Ibrahim Coulibaly, campesino de Mali y miembro del la Comisión Coordinadora Internacional de La Vía Campesina
-¿Sigue vigente la amenaza de la “revolución verde” en África?
“En África no existe la “revolución verde”, pese a que no es la primera vez que se intenta imponer. La Fundación Bill Gate planteó el programa AGRA para ello, pero no tuvo éxito, porque las y los campesinos africanos no estamos locos. La “Revolución verde” consiste en comprar semillas muy caras para luego vender los productos resultantes a precios muy bajos; lo cual se quiere imponer a todos los sectores de producción y en todo el mundo”.
-No obstante, se sigue amenazando a África con la introducción de los transgénicos…
“El capitalismo es una amenaza constante para todo el mundo. En África sólo se ha introducido algo de algodón transgénico en alguna zona aislada mediante la corrupción de políticos y personas impulsada por las transnacionales, pero no responde a ninguna prioridad ni necesidad social. No van a tener éxito por la misma razón que la “revolución verde” ha fracasado; es decir, las y los campesinos no se pueden comprometer en un sistema que les va a traer más problemas que beneficios. En Burkina Faso, por ejemplo, Monsanto quiso introducir semillas transgénicas de algodón, pero las y los campesinos no las quisieron comprar, porque son muy caras y atentan contra la biodiversidad”.
-¿Cuáles son los problemas de la agricultura campesina en África?
“Hay muchos problemas. El primero de ellos es que la agricultura no es una prioridad, tiene muy poco apoyo por parte de los Gobiernos. Es muy vulnerable frente a las condiciones climáticas y a la vista de los ingresos que se obtienen y tiene un grave problema, como es el del acaparamiento de tierras por parte de países como Libia, China o Arabia Saudí y sociedades privadas. Compran tierras para alimentar a sus países, pensando que África tiene tanta extensión y recursos que pueden utilizarlos para ese fin. En Mali vamos a hacer movilizaciones frente a ese acaparamiento de tierras.
Pese a todos estos problemas, en África el campesinado resiste y sigue luchando”.