande dijo el viernes que el "no" del parlamento británico no cambia la posición de Francia, que desea una acción "proporcionada y firme" en Siria, en una entrevista en el diario Le Monde, en la que aseguró además que no excluye una intervención en Siria antes del miércoles, cuando se reúne el Parlamento francés para debatir la situación.
Tras la negativa británica y frente al posible veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, la Casa Blanca dejó entender que el presidente estadounidense, Barack Obama, se reservaba el derecho a actuar unilateralmente contra el régimen sirio.
"Estados Unidos siguirá consultando al gobierno británico, uno de nuestros aliados y amigo más cercano", pero "las decisiones del presidente Obama estarán guiadas por el interés de Estados Unidos", declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Caitlin Hayden.
Obama "piensa que están en juego intereses cruciales para Estados Unidos, y que los países que violan la reglas internacionales sobre armas químicas deben rendir cuentas", añadió.
A pesar de todo, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, declaró el viernes que Estados Unidos sigue buscando "una coalición internacional" para responder al presunto ataque con armas químicas del régimen de Damasco contra civiles.
El jefe del Pentágono precisó que Washington respetaba el voto del parlamento británico, que rechazó el jueves por 285 votos contra 272 una moción presentada por el primer ministro David Cameron sobre una posible intervención en Siria.
Cameron dijo que iba a tomar nota del voto de los diputados: "Está claro que el parlamento británico, reflejando la opinión del público británico, no quiere una acción militar británica. Tomo nota y el gobierno actuará en consecuencia".
Por su parte, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, descartó participar en una intervención militar en Siria. "No nos pidieron" participar en una intervención y "no lo consideramos", declaró al diario alemán Neue Osnabrücker Zeitung.
Un responsable del congreso estadounidense, que participó en una conferencia telefónica con la Casa Blanca sobre Siria, indicó que Obama no había tomado aún la decisión de una eventual intervención.
En la ONU, una reunión de apenas 45 minutos entre los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia), con derecho a veto, finalizó el jueves por la noche sin progresos aparentes.
Rusia, país aliado de Siria, repitió el viernes su oposición a una acción militar. "Rusia está en contra de cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permita el uso de la fuerza contra Siria", declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guenadi Gatilov, citado por la agencia oficial Itar Tass.
El presidente sirio, Bashar al Asad, advirtió el jueves que Siria se defenderá "de cualquier agresión" y que erradicará "el terrorismo apoyado por Israel y los países occidentales", asimilando de nuevo la rebelión al "terrorismo".
Los expertos de la ONU iniciaron el viernes su última jornada de investigación del presunto ataque químico de 21 de agosto en las afueras de Damasco, según constató un camarógrafo de la AFP, quien vio a los inspectores saliendo de su hotel.
El jueves pasaron más de cuatro horas en uno de los lugares afectados por el ataque, donde recogieron "cantidad" de elementos, dijo Farhan Haq, portavoz de Naciones Unidas en Nueva York.
El resultado de las muestras recogidas, que serán trasmitidas a laboratorios en Europa, podría tardar semanas, según Haq. Los inspectores de la ONU deben ofrecer un informe oral al secretario general Ban Ki-moon cuando abandonen el país el sábado.
El apaciguamiento de una acción inminente ha relajado la tensión en los mercados del petróleo, que marcaron nuevos récords en dos años. Los precios del crudo caían el viernes por la mañana en Asia.
Hollande dijo el viernes que el "no" del parlamento británico no cambia la posición de Francia, que desea una acción "proporcionada y firme" en Siria, en una entrevista en el diario Le Monde, en la que aseguró además que no excluye una intervención en Siria antes del miércoles, cuando se reúne el Parlamento francés para debatir la situación.
Tras la negativa británica y frente al posible veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, la Casa Blanca dejó entender que el presidente estadounidense, Barack Obama, se reservaba el derecho a actuar unilateralmente contra el régimen sirio.
"Estados Unidos siguirá consultando al gobierno británico, uno de nuestros aliados y amigo más cercano", pero "las decisiones del presidente Obama estarán guiadas por el interés de Estados Unidos", declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Caitlin Hayden.
Obama "piensa que están en juego intereses cruciales para Estados Unidos, y que los países que violan la reglas internacionales sobre armas químicas deben rendir cuentas", añadió.
A pesar de todo, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, declaró el viernes que Estados Unidos sigue buscando "una coalición internacional" para responder al presunto ataque con armas químicas del régimen de Damasco contra civiles.
El jefe del Pentágono precisó que Washington respetaba el voto del parlamento británico, que rechazó el jueves por 285 votos contra 272 una moción presentada por el primer ministro David Cameron sobre una posible intervención en Siria.
Cameron dijo que iba a tomar nota del voto de los diputados: "Está claro que el parlamento británico, reflejando la opinión del público británico, no quiere una acción militar británica. Tomo nota y el gobierno actuará en consecuencia".
Por su parte, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, descartó participar en una intervención militar en Siria. "No nos pidieron" participar en una intervención y "no lo consideramos", declaró al diario alemán Neue Osnabrücker Zeitung.
Un responsable del congreso estadounidense, que participó en una conferencia telefónica con la Casa Blanca sobre Siria, indicó que Obama no había tomado aún la decisión de una eventual intervención.
En la ONU, una reunión de apenas 45 minutos entre los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia), con derecho a veto, finalizó el jueves por la noche sin progresos aparentes.
Rusia, país aliado de Siria, repitió el viernes su oposición a una acción militar. "Rusia está en contra de cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permita el uso de la fuerza contra Siria", declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guenadi Gatilov, citado por la agencia oficial Itar Tass.
El presidente sirio, Bashar al Asad, advirtió el jueves que Siria se defenderá "de cualquier agresión" y que erradicará "el terrorismo apoyado por Israel y los países occidentales", asimilando de nuevo la rebelión al "terrorismo".
Los expertos de la ONU iniciaron el viernes su última jornada de investigación del presunto ataque químico de 21 de agosto en las afueras de Damasco, según constató un camarógrafo de la AFP, quien vio a los inspectores saliendo de su hotel.
El jueves pasaron más de cuatro horas en uno de los lugares afectados por el ataque, donde recogieron "cantidad" de elementos, dijo Farhan Haq, portavoz de Naciones Unidas en Nueva York.
El resultado de las muestras recogidas, que serán trasmitidas a laboratorios en Europa, podría tardar semanas, según Haq. Los inspectores de la ONU deben ofrecer un informe oral al secretario general Ban Ki-moon cuando abandonen el país el sábado.
El apaciguamiento de una acción inminente ha relajado la tensión en los mercados del petróleo, que marcaron nuevos récords en dos años. Los precios del crudo caían el viernes por la mañana en Asia.
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