A
esta misma hora, mientras escribimos y leemos esto, han cortado la
electricidad y el agua en Afrin, Rojava, ámbito y territorio de la Revolución de las Mujeres de Kurdistán y del Confederalismo Democrático.
A esta misma hora el Sultán Fascista Erdogan pretende completar el
genocidio en Afrin. Empezó a bombardear el 20 de enero enfrentando la
heroica resistencia de mujeres y hombres en defensa de la libertad
colectiva; de la vida digna. Hoy avanza sobre la ciudad capital del
cantón donde se han refugiado civiles que han tenido que huir de las
bombas, tras asesinatos masivos. Erdogan asegura que va a devolver estas
tierras a sus dueños, cuando siempre han estado habitadas por mayorías
kurdas. Es un fascista asesino y está cometiendo una masacre genocida
antes los ojos del mundo, ante nuestros ojos ahora mismo. Mientras el
ejército de hombres y mujeres lucha y enfrenta a un enemigo
desproporcionadamente superior, las potencias del mundo todas, observan
en silencio. Cómplices intencionales y cobardes interesadas en que este
levantamiento por la vida de y desde las mujeres termine en un baño de
sangre para que unos pocos puedan seguir acumulando y para que muchas y
muchos, todas y todos, sigamos entre-teniéndonos sometidas y sometidos
en nuestra resignación, ocupación y sumisión. Ahora mismo, el sonido
aterrador de bombas y disparos avanza sobre una ciudad que ha dicho
dignidad, libertad, vida y justicia en democracia, matriarcal y tejida a
la tierra. Acá un texto que nos envían desde Afrin y la palabra firme,
enérgica, dolida, angustiada de Bruno Lima Rocha. Turquía es un estado
asesino. Erdogan, un sultán fascista. El mundo, cómplice y silencioso
mientras la muerte avanza sobre Afrin y las mujeres y hombres de la
revolución Kurda nos defienden a todas y todos y son la única
protección, en este mundo infame, para esas niñas, niños…para ese pueblo
que ha gritado y construido Libertad. ¡Así No! Dominación y Despojo. Pueblos en Camino
Manuel Rozental
MIshkiki nini apidji go debwe
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