sábado, 5 de junio de 2010

Hungría, la nueva Grecia


José Antich - DIRECTOR de La Vanguardia

Las declaraciones del portavoz del Gobierno húngaro admitiendo ayer que el anterior ejecutivo del país había falseado las cuentas públicas y que la economía magiar estaba en una situación muy grave han vuelto a situar la economía mundial en un momento delicado, amplificando las dudas que aún pesan sobre ella.

¿Será la nueva Grecia?, era la pregunta aún sin respuesta que recorría anoche las aparentemente desconcertadas cancillerías, que no habían puesto sobre la mesa de los problemas inmediatos la situación económica en Hungría.

En principio, el efecto contagio de Grecia entre los países de la zona euro y la especificidad de Hungría con su moneda propia, el florín, deberían ser suficientes para superar la situación de relativo caos que se vivió anoche durante varias horas. Pero también hay cierta conciencia entre los sectores financieros de que la confianza en la evolución de la economía es tan frágil que no hay que descartar nada.

En el 2008, el anterior gobierno socialista ya tuvo que pedir unos 20.000 millones de euros al Banco Mundial, a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional para superar los graves problemas que pasó el país entonces.

Las elecciones del pasado abril dibujaron un escenario de cambio político radical: el partido de centroderecha Fidesz obtuvo una aplastante victoria en las urnas, tras ocho años de gobierno socialista, que acabó su mandato en medio de duras acusaciones de corrupción y de una deficiente gestión de la crisis económica.

Las noticias de ayer permiten vislumbrar un fin de semana de nervios a la espera del plan de acción que el Gobierno húngaro presentará el lunes. Entonces se sabrá si Hungría provoca los mismos terremotos financieros que Grecia.



Crisis mundial capitalista: La espiral destructiva se adueña de los mercados


Beatriz P. Galdón / Fernando Martínez - 05/06/2010

La situación se complica cada vez más. Las Bolsas vivieron el viernes otra jornada de importantes castigos, especialmente en algunas zonas de Europa. Fue el caso del parqué español, con un recorte del 3,80% en el día y del 5,33% en la semana que llevó al Ibex a un nuevo mínimo en 14 meses, en los 8.923,40 puntos. La caída en el año asciende ya al 25,26%.

Los inversores se centraron una vez más en vender la renta variable de aquellos países con las economías en una situación más problemática. Y el viernes tocó Hungría. El índice de referencia recortó el 7,15%, después de que un portavoz del nuevo Gobierno reconociera que la situación de las finanzas era "muy grave", al estilo de la griega, el estilo de la griega, y que el Ejecutivo anterior había manipulado las cuentas. Una de las primeras consecuencias es que el déficit público, que se esperaba que fuera este año del 3,8%, podría llegar incluso al 7,4%.

La sangría continuó también en el mercado heleno, que cedió el 5,56%, así como en el portugués y en el italiano, que retrocedieron el 2,20% y 3,79%, respectivamente. Los recortes resultaron algo inferiores en el Dax (1,91%), el Cac (2,86%) y el Footsie (1,63%). El Euro Stoxx concluye el periodo de las cinco últimas sesiones con una bajada del 2,31%, menos de la mitad que el Ibex.

"El mercado ha reaccionado tan bruscamente porque el caldo de cultivo para la tensión ya lo tiene. Hay muchos factores negativos al mismo tiempo y se está entrando en un círculo vicioso muy malo", valora José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "El ajuste financiero necesario para reducir el endeudamiento y su coste de financiación reduce las perspectivas de crecimiento y esto, a su vez, hace que cada vez sea más difícil obtener liquidez. Es lo que está ocurriendo en estos momentos", añade el estratega de la entidad estadounidense.

Europa arrancó la sesión con el ambiente ya enrarecido. La preocupación sobre el estado de Hungría aceleró el repunte de las primas de riesgo desde primera hora. La española llegó a rozar los 200 puntos básicos, un nuevo máximo histórico, mientras que los CDS (credit default swaps), seguros contra el riesgo de impago, escalaban hasta los 255 puntos básicos. Los inversores tienen dudas además de cómo resultará la reducción del déficit y las consecuencias que traerá para la economía, de los vencimientos de deuda que tiene el Estado para los próximos meses, que superan los 20.000 millones de euros. Hace justo una semana que Fitch decidió recortar el rating de la deuda española desde AAA a AA+.

"El poder de las agencias de rating es inmenso y esas 'simples letras' pueden provocar crisis enormes, ya que influyen directamente sobre las economías mundiales. Las rebajas de rating, encarecen el precio de la deuda y dificultan la financiación de empresas y países", explica David Galán, director de renta variable de BolsaGeneral.

Los bancos cotizaron, por otra parte, su crisis particular, que se vio agudizada por rumores que apuntaban a que Société Générale había tenido importantes pérdidas con alguna operativa en derivados. La entidad perdió el 7,58% e hizo que el sector financiero europeo retrocediera el 3,76%. En la Bolsa española, el Santander y el BBVA finalizaron con pérdidas del 5,78% y 6,84%, y dentro del Ibex 35 ningún valor se escapó de las ventas.

Pero, realmente, los mercados comenzaron a caer con fuerza después de la publicación del dato de empleo de Estados Unidos en mayo. Se crearon 431.000 puestos de trabajo, frente a los 540.000 previstos por el mercado. La decepción fue incluso mayúscula cuando se analizó el dato, ya que del total del empleo generado, 411.000 son puestos temporales, cuyos contratos terminarán en próximo otoño. Wall Street abrió a la baja y llegó al final de la jornada en fuertes pérdidas. El Dow Jones cayó el 3,16%, el S&P, el 3,44% y el Nasdaq, el 3,64%. En la semana se dejaron el 2,03%, el 2,25% y el 1,68%, respectivamente. Los índices se sitúan en niveles mínimos desde el pasado febrero. El presidente de EE UU, Barack Obama, salió al paso de los datos y comentó que mayo ha vuelto a ser "otro mes de creación de empleo en el sector privado", lo que da muestras de que "la economía se está fortaleciendo". El mercado, sin embargo, parece que no lo interpreta de la misma manera.

En el momento de la noticia de Estados Unidos, el Ibex se encontraba cotizando sobre los 9.098,94 puntos; en cinco minutos bajó un 2,38%, hasta el 8.882,10, mínimo intradía.

El euro dibujó una trayectoria similar, a pesar de que los datos desfavorecían a la economía estadounidense. La divisa llegó a cotizar por debajo de 1,2 por primera vez desde 2006, a pesar de los rumores que apuntaban a que el banco central de China estaría comprando euros.

De poco ha servido el plan pactado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para estabilizar la integridad del euro. Incluso esta semana se ha seguido hablando de la posibilidad de que Grecia saliera del euro, y en parte la tensión en los mercados de deuda refleja esa desconfianza en existe entre los inversores.

Para las próximas jornadas los analistas esperan más volatilidad. Desde la sociedad de valores de Renta 4, señalan que "los datos macroeconómicos, especialmente de Estados Unidos y de los países emergentes, deberían actuar como factor de apoyo a las Bolsas". Pero reconocen, al mismo tiempo, que "será clave que se modere el riesgo soberano para que se restablezca el sesgo negativo actual de los inversores, y permita a los índices no romper niveles importantes y en el caso del Ibex recuperar la referencia de los 9.000". Los analistas añaden que "aun cuando consideramos que las valoraciones son atractivas, recomendamos ser prudentes y selectivos en renta variable española de cara a las próximas semanas, debido a la evolución de la reestructuración del sistema financiero, negociación de la reforma laboral y sobre todo a la refinanciación de la deuda del Estado que deberá realizar con motivo del vencimiento de importes elevados de bonos y letras en los meses de junio y julio (32.000 millones de euros)".

En unas circunstancias tan difíciles, desde Sabadell Banca Privada se recomienda la deuda pública de países desarrollados: o bien está sujeta a volatilidad extrema, o bien cotiza con rentabilidades mínimas, ante su condición de valor refugio, como es el caso de la deuda alemana y la de Estados Unidos. En el caso de la renta variable, el consejo de Sabadell es apostar por EE UU y exportadoras alemanas.

El euro pierde los 1,2 dólares por primera vez en cuatro años

El último sobresalto de la economía mundial se saldó el viernes con un fuerte ajuste en la cotización del euro frente al dólar, que llegó a situarse por debajo de 1,2 dólares por primera vez desde marzo de 2006. "A corto plazo, va a ser muy difícil ver un euro fuerte", confirma José Luis Martínez, estratega de Citi en España.

El euro llegó a cotiza a 1,1993 dólares, si bien luego se recuperó y estuvo fluctuando cerca de la cota técnica de 1,2 dólares

Este experto advierte que el panorama podría cambiar en la segunda mitad del año si finalmente los datos de actividad económica en EE UU son más débiles de lo esperado y la economía americana crece a tasas del 2%, en lugar de ritmos del 3,5%, que es lo que se está esperando en el mercado. En ese caso, José Luis Martínez apuesta por un tipo de cambio más cercano a los 1,3 dólares.

La crisis de deuda en Grecia ha acelerado el castigo contra el euro, penalizado también por los problemas que atraviesan otros socios, particularmente España e Italia. El euro ha perdido contra el dólar un 16,25% en lo que va de año. De momento, las expectativas económicas juegan contra la moneda europea. Las posibilidades de que el BCE suba los tipos desde el 1% actual han quedado aplazadas.

Un respaldo adicional puede venirle de los países emergentes. En el mercado corrió el rumor el viernes de que el banco central de China estaba comprando euros. Por otra parte, el forint húngaro llegó a perder un 3,4% contra el euro, pero al final el ajuste se quedó en el 2%.

Hungría: crisis de dimensión reducida

La economía húngara es de dimensiones muy reducidas. Su PIB ronda los 120.000 millones de euros, que viene a ser aproximadamente un 0,9% del PIB de la UE-27. Su deuda asciende a unos 87.160 millones de euros y este año tendrá que hacer frente a vencimientos por valor de 35.000 millones.

El problema es que el país ya recibió en 2008 un paquete de ayuda por 20.000 millones de euros, dentro de un plan de rescate organizado por la UE, el Banco Mundial y el FMI. A la luz de las cuentas falseadas, parece que este rescate no fue suficiente para sanear la economía.

La cifra


-25,2% es la caída acumulada por el Ibex en lo que va de año, que supera en más de 10 puntos al ajuste sufrido por el Euro Stoxx.




La Unión Europea en el epicentro de la crisis mundial


Jordi Rosich | El Militante |
¿Qué está pasando en la Unión Europea? ¿Cuál es la naturaleza de fondo de la llamada crisis de la "deuda soberana"? ¿Funcionará el plan de estabilización? ¿Se romperá la zona euro? ¿Es la salida de la UE, con la que amenazó Sarkozy para Francia, una solución para los problemas de la clase obrera francesa o de cualquier otro país europeo? ¿Cómo se puede defender de forma consecuente los intereses de la clase trabajadora en esta situación?

La cuestión europea se ha convertido, efectivamente, en un punto político central e ineludible, no sólo para los estrategas de la burguesía, sino también para los intereses de la clase trabajadora, y por lo tanto para los sindicatos y partidos de la izquierda.


Hace tres años, cuanto estalló la crisis de las subprime y la crisis mundial aún no era reconocida como tal, prevalecía en la prensa burguesa la idea de que la situación en Europa no tenía "nada que ver" con lo que estaba pasando en EEUU. Dentro de Europa, la banca española se ponía como un ejemplo modélico de blindaje frente a la crisis financiera. Incluso se ofrecía a dar lecciones al resto de Europa. Todo sucedió exactamente al revés.

Después de protagonizar las noticias económicas durante meses, la crisis de la deuda griega pasó a un segundo plano en cuestión de días, siendo el preludio de una nueva fase de la crisis económica mundial en la que Europa se sitúa como el epicentro. Para remate, el sistema financiero español ha revelado no sólo no ser inmune a la crisis financiera sino que tiene un potencial destructivo sobre el conjunto del sistema financiero europeo incomparablemente superior al de la deuda griega.


Los hechos se han sucedido a una velocidad vertiginosa, en un contexto de tremenda volatilidad. El plan de salvamento de Grecia1 (concebido en realidad para salvar los intereses de la banca europea) aprobado el domingo 2 de mayo, que prevé movilizar 110.000 millones de euros en tres años para evitar que el país entre en un situación de impago, en vez de tranquilizar a los "mercados", dio lugar a una de las oleadas de pánico más intensas en los casi años de crisis mundial.

El miércoles 5 de mayo Portugal tuvo que pagar por obtener nuevos créditos un tipo de interés cuatro veces superior a los buitres financieros exigían en marzo. El jueves 6 de mayo el Dow Jones de Nueva York caía durante unos minutos más del 9%, el Ibex-35 llevaba una pérdida acumulada del 7,5% en dos días y la "prima de riesgo" de la deuda española alcanzaba máximos históricos desde la implantación del euro. La crisis de la deuda amenazaba, por momentos, con saltar de Grecia a otros países de Europa sin que nadie lo pudiera detener.


Los llamados mercados temían por sus préstamos a la banca griega, de 110.000 millones de euros, pero a la banca española esa cifra asciende a 770.000 millones. Las consecuencias de un impago por parte de algún país de los mencionados, o de alguna de sus entidades financieras importantes, arrastraría a todo el sistema financiero europeo. La exposición de inversores extranjeros a la deuda (tanto pública como privada) griega, portuguesa y española alcanza los dos billones de euros.


La actual crisis de la deuda es una manifestación más de la crisis capitalista de sobreproducción que afecta a toda la economía mundial, y no es un fenómeno exclusivamente europeo2. Los altos niveles de endeudamiento, tanto público como privado, es un fenómeno generalizado en todo el mundo y tienen enormes implicaciones3 en el desarrollo que está teniendo la crisis. EEUU tiene un déficit presupuestario del 10% y una deuda pública de 12,98 billones de dólares (10,4 billones de euros), aproximadamente el 90% de su PIB.

Pero incluso esas cifras, que son asombrosas, camuflan la realidad. El tesoro norteamericano acumula debajo del colchón "activos ilíquidos", o sea bonos basura que se ha quedado de los bancos privados invendibles en el mercado, por el valor de 1,7 billones de dólares. Tarde o temprano esta situación dará lugar a nuevas convulsiones financieras. No obstante, además de ser partícipe de las causas y consecuencias generales de la crisis de la deuda, Europa tiene factores particulares que la agravan.


Interconexión financiera

La implantación del euro en 2002, en un contexto de boom económico, intensificó la interconexión financiera entre los diferentes países de Europa y facilitó el endeudamiento de los países económicamente más débiles. La existencia del euro en Grecia, España, Portugal e Italia propició un estímulo extra a los banqueros alemanes, franceses y británicos a invertir en ellos ya que no corrían el riesgo de que los beneficios obtenidos en las operaciones que se hacían en estos países se vieran mermados por eventuales devaluaciones de sus monedas nacionales.

Sin embargo, con la crisis, la debilidad histórica de estas economías salió otra vez a la superficie, manifestándose, entre otros aspectos, en un crecimiento vertiginoso del déficit y de la deuda. La intensidad del crecimiento de estos dos parámetros económicos en el Estado español no tiene antecedentes entre los países capitalistas desarrollados en tiempos de paz.


Debido a la interconexión financiera alcanzada en los últimos años la crisis inmobiliaria española, por ejemplo, se ha convertido, literalmente, en un problema de la banca europea. Además, bancos y gobiernos comunitarios se deben billones de euros entre sí. Si uno cae el efecto arrastre es inmediato.

Algunos ejemplos: Italia le debe a Francia 511.000 millones de dólares (el 20% del PIB francés); la banca española posee casi un tercio de la deuda portuguesa (más de 86.000 millones de dólares); mientras que el Estado español le debe a Francia 220.000 millones, a Alemania 238.000 y a Reino Unido 114.000 millones de dólares, según datos del Banco Internacional de Pagos.

Esa profunda interrelación es lo que hace que los problemas que se manifiestan en un país, repercutan en el conjunto, afectando a la propia estabilidad del euro.


Aunque en los últimos meses las manifestaciones más espectaculares de la crisis se han producido en la periferia del grupo de países capitalistas más desarrollados, el problema de la deuda afecta de lleno al núcleo central del sistema. Cuando una deuda es relativamente pequeña, el problema es del que debe, pero cuando la deuda es gigantesca el problema es del que presta. De hecho, el principal problema en Europa lo tiene la banca alemana, francesa e inglesa. También los estados más desarrollados de Europa soportan deudas históricamente gigantescas y lo mismo se puede decir de sus empresas. Es normal que la enfermedad se manifieste en primer lugar en los países económicamente más débiles, pero la noción de "contagio" de países "enfermos" a países "sanos" es equívoca.

El virus de la enfermedad ya está incubado en todos los países, tanto en el sector público como en el privado. Las oleadas de crisis no hacen más que llevar a la superficie problemas que ya existen. En la medida que todas las condiciones objetivas están dadas, cualquier accidente puede ser el desencadenante de un nuevo episodio de la crisis, aunque adquiera la apariencia de un proceso de contagio.

La crisis griega por ejemplo, se desató con el "descubrimiento", en noviembre, de que las cuentas del Estado estaban falseadas. Pero esta mentira pasará a la historia como una inocencia infantil cuando se sepa el agujero real de los bancos alemanes, españoles y de todos los países de Europa, que están maquillando sus cuentas, minimizando el volumen de los préstamos en peligro de entrar en mora.

La necesidad se expresa a través del accidente, y en una situación de tanta tensión e instabilidad hasta una "noticia" puede ser el desencadenante de nuevas oleadas de pánico. El rumor sobre la solicitud por parte del gobierno de Zapatero de un préstamo de más de 200.000 millones de euros al FMI pudo ser falso, pero fuera mentira o no, no dejaba ser bastante realista, y tuvo sus efectos.


Todos estas contradicciones de la situación objetiva estaban en la base del pánico que cundió en los mercados internacionales los días que siguieron al plan de salvamento griego. La situación llegó hasta el punto de que las entidades financieras norteamericanas dejaran de prestar a los bancos europeos, "secando" el mercado interbancario. El peligro de un nuevo "Lehman Brothers de la deuda soberana", con efectos imprevisibles, estaba muy presente en la situación.


El plan de estabilización

Por todo ello se aceleró la puesta en marcha de un plan de estabilización, hacia el que había más de una resistencia, empezando por Alemania, ya que es su principal fuente de financiación4 y a cuya burguesía no le gusta nada tener que hacer frente constantemente a los desequilibrios provocados por las economías periféricas y que ponen en peligro la estabilidad de "su" moneda. Estas tensiones están ligadas a la contradicción que implica la existencia de una moneda única y su funcionamiento en 16 estados diferentes.

Finalmente se llegó a un acuerdo en la madrugada del domingo al lunes 10 de mayo, con la movilización potencial de 750.000 millones euros. Inicialmente provocó una espectacular pero superficial y fugaz (duró apenas un día) muestra de euforia en las bolsas, para de nuevo, abrir una profunda sensación de incertidumbre y nerviosismo.

La paradoja de la situación es que tanto los altos niveles de endeudamiento como los planes salvajes de recorte para tratar de atajarlo al que va asociado el plan de estabilización, inciden de forma depresiva sobre la economía. La burguesía se encuentra ante un impás frente a la crisis generada por su propio sistema ya que, hagan lo que hagan la situación va de mal en peor.


La crisis europea está muy asociada a los movimientos especulativos5. Por su propia naturaleza, los movimientos especulativos son extremadamente temerarios, sobre todo con el dinero de los demás. Efectivamente, los ‘mercados' temen que los estados o las empresas lleguen al límite del impago, pero saben también que cuanto más cerca están de este límite más intereses pueden obtener prestándoles dinero.

En el caso de Europa este límite llegó a niveles muy críticos debido a las fricciones existentes entre los diferentes estados dentro de la UE y a sus propias presiones internas, como ha sido evidente también en el caso de Alemania. Esta situación retrasó la toma de decisiones coordinadas. Aunque la causa de fondo de la crisis europea no sea la especulación, el mecanismo especulativo ha empujado de forma acelerada a determinados países al borde del abismo. La voracidad especulativa alimenta la inestabilidad no sólo económica sino política del sistema, como se ha visto en Grecia.

El plan de estabilización tiene como objetivo introducir un cierto elemento de control sobre esta situación. Aquí se produce otra paradoja. A la burguesía le gustaría resolver sus problemas (desde el punto de vista de sus intereses, obviamente) de forma "ordenada", de ahí que intente atajar, o al menos paliar, las expresiones más agudas de la especulación y en general del caos capitalista.

Sin embargo, uno de los principales "obstáculos" para frenar la especulación es que ésta ha sido una de las fuentes más importantes de beneficios de los bancos en el periodo reciente, y no podemos perder de vista que salvar a los bancos, a costa de los intereses de la inmensa mayoría de la sociedad, ha sido y es la prioridad absoluta de los gobiernos. Así que la especulación es una fuente de inestabilidad, problemática para la burguesía, pero es también una de sus actividades esenciales. La complejidad de los "productos financieros" no puede ocultar que la especulación ha sido alimentada oficialmente y está amparada por la más estricta legalidad.

El Banco Central Europeo sigue facilitando créditos baratos (1%) a la banca privada, que a su vez presta este dinero a Grecia, España o Portugal a tasas de interés muy superiores. Esto es pura especulación, y además, una modalidad bastante simple.


Cuando el negocio llegó a ser una amenaza para la estabilidad de todo el sistema la burguesía lanzó el plan de estabilización del 10 de mayo, un plan que habilita, entre otras cosas, al BCE a comprar directamente "deuda soberana" para tratar de contener los tipos de interés que exigen los "mercados". La "lucha contra la especulación" de la burguesía tiene una profunda carga de cinismo y demagogia, pero incluso cuando se dan pasos concretos para limitarla fracasan inevitablemente, como se demuestra con las recientes medidas de Merkel contra las ventas al descubierto6. No se puede atajar la especulación preservando, a la vez, las reglas del sistema capitalista.

El objeto de la especulación es enormemente variable: puede ser la deuda, el sector inmobiliario, las materias primas, las divisas, etc. Los movimientos especulativos mueven ingentes cantidades de dinero, aprovechan cualquier desequilibrio, anomalía, fallas en el sistema, para sacar beneficios rápidos en cualquier parte del mundo, sin crear un átomo de riqueza.

No es la especulación la que está provocando la caída del euro, pero es inevitable que sobre esa tendencia, que tiene sus raíces en los problemas reales de la economía europea, actúe la especulación. Las medidas para impedir la especulación contra determinados productos financieros, o contra la deuda de los países más débiles, lejos de atajar el problema, puede acabar acrecentando la presión especulativa sobre el conjunto de la zona euro, concentrándose en su moneda.


La posibilidad de que el plan de estabilización acabe en aborto es real. Los interrogantes empiezan por el primero y más elemental requisito para su funcionamiento: reunir los 750.000 millones de euros con los que hipotéticamente la UE podría comprar toda la deuda necesaria de los países en situación crítica y así disuadir a la especulación. De esa cantidad, 250.000 millones provienen del FMI, 60.000 de fondos de la UE, pero el resto, 440.000 millones, depende del éxito que tenga la emisión de los eurobonos. ¿Tendrá éxito su venta en el mercado?

La esencia del plan consiste en emitir deuda para comprar otra deuda, lo cual no parece muy estimulante para la inversión. Si fracasa podría abrir otra oleada especulativa contra los bonos españoles, griegos, italianos o de cualquier otro país. Y si consigue colocarlos, ¿a qué precio lo conseguirá? ¿Se podrán devolver los préstamos adquiridos con esos bonos sin recurrir a los presupuestos de los estados que los respaldan, fundamentalmente, Alemania y Francia? ¿Cuáles serían los efectos sobre la economía europea si eso ocurriese? Por último, ¿cuál es el tamaño real del agujero financiero potencial que hay en Europa?

La mayoría de esta deuda está en manos de fondos y bancos de la zona euro. ¿Qué parte de esta deuda es incobrable, o será incobrable en el futuro, en un contexto de estancamiento económico prolongado? Y lo más importante, si como parece más probable, la economía europea entra en una fase de crecimiento débil o estancamiento, el problema de la deuda seguirá pesando como una losa. En último término, las deudas sólo se puede resolver creando riqueza (y ya hemos visto los efectos depresivos que los planes de ajuste tendrán sobre el crecimiento) o con quiebras generalizadas, "limpiando" así el sistema.


A pesar del plan de estabilización, la economía europea estará plagada de nuevas sacudidas. La reciente intervención en CajaSur, con un agujero inmobiliario y de morosidad cercano a 2.000 millones de euros revela la rapidez con la que la deuda privada puede trasladarse a la deuda pública. El País alertaba de que la necesidad de intervenir en la entidad "era la peor noticia en el peor momento" tanto para la banca española como "tal vez incluso para el euro". Si una entidad pequeña puede ser un factor de desestabilización del euro, ¿Cuántos otros factores, ahora ocultos, pueden emerger a la superficie en las próximas semanas? ¿Qué ocurriría si el gobierno español, o cualquier otro, tuviera que intervenir en un banco de mayor envergadura? Nuevas bajadas de rating y nuevas subidas de las "primas de riesgo" estarán otra vez a la orden del día.


Así, no es nada extraño que el plan de estabilización termine convirtiéndose en un nuevo problema que acentúe la incertidumbre sobre el futuro de Europa. De hecho, la burguesía europea es perfectamente consciente de la fragilidad y la inconsistencia de este plan y la propia Merkel ha dejado bien claro que el objetivo real del mismo es "comprar tiempo". En otras palabras, la burguesía europea quiere tener más margen para preparar el terreno político para poner en marcha los planes salvajes de ajuste contra la clase obrera, que no han hecho más que empezar. Esto es lo verdaderamente decisivo e importante que hay detrás de los abstractos y fríos objetivos "macroeconómicos".


¿Hacia un gobierno único?

Al día siguiente de aprobarse el plan de estabilización la inmensa mayoría de los periódicos se congratulaban, con grandes titulares en portada, de que "por fin" la Unión Europea había dado un paso en serio hacia un gobierno único. En realidad, lo que ha ocurrido es que la dictadura política y económica del capital financiero se ha hecho más clara y más exigente, materializándose en la consolidación de la hegemonía alemana sobre el conjunto de la Unión Europea y en la puesta en marcha de planes de ataque de envergadura histórica, contra la clase obrera de todos los países. La burguesía alemana está siendo la principal impulsora de estrictas normativas que restringirán, de antemano, la política de gasto social de cualquier gobierno. La idea planteada por el marxismo de que los gobiernos capitalistas no son más que consejos de administración del capital financiero, va adquiriendo un rango legal, poniendo aún más en evidencia la falacia de la democracia burguesa y toda su desacreditada liturgia.

La necesidad crea el órgano, pero no necesariamente este órgano surge sano, completo y armónico con el resto del cuerpo. El "gobierno del euro", en forma de un dominio más tosco y descarado de la burguesía alemana, en su condición de potencia económica, de gran prestamista de la eurozona y garante del euro, no necesariamente lleva a más estabilidad, a la supresión de los intereses nacionales y a la unificación política de la UE. Ciertamente, la intensificación de la disputa por los mercados internacionales entre los grandes bloques económicos (EEUU, Japón y China) hace que la unidad monetaria europea siga siendo fundamentalmente ventajosa para las burguesías que la conforman. De hecho, este factor ha sido el principal impulsor del proceso de unidad. Sin embargo, convive con una disputa creciente por el mercado externo dentro de la propia UE y no es nada secundario el hecho de que el principal destino de las exportaciones de los países de eurozona sea la misma eurozona.


Una de las fuentes de tensión entre Alemania y Francia ha tenido como punto central el superávit comercial alemán. Éste alcanza 134.000 millones de euros al año, de los que el 86% proceden del comercio en el interior de la Unión Europea. La exportación alemana a otros países europeos se ha incrementado, entre un 1995 y 2008 a un ritmo del 7,4% anual, mientras que las exportaciones a Japón aumentaron a un ritmo del 2,2%. La dependencia del PIB alemán de las exportaciones se ha incrementado vertiginosamente en los últimos años. En 1990 las exportaciones alemanas aportaban el 20% del PIB, mientras que en la actualidad su peso ha alcanzo el 47%.


Bajo la misma moneda conviven distintas burguesías nacionales que compiten entre sí y economías con problemas distintos. En el último medio siglo el proceso de unificación europea ha avanzado, pero sigue siendo incompleto. El hecho de que se haya consolidado una moneda única sin un auténtico proceso de unificación nacional, en este contexto de crisis histórica del capitalismo, ha exacerbado las contradicciones al máximo, como señalamos los marxistas en su momento. El proceso ha quedado a medio camino y ahora la vuelta atrás estaría plagada de tensiones brutales, al igual que el avance hacia un "gobierno del euro", visto con cada vez mayor desconfianza por las masas y sin poder evitar el choque de intereses entre diferentes las burguesías nacionales.


La recuperación sobre el control de la moneda nacional puede ser una tentación en momentos de crisis, pero es ahora más complicada que hace 10 años. Una salida de Grecia o España de la zona euro provocaría una conmoción económica de consecuencias imprevisibles. La recuperación de un nuevo dracma o una nueva peseta, no resolvería el problema de la deuda ya que su valor seguiría establecido en euros, con el agravante de que con una moneda más débil, sería más costoso devolverla, propiciando más ataques a la clase obrera. Desde el punto de vista de la competitividad tampoco, ya que una devaluación abarataría las exportaciones pero encarecería, en la misma proporción, las importaciones, volviéndose, a la larga, a la misma situación actual, en la que la que la presión por la "competitividad" se consigue a costa de salarios más bajos. Por otro lado, ¿cómo se efectuaría la conversión monetaria? ¿Quién querrá estar en posesión de las nuevas pesetas o nuevos dracmas sabiendo que sufrirían una inevitable devaluación respecto al euro? La simple perspectiva de una vuelta a una moneda más débil provocaría una estampida de capitales hacia fuera del país en cuestión. La ruptura del euro abriría una perspectiva extraordinariamente incierta y por eso todas las burguesías quieren evitar esta perspectiva, al menos a corto y medio plazo. No obstante, en la medida que los desequilibrios internos en la UE continúen , se produzcan nuevos episodios de crisis financiera y la perspectiva de estancamiento económico prolongado se consolide, todo ello introduciendo fuertes presiones sobre la estabilidad del euro, podrían producirse desgajamientos o expulsiones de la zona euro.


Europa y los intereses de la clase trabajadora

Desde el punto de vista de los intereses de la clase obrera, el debate no puede ser euro sí, euro no. Dentro o fuera del euro la burguesía necesita atacar a los trabajadores, y lo está haciendo. La ruptura con el euro no significa que puedas aislarte de la crisis capitalista o de la competencia del mercado mundial. Mientras el Estado español, Grecia, Alemania o cualquier otro país siga siendo capitalista la burguesía intentará descargar sobre los hombros de los trabajadores el peso de la crisis, y los problemas para la mayoría de la población seguirán siendo fundamentalmente los mismos. La auténtica disyuntiva es capitalismo o socialismo y esta lucha sólo es posible, hoy más que nunca, con la unidad de la clase obrera de toda Europa en una lucha común contra la burguesía de todos los países.

La lucha de clases en Europa no ha hecho más que empezar. La experiencia demostrará que la única alternativa a los problemas de los trabajadores del Estado español y de todo el continente es una Federación Socialista de Europa. Sólo podremos hacer efectivo el verdadero potencial económico y cultural de Europa, que la burguesía es completamente incapaz de aprovechar, con el establecimiento de una Federación Socialista que, sobre la base de la expropiación de la banca, los monopolios y los latifundios, establezca las bases de una economía planificada bajo control de los trabajdores que acabe con la lacra del desempleo, mejore todas las conquistas en materia de sanidad y educación, acabe con cualquier tipo de opresión nacional y establezca una auténtica igualdad entre las personas.


NOTAS

1. Para profundizar en todo lo relacionado con Grecia y la crisis de la deuda:
· Los trabajadores griegos marcan el camino. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas! en www.elmilitante.net/content/view/6392/85.
· Crisis y lucha de clases en Europa, en www.elmilitante.net/content/view/6290/85/.
· Temblores en la Unión Europea Grecia al borde de la quiebra, en www.elmilitante.net/content/view/-6160/85.
2. Para profundizar más en la relación entre la deuda y la crisis capitalista de sobreproducción:
· El movimiento obrero y la crisis del capitalismo, en www.elmilitante.net/content/view/6365/29.
· Pirómanos apagando un fuego, en http://www.fundacionfedericoengels.org/images/stories/PDF/jir_economia
.pdf
3. Ver en este mismo periódico ¿Qué es la deflación?
4. De hecho, Alemania se ha comprometido a aportar al plan de estabilización más de lo que en proporción les correspondería, en previsión de que otros países del euro no puedan hacer frente a su compromiso.
5. Para profundizar más en la especulación y sus mecanismos:
· Se puede regular la especulación financiera?, en http://www.elmilitante.net/content/view/6366/29/
· Cómo hacerse de oro con el hundimiento de las finanzas griegas, en www.elmilitante.net/content/-view/6367/29.
6. Venta al descubierto es una modalidad de venta de bonos, acciones u otros activos, que se realiza en los mercados a plazo. Se efectúa sin compra previa de títulos, previendo una tendencia a la baja de la cotización para poderlos adquirir más tarde a un menor precio, saldando la venta con beneficios.
http://www.elmilitante.net/content/view/6436/85/
Más información:

La colonialidad del poder en el Congreso Internacional de Historiadores


Otto Morales

En Santa Marta, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, del 25 de mayo al 29, se reunió el “IX Congreso Internacional de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe, ADHILAC, que fundara hace años el Maestro y Filósofo Mexicano Leopoldo Zea.

Su Presidente actual es el cubano Sergio Guerra Villaboy, conocido en Colombia por su libro en el cual relata acciones populares y se detiene en las sociedades democráticas de 1850, que se editó por la Universidad Central de Bogotá. Es un estudio de amplísimo contenido en relación con Colombia y las luchas populares. El Director Ejecutivo es el profesor de ciencias sociales de la Universidad del Magdalena – sorprendente por su variedad de carreras, su admirable biblioteca, sus prodigiosos edificios – el académico Jorge Elías Caro.

Se deseaba hacer un análisis de la Independencia en Indoamèrica y el Caribe. Los trabajos se referían a sus interrelaciones en esa época entre los luchadores por la libertad. Se destacó a la vez, los desconocimientos mutuos; las diferencias y modalidades.

Se me ofreció el honor de instalar el Congreso. De mi estudio, tomo algunas tesis para ésta columna. Allí sostuve:

Hay dos fuerzas culturales que se interponen para entender los fenómenos de nuestro continente. Son las tesis del occidentalismo o eurocentrismo y el hispanismo. Son dos posiciones que se atraviesan a nuestros investigadores y dejan que predominen sus reglas intelectuales. Hay que decirlo con claridad:

ellas han torcido las creencias autónomas y doblegado el ímpetu de las luchas del pueblo. Se ha difundido la idea de que los euocentristas - o mejor, la cultura de occidente - son los únicos modelos de la humanidad. Que lo que no se ajuste a sus cánones, no tiene vigencia en el universo. Ya lo dijimos antes que lo de la región no se ajustaba a esos principios. Desde luego, la colonialidad implicaba la occidentalizaciòn.

A la vez, el hispanismo – que prevaleció muchos años en nuestra Colombia - exigía que los habitantes fueran blancos, unidos viceralmente al catolicismo, lejanos de la herejía que se confundía ésta con la libertad.

La reacción contra la primera posición - la occidentalizaciòn - comienza a rectificarse.

Carrera Damas - Enciclopedia de la Unesco - dice con claridad crítica: “La historia general de América Latina promovida por la Unesco, debe ayudar a recuperar la visión criolla, esencialmente eurocèntrica, de la historia de América Latina, y, por lo mismo, contribuir a actualizar los criterios nacionales y nacionalistas que han regido y rigen la historiográfica correspondiente…el logro de éstos objetivos exige una revisión de modo de relación de dichas sociedades con la “historia universal”, con las sociedades aborígenes, con la población Ariana trasladada América…

"Ello implica: 1) restablecer la identidad histórica de las sociedades indígenas; 2) lograr que quienes se acerquen a nuestra historia, la piensen positivamente; 3) que no se le señale negativamente frente a las sociedades que comparten su territorio; que nuestros nacionalismos se juzguen sin los prejuicios occidentalistas y sin los límites historiográficos; 5) que cuando se vinculen a la conciencia histórica, que se examinen sin relegar la “conciencia social y política”.

Pero volvamos a la occidentalizaciòn y a la hispanidad. El primer aspecto, es que Europa Occidental buscó “convertirse en centro del moderno sistema – mundo”; “en todo caso, la elaboración del eurocentrismo como perspectiva hegemónica de conocimiento, de la versión eurocéntrica de la modernidad y sus dos principales mitos fundamentales: uno, la idea – imagen de la historia de la civilización humana como una parte de estado de naturaleza culmina en Europa. Y dos, otorgar sentido a las diferencias entre Europa y no – Europa como diferencias de naturaleza (racial) y no de historia de poder”, como lo ha escrito Aníbal Quijano. El mismo sostiene que una pequeña minoría blanca – que dominó los estados independientes y las sociedades coloniales - no tenían ningún interés en los indios, negros y mestizos”.

Regresemos, también, a la comprensión de los alcances del Hispanismo:

“La corriente del Hispanismo comenzó por definirse como un régimen nò espiritual, el cual no iba a recurrir a la acción material, entiéndase esto como las acciones imperialistas que las demás potencias europeas y los Estados Unidos estaban llevando a cabo en todo el mundo; situación que se presentaba, no solo por la gran “espiritualidad” que pudieran poseer los españoles para con los americanos, sino porque militarmente estaban muy por debajo de sus vecinos europeos y era impensable una acción colonialista española en algún país africano y, mucho menos, en América, donde Estados Unidos ya era el gran dominador”.

Fabio Alejandro Carlos Pinzón señala que “El tiempo del general Franco en 1939 se podía decir que fue la coronación política de este hispanismo… A la trilogía de valores promulgada por la Revolución Francesa - libertad, igualdad, fraternidad - los hispanistas opusieron tres – servicio, jerarquía, hermandad.



Perú: Las lecciones de Bagua


Miguel Palacín Quispe

ALAI AMLATINA, 04/06/2010.- Un año después, la Masacre de Bagua sigue siendo motivo central de nuestra reflexión y evaluación. Porque nos mostró, principalmente, el valor de la manera en que los pueblos indígenas tomamos decisiones, que es el único modo de construir una verdadera unidad. Y también porque graficó el nulo respeto por la vida y por los derechos de parte del gobierno, capaz de matar para favorecer la invasión a nuestros territorios y el saqueo de nuestros bienes naturales por parte de las multinacionales.

Bagua nos demostró también la vigencia y el protagonismo político del movimiento indígena andino y amazónico en el Perú. Hoy no solo nos hemos visibilizado, sino que nuestras propuestas y demandas forman parte del debate y la agenda política nacional.

Otra de las lecciones de Bagua es que los derechos no se demandan, los derechos se ejercen. Y los pueblos indígenas tenemos derecho a la autodeterminación, que significa mantener nuestras formas ancestrales de relación con la Madre Tierra, con nuestros territorios, nuestras propias formas de gobernarnos, de elegir y ejercer la autoridad. Esa manera de la que hablaba al principio, donde las decisiones se toman en las comunidades, por consenso, y nuestros apus cumplen el mandato de sus pueblos.

Si no fuera así, la movilización amazónica no hubiera durado todo el tiempo que duró. Fue la decisión y la lucha de las bases, junto con la lucidez y entrega de los dirigentes, la que hizo que esa movilización remeciera al país y conmoviera al mundo.

Y por eso también la brutal respuesta represiva del Estado. Porque el gobierno tembló de miedo al ver la solidaridad nacional y mundial con la movilización amazónica, al saber que los pueblos indígenas teníamos razón y al notar que su sistema de dominación y su modelo de saqueo se tambaleaba.

Hablamos de un modelo que multiplica las concesiones mineras, forestales y petroleras en el ande y la amazonía, privando a los pueblos indígenas de sus medios de vida, que pretende arrasar con nuestros derechos reconocidos en tratados internacionales, que vulnera también la soberanía nacional firmando tratados de libre comercio totalmente desfavorables para el país, que criminaliza nuestra protesta, persiguiéndonos, enjuiciándonos y encarcelándonos, que da a sus fuerzas armadas y policiales licencia para asesinarnos, como ocurrió en Bagua hace un año.

Porque para intentar legalizar la vulneración de nuestros derechos, el gobierno de Alan García emitió un paquete de decretos legislativos que criminalizan la protesta, preparando el camino para el paquete legislativo del TLC con Estados Unidos, un conjunto de 102 decretos inconstitucionales, frente a los cuales los pueblos indígenas supimos reaccionar con indignación, con dignidad, con decisión de lucha y con unidad.

Nuestra lucha logró la derogatoria de tres de esos decretos. Para eso fueron necesarias 34 muertes que conmovieron al mundo, convocando una solidaridad nacional e internacional nunca antes vista. El Perú se unió en una histórica Jornada Nacional de Protesta el 11 de junio del 2009, como no se veía una igual desde hacía treinta años. Y a nivel internacional, los organismos de las Naciones Unidas, las entidades de derechos humanos y los movimientos sociales en general hicieron llegar desde todos los rincones del planeta mensajes de repudio a la Masacre de Bagua y de solidaridad con las justas demandas de nuestros pueblos indígenas.

Esta presencia protagónica de los pueblos indígenas en el Perú no es un hecho aislado, sino que se suma a los procesos de visibilización y articulación de los pueblos indígenas en todo el Abya Yala, donde desde nuestra diversidad compartimos el amor por la vida, la identificación con la Pachamama y el orgullo de nuestra identidad ancestral, uniéndonos en la común demanda de pleno ejercicio de nuestros derechos y en la construcción colectiva de nuestras propuestas centrales: el Buen Vivir y los Estados Plurinacionales Comunitarios.

Después de la Masacre de Bagua, los organismos de las Naciones Unidas, como el Relator Especial para Pueblos Indígenas James Anaya y el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, formularon al gobierno peruano una serie de recomendaciones, entre las que quiero destacar tres: formar una comisión investigadora independiente e imparcial, debatir y aprobar una Ley Marco de los Pueblos Indígenas y una Ley de Consulta y Consentimiento Previo, Libre e Informado, todo esto con plena participación de los propios pueblos indígenas.

La primera de las recomendaciones es una tarea pendiente. La Comisión del Congreso emitió hasta tres informes y la otra comisión emitió un informe totalmente tibio, que no señala responsabilidades en el Estado y atribuye falsedades a los pueblos indígenas, al punto que dos de sus integrantes se negaron a firmarlo y emitieron su propio informe.

La Ley de Consulta fue debatida y aprobada por el Congreso de la República. Las organizaciones indígenas la veníamos demandando hacía mucho tiempo, porque hace más de quince años que el Estado peruano se hizo parte del Convenio 169 de la OIT. Tal vez sin la Masacre de Bagua esta norma hubiera seguido siendo largamente postergada. No es una ley perfecta, pero para eso estamos los pueblos indígenas, para ampliar su alcance y para hacerla cumplir. Ya hemos demostrado que podemos hacerlo.

Y con respecto a la Ley Marco para los Pueblos Indígenas, la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) tiene una propuesta: seguir el ejemplo de Bolivia y otros países y dar carácter de Ley Nacional a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Un año después de la Masacre de Bagua, seguimos reflexionando, evaluando y consolidando la unidad de los pueblos indígenas, esa unidad y esa decisión que están haciendo retroceder al Estado y haciéndole entender que ya no puede seguir ignorando nuestra existencia, que reprimiéndonos no nos hará callar y que no tiene otra alternativa que empezar a desarrollar políticas públicas interculturales. Porque en eso sí debemos estar muy claros: los pueblos indígenas no queremos inclusión, no nos interesa ser incluidos en un modelo que desprecia la vida. Los pueblos indígenas exigimos un Estado que reconozca y valore nuestra diversidad, desarrollando políticas públicas interculturales.

- Miguel Palacín Quispe es Coordinador General CAOI (Coordinadora Andina
de Organizaciones Indígenas)

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