domingo, 3 de julio de 2011

Europa: Dos caminos para enfrentar la crisis: el griego y el islandés

Guillermo Almeyra

La deuda externa de Grecia supera 150 por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese país y los intereses de las ayudas que le conceden a Atenas la hacen aún más claramente impagable. Francia y Alemania, cuyos bancos son los principales acreedores, prestan el dinero, en realidad, para pagar a esos bancos y no para ayudar a la recuperación de la economía griega que ellos y el estadunidense banco J.P. Morgan, con la activa colaboración del anterior gobierno de la derecha helénica.

El actual gobierno socialdemócrata griego, encabezado por Giorgios Papandreou, está tratando de renegociar esa deuda, que acepta en bloque como válida sin diferenciar entre la deuda legítima, la ilegítima y la usurera, pues para esos socialistas hay que respetar a los buitres del capital financiero internacional y las leyes del capitalismo, que serían tan naturales como la ley de gravedad o el inexorable movimiento de la Tierra.

El pueblo griego, en cambio, realiza continuas huelgas generales y manifestaciones de rechazo a esa aceptación por el gobierno de los diktats franco-alemanes, pues los trabajadores se niegan a aumentar aún más una desocupación que ronda 20 por ciento (las cifras oficiales hablan de 16, pero no incluyen a todos los realmente desocupados) y a rebajar ulteriormente los salarios reales que van en picada. La protesta social es enorme y va in crescendo, porque el capital financiero se ensañó con Grecia inmediatamente después de un gran movimiento que arrojó a la basura al gobierno derechista y lo sustituyó por el de Papandreou, en el que tenía grandes esperanzas de cambio.

Como sucediera anteriormente en el caso argentino –otro país pequeño, no estratégico y relativamente marginal en la economía mundial–, el reflejo particular de la crisis mundial del capitalismo sobre Grecia fue utilizado por las finanzas para dar un terrible ejemplo a otras economías más importantes, como la italiana o la española, y para golpear un sector secundario pero politizado de los trabajadores europeos y favorecer la anulación de las conquistas sociales, a partir de Grecia, en todo el continente, y la rebaja de los salarios reales no sólo helénicos sino también de toda Europa.

El sector más importante de la burguesía nacional griega (los financistas, los armadores y los importadores-exportadores) ha enlazado sus intereses con los del gran capital internacional, sobre todo franco-alemán, y es su socio menor en los Balcanes; por su parte, los obreros griegos, con su gloriosa tradición de organización de clase y de radicalismo, con la resistencia contra los nazifascistas, con la insurrección contra la monarquía y el imperialismo británico, son un sector radical del proletariado europeo que el capitalismo mundial, tras desmembrar la ex Yugoslavia y dominar los restos de la misma, intenta aplastar en los Balcanes para poder explotar mejor a los trabajadores del viejo continente. De ahí la importancia política de la lucha que se libra en todas las ciudades griegas.

Argentina, hace diez años, declaró la suspensión de pagos, devaluó su moneda y renegoció favorablemente, con importantes rebajas, su deuda externa. Desde entonces, y pese a la crisis, ha tenido un importante crecimiento de su economía. Las diferencias con Grecia son muchas –en primer lugar, Argentina puede utilizar el aumento del precio de las materias primas agrícolas que produce en cantidades inmensas, cosa que Grecia no puede hacer– y ésta enfrentaría dificultades mucho mayores si declarase el default; pero en vez de condenar varias generaciones de griegos a apretarse el cinturón para sostener a los bancos franceses y alemanes, podría declarar nula una deuda que ni el pueblo ni el actual gobierno contrajeron. Eso obligaría al país a salir del euro y de la Unión Europea, a reconquistar la independencia monetaria para pagar los sueldos y el funcionamiento inmediato de la economía (como en Argentina, tras la devaluación del peso-dólar, cuando hubo que recurrir a la invención de cuasimonedas locales), pero permitiría mantener la independencia económica del país y otorgaría un papel mayor al sector estatal. Las presiones serían enormes, porque la banca francesa y la alemana perderían grandes sumas y los gobiernos respectivos se verían obligados a salvarlas nuevamente, pero Grecia contaría con el apoyo de los trabajadores de todo el mundo y, en particular, ayudaría a resistir a los de Portugal, los de España y, mañana, a los italianos.

Está también ahí el ejemplo de Islandia, pequeño país nórdico de 317 mil habitantes que tenía una deuda equivalente a 15 veces su PIB, que se negó a pagar a los usureros británicos y holandeses que habían prestado dinero irresponsablemente a banqueros aventureros de la isla.

El gobierno, al principio, resolvió pagar la deuda externa y condenar al país, por siglos, a la esclavitud financiera (habría debido pagar su deuda en 15 años al 5.5 de interés). Pero el presidente, un ex comunista, rechazó esa posición, lo cual llevó a un referéndum, organizado por la presión popular mediante movilizaciones y asambleas, el cual declaró que dicha deuda era impagable y, en vez de premiar a los banqueros ladrones, los metió presos y nacionalizó los bancos. Islandia sigue en la Asociación Europea de Libre Comercio y los banqueros extranjeros tuvieron que contentarse con el dinero que consiguieron de sus gobiernos.

Ahora, el país logró un acuerdo de pagos mucho más favorable (40 mil millones de euros en 37 años con el 3 por ciento de interés, a partir de 2016, lo cual representa, de todos modos, cerca de 100 euros por día, por cabeza de habitante, durante 10 mil 950 días) cuyo pago también rechaza. Islandia, con un gobierno socialdemócrata y rojiverde, pelea siempre para entrar en la Unión Europea y contra la presión del FMI y de sus acreedores y no ha perdido su independencia.

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Renacer Democracia Griega

La condición estatal en la periferia y en la transición

Raúl Prada Alcoreza

Quizás uno de los problemas más inquietantes para el análisis político tenga que ver con la condición estatal en la periferia del capitalismo o en los espacios del capitalismo periférico. También vinculado a este problema se tiene otro concomitante: la condición estatal en la transición hacia formas que buscan superar la determinante económica del capitalismo, orientándose hacia formas que intentan profundizaciones democráticas, que apertura transiciones al socialismo, y recientemente, que intentan desandar el camino de la colonialidad, iniciando procesos de descolonización. ¿Cuál es esta condición o cuáles son estas condiciones del Estado en la periferia y en la transición?

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Así se vive la rumba negra en la capital del Valle del Cauca


Es posible, a través de un recorrido por las discotecas afro de Cali, narrar parte de la historia y esencia de toda una etnia? Crónica de salsa 'brava', tambores, música del Pacífico y un baile lento de caderas que conectan al pueblo afro con su pasado.


Frank Hoyos, Dj de la tradicional discoteca Bronxs de la Calle Quinta de Cali, sospecha que fue aquí, justo en este templo de la salsa, donde se partió en dos la historia de la rumba negra.

"El Bronxs fue la primera discoteca de la ciudad que empezó a poner música del Pacífico y eso marcó una diferencia”, dice.

Frank se acuerda enseguida de un 31 de octubre, Día de las Brujas. Eran casi las 3:00 de la mañana y la fiesta en el Bronxs se acercaba al clímax. Frank apagó las luces y dejó sonar unas carcajadas terroríficas. Un par de segundos después puso una canción que desató el delirio: ‘La Bruja Embustera’, una chirimía del Grupo Saboreo.

Eliseo debe saber que el futuro era mejor/ Yo me fui a una esperanza y la suerte a mi me vio/ La bruja más embustera que tiene todo el Chocó/ Me cogió mi mano y me la leyó.

Frank recuerda gente parada hasta en las mesas, bailando con los ojos cerrados, como si estuvieran conectados con otro mundo.

Lo que pasa – explica - “es que para el negro no hay reggaetón que valga, no hay bachata, no hay nada que lo emocione más que escuchar la música de su tierra cuando la rumba está prendida”.

Cuando el negro va a una discoteca afro, agregó días después Emiro Yori, empresario de la rumba negra, lo que anhela es poder sentir una porción de su región, del Pacífico. Y eso lo logra, en parte, a través de la música.

Así, digamos, si escucha un himno como ‘La Memoria de Justino’, del Grupo Socavón, o la chirimía ‘La vamo a Tumbar’, de Saboreo, o esa ‘Bruja Embustera’ de la que habla Frank, el negro se conecta directamente con su pasado, con la tierra de donde vino y retorna, mientras baila, a caminar cerca del mar, cerca del río, a los paisajes que vio en la infancia. La música del Pacífico en la rumba negra funciona para el afro como cordón y ancla con sus raíces.

Es viernes, 9:00 p.m. y Frank Hoyos está sentado en una de las mesas del Bronxs.

En el sitio suena un éxito de Pedro Arroyo: Siento/ que mi vida comienza de nuevo cada vez que me entrego/ que las puertas del cielo se abren cada vez que entro en tu cuerpo…

Curioso: el Dj de esta discoteca afro no es un negro fornido de cabeza rapada como muchos se lo imaginan. Frank mide acaso 1:65, lleva el pelo corto y liso, usa gafas, y cuando estira su brazo y mira el color de su piel, dice: “sí, yo soy indio”.

En este momento no hay negros de fiesta en la discoteca. La rumba afro, se sabrá después, empieza tarde: a las 12:00 de la noche.

Frank cuenta ahora que lo de la chirimía, que lo del currulao, debe sonar en algún momento de la fiesta del negro, sí, pero deja claro que lo que predomina de principio a fin es la salsa: “Salsa brava, el golpe”.

Por eso, los ídolos en el Bronxs y en la mayoría de discotecas afro de Cali son los salseros de siempre: Gilberto Santa Rosa, Marc Anthony, Alex De Castro, Los Van Van, Pedro Arroyo, Bobby Valentin, Roberto Roena, El Gran Combo, Pedro Conga, la Orquesta Mulenze en las épocas de Cano Estremera...

Ahora, justamente, se escucha un clásico de Roberto Roena: ‘Mi desengaño’. Cuando descanse te hablaré de un algo extraño, y vida mía te diré: mi desengaño.

Ese gusto del negro por la salsa, habla el periodista Medardo Arias, se explica porque “se trata de una música que trae un tipo de sonoridad que captura inmediatamente el gusto de la gente afrodescendiente. Uno de esos golpes es el que tiene la orquesta de Los Hermanos Lebrón, que son reyes absolutos en Buenaventura, en el Chocó”.

Además, Medardo recuerda que la salsa, así como llegó a Colombia por Barranquilla, también entró por Buenaventura y eso, sin duda, influenció el gusto musical del afro.

Hay que advertir, sin embargo, que la música en general es esencial en la vida del negro. Para el ‘blanco’, para el indio, para la humanidad entera, la música es trascendental, pero en el caso del negro está amarrada de una manera fundamental a la historia de su raza.

Esaúd Urrutia, chocoano, periodista, politólogo, director de la Revista Ébano Latinoamérica, evoca que el negro, en épocas de la Conquista de América, fue arrancado a la fuerza de su terruño, África, fue encadenado, le dieron el papel de esclavo y lo despojaron de su entorno, de su familia, de su religión, de su lengua y hasta de su propio nombre.

¿Qué lo hizo resistir? La música, el tambor. Con la música exorcizó su realidad y sus penas, con el golpe del tambor el negro encontró la dignidad perdida ante el poder del yugo.

Con la música, además, se comunicó: el golpe del tambor anunciaba fiestas o velorios, enfermedades o nacimientos, diálogos con los dioses. Despojados de su tierra, la música y el tambor representaron para el afro el amarre a la esencia, el amarre a su continente, la forma más efectiva de espantar las tristezas.

Frank Hoyos sigue hablando del Bronxs. Cree que el éxito de la discoteca y de la rumba negra en sí es que las canciones que se escuchan no se oyen en otro lado.

Y es cierto: en esta rumba negra se escucharán himnos jamás oídos, imposibles de tararear siquiera.

Pero ahora retumba un clásico de Ismael Rivera: Mataron al negro bembón, mataron al negro bembón, hoy se llora noche y día porque al negrito bembón todo el mundo lo quería...

II

Detrás de la rumba negra en Cali, al menos de la rumba de discotecas, se esconde una historia de resistencia étnica.

Lo explica la médica y empresaria Claudia Lorena Guerrero: cuando el afro abre una discoteca como Bronxs, como Swagga, como Matrakka, como tantas, hay una idea de negocio, por supuesto, pero también una idea de crear espacios que la sociedad no le ha brindado.

“Hay unos ritmos, unos géneros, un tipo de sonoridad que nos gusta a los negros y que si vamos a discotecas que no están pensadas para nosotros, no la vamos a encontrar. Entonces se ve la necesidad de crear estos espacios, algo que nos de identidad. Porque en la rumba afro la música es diferente, los ritmos son diferentes, los bailes son diferentes”, dice.

Claudia es propietaria de Belleza Negra, una peluquería y agencia de modelos afro que está ubicada en el barrio el Ingenio, al sur de Cali, y que por cierto patrocina a una de las cantantes negras más reconocidas de los últimos años: ‘Goyo’, del grupo chocoano ChocQuibTown.

Y la peluquería nació por lo siguiente: la piel del negro es más seca que la del ‘blanco’ o la del indio y por eso necesita tratamientos distintos. El cabello del negro es más seco, y por eso también requiere un tratamiento específico. Y en esta ciudad no hay peluquerías que ofrezcan productos y tratamientos dirigidos a sus necesidades.

Entonces: está el mercado, está la población, está la necesidad de abrir un negocio. El afro, insiste Claudia, si no tiene acceso a ciertos espacios requeridos, los construye.

Hace unos 15 ó 20 años, entonces, los negros de Cali no tenían dónde salir a rumbear.

“Cali vivía un ambiente de rumba, existían muchos sitios, pero era una rumba diferente a la que nos gustaba”, agrega el empresario Emiro Yori, administrador de la discoteca Matrakka.

Una forma de solucionar el problema fue programando rumbas de cuotas: se alquilaban salones sociales, se pagaba una boleta, se hacía la fiesta.

Con el tiempo empezaron a surgir discotecas pensadas para afros, pero en zonas apartadas de la ciudad, barrios a los que no todo el mundo quería ir. En la galería Santa Helena, por ejemplo, se abrió la discoteca Soneros y otra muy famosa, Rumors; en las cercanías a la Cárcel Villa Hermosa apareció Son 3.

Pero además de apartados, eran sitios en donde la gente se sentaba en sillas de plástico o en butacas de madera a punto de desplomarse.

Emiro Yori y otro de los precursores de la rumba negra en Cali, ‘Kussy’, se empezaron a preguntar: ¿por qué?

¿Por qué el negro tiene que bailar en discotecas que no tienen aire acondicionado, muebles alcochados, sonido acústico, iluminación de última tecnología? ¿Por qué la historia del negro tiene que estar relacionada siempre con lo marginal, con la pobreza?

‘Kussy’, 57 años, tumaqueño, cuenta que después de esas preguntas se prometió darle estatus a la rumba negra. ‘Kussy’ es el propietario del Bronxs.

Por cierto, la discoteca lleva ese nombre no por el condado de Nueva York, sino por un actor afroamericano que admiró desde niño.
'Kussy', además, es propietario de un complejo rumbero en Juanchito: Samba Caramba, De puta madre, Guararé. La oferta de discotecas de la rumba negra en Cali hoy es variada: Swagga, Matrakka, Nuvo … El recorrido debe continuar.

III

Del Bronxs el camino conduce a Swagga y después a Nuvo. Sin embargo, lo dicho: la rumba negra empieza tarde y a estas discotecas apenas llegaban las parejas.

Pero ahora es distinto. Ahora, en Matrakka, Juanchito, son las 4:00 a.m. y en la discoteca hay, quizá, 600 personas.

Matrakka se quiere caer. Matrakka baila una canción de otro de los ídolos de la rumba negra: El Gran Combo de Puerto Rico: Tres cosas te voy a decir/ Para terminar contigo y quedarnos como amigos en paz y amor sin discutir/La primera/ que tu no eres salsera/ La rumba no te alborota y te gustan otras cosas hechicera/ La segunda/ tus trucos no no me asustan Tus fuegos con la candela te juro no no me aruñan/ La tercera nunca me hagas esas cosas Pues ya san miguel me ayuda y ese todo lo rebota/ Magia negra conmigo no se buscara...

Curioso: en la pista esa salsa arrebatada no se baila con la velocidad de los pies. Las parejas se están moviendo muy suavemente, en una baldosa, y el centro del universo son las caderas. Muy pegaditos, los danzantes mueven las caderas muy despacio, muy sensual, de izquierda a derecha. Los talones se levantan de una manera sutil, la frente del uno pega con la frente del otro, los ojos, claro, se cierran.

Ese baile lento, que algunos afro en el Pacífico llaman ‘Cobao’, está narrando otro capítulo más de la historia negra.

Cada ritual del afro en África se hacía bailando: la muerte tenía un baile, el matrimonio tenía un baile, lamentar las desgracias naturales tenía un baile, honrar a los dioses tenía un baile.

Y, por lo general, eran dirigidos por matriarcados. Y a esos matriarcados, explica Camilo Andrés Zamora, bailarín profesional y sobrino de Leonor González Mina, 'La negra grande de Colombia', se le facilitaba más el movimiento de caderas que la velocidad de los pies. Eso explica de dónde viene el famoso ‘Cobao’. El negro, en la pista de baile, sin pensarlo si quiera, se conecta de nuevo con su pasado.

Ahora termina la canción. Ahora en Matrakka los afro, mientras regresan a sus mesas, van repartiendo abrazos y saludos. Esa es otra característica de la rumba negra: es casi familiar, como una fiesta de parientes. Al afro le gusta sentirse rodeado de paisanos.

Y esos saludos incluso, también van dirigidos a esta mesa. El negro pasa y estrecha la mano del blanco que lo visita en esta discoteca. Las palmadas que va repartiendo tumban un mito: la rumba afro no es racista, no es cerrada. En las entradas de las discotecas siempre se escuchan dos palabras: Bienvenido, siga.

Alguien dijo, sí, que existía un riesgo al asistir a una de estas fiestas: salir con la promesa de volver.

Petróleo y guerra


Por Dante Caputo

Hace pocos días, el presidente Barack Obama tomó dos decisiones: ordenar el retiro de 10 mil soldados de Afganistán e intervenir en el mercado del petróleo para prevenir una suba de precios. Dos decisiones, aparentemente independientes, pero que nos dan una pista sobre el futuro en Medio Oriente y norte de Africa, y cuyas consecuencias son mundiales. Después de la desaparición de Osama bin Laden, la primera decisión era relativamente esperada. La segunda es excepcional.

Habían pasado sólo algunos días desde que el cuerpo de Bin Laden desapareciera en el mar cuando se escucharon declaraciones que anticipaban el retiro de Afganistán. A la vez, se conocían informaciones, admitidas por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre la existencia de negociaciones con los talibanes.

Así, esta guerra no parecía tener el sentido original de lucha contra el mal absoluto que se le quiso dar. En la otra guerra, Irak, las armas de destrucción masiva no existieron y el Consejo de Seguridad fue engañado. Lo que sí fue real es el costo de la guerra, las vidas que se llevó y la creciente aceptación de la participación de ejércitos privados en un conflicto bélico.

Recordemos que el costo financiero de la guerra en Irak sólo en 2010 giró en torno a los 800 mil millones de dólares (un poco más que dos PBI de Argentina) según una investigación del Congreso de Estados Unidos. El número total de civiles muertos varía, dependiendo de la fuente, entre 50 mil y 650 mil. La última cifra fue presentada en un estudio de la Universidad John Hopkins, una de las tres primeras en estudios internacionales en ese país.

Las razones que se invocaron para justificar las decisiones que produjeron estos costos en Irak se diluyeron y sencillamente cambiaron. Esto tampoco se debate. Son hechos devorados por la noticia del día siguiente. Algo similar pasó con Afganistán. Muerto Bin Laden, se acabó la guerra de 1,2 billones de dólares.

Cuando vemos estas cifras, es útil tener presente que, excluida China, el valor de la producción de armamentos de las diez mayores empresas del mundo en 2009 fue de 246 mil millones de dólares. También conviene recordar las advertencias del presidente Dwight Eisenhower sobre el complejo militar-industrial, que fueron comentadas en esta columna.

La realidad de 2011 parece haber cambiado algunos principios. Tratando de enfrentar la debacle fiscal originada en la crisis financiera de 2008, el gasto militar debe ser reducido y la continuidad de las guerras no es viable. Así, ante la realidad de los desequilibrios fiscales, se licuaron los argumentos morales que justificaron dos guerras, con todos sus costos asociados.

Pero creo, lector, que estos cambios van más allá. No sólo afectaron a las guerras que se hacían, sino que también anuncian las guerras que no se harán. Por ejemplo, Libia.

Estados Unidos no va a resolver la cuestión de la ocupación territorial. Una cosa es bombardear. Otra, invadir, ocupar y administrar. Esta segunda opción parece estar fuera de discusión. A la vez, la previsión sobre la OTAN del saliente secretario de Defensa Robert Gates, “el futuro de la Alianza transatlántica es oscuro, si no negro”, anuncia una larga historia para el conflicto libio.

Por lo tanto, hay algunas consecuencias no menores, imposibles de mencionar hace dos o tres años. La primera, Irak no fue una guerra necesaria. La segunda, se puede negociar con los talibanes. Esto significa que Afganistán tampoco es una guerra insoslayable. Finalmente, en Libia se ve un cambio importante en el papel de Estados Unidos como seguro militar mundial de última instancia.

Al mismo tiempo, parece lógico que si en Libia habrá un conflicto prolongado, agravando así la ya elevada inestabilidad en una región productora de petróleo, el precio del crudo tenderá a la suba.

Así es como en el templo de la economía de mercado y de su mano invisible, el gobierno estadounidense intervino vendiendo 30 millones de barriles de su reserva estratégica de 726 millones de barriles, a los que se agregarán otros 30 millones por parte de otros países “amigos”. Como su nombre lo indica, la reserva estadounidense de petróleo está vinculada a la seguridad del país. Existe sólo para ser usada en casos de emergencia o para ayudas consideradas esenciales a terceros países. Desde que se creó en 1977, nunca se había vendido una cantidad semejante.

La reciente decisión del presidente Obama no fue tomada para contrarrestar un súbito incremento del precio en el surtidor: luego de una suba excepcional, desde hace veinte días la tendencia de los precios es declinante.

¿Por qué entonces la intervención en el mercado? La primera hipótesis, de la que se adueñaron los republicanos, es la de un uso político de la medida en vistas a la elección presidencial de 2012. No es imposible, aunque parece demasiado anticipada. Prefiero insistir, lector, en lo que señalé antes, en el sentido de que estamos ante la advertencia de lo que puede venir. Una extensa inestabilidad política y militar en el Medio Oriente y el norte de Africa, consecuencia de los conflictos en curso, particularmente, en Libia, podría impactar en el mercado y en el precio del petróleo.

La OPEP regula la oferta mundial de petróleo y cada uno de sus miembros produce una cuota acordada. Si por algún motivo, uno de ellos es incapaz de cubrir su parte, esta puede ser completada por otro miembro, en general Arabia Saudita, país con alta producción ociosa. Por ello, los sucesos que se desarrollan en el Medio Oriente y el norte de Africa no representan una amenaza directa sobre la oferta mundial de petróleo. Sin embargo, en la práctica, los precios sí pueden ser afectados por ese conflicto porque no están directamente atados al flujo de hidrocarburos, sino al “humor de los mercados”.

Estos hechos no son secundarios ni pueden ser limitados a cuestiones de política interior de Estados Unidos. ¿Qué pasará con la estabilidad global si la OTAN es ineficaz, si la Unión Europea muestra signos de desaceleración y si Estados Unidos tiende a desvincularse de los conflictos regionales?

Estos procesos son novedades que afectan los equilibrios conocidos del sistema mundial y que deben incorporase imperiosamente a la formulación de la estrategia internacional de nuestros países.



10 millones de personas afectadas por malnutrición y sequía en África


La Secretaria General Adjunta de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Valerie Amos, hizo un llamado urgente para que se combata la malnutrición que ha provocado la sequía en el Cuerno de África.

Se estima que alrededor de 10 millones de personas han resultado afectadas en Yibuti, Etiopia, Kenia, Somalia y Uganda.

Amos señaló que las organizaciones de ayuda de la ONU han reportado un aumento en el número de niños que pasan hambre.

De acuerdo con la funcionaria, si no se toman medidas urgentes en las próximas semanas, la situación empeorará.

Expertos aseguran que en el Cuerno de África hay menos agua que lo que se ha venido registrando desde 1951.

BBC Mundo

Presidente Evo Morales coloca reservas de Bolivia en EEUU y Europa


La Paz.-
Pese a su retórica antiestadounidense y anticapitalista, el presidente boliviano Evo Morales invirtió una parte de las reservas internacionales de su país en bancos de Estados Unidos y de países europeos.

El Banco Central de Bolivia (BCB) dijo en un informe publicado hoy en diarios locales que ``la mayor parte de los 10.752 millones de dólares de reservas internacionales (a junio de 2011) se encuentran en países europeos, además de Japón y Canadá y solamente 2% en Estados Unidos'', reseñó AP.

Otros 5.800 millones de dólares son invertidos "en sectores estratégicos generadores de excedente y empleo'' entre ellos los hidrocarburos, la principal industria del país, y en proyectos agrícolas.

En sus intervenciones públicas, Morales suele exhibir el sorprendente crecimiento de las reservas como su mayor éxito. Cuando asumió el gobierno en 2006 las reservas llegaban a 1.714 millones de dólares. El aumento fue posible por el crecimiento de las exportaciones por los buenos precios de las materias primas, sobre todo del gas y los minerales.

La inversión de las reservas en mercados financieros externos se conoció tras la denuncia, días atrás, de un grupo de disidentes que en un documento público cuestionaron los éxitos del gobierno.

"Se ha destinado una parte importante de las reservas a la compra de bonos de bancos y gobiernos extranjeros, como el de Estados Unidos y Portugal. Sólo el primer semestre del año 2010, Bolivia invirtió 734 millones de dólares en bonos del Tesoro de los Estados Unidos, a un interés promedio del 2%. Con lo que resulta que el gobierno, pretendidamente antiimperialista, financia con el sacrificado ahorro interno del país al mismísimo tesoro del imperio'', dijo el manifiesto disidente firmado entre otros por el ex viceministro de Tierras de Morales, Alejandro Almaraz.

"Las reservas una parte están en la banca internacional, ganando un poco, pero están en la banca'', dijo escuetamente el mandatario el sábado en un discurso público.

Las reservas "no pueden quedar ociosas... y por esta razón son colocadas en títulos valores en el exterior, en mercados internacionales seguros, líquidos y con las más altas calificaciones de riesgo crediticio'', dijo el BCB en respuesta a aquellos cuestionamientos.

Explicó que "a diferencia de otros países, Bolivia no registró pérdidas de capital, aún en el período de profunda crisis financiera del año 2008''.