BELÉN RODRIGO | CORRESPONSAL EN LISBOA de ABC
Las calles del centro de la capital portuguesa fueron el escenario elegido por los líderes de las principales fuerzas políticas para el cierre de campaña. Los últimos sondeos dan la victoria al socialista José Sócrates, con ocho puntos más que la candidata del centroderecha Manuela Ferreira Leite. Según las intenciones de voto, el Partido Socialista (PS) se quedaría a 16 escaños de la mayoría absoluta y el Bloque de Izquierda (BE) se consolidaría como tercera fuerza política de Portugal.
La popular y turística zona de la «Baixa» acogió ayer a miles de militantes de las diferentes fuerzas políticas. Por la mañana predominó el color naranja del conservador Partido Socialdemócrata (PSD) en un paseo por la ciudad de la plana mayor del partido. La candidata, Manuela Ferreira Leite, puso en causa la fiabilidad de las encuestas que la colocan lejos de la victoria: «Fundamentalmente creo en la sabiduría de las personas, y no encuentro a nadie que hable bien de José Sócrates», resaltó.
Por la tarde, fue el turno de los seguidores del primer ministro y líder de los socialistas, José Sócrates. Por la mañana organizó un encuentro con la prensa en presencia del jugador Luis Figo, quien quiso manifestar públicamente su apoyo al líder del PS. Sócrates pidió el «voto útil»: «El país no necesita propuestas radicales o extremistas», afirmó.
Últimos sondeos
En las encuentas sobre intención de voto publicadas los dos últimos días se registra un nuevo descenso -de dos puntos- del PSD. José Socrates obtendría entre un 38 y un 40% de los votos frente al 30-32 % de Manuela Ferreira Leite, seguido de Francisco Louçã, del Bloque Izquierda, con el 11-12 %. Con estas previsiones, los socialistas podrán obtener 100 diputados, 16 menos de la mayoría absoluta.
Si se cumplen estos vaticinios, el PS necesitará realizar pactos postelectorales si quiere gobernar en mayoría. Y tendría dos opciones: formar un bloque central con el PSD -de momento, bastante improbable-, o aliarse con el BE en caso de querer formar una coalición de izquierda. La respuesta la tiene el tercio de indecisos que detectan aún las encuestas.