sábado, 29 de mayo de 2010

Las propuestas miserables del Fondo Monetario Internacional

Sistema Digital

El Fondo Monetario Internacional tomó de nuevo las riendas hace meses y se dispone a seguir imponiendo doctrina, ahora con la excusa de que las medidas que propone son las imprescindibles para salir de la crisis y del problema de deuda que ésta ha provocado.

Los economistas del Fondo que han venido a dictar sentencia a España, como hacen en tantos otros países, son los que predican austeridad a quienes ganan unos cientos de euros mientras ellos se fijan a sí mismos sueldos multimillonarios, los que exigen recortes de gasto a los Gobiernos desde hoteles de cinco estrellas y limusinas que pagamos los contribuyentes. Los que se declaran políticamente neutrales pero tratan con favor a los dictadores y alteran sin rubor las decisiones democráticas que toman los poderes representativos.

El Fondo es la institución que reclama buen gobierno a los Estados pero que actúa con una opacidad absoluta y sin control alguno, la que dice defender la libertad pero tiene internamente un funcionamiento completamente antidemocrático. La que reclama rigor y acierto a los gobiernos pero que nunca ha realizado una autocrítica efectiva ni evaluado seriamente sus múltiples y fatales equivocaciones.

El Fondo Monetario que ahora dice a España lo que tiene que hacer es una institución doctrinaria que aplica siempre un mismo credo sea cual sea la circunstancia o el país que analiza: recorte de gastos públicos, privatizaciones, liberalización de servicios, desregulación financiera, libertad de movimiento para los capitales, apertura de puertas al capital extranjero... siempre lo mismo, siempre el viejo credo liberal, sea cual sea la gravedad de los problemas que origina su aplicación.

Pero el problema más grave del Fondo no es ni siquiera que sea doctrinaria sino que es una institución incompetente. Sus economistas fallan constantemente y de forma estrepitosa. Sus prejuicios ideológicos no les permiten contemplar y analizar correctamente la realidad, se equivocan en los diagnósticos, no saben hacer predicciones adecuadas y, lógicamente, nunca logran los objetivos que se proponen cuando actúan (salvo, eso sí, el de dar vía libre a los poderosos).

Podrían traerse a colación docenas de ejemplos de errores y fallos garrafales en sus informes y de previsiones completamente equivocadas, más propias de aficionados que de auténticos profesionales.

Valga como una simple muestra el despiste colosal que manifestaron los economistas del FMI sobre la situación de la economía mundial en abril de 2007, cuando ya otros muchos, más inteligentes y mejor preparados, o simplemente más honestos, habían advertido lo que estaba pasando. Decía entonces el Fondo en "Perspectivas de la Economía Mundial" (página XII): "los riesgos para la economía mundial disminuyeron desde la edición de septiembre de 2006 (...) lo que nos parece más probable es que el vigoroso crecimiento mundial perdure (...) comparando los datos actuales con los de septiembre (2006), no hay tantas razones para preocuparse por la economía mundial (...) la economía estadounidense se mantiene firme en general". O también el error de diagnóstico sobre lo que podría ocurrir en nuestro país cuando en marzo de 2009 decía que el déficit público español sería del 6% en 2009 y 2010, justo la mitad del efectivamente registrado.

Con semejante carencia de ojo clínico, es normal que el Fondo Monetario Internacional no consiga nunca lo que se propone, ni siquiera en términos de tasas de crecimiento y mucho menos de estabilidad macroeconómica y financiera. La evidencia empírica indiscutible es que en la época en que se vienen aplicando las políticas que recomienda el Fondo Monetario Internacional, desde los primeros años ochenta, el crecimiento de las economías (mucho más si no se considera el de China y otras naciones que no siguen sus políticas) ha sido mucho más bajo que en las etapas (o en los países) en que no se han aplicado. Y un trabajo reciente ha demostrado que ha habido más crisis cuando han predominado las políticas liberales que propugna el FMI, en los años treinta y a partir de los ochenta del siglo XX, y que hay una gran correlación entre la mayor movilidad del capital (otro de los principios políticos del Fondo) y las crisis bancarias. (Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff, Banking Crises: An EqualOpportunity Menace, National Bureau of Economic Research, Working Paper 14587, 2008).

Los poderes financieros internacionales se benefician de las políticas del Fondo no porque sean eficaces para lo que dicen buscar (crecimiento, empleo, estabilidad...) sino porque son las que les proporcionan las mejores condiciones para aumentar sus beneficios. Y eso lo pueden conseguir porque el Fondo nunca evalúa el impacto social o sobre la desigualdad y la pobreza que tienen sus políticas, como él mismo ha reconocido (IMF, Poverty and Social Impact Analysis in PRGF- Supported Programmes, Washington, 2002), porque es completamente ajeno y ciego respecto a cualquier asunto relativo al bienestar social o al cuidado del medio ambiente.

Y es esta institución de economistas bastante incompetentes la que ahora viene a España a decir qué debe hacer un Gobierno legítimo elegido por los ciudadanos para hacer frente a una crisis que ha provocado la banca internacional.

Sus tres propuestas principales son exactamente las mismas que hacen la patronal, la banca, el Banco de España y los economistas que están a su servicio.

La primera es la privatización progresiva de las cajas de ahorro.

El FMI no dice nada de la banca española, se calla para ocultar que su situación es exactamente igual que la de las cajas. No reclama transparencia, no hace ni dice nada para obligar a que la banca sea lo que debería ser: la fuente de financiación de la actividad económica. Nada propone para que las empresas y las familias vuelvan a tener el crédito que se necesita para recuperar la actividad.

La banca es quien ha quebrado y la que ha provocado la crisis y lo que el FMI propone es que como premio se les entreguen las cajas de ahorros.

Es difícil imaginar una bellaquería más grande. Con mucha palabrería pero sin destapar la situación de la banca, lo único que busca el FMI es poner las cajas de ahorros en la bandeja del capital privado para que así se recupere una banca quebrada, aprovechando el mercado que dejarían las cajas y adquiriendo sus activos, como en tantas otras ocasiones, a precio de saldo.

La segunda propuesta del Fondo es ya conocida, la reducción del gasto público. He explicado en otros textos que en una coyuntura recesiva eso sólo puede conducir a la depresión y a hundir aún más nuestra economía. Es lo que ha ocurrido en muchísimas otras ocasiones y en otros países cuando se ha actuado así.

Como acaba de señalar el Premio Nobel Joseph Stiglitz, "la austeridad lleva al desastre" (Le Monde, 22.05.2010), y ahí es donde nos quiere llevar el FMI para que los bancos y las grandes empresas ganen más dinero todavía.

La tercera propuesta es la reforma laboral "radical y urgente" en la línea que solicita la patronal y que principalmente se basa en reducir la capacidad de negociación de los trabajadores mediante la descentralización de la negociación colectiva y el establecimiento de nuevos tipos de contrato.

Decir que se puede resolver el problema del empleo flexibilizando el mercado laboral al mismo tiempo que, como acabo de señalar, se deprime la actividad debilitando la demanda efectiva es sencillamente una mentira gigante y grotesca. De esa manera es imposible que las empresas (sobre todo medianas y pequeñas) creen puestos de trabajo. Sólo se consigue que ganen más las muy grandes que tienen demanda cautiva gracias a su poder sobre el mercado, que es lo que se trata de salvar.

En definitiva, el Fondo Monetario miente cuando presenta sus propuestas para la economía española porque no dice lo que de verdad pretende; oculta los efectos reales que tendrán las políticas que propone; y, para colmo, no permite el debate social sobre ellas sino que se limita a imponerlas porque su incompetencia le impide argumentarlas científica y rigurosamente.

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, colaborador habitual de Rebelión, editor de www.altereconomia.org y miembro del Consejo científico de ATTAC-España. Su web personal: www.juantorreslopez.com

rCR

Europa, una recurva en la crisis económica global


Bruselas, 28 may (PL) Cuando la mayoría de los economistas y analistas del mundo occidental se empeñan en afirmar que la recuperación avanza, Europa parece vivir una recurva dentro de la crisis económica global.

No son pocas las noticias que dan cuenta de la aplicación de planes de austeridad para reducir déficit fiscales y deudas públicas en Grecia, España, Italia, Portugal y hasta el Reino Unido.

Reconocidos comentaristas económicos comienzan a hacerse eco de alertas multiplicadas en internet sobre un serio problema de deuda, que podría provocar otra gran depresión con grandes efectos también en Estados Unidos.

Si los planes de rescate, entre ellos los 750 mil millones de euros aprobados por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional, no logran calmar a los mercados bursátiles, la economía europea se desplomará nuevamente, avizoran los analistas.

A ello se sumará que el crecimiento del Producto Interno Bruto estadounidense podría caer entre 0,5 y 1,0 por ciento en los próximos dos años, como advirtieron especialistas del Deutsche Bank.

El desplome de las bolsas en las últimas semanas junto a la devaluación del euro frente al dólar, son muestras de que esas previsiones no están lejos de la realidad por lo que las preocupaciones se transforman en pánico.

La verdad es que Europa, uno de los pilares de la economía mundial, después de Estados Unidos, se tambalea.

Grecia, España, Portugal e Irlanda por sus muy abultados déficits fueron identificados como los epicentros de un cataclismo que, en caso de dispararse, podría arrastrar al abismo a todo el continente europeo y, por efecto dominó, a la economía mundial.

Los días pasan y el millonario monto para salvar a Europa, en particular a la zona euro, no logra disipar la incertidumbre; al contrario, se multiplica.

Pero más allá de las frías cifras y las líneas rojas con que se grafica la caída de las principales bolsas de valores del mundo, lo que más alarma son las consecuencias sociales y políticas de la crisis económica global, que parecer recurvó en Europa.

El desempleo ha incorporado a sus filas a casi 10 millones de personas durante los últimos meses, hasta afectar a más de 23 millones, y sigue en aumento como la más visible de las caras de la crisis.

A pesar de ello, las medidas de austeridad puestas en marcha a nivel de país afectan aún más a los sectores más vulnerables de la población europea.

Se calcula que las personas al borde de la exclusión social tendrán más dificultades para acceder a servicios básicos y satisfacer sus necesidades elementales, las cuales ya superan los 80 millones.

Tanto en Grecia, España e Italia los ajustes fiscales aplicados conllevan a la reducción de los ingresos de gran parte de la población, la prolongación de la vida laboral antes de la jubilación y recortes en la prestación de servicios públicos, entre otras medidas.

De ahí que la propia Comisión Europa confesó sus temores de que la crisis económica se pase a la social y de ésta a la política, lo que podría llevar a escenarios que hasta hace poco parecían imprevisibles en la región.

Sobre esa base las principales autoridades de la UE exigieron a sus países reformas estructurales ambiciosas para superar la actual situación y garantizar el crecimiento y el empleo a mediano y largo plazo.

La receta del Foro Económico de Bruselas fue clara al proponer combatir el déficit público con medidas de consolidación fiscal, sin lo cual el continente se estancará en un economía que apenas alcanzará este año un incremento del 1,5 por ciento.

El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, aseguró que si en cinco años se logra ese objetivo y moderniza la economía europea, habrá un potencial para crecer en la próxima década a un dos por ciento anual y se crear más de 10 millones de empleos.


Colombia vota el domingo nuevo presidente, pero habría 2da vuelta


Colombia votará el domingo por un nuevo presidente en unas elecciones que según los sondeos serán las más disputadas en su historia reciente, pero los dos hombres con mayores posibilidades de suceder a Alvaro Uribe se mantienen en un empate técnico que forzaría una segunda vuelta el próximo mes.

El candidato oficialista del Partido de la U, Juan Manuel Santos, y el líder del Partido Verde, Antanas Mockus, encabezan las encuestas sobre intención de voto pero lejos del 50 por ciento más un voto que necesitan para definir el comicio este domingo.

Si los pronósticos de las encuestas se cumplen, ambos deberán ir a una segunda vuelta el 20 de junio y las alianzas con los partidos y movimientos derrotados serán decisivas para alcanzar el triunfo.

Las Fuerzas Armadas permanecen en estado de máxima alerta para garantizar el normal desarrollo de las elecciones y evitar posibles ataques de la guerrilla, que acostumbra a ejecutar actos de sabotaje y de violencia para demostrar poder militar, de acuerdo con fuentes de seguridad.

"Tenemos un cubrimiento del 99,9 por ciento de los puestos de votación. Estamos listos, tranquilos y preparados, esperemos que el domingo sea otra fiesta democrática, (...) que sean las elecciones presidenciales más tranquilas en 30 años", dijo el ministro de Defensa, Gabriel Silva.

Las autoridades reportaron la muerte de dos niños durante un hostigamiento de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a un pueblo del departamento del Cauca, al suroeste del país.

Tanto Santos, ex ministro de Defensa de Uribe y miembro de una aristocrática familia vinculada a la política y el periodismo, como Mockus, un matemático y filósofo de origen lituano que fue alcalde de Bogotá en dos ocasiones, han prometido dar continuidad a las políticas del actual Gobierno.

Los dos prometieron durante la campaña mantener la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico, atacar el déficit fiscal, el desempleo e impulsar reformas sociales para reducir las profundas desigualdades en este país de más de 44 millones de habitantes exportador de petróleo, carbón, café y flores.

Pese a las diferencias en sus orígenes sociales y a sus posiciones políticas, Santos y Mockus se han declarado amigos del libre mercado y de las políticas pro empresariales en una campaña que no ha generado temores entre inversores y empresarios.

Quien resulte elegido tendrá además el desafío de recomponer las deterioradas relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela, después de que el presidente Hugo Chávez las congelara en protesta por un acuerdo militar entre Bogotá y Washington que Chávez considera una amenaza.

También deberá normalizar las relaciones con Ecuador y mantener la cooperación de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales, que se viene reduciendo lentamente en medio de los problemas financieros que afronta la mayor economía del mundo.

MOMENTO DE TEMAS SOCIALES

Los comicios se presentan en un momento en el que los colombianos están más preocupados por el desempleo, la crisis de la salud y el escaso acceso a la educación de calidad que por la inseguridad, de acuerdo con encuestas.

Santos, quien como ministro de Defensa propinó los mayores golpes a la guerrilla FARC y se destacó como ministro de Hacienda y de Comercio en otros dos gobiernos, jamás ha ganado un cargo de elección popular.

El candidato del Partido de la U es considerado el heredero político de Uribe, situación que le da apoyo pero al mismo tiempo lo afecta en momentos en que un amplio sector de la población reclama un cambio, cansada por recientes escándalos al interior del Gobierno.

Santos tiene un amplio apoyo en las zonas rurales y entre los pobres, pero su punto débil está en las ciudades, en la clase media y alta, según analistas.

Mockus impulsó desde la alcaldía de Bogotá campañas de educación para reducir la violencia, aumentar la tolerancia, mejorar el caótico tráfico de vehículos y logró recuperar las finanzas fomentando la cultura de pago.

Sus victorias electorales fueron consideradas un voto de protesta contra la ineficiencia de la clase política tradicional para solucionar los problemas de la capital.

Su discurso de legalidad, honestidad, transparencia y respeto por las leyes ha sido bien recibido entre los electores, hartos de los permanentes escándalos de corrupción de los políticos tradicionales.

El profesor que usa como símbolos un girasol, la Constitución y un lápiz, que representa la educación como base de la transformación, tiene un sólido apoyo en los jóvenes y en las ciudades, pero su punto débil está en las zonas rurales.

Casi 30 millones de personas están habilitadas para sufragar en el país donde el voto no es obligatorio y que históricamente registra una abstención de más del 50 por ciento.

Ecuador: A 20 años del levantamiento indígena

Acción Ecológica | Para Kaos en la Red
En junio de 1990, Ecuador miraba con asombro otro levantamiento indígena que se inició el 28 de mayo con un hecho simbólico: la toma de la Iglesia de Santo Domingo. Desde este templo católico los indígenas enviaron una carta con sus demandas al Presidente de la República, Rodrigo Borja.

Con su misiva reclamaban el derecho a la tierra, hacían una crítica al modelo agroexportador y al pago del a deuda externa y rechazaban el apoyo a los grupos empresariales por sobre los derechos de los campesinos. Inclusive, de manera visionaria en ese entonces, hicieron un reclamo por la contaminación petrolera en la Amazonía ecuatoriana.

Al mismo tiempo, la CONAIE anunciaba el "Levantamiento Indígena Nacional". Que implicaba además la toma de tierras de grandes haciendas. Fueron actos de reivindicación histórica pues esas tierras siempre les pertenecieron.

La declaración de Ecuador como estado plurinacional, la legalización de territorios de las nacionalidades indígenas, la solución a los problemas de agua y riego, una verdadera expulsión del Instituto lingüístico de Verano, el reconocimiento oficial de la medicina indígena, la entrega de recursos para la educación bilingüe, precios justos a los productos campesinos y autonomía en su comercialización, fueron las principales demandas de las movilizaciones.

El Levantamiento duró hasta el 11 de junio, sin embargo el éxito alcanzado por el movimiento indígena, que fue cosecha de las luchas por el respeto a la existencia de distintos pueblos y a la diferencia, fue el reconocimiento a existir como nacionalidades.

Las propuestas del movimiento indígena han sido siempre revolucionarias y han marcado cambios jurídico-políticos, económicos y culturales en el país. Pero además los indios lograron que la sociedad ecuatoriana valorara estas luchas y que crezca el aprecio a las raíces indígenas. Esto se dio en gran medida porque los indígenas no se levantan únicamente en función de las reivindicaciones de las 14 nacionalidades y 18 pueblos aglutinados en la CONAIE, sino en favor de los derechos de todos los ecuatorianos y ecuatorianas.

20 años después, las luchas indígenas, como las recientes por la defensa del agua constituyen batallas políticas, antineoliberales y anticapitalistas y en función de la defensa de la vida.

Sin embargo, el gobierno de Rafael Correa, apela al racismo, a la diferencia y al irrespeto a los derechos de las nacionalidades indígenas. El gobierno claramente se opone a un Ecuador multidiverso, multilingüe, multicultural y plurinacional. Por ello debemos rechazar el afán de desprestigiar al movimiento indio del Ecuador, el mismo que ha sido reconocido por ser una de las organizaciones más poderosas en función de los derechos colectivos de los pueblos y ejemplo e inspiración para muchos movimientos a nivel mundial.

Si bien el levantamiento de 1990 hizo visible el problema de la tierra y los territorios, ahora, el levantamiento del 2010 se empata con la defensa del agua para la vida y la defensa de las comunidades. Ambos son parte de un proceso de resistencia de más de 500 años.

Nuestro homenaje a las nacionalidades y pueblos indígenas del Ecuador. En voz alta decimos: Amamos lo que tenemos de indio!
28 de mayo del 2010

Balance de 20 años: Cinco traspiés del movimiento indígena del Ecuador

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En 1990, la protesta indígena fue por la tierra. Entonces, el levantamiento apoyado por sectores sociales logró bloquear 23 puntos del país. Y consiguió que el gobierno de Rodrigo Borja se sentara a dialogar con una plataforma de lucha de 16 puntos.


Veinte años después, los indígenas no muestran la misma fuerza del pasado. Las recientes movilizaciones en contra de la Ley de Aguas así lo evidenciaron, pese a la llamada ‘unión coyuntural’ entre la Conaie, Feine y Fenocin, las tres organizaciones indígenas más grandes del país.

Líderes históricos del movimiento indígena como Luis Macas y José María Cabascango, el actual presidente de la Fenocin y el ex diputado mestizo de Pachakutik, Napoleón Saltos, reflexionan sobre el debilitamiento de la fuerza indígena en el país.

Estos cuatro personajes consultados por este Diario identifican cinco razones del auge y la caída de este movimiento social.

Las decisiones pasadas han debilitado al movimiento, cuyos líderes han sido parte de los gobiernos

Las alianzas

El movimiento indígena, a través de Pachakutik, tejió tres alianzas formales. Con Freddy Ehlers en 1996, con Lucio Gutiérrez en 2002 y con la ID en las elecciones seccionales de 2004.

Luis Macas y José María Cabascango hacen un balance negativo de estos procesos. Sobre todo con el gobierno de Gutiérrez, con quien firmaron un acuerdo político programático de corte de izquierda. La corta duración de la alianza, no obstante, fraccionó la unidad de la Conaie, que perdió capacidad de movilización.

Los cargos

Desde 1996, el movimiento indígena tuvo una mayor participación en los cargos públicos.

Abdalá Bucaram nombró a Rafael Pandam como ministro de Minorías Étnicas. En 1997, Fabián Alarcón creó el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades (Codenpe). Gustavo Noboa entregó a Luis Maldonado el Ministerio de Bienestar Social, entre otros.

Con Gutiérrez ocuparon cargos en RR.EE., Agricultura, Educación, Turismo, Gobierno y Planificación. Miguel Lluco manejó el fideicomiso de Emelec, de Fernando Aspiazu.

Pugnas internas

Para la contienda electoral del 2002, en el Congreso de Pachakutik, se decidió ir con candidato propio. Se trataba de Auki Tituaña, quien estudió en Cuba y brillaba en su gestión como alcalde del cantón Cotacachi.

Virgilio Hernández, asambleísta de A. País, asegura que la Conaie boicoteó esa candidatura. Antonio Vargas,
entonces titular de esa organización, quería que el candidato fuera de la Amazonía. Tituaña declinó su aspiración, la Conaie y Pachakutik se aliaron a Gutiérrez y Vargas se lanzó de candidato con la Feine.

El etnocentrismo

En el levantamiento de 1990, los indígenas se unieron con sectores sociales como trabajadores, grupos juveniles, eclesiales, etc.

Pero luego hubo una sobreindigenización de las propuestas que, para Napoleón Saltos, quien fue parte de Pachakutik, terminó por minar la posibilidad de ampliar las bases nacionales del movimiento.

Luis Andrango, presidente de la Fenocin, cree que se debe superar el proyecto de pluriculturalidad y avanzar hacia la interculturalidad. Es decir, no pedir instituciones solo para indígenas, por ejemplo.

Protesta agotada

El movimiento ha apoyado las caídas de los presidentes Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad. Con Lucio Gutiérrez fueron neutralizados. Hace poco, en la pelea por la Ley de Aguas, Marlon Santi, presidente de la Conaie, evidenció que no ha cambiado su estrategia.

Anunció que las bases se movilizarían para echar abajo al gobierno de Rafael Correa. Aunque Luis Macas dice que ahora deben concentrarse en tender puentes, a través de los parlamentos plurinacionales, y no seguir apareciendo como desestabilizadores.

La historia de los levantamientos

* El primer levantamiento fue el 28 de mayo de 1990. En 1992 se conmemoraron los 500 años de resistencia. En 1994, Sixto Durán Ballén afrontó el tercer levantamiento.
* En 1997 la Conaie actuó en la caída de Abdalá Bucaram. Fabián Alarcón creó el Codenpe.
* Julio de 1999 y enero del 2000. Los dos levantamientos indígenas acorralaron a Jamil Mahuad hasta su caída. En enero del 2001 hubo una gran movilización en contra de Gustavo Noboa. La Conaie,Feine y Fenocin fueron cercados en la Politécnica Salesiana.
* En abril del 2005 fue evidente la división indígena. La Feine se alineó con Lucio Gutiérrez y la Conaie lucía fracturada. Con Alfredo Palacio hubo dos protestas ( 2005 y 2006) en contra del TLC y de la Oxy.
* Diciembre del 2008, septiembre del 2009 y mayo del 2010. Paros indígenas, de menor convocatoria, en contra de las leyes Minera y de Aguas.


* Tomado de la Web del diario El Comercio de Ecuador