miércoles, 19 de marzo de 2014

España: IU solo ve posible pacto de inmigración si se actúa contra expolio de África

Madrid, 19 mar (EFE).- El líder de IU, Cayo Lara, no cierra la puerta a un posible pacto con el Gobierno para afrontar el problema de la inmigración pero siempre y cuando "ponga encima de la mesa" recursos para que las políticas de cooperación "compensen de alguna manera el expolio en África".

Con ese mensaje, ha dicho a los periodistas tras reunirse con CCOO en el Congreso, su grupo parlamentario, la Izquierda Plural, acudirá esta tarde a la comparecencia en la Cámara del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

También insistirá en que se constituya una comisión de investigación porque, según ha explicado, "cada día es más evidente" que van apareciendo más pruebas y testimonios de que la Guardia Civil disparó pelotas de goma sobre los propios inmigrantes que querían llegar a la playa.

Y eso, ha afirmado, "es posible que fuera decisivo" para que quince personas fallecieran en las aguas frente a Ceuta el mes pasado.

Hay responsabilidades políticas que "no se han asumido" hasta el momento y, por tanto, ha subrayado, "más que una comparecencia necesitamos una comisión de investigación".

Cayo Lara ha señalado también que no son contrarios a un posible pacto, pero este tema "traspasa las fronteras" y ha pedido al Gobierno que dé cuenta de las propuestas que está planteando en Europa para afrontar el problema de la inmigración porque España es frontera de la UE.

Propuestas que, a su juicio, tienen que ir en la dirección de actuar sobre las causas que provocan la inmigración y que van más allá de lo que "cacarea" el Gobierno, que atribuye el problema a las mafias, ha señalado Lara.

Perú/Hugo Blanco: noticias en la noche de acà

  1. Seguito da Perú News e altri 3
    Ronderos ambientalistas se reunen en Cajamarca tras enfrentamientos en Conga Ydelso Hernández Llamo: http://youtu.be/9vSWWTbcRuw?a  vía
  2. Ronderos del Tambo Bambamarca ingresan a la plaza de armas de Cajamarca: CONGA NO VA! CONGA NO VA! CONGA NO VA! pic.twitter.com/cPp7PH0yhu
  3. Solidaridad con nuestros hermanos ronderos Pk la lucha de CONGA NO VA, es una lucha nacional x la vida y la esperanza!!

Ecuador: Agrocombustibles o los riesgos de jugar con el diablo



“Si queremos acabar con el hambre en el mundo es fundamental garantizar el acceso universal a la tierra, así como al agua y a las semillas, y prohibir especular y hacer negocio con aquello que nos alimenta y nos da de comer”
Esther Vivas

Corría el año 2007. En Ecuador se vivía una efervescencia de ideas y expectativas innovadoras. Incluso revolucionarias. La siembra de las luchas sociales acumuladas a lo largo de las pasadas décadas parecía que empezaba a dar sus frutos. La Iniciativa Yasuní-ITT, que luego llegaría a ser ampliamente conocida a nivel internacional, para dejar el crudo en el subsuelo, a cambio de una contribución internacional, data de esa época y fue en ese mismo año cuando alcanzó el rango de política gubernamental. En ese entonces, entre otros puntos notables, ya se fraguaban los Derechos de la Naturaleza, la aceptación del agua como un derecho humano fundamental y la prohibición de los transgénicos, que luego serían incorporados en la Constitución del año 2008.
 
En esa línea de construcción, de algo diferente, desde el Ministerio de Energía y Minas, se propuso el programa “Cero Combustibles Fósiles en Galápagos”. [ii] Con esta decisión se concibió el reemplazo del petróleo y sus derivados contaminantes en unas islas encantadas, declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. En ese entonces inclusive se hablaba de reeditar allí una propuesta similar a la prevista con la no explotación del campo petrolero ITT (Ishpingo, Tambococha, Tiputini), con fines de rescate integral de este patrimonio.
 
Frente a un acelerado crecimiento de la demanda de combustibles en el archipiélago de las Islas Galápagos, de más del 10% anual, la idea era cambiar el patrón energético. Para ello se quería introducir energías renovables que permitieran reducir y luego eliminar las emisiones de CO2, evitando también la amenaza de un derrame de combustibles, que podría afectar a la biodiversidad, tal como sucedió con el accidente de un buque tanque -el Jessica- en el año 2001.
También se planteó la erradicación del uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad. Las energías fotovoltaica y eólica reemplazarían al combustible fósil (especialmente diesel) utilizado en la generación de electricidad. Con esto se pretende bajar sustancialmente el volumen de diesel embarcado hacia las Galápagos. A fines del año 2012 estos proyectos ya han reducido un 20% de la demanda de combustibles fósiles para energía eléctrica en las islas.
 
Y para asegurar aquel suministro energético de difícil cambio por electricidad, sobre todo en el transporte marítimo y aún terrestre, se propuso la sustitución gradual de vehículos convencionales por motores eléctricos, así como el uso de agrocombustibles [iii] particularmente en las actividades de pesca y turismo. Por cierto había conciencia de que era (y es) indispensable trabajar en el ámbito de la eficiencia energética, pues no tiene mucho sentido instalar costosas instalaciones de generación renovable, si la demanda crece indiscriminadamente y se mantiene el desperdicio de energía.
 
El aceite de piñón, producido en el continente, en la provincia de Manabí, debía suministrar el combustible requerido en las Galápagos. No se planteaba su producción masiva. El piñón a utilizarse debía provenir de las cercas vivas que utilizan los campesinos, no de plantaciones.
 
Este innovador proyecto en términos energéticos, que está aún lejos de su cristalización, con la introducción de los agrocombustibles abrió la puerta a un riesgo entonces insospechado. No consideramos que el piñón, en economías campesinas deprimidas, se convertiría en una fuente cada vez más importante de ingreso. Además, el gobierno de Rafael Correa terminó por impulsar aún más las plantaciones existentes de palma aceitera y de caña de azúcar, que en el año 2007 ya producían y hasta exportaban agrocombustibles. [iv]
 
Con un decreto ejecutivo el gobierno del presidente Correa, ya distanciado de todos aquellos elementos revolucionarios de los primeros momentos de su gestión, declaró, en el año 2012, de interés nacional el desarrollo de los agrocombustibles.
 
Las metas que se aspira a alcanzar con esta acción presidencial obligarán a una agresiva plantación de palma. Esta planta se expandirá en zonas de bosques húmedos tropicales de la Costa y de la Amazonia. De acuerdo a proyecciones oficiales, en el Ecuador se podrían utilizar unas 400.000 hectáreas para plantaciones de palma aceitera; ya para el año 2017 se espera una producción de 400 millones de litros de etanol, que bordeaba unos 20 millones en el 2013. [v]
 
El gobierno está empeñado no solo en ampliar las plantaciones de la palma, también ha resuelto fortalecer la expansión de otros monocultivos energéticos. Aquí cabe anotar el caso de la caña de azúcar para producción de etanol. Se pretende que los pequeños agricultores, que producen alcohol etílico y panela con sus variedades criollas y que les significa una fuente de ingreso constante a lo largo del año, cambien sus plantaciones, por otras más aptas para la producción de etanol, incluso en zonas de la Amazonia. En esta línea de incorporar a los campesinos a nuevas líneas productivas está la canola, un cultivo que ha empezado a ensayarse en algunas comunidades andinas con muy malos resultados, por cierto. También, aparece el cultivo del mencionado piñón enfocado a zonas secas.
 
Los grandes cultivos, es decir los agronegocios, a la postre, impulsados por la política del gobierno, serán los principales beneficiarios; es decir, los grandes grupos empresariales que controlan el mercado nacional de grasas y aceites. Y estas plantaciones se extenderán dando paso a una escalada de conflictos socioambientales. Bien sabemos que este tipo de plantaciones nutren contextos de violencia, sea por la sobreexplotación laboral, la destrucción de bosques o la contaminación, entre muchos otros problemas. El impulso a este modelo de plantaciones, por lo demás, resulta contradictorio con la soberanía alimentaria y no se diga con el Buen Vivir, propuesta de cambio civilizatorio recogida en la Constitución de Montecristi, aprobada plebiscitariamente el 2008.
 
Como alternativa energética, el modelo a gran escala de los agrocombustibles es nefasto, peor aún cuando se trata, no de usar residuos, sino de desarrollar plantaciones. De hecho estos cultivos son altamente consumidores de petróleo, el combustible que se supone que a través del agrocombustible se pretendería desplazar: muchas veces su demanda energética supera el rendimiento energético que ofrecen estos cultivos. Ocupan tierras agrícolas que en lugar de proporcionar alimentos a la población, alimentarán a los vehículos, sin aportar a la soberanía alimentaria -prevista en la Constitución- sino alentando el incremento del parque automotor, al tiempo que los alimentos se encarecen. Más agrocombustibles, como se ha visto en muchas partes del planeta, es sinónimo de hambre. Demandan enormes cantidades de agua y de agroquímicos. En resumen, los campesinos no se verán beneficiados por los cultivos usados para la generación de agrocombustibles, los cuales suscitarán usufructo para unos pocos empresarios, que acapararán grandes extensiones de tierras e invertirán en modelos agroindustriales de megaescala.
 
Para completar este perverso escenario, cabe relievar que el desarrollo de los agrocombustibles sintetiza una propuesta amorfa que pretende situarse entre el cambio de matriz energética, el fomento a la agricultura y el desarrollo tecnológico agrícola, muchas veces a partir de la utilización de los transgénicos. Y en esa línea está el presidente de la República, quien, atropellando la Constitución, ha decidido embarcar al país en la producción de cultivos genéticamente modificados. [vi]
 
Cabe preguntarse, por qué el gobierno ecuatoriano, cada vez más, se aleja de los principios originales que hicieron posible el triunfo de la candidatura de Alianza PAIS, hace ya más de siete años. Hoy con el retorno del viejo concepto de desarrollo, el país se embarca en una permanente negación de propuestas de avanzada en economía, ecología y democracia, que surgieron desde la sociedad civil. Es decir, el gobierno parece que se ha propuesto echar por la borda todas las reivindicaciones que fueron discutidas y planteadas por amplios segmentos de la sociedad. Con un sólido aparataje mediático, el gobierno del Ecuador, quiere volver atrás del camino andado, queriendo convencer a la sociedad de las bondades de una reprimarización de la economía y como consecuencia, de la destrucción de las riquezas naturales y culturales.
 
Sacrificar ventajas naturales -nunca adecuada y responsablemente utilizadas- para competir en mercados internacionales atados a la lógica de acumulación del capital, utilizando un modelo tecnológico importado, que no obedece a las condiciones ni necesidades de un país tan biodiverso como el Ecuador, y que además tienen el lastre de la propiedad intelectual extranjera, como es el caso de los transgénicos, no puede ser definido más que como un absurdo pacto con el diablo. Y este absurdo, probablemente, encontró otro aliciente en la idea -válida- de proteger del impacto de los combustibles fósiles a las islas Galápagos.-
 
Notas:

Una primera versión fue publicada en el libro de varios autores: Cuando los cultivos alimentan coches...
, Ecologistas en Acción, Madrid, 2014. De un artículo de este libro se ha tomado la frase de Esther Vivas para el epígrafe.
[ii] Ver la Agenda Energética (2007), páginas 98 y 99, en http://es.scribd.com/doc/163518324/Agenda-Energe%CC%81tica
[iii] A estos deberíamos llamarlos agrocombustibles, pues poco tienen de bio en tanto defensores de la vida.
[iv] En la mencionada Agenda Energética se presentaron por igual los posibles beneficios y amenazas de este tipo de combustibles. Y se planteó, además, que el uso de estos combustibles, a partir de los principios de precaución y cautela, debía estar supeditado a los resultados que se obtengan del análisis cuidadoso de tres proyectos piloto, incluyendo el de las islas Galápagos.
[v] Ver el documento del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuicultura y Pesca; El sector agropecuario, acuícola y pesquero en el cambio de la matriz productiva, Quito, agosto 2013.
[vi] Aún cuando está expresamente prohibido el uso de semillas transgénicas, el gobierno, a través del Ministerio del Ambiente, ha desplegado una campaña para resaltar las ventajas de esas semillas, y el Ministerio de Agricultura impulsa un proyecto para la producción de soya y canola utilizando dichas semillas. La apuesta del gobierno, en este ámbito, es sustituir importaciones y alentar exportaciones sobre todo a través de los agronegocios. 

Alberto Acosta. Economista ecuatoriano. Profesor e investigador de la FLACSO. Exministro de Energía y Minas (2007). Expresidente de la Asamblea Constituyente y asambleísta constituyente (2007-08). Excandidato a la Presidencia de la República (2012-13). 

Perú: URGENTE solicitan a la CIDH acciones a favor de 200 campesinos de Conga

Las Rondas Campesinas de Celendín, de Bambamarca, la Central Unica de Rondas Campesinas del Perú, conjuntamente con el Instituto Internacional de Derecho y Sociedad (IIDS) solicitaron hoy a la Comisón Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptar acciones urgentes a favor de aproximadamente 200 personas, entre campesinos,  ronderos y autoridades indígenas, que se encuentran en la zona del proyecto minero Conga en el departamento de Cajamarca, quienes el día de hoy están siendo atacados y perseguidos por cientos de efectivos policiales de la DINOES fuertemente armados y personal de la empresa minera Yanacocha.
Según denuncia el IIDS, por el lado de las lagunas Seca y Negra, miembros de la policía han rodeado a los ronderos, impidiendo que se desplacen. Asimismo, por el lado de la laguna Mishacocha Chica, la DINOES ha lanzado bombas lacrimógenas, produciendo desmayos de ronderos. Igualmente, los Guardianes de la Lagunas que se encuentran en las chozas ubicadas en la laguna Mamacocha están siendo violentamente desalojados y perseguidos por los cerros.

Ecuador: Cholango no irá a a relección como presidente de la Conaie


El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Humberto Cholango. Archivo



El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Humberto Cholango, anunció su decisión “irrevocable” de no postularse a la reelección en mayo próximo, y exhortó a su sucesor a no cerrar las puertas al diálogo con el gobierno, ni caer en el extremismo de un radicalismo del todo o nada.


“Esa es una línea coherente, y el movimiento indígena y el Gobierno tienen que sentarse a dialogar”, señaló Cholango, pero aclaró que ello tampoco debe significar cerrar las puertas a la movilización en defensa del agua, la tierra. Hay que mantener la unidad y la dignidad por la construcción del Estado plurinacional, agregó.

El dirigente -quien en mayo culminará su gestión de tres años- volvió a rechazar los cuestionamientos que en su momento se dieron por su acercamiento con el presidente de la República, Rafael Correa en julio de 2013 en el Palacio de Gobierno, y afirmó que lo volvería a hacer. “Esa es una posición político ideológica en la que el movimiento indígena está de acuerdo, y yo lo volvería a hacer cuantas veces sean necesario…”, indicó.

Añadió que, aunque hubo pedidos, conversaciones, y a pesar de que su candidatura pudo haber sido exitosa para ganar la reelección, en su decisión pesó más la convicción democrática y la alternabilidad en los procesos que una ambición personal o de grupos.

La posición de Cholango será oficializada durante el V Congreso de la Conaie que se realizará entre el 15 y 17 de mayo en Ambato.

A la cita acudirán 3.000 delegados, pero 1.200 tendrán derecho a voz y voto y tendrán la posibilidad de elegir al nuevo Consejo de Gobierno de la agrupación. (SC)



Gertrudis Gómez de Avellaneda, 200 años retando al sexismo

elmercuriodigital ▫ La Habana, marzo (SEMlac).- Una herencia beligerante para alcanzar la autonomía femenina dejó a las cubanas Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey, 1814- Madrid, 1873), la más universal entre las escritoras de la nación caribeña, cuya literatura y actos de vida encarnan valores feministas.

En el año de su bicentenario, incluido entre las efemérides relevantes de la UNESCO, diversas publicaciones, coloquios y homenajes celebran los valores estéticos y temáticos de sus creaciones, compartidas entre la Cuba colonial y la metrópoli española, lugares donde transcurrió su vida.

Sin embargo, pocas veces se repara en la influencia que para el movimiento intelectual femenino y feminista alcanza la autora de Sab.

"En nuestra generación sigue siendo poco conocida, y como feminista, menos; aunque su lectura en el contexto actual podría resultar motivadora", opina la joven periodista Lirians Gordillo.

Cultora del teatro, la poesía, la novela, la autobiografía, el ensayo, el periodismo y de un conjunto epistolar precursor del erotismo femenino en la literatura, Avellaneda se erige verbo punzante frente a los límites impuestos a las mujeres creadoras desde entonces hasta hoy.

Desde muy joven, luego de marcharse de Cuba hacia España a los 22 años de edad, comenzó a publicar lírica, teatro y novelas, que le entregaron rápida notoriedad en el mundo hispano.

Pero el talento de La Peregrina, seudónimo de sus primeros textos, le acarreó sinsabores motivados por prejuicios machistas que disminuían la aptitud femenina para el trabajo intelectual, al punto de negarle la entrada a la Real Academia de la Lengua Española en 1853, solo por su condición sexual.

Otros optaron por masculinizarla, atribuyendo a su obra cierta pulsión hombruna. Incluso el pensamiento adelantado del cubano José Martí encuentra "un hombre altivo, a las veces fiero" en su poesía.

"Todo anunciaba en ella un ánimo potente y varonil; era su cuerpo alto y robusto, como su poesía ruda y enérgica", escribió el poeta y Héroe Nacional cubano en una crónica fechada en México, el 28 de agosto de 1875.

Itinerarios de la trasgresión

La "mente andrógina" de Tula retrató como ninguna hasta entonces la situación de su género, tal vez expresando los conflictos propios con una realidad opresiva frente a la que reaccionó varias veces, como cuando de joven se opuso al matrimonio concertado por su familia.

En su libro sobre el sufragismo cubano, el historiador Julio César González Pagés la reconoce portadora de las primeras ideas concisas sobre la emancipación femenina en Cuba, presentes en novelas como Sab (1841) y Dos Mujeres (1842), los dramas Leoncia (1840) y Baltasar (1858), junto a varios artículos.

Para la ensayista Zaida Capote, la manifiesta preocupación de Avellaneda por la situación de la mujer y su creación de personajes femeninos en conflicto con la sociedad la acercan al feminismo, si bien no asumió explícitamente las banderas de esa naciente ideología en otras zonas del mundo por esos años.

Uno de los ejemplos paradigmáticos está en Sab, alabada por su carácter antiesclavista y reivindicativo de la mujer, donde la autora equipara la subordinación femenina con la esclavitud.

"El esclavo al menos puede cambiar de amo, esperar que juntando oro comprará algún día su libertad, pero la mujer cuando levanta sus manos enflaquecidas y su frente ultrajada para pedir libertad, oye al monstruo de voz sepulcral que le grita: en la tumba", afirma uno de sus personajes.

Durante su estancia en Cuba, de 1859 a 1863, fundó la revista femenina Álbum Cubano de lo bueno y lo bello (1860), donde la investigadora Susana Montero encontró al menos 18 textos dirigidos a exaltar la capacidad femenina para asumir distintos papeles sociales.

Allí publicó "La mujer", ensayo donde reclama el derecho de su género a participar en la vida pública y el trabajo intelectual, desmontando la falacia del "sexo débil" con los propios supuestos de la moral religiosa imperante.

Sobre la aceptación de la mujer en el campo literario y artístico, el texto denuncia su disputa palmo a palmo con el exclusivismo varonil. "Se le mira como usurpadora y se le trata con ojeriza y desconfianza, que se echa a ver en el alejamiento que se le mantiene de las academias barbudas", escribió.

En criterio de Capote Cruz, el ensayo intenta publicitar una imagen de la mujer poco convencional, al concederle disposición y talento para ejercitar su sensibilidad artística o religiosa y describirla como apta para el servicio público y el gobierno.

"Pensemos cuántos prejuicios sobreviven hoy en nuestro país y se verá cuán a la vanguardia de su tiempo andaba la reflexión de la escritora principeña", agrega a SEMlac la estudiosa de la literatura.

Esas ideas las reafirma en los textos "Definición de lo bueno y lo bello" y "Las siete palabras y María al pie de la cruz", interpretados por la crítica como anunciadores del feminismo cubano.

Otra de las estrategias feministas avistadas por Capote en Avellaneda es la de "excavar en la historia para hacerse de una genealogía de mujeres célebres, en las cuales pueda afianzarse el modelo de mujer que propone a sus contemporáneas".

Avellaneda se preocupó por divulgar y analizar el trabajo de sus contemporáneas, Luisa Pérez, Luisa Molina o la Condesa de Merlin, al tiempo que fue paradigma para escritoras más jóvenes como Aurelia Castillo y Domitila García.

Referente feminista

Terminando su vida, al parecer exhausta de bregar frente a las murallas del prejuicio, Avellaneda se acercó más a la doctrina religiosa y excluyó de los cincos volúmenes de sus Obras literarias (1869-1871), preparadas por ella en España, algunas de sus piezas más transgresoras como Sab y Dos mujeres.

No obstante, estas ya habían recorrido varios países, se tradujeron y estrenaron con éxito, aunque en su isla natal algunas tardaron en publicarse, debido a la censura de la administración colonial española.

"Ella era un águila de altura y a las águilas se las deja volar libremente", definió la poetisa Dulce María Loynaz en 1957, en una misiva pública para reivindicar la pertinencia de nombrar Avellaneda al recién estrenado Teatro Nacional de Cuba, como reconocimiento a la principal autora dramática del siglo XIX.

Pese a quienes intentaron vilipendiar su identidad nacional y juzgaron la esencia subversiva de sus obras, Avellaneda es actual emblema de la literatura cubana y precedente del feminismo.

De aquellos desacatos a la moral establecida parten sus legados al presente, asegura a SEMlac Gordillo Piña. "Leyendo sus artículos y ensayos, la siento muy cercana; esa mujer debió ser un escándalo y de ella somos herederas, con orgullo y compromiso", declara la joven feminista.

"No deja de asombrarme cómo, a pesar de dos siglos de diferencia, una pueda encontrar en sus palabras complicidad, principios compartidos, porque avizora lo que hoy reconocemos como sororidad (solidaridad entre mujeres) y legitima la importancia de rescatar la memoria femenina/feminista", reflexiona.

Capote Cruz, por su parte, encuentra gestos dignos de aprovechar hoy en "sus ideas sobre la necesidad de disponer de un espacio digno en la sociedad y en la creación literaria, su rechazo del matrimonio como imposición moral o religiosa (perceptible en varias de sus novelas) y su negarse a aceptar la opresión como condición natural de la existencia femenina".


Feminismo comunitario, propuesta de lucha de mujeres indígenas


México, DF.- 18 Mar 14.- El feminismo que nació en la academia y en los países desarrollados ha minimizado las luchas y resistencias de las mujeres integrantes de pueblos indígenas, quienes son poseedoras de conocimientos y saberes que procuran a toda la comunidad e incluso a la naturaleza.

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Las feministas comunitarias y autónomas Julieta Paredes y Adriana Guzmán sostienen que es necesario enriquecer los trabajos que ha realizado el feminismo (que ellas identifican como “occidental”), para transitar a un movimiento “que supere las envidias, el racismo, el oportunismo y las competitividades entre mujeres, pues todas somas imprescindibles, un movimiento (feminista) que nos una en confianza política y coherencia”.

Tras cuatro años de acompañamiento del proceso de cambio en Bolivia, quienes se definen como transgresoras, se enfrentaron al reto de escribir sus ideas, pensamientos y propuestas en el libro “El tejido de la rebeldía. ¿Qué es el feminismo comunitario?”, presentado en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.

Julieta Paredes sostuvo que las mujeres indígenas usan un lenguaje oral que tiene la complejidad necesaria para expresar conceptos abstractos como la energía o la felicidad, pero al no haberse escrito en texto o papel, esos saberes fueron desestimados por la academia.

“Escribir es defendernos de la extracción del conocimiento, es decir lo que pensamos y defender nuestras visiones”, expuso. Desde esa postura es que nació el feminismo comunitario, que no debe reducirse a un feminismo indígena.

Paredes explicó que el libro no busca un pleito con las académicas del feminismo occidental, ni tampoco desestimar los conocimientos que ellas crearon, sino que es “para colocar la postura y pensamientos de las mujeres indígenas, y también para exigirles la generación de conocimientos realmente útiles para la sociedad y la comunidad, pues con esos conocimientos se podrían evitar muchos sufrimientos”.

Por lo que invitó a hablar del feminismo desde la historia de las mujeres, de las indígenas, de las integrantes de otros sectores, pues esa historia no ha sido la misma que el desarrollo de las mujeres europeas.

Adriana Guzmán, pensadora y activista, denunció que la academia y la sociedad han convencido a las mujeres indígenas de “que no tenemos nada importante que decir, y si lo hacemos, lo haremos mal porque no sabemos cómo decirlo adecuadamente”.

Y señaló que desde la propuesta de feminismo comunitario no están planteando un nuevo paradigma, “sino que reconocemos a todas las feministas, agradecemos los conocimientos que abrieron brecha, pero señalamos que el conocimiento acumulado por las feministas anteriores no nos alcanza ni nos es suficiente”.

Por eso, las autoras dijeron que se dieron a la tarea de plantear desde sus sabidurías y memorias nuevas propuestas y aportar algo para cuestionar el llamado mestizaje.

El feminismo comunitario, entre otras cosas –como se asienta en el libro– es “un movimiento social que responde a la forma circular del conocimiento y del pensamiento, que recuperamos críticamente de nuestros pueblos originarios; es una propuesta revolucionaria desde las mujeres, que se une a las luchas, propuestas y deseos de los pueblos y de la humanidad por lograr su liberación de estructuras de violencia, opresión, discriminación, explotación y muerte”.




A escravidão venceu no Brasil. Nunca foi abolida

Fome, secas, epidemias, matanças: a Terra aproxima-se do apocalipse. Talvez daqui a 50 anos nem faça sentido falar em Brasil, como Estado-nação. Entretanto, há que resistir ao avanço do capitalismo. As redes sociais são uma nova hipótese de insurreição. Presente, passado e futuro, segundo um dos maiores pensadores brasileiros

Eduardo Viveiros de Castro, 62 anos, é o mais reconhecido e discutido antropólogo do Brasil. Acha que “a ditadura brasileira não acabou”, evoluiu para uma “democracia consentida”. Vê nas redes sociais, onde tem milhares de seguidores, a hipótese de uma nova espécie de guerrilha, ou resistência. Não perdoa a Lula da Silva ter optado pela via capitalista e acha que Dilma Rousseff tem uma relação “quase patológica” com a Amazônia e os índios. Não votará nela “nem sob pelotão de fuzilamento”.

Professor do Museu Nacional, no Rio de Janeiro, autor de uma obra influente (destaque para A Inconstância da Alma Selvagem ou Araweté — O Povo do Ipixuna, este último editado em Portugal pela Assírio & Alvim), Viveiros de Castro é o criador do perspectivismo ameríndio, segundo a qual a humanidade é um ponto de vista: a onça vê-se como humana e vê o homem como animal; o porco vê-se como humano e vê a onça como animal. Humano é sempre quem olha.

Nesta longa entrevista, feita há um mês no seu apartamento da Baía de Botafogo — antes ainda da greve dos garis (homens e mulheres do lixo), um exemplo de revolta bem sucedida — Viveiros foi da Copa do Mundo ao fim do mundo. Acredita que estamos à beira do apocalipse.
Vê sinais de uma revolta nas ruas brasileiras? Aquilo que aconteceu em 2013 foi um levantamento mas não uma revolta generalizada. Acha que isso pode acontecer antes da Copa, ou durante?
O antropólogo Eduardo Viveiros de Castro é autor de uma obra influente, que inclui "A Inconstância da Alma Selvagem" e "Araweté — O Povo do Ipixuna" Déborah Danowski
É muito difícil separar o que você imagina que vai acontecer daquilo que você deseja que vá acontecer.

Vamos separar. O que desejaria que acontecesse?

Revolta popular durante a Copa.

E isso significa o quê, exactamente?

Manifestação. Não estou imaginando a queda da Bastilha nem a explosão de nada, mas gostaria que a população carioca o deixasse muito claro. Embora a Copa vá acontecer em várias cidades, creio que o Rio se tornou o epicentro do problema da Copa, em parte porque o jogo final será no Maracanã.

Mesmo nas manifestações, o Rio foi a cidade mais forte.

São Paulo também teve manifestações muito importantes, mais conectadas com o Movimento Passe Livre [MPL, estudantes que em Junho de 2013 iniciaram os protestos contra o aumento dos transportes]. Voltando ao que eu desejaria: que a população carioca manifestasse a sua insatisfação em relação à forma como a cidade está sendo transformada numa espécie de empresa, numa vitrine turística, colonizada pelo grande capital, com a construção de grandes hotéis, oferecendo oportunidades às grandes empreiteiras, um balcão de negócios, sob a desculpa de que a Copa iria trazer dinheiro, visibilidade, para o Brasil.
O problema é que vai trazer má visibilidade. Vai ser uma péssima propaganda para o Brasil. Primeiro, porque, se estou bem entendendo, vários compromissos contratuais com a FIFA não estão sendo honrados, atrasos muito grandes, etc. Segundo, porque essa ideia de que os brasileiros estão achando uma maravilha que a Copa se realize no Brasil pode ser desmentida de maneira escandalosa se os turistas, tão cobiçados, chegarem aqui e baterem de frente com povo nas ruas, brigando com a polícia, uma polícia despreparada, brutal, violenta, assassina. Tenho a impressão de que não vai fazer muito bem à imagem do Brasil.

Outra coisa importante é que a Copa foi vendida à opinião pública como algo que ia ser praticamente financiado pela iniciativa privada, que o dinheiro do povo, do contribuinte, ia ser pouco gasto. O que está se vendo é o contrário, o governo brasileiro investindo maciçamente, gastando dinheiro para essas reformas de estádios, dinheiro dos impostos. Então, nós estamos pagando para que a FIFA lucre. Porque quem lucra com as copas é a FIFA.

Desejaria que essa revolta impedisse mesmo a Copa?

Impedir a Copa é impossível, não adianta nem desejar. Não sei também se seria bom, poderia produzir alguma complicação diplomática, ou uma repressão muito violenta dentro do país. Existe uma campanha: Não Vai Ter Copa. O nome completo é: Sem Respeito aos Direitos Não Vai Ter Copa. No sentido desiderativo: não deveria haver, desejamos que não haja.

O que se está dizendo é que os direitos de várias camadas da população estão sendo brutalmente desrespeitados, com remoções forçadas de comunidades, desapropriando sem indemnização, modificando aspectos fundamentais da paisagem carioca sem nenhuma consulta. Isso tudo está irritando a população.
Mas não é só isso: a insatisfação com a Copa foi catalisada por várias outras que vieram surgindo nos últimos anos, que envolvem categorias sociais diversas, e não estão sendo organizadas nem controladas pelos partidos. Essas manifestações têm de tudo, uma quantidade imensa de pautas [reivindicações]. Tem gente que quer só fazer bagunça, tem gente de direita, infiltrados da polícia, neonazistas, anarquistas. Um conjunto complexo de fenómenos com uma combinação de causas. Uma coisa importante é que são transversais: tem gente pobre e de classe média misturada na rua. É a primeira vez que isso acontece. O que talvez tenha em comum é que são todos jovens. Da classe média alta à [favela da] Rocinha.

Mas agora não são muito expressivas em termos de números. E não são as favelas que estão em massa na rua.
As famosas massas ainda não desceram, e provavelmente não vão descer durante a Copa. Nem sei se vão descer em alguma momento, se existe isso no Brasil. Mas acho que vai haver uma quantidade de pequenas manifestações. Por exemplo, a Aldeia Maracanã [pequena comunidade de índios pressionada a sair, por causa das obras do estádio] produziu uma confusão muito grande, se você pensar no tamanho da população envolvida. Os moradores daquela casa eram 14 pessoas e não obstante mobilizaram destacamentos do Bope [tropa de elite], bombas, etc. Quem está, em grande parte, criando a movimentação popular é o estado, com a sua reacção desproporcional. O Movimento Passe Livre ganhou aquela explosão em São Paulo por causa da brutalidade da reacção policial. O Brasil nunca teve esse tipo de confronto entre a polícia e jovens manifestantes. A polícia não sabe como reagir, não tem um método, então reage de maneira brutal. Os próprios manifestantes não têm experiência de organização. O que estão chamando de black bloc não é a mesma coisa que black bloc na Dinamarca, na Alemanha ou nos Estados Unidos.

Mais volátil.

Ideologicamente pouco consistente. Sabemos que o black bloc europeu é essencialmente uma táctica de protecção contra a polícia. Noutros países, como os Estados Unidos, tem uma certa táctica de agressão a símbolos do capitalismo. Aqui no Rio está uma coisa meio misturada, ainda não se consolidou uma identidade, um perfil táctico claro para o que se chama de black bloc. E eles estão sendo demonizados. Acho até que, no caso do Brasil, o facto de que sejam black coloca uma pequena ponta de racismo nessa indignação. Não duvido de que no imaginário da classe média por trás da máscara negra esteja também um rosto negro. Pobres, bandidos, etc.

Mas isso está acontecendo ao mesmo tempo que a polícia continua invadindo as favelas, matando 10, 12, 15 jovens por semana. Até recentemente esse comportamento clássico do estado diante da população muito pobre, isto é, mandar a polícia entrar e arrebentar, era algo que a classe média tomava como... [sinal de longínquo].

Porque se passava lá nos morros.

Quando a violência começou a atingir a classe média — ainda que uma bala de borracha não seja uma bala de fuzil, porque o que eles usam na favela é bala de verdade e o que eles usam na rua é bala de borracha, ainda assim você pode matar com bala de borracha, pode cegar, etc —, à medida que a polícia começou a atacar tanto a rua quanto o morro houve um aumento da percepção da classe média em relação à violência da polícia nas favelas, o que é novidade. A imprensa fez uma imensa campanha para santificar a polícia com a coisa das UPP [Unidade de Polícia Pacificadora, programa para acabar com o poder armado paralelo nas favelas, instalando a polícia lá dentro], mas todo o mundo está percebendo que essas UPP são no mínimo ambíguas. Basta ver o caso do [ajudante de pedreiro] Amarildo, que foi sequestrado, torturado e morto pela polícia [em Junho de 2013, na Rocinha], e sumiu da imprensa.

Vinte e cinco policiais foram indiciados.
Quero ver o que vai acontecer. Quem deu visibilidade à morte do Amarildo não foi a grande imprensa. Foram as redes sociais, os movimentos sociais. Essa morte é absolutamente banal, acontece toda a semana nas favelas, mas calhou de acontecer na altura das manifestações, então foi capturada pelos manifestantes, o que produziu uma solidariedade entre o morro e a rua que foi inédita.

Num país como este, em que a desigualdade, a violência, continuam, porque é que as massas não saem?

Quem dera que eu soubesse a resposta. Essa é a pergunta que a esquerda faz desde que existe no Brasil. Acho que há várias razões. O Brasil é um país muito diferente de todos os outros da América Latina, por exemplo da Argentina. Basta comparar a história para ver a diferença em termos de participação política, mobilização popular. Tenho impressão de que isso se deve em larga medida à herança da escravidão no Brasil. O Brasil é um país muito mais racista do que os Estados Unidos. Claro que é um racismo diferente. O racismo americano é protestante. Mas no Brasil há um racismo político muito forte, não só ideológico como o americano, interpessoal. O Brasil é um país escravocrata, continua sendo. O imaginário profundo é escravocrata. Você vê o caso do menino [mulato] amarrado no poste [no bairro do Flamengo, por uma milícia de classe média que o suspeitava assaltante] e que respondeu de uma maneira absolutamente trágica quando foi pego: mas meu senhor, eu não estava fazendo nada. Só essa expressão, “meu senhor”... O trágico foi essa expressão. Continuamos num mundo de senhores. Porque o outro era branco.

Como um DNA, algo que não acabou.

Não acabou, pois é. É o mito de que no Brasil todas as coisas se resolvem sem violência. Sem violência, entenda-se, sem revolta popular. Com muita violência mas sem revolta. A violência é a da polícia, do estado, do exército, mas não é a violência no sentido clássico, francês, revolucionário.

E toda a vez que acontecem coisas como essas manifestações de Junho, por exemplo, há aquela sensação: dessa vez o morro vai descer. O morro não desceu. Em parte porque já não é mais o morro, boa parte do morro é de classe média. Evidentemente, houve um crescimento económico. As favelas da minha infância, nos anos 50, eram completamente diferente, como essas vilas da Amazônia, feitas de lona preta. Hoje são casas de alvenaria, feitas de tijolos. Ainda assim a miséria continua. Quero dizer apenas que a distância entre a classe média e o morro diminuiu do ponto de vista económico.

Ao fazer ascender esses milhões da miséria, o PT neutralizou a revolução?
Em parte pode ser isso. Houve uma espécie de opção política forçada do PT, segundo a qual a única maneira de melhorar a renda dos pobres é não mexer na renda dos ricos. Ou seja, vamos ter que tirar o dinheiro de outro lugar. E de onde é que eles estão tirando? Do chão, literalmente. Destruindo o meio ambiente para poder vender soja, carne, para a China. Não está havendo redistribuição de renda, o que está havendo é aumento da renda produzida pela queima dos móveis da casa para aquecer a população, digamos. Está um pouquinho mais quente, não estamos morrendo de frio, mas estamos destruindo o Brasil central, devastando a Amazônia. Tudo foi feito para não botar a mão no bolso dos ricos. E não provocar os militares.

A ditadura brasileira não acabou. Nós vivemos numa democracia consentida pelos militares. Compare com a Argentina: porque é que no Brasil não houve julgamento dos militares envolvidos na tortura?  Porque os militares não deixam. Vamos ver o que vai acontecer agora, no dia 1 de Abril.

Com o aniversário do golpe militar.

Já existe uma campanha aí, subterrânea, para que no dia 31 de Março apaguem-se as luzes, toquem-se buzinas, para comemorar o 50º aniversário do golpe. Ou seja, existe uma campanha da direita para mostrar que a população ainda apoia a direita. Não sei que sucesso vai ter, mas não duvido que haja uma manifestação, oculta, pessoas que vão apagar as luzes das suas casas ou piscar as luzes à meia-noite, alguma coisa assim.

Mas nenhuma possibilidade de viragem à direita.

Não creio.

O actual regime não é uma democracia?

O Brasil é uma democracia formal, claro, mas consentida pelo status quo. A abertura foi permitida pelos militares. A Lei da Amnistia foi imposta tal qual pelo governo militar. Eles não foram destronados, presos, criminalizados. Simplesmente foram amnistiados. E boa parte do projecto de desenvolvimento nacional gestado durante a ditadura militar está sendo aplicado com a maior eficiência.

Pela esquerda.

Pela chamada esquerda, pela coalisão que está no poder, na qual a esquerda é uma parte mínima, porque tem os grandes proprietários de terra, os grandes empresários.

Está cumprindo um ideário que vem da ditadura?
O PT é um partido operário do século XIX. Eles têm um modelo que é indústria, crescimento, como se o Brasil fosse os Estados Unidos do século XXI. Com grande consumo de energia. Uma concepção antiga, fora de sintonia com o mundo actual. Agora está começando a mudar um pouco, mas a falta de sensibilidade do governo para o facto de que o Brasil é um país que está localizado no planeta Terra, e não no céu, é muito grande. Eles não percebem. Acham que o Brasil é um mundo em si mesmo.

Ou seja, que não vai ser afectado pelo aquecimento global, etc.

É, que todas essas coisas são com os outros. Um pouco como acontece nos Estados Unidos, em países muito grandes.

A única visão global que o Brasil tem é de se tornar uma potência geopolítica. O Brasil, hoje, é um actor maior, de primeira linha, em Moçambique, em Angola, nos países latino-americanos. Está disputando com a China pedaços de Moçambique. A Odebrecht está construindo hidroeléctricas [barragens] em Angola e assim por diante. O Brasil se imagina como potência que vai oprimir. Agora é a vez de sermos opressores, deixarmos de ser os oprimidos. Agora os brasileiros da vez vão ser os haitianos, os bolivianos, os paraguaios, que trabalham nas “sweatshops” de São Paulo, nas terras em que plantamos soja e etc. O PT nunca foi um partido de esquerda. É um partido que procurava transformar a classe operária numa classe operária americana.

E nunca o Brasil foi um país tão capitalista.

Minha mulher me contou que, conversando com um desconhecido, operador da bolsa de valores, isto em 2007, 2008, ele dizia: se eu soubesse que ia ser tão bom para nós jamais teria votado contra o Lula.

Onde está a esquerda? Qual é a sua opção de voto? Ou a opção deixou de ser votar?

Tanto a esquerda como a direita são posições políticas que você encontra dentro da classe média. A classe dominante é de direita de maneira genética, a grande burguesia, o grande capital. E os pobres, a classe trabalhadora... se eu fosse fazer um juízo de valor um pouco irresponsável diria que 60 a 70 por cento do Brasil estaria muito feliz com um governo autoritário, que desse dinheiro para comprar geladeira, televisão, carro, etc. Uma população que tem uma profunda desconfiança em relação a esses jovens quebradores de coisas na rua, que seria a favor da pena de morte, que é violentamente homofóbica.
Iapii-hi, índia Araweté, prepara doce de milho (fotografia de 1982) Eduardo Viveiros de Castro
Depois do garoto do Flamengo ter sido amarrado por aquela milícia, ouvi trabalhadores negros pobres dizerem: tem mais é que botar bandido na cadeia, fizeram foi pouco com ele.

Ou seja, é um país conservador, reaccionário, em que os pobres colaboram com a sua opressão. Não todos, mas existe isso. A escravidão venceu no Brasil, ela nunca foi abolida. Sou muito pessimista em relação ao Brasil, digo francamente. Em relação ao passado e ao futuro. Em relação ao passado no sentido de que é um país que jamais se libertou do ethos, do imaginário profundo da escravidão, em que o sonho de todo o escravo é ser senhor de escravos, o sonho de todo o oprimido é ser o opressor. Daí essa reacção: tem mais é que botar esses caras na cadeia. Em vez de se solidarizar. E podia ser o filho dele facilmente. E às vezes é o filho dele.

Oswald de Andrade, o poeta, dizia: “O Brasil nunca declarou a sua independência.” Em certo sentido é verdade, porque quem declarou a independência do Brasil foi Portugal, um rei português. Eu diria: e tão pouco aboliu a escravidão. Porque quem aboliu a escravidão foi a própria classe escravocrata. Não foi nenhuma revolta popular, nenhuma guerra civil.

E em relação ao futuro sou pessimista porque... talvez ainda tenha um pouco de esperança, mas acho que o Brasil já perdeu a oportunidade de inventar uma nova forma de civilização. Um país que teria todas as condições para isso: ecológicas, geográficas.

Uma espécie de terceira via do mundo?

É, outra civilização. Porque civilização não é necessariamente transformar um país tropical numa cópia de segunda classe dos Estados Unidos ou da Europa, ou seja, de um país do hemisfério norte que tem características geográficas e culturais completamente diferentes.

Lembremos que houve um projecto explícito no Brasil, e que deu certo, que está dando certo, por isso é que sou pessimista, que é o projecto iniciado com Pedro II, em parte inspirado pelo célebre teórico racista Gobineau, que era uma grande admiração de D. Pedro: o Brasil só teria saída mediante o braqueamento da população, porque a escravidão tinha trazido uma tara, uma raça inferior.

Havia que lavar o sangue.

É uma ideia antiga, que já vem dos cristãos-novos que vieram de Portugal, que tinham de limpar o sangue. A gente sabe que quase toda a população portuguesa que se instalou no Brasil é de cristãos-novos, Diria que 70 por cento desses brancos orgulhosos de serem brasileiros são judeus, marranos, convertidos a ferro e fogo pela Inquisição. Então, havia essa ideia de que o Brasil era um país racialmente inferior porque era composto de negros, índios, portugueses com essa origem um pouco duvidosa. E já Portugal em si não é...

A Holanda.

Exacto. Não é a coisa mais branca que podemos encontrar na Europa. A Península Ibérica é um pouco africana, foi dominada 800 anos pelos árabes. Então o Brasil só ia melhorar com branqueamento. Isso foi uma política de estado que durou décadas e trouxe para o Brasil milhões de imigrantes alemães, italianos, mais tarde japoneses. Com o propósito explícito de branquear, não só geneticamente, mas culturalmente e economicamente. E eles foram para o Sul, de São Paulo até ao Rio Grande. Mas, esse que é o ponto curioso, a partir do governo militar para cá essa população branca invadiu o Brasil, a Amazônia. A colonização da Amazônia a partir da década de 70 foi feita pelos gaúchos, muitos deles pobres, que foram expulsos, alemães pobres, italianos pobres, cujas pequenas propriedades fundiárias foram absorvidas pelos grandes proprietários, também gaúchos, também brancos, e que foram estimulados pelo governo, com subsídios, promessas mirabolantes, a irem para a Amazônia. Hoje, tem um cinturão de cidades no sul da Amazônia com nomes como Porto dos Gaúchos, Querência, que é um lugar onde se guarda o gado, típico do Rio Grande do Sul. Os gaúchos [de origem europeia] chegaram numa região temperada, subtropical [sul do Brasil] em que você podia mais ou menos copiar um tipo de estrutura agrícola, de produção alimentar do país de origem. Só que na Amazônia isso é uma abominação. É um preconceito muito difundido essa ideia de que pessoal do Norte não sabe trabalhar, é preguiçoso. Você ouve muito isto no Paraná, no Rio Grande do Sul. Quem sabe trabalhar é o colono alemão, italiano.
Hoje o Brasil foi branqueado. Essa cultura country aí é uma mistura de cultura europeia com cultura americana, de grande carrão, 4x4, pick ups, rodeos, chapéus americanos, botas. Existe um projecto de transformar o Brasil num país culturalmente do hemisfério norte, seja Estados Unidos, seja essa Europa mais reaccionária. Porque estamos falando de colonos alemães que vieram do campesinato reaccionário, bávaro, pomerano, e dos camponeses italianos, que eram entusiastas do nazismo e do fascismo na II Guerra. Continuam sendo. O que tem de grupo de extrema-direita no sul do Brasil é muito. O foco da direita fascista, nazista é o Paraná e o Rio Grande do Sul. Então o Brasil é um país dividido entre um sul branco e o resto não branco, português, negro no litoral, índio no interior.

O censo da população dá por uma unha uma maioria não-branca.

O agronegócio é na verdade o modelo gaúcho, desenvolvido no pampa, nos campos do Rio Grande. Plantação extensa de monocultura, de soja, de arroz, de cana. Então o Brasil está perdendo a oportunidade de se constituir como um novo modelo de civilização propriamente tropical, com uma nova relação entre as raças, que fosse efectivamente multinacional. Um país que se constituiu em cima do genocídio indígena, da escravidão, da monocultura. Que continua fazendo o que fez desde que foi criado, exportando produtos agrícolas. Que continua a alimentar os países industrializados. Primeiro a Europa, depois os Estados Unidos, agora a China. Continua sendo o celeiro do capitalismo.

E o matadouro.

O segundo maior rebanho bovino do mundo, depois da Austrália. Um país que se está destruindo a si mesmo para se transformar numa caricatura dos países que lhe servem de modelo cultural. Em vez de, ao contrário, saber utilizar a sua situação geográfica altamente privilegiada, a sua situação demográfica, uma população imensa, para construir um novo estilo de civilização.

O senhor está descrevendo a derrota do “Manifesto Antropófago” de Oswald de Andrade [visão de um Brasil que se torna forte por comer, absorver o outro]
É, acho que sim. Bom, nenhuma derrota é definitiva. O meu pessimismo nem passa tanto pelo facto de que o Brasil não tem jeito, porque acho que ainda poderia haver uma revolução antropofágica no Brasil. Mas hoje isso é uma questão que já não teria mais sentido colocar pelo simples facto de que estamos numa situação planetária em que a catástrofe já se iniciou. O mundo está entrando, num sentido físico, termodinâmico, num outro regime ambiental que vai produzir catástrofes humanas jamais vistas, no meu entender: fome, epidemias, secas, mudança de regime hidrológico, tudo. Nessas circunstâncias, é possível que cheguemos a um momento em que noções como Brasil, Estados Unidos, países, comecem a perder a sua nitidez. Pode ser que daqui a 50 anos a palavra Brasil não tenha mais nenhum sentido. Que tenhamos que falar em Terra.

É um pré-apocalipse?

Dira que sim. Isabelle Stengers, filósofa belga, diz que a palavra crise não é adequada porque supõe que você pode superá-la, quando o que estamos vivendo é uma situação que não tem um voltar atrás. Vamos ter que conviver com ela para sempre. Um novo regime do mundo, de climas, de águas, não haverá mais peixes, os estoques estão acabando no mundo, a quantidade de refugiados que vão invadir a Europa vai ser brutal nas próximas décadas. Se a temperatura subir quatro graus, que é o que todos os climatologistas estão imaginando, isso vai produzir uma mudança total no que é viver na Terra. E a quantidade de africanos que vai invadir a Europa vai ser um pouco maior do que aqueles pobres que morrem afogados ali em Lampedusa. E como os países ricos vão reagir? É uma questão interessante. Vai ser com armas atómicas? Vão bombardear quem? O meu pessimismo passa mais por aí.

No Brasil as crises são estritamente políticas. Faz reforma política? Vai ter revolta da população? Será que há Copa? Tudo isso é verdade, fundamental, mas a gente não pode perder de vista o cenário mais amplo.

Não vê ninguém no Brasil, politicamente, que tenha uma visão ampla? O senhor votou na Marina Silva [nas últimas presidenciais].

Votei na Marina em 2010, com certeza. Não tenho certeza nenhuma de que votaria nela em 2014, talvez não.

Eduardo Campos [candidato pernambucano que fez uma aliança com Marina]?

De forma nenhuma. A Dilma, nem sob pelotão de fuzilamento voto nela. Esses idiotas do PSDB nem pensar. Então talvez eu não vote. Talvez vote nulo.

Qual é a missão, o papel, a hipótese para alguém como o senhor? Virar uma espécie de guerrilheiro nas redes sociais?

É. Eu diria que a revolução antropofágica do Oswald de Andrade só é possível sob o modo da guerrilha. Estamos falando de uma coisa que foi pensada em 1928...

Mas que foi revivendo, anos 60, agora.

O Oswald, um homem da classe dominante, pensava no Brasil como uma coisa sobre a qual você podia pôr e dispôr. Nesse sentido, ele pertence à geração dos teóricos do Brasil, que eram todos da elite dominante paulistana ou pernambucana: Gilberto Freyre, Caio Prado Júnior, Eduardo Prado. Os modernistas eram uma teoria do Brasil, de como o Brasil deve ser organizado, governado.
Talvez os muitos povos brasileiros que compõem esse país só tenham chance de ganhar uma certa emancipação cultural, política, metafísica, no contexto do declínio geral do planeta. Nessas condições é possível que haja esperança para os negros, os índios, os quilombolas [descendentes de escravos], os gays, os pobres desse planeta favela. Não esqueçamos que o mundo tem três bilhões e meio de habitantes vivendo em cidade, metade da população mundial. Desses, no mínimo um bilhão vive em favelas. Ou seja, um sétimo da população mundial vive em favelas. O Brasil deve ter uma proporção maior que a Alemanha, Estados Unidos. Diria que deve andar na casa dos 30 milhões. [A população de] um bom país europeu.
Seria uma guerrilha nas redes sociais? Admite o uso de violência ou uma guerrilha virtual apenas?
Nem uma coisa nem outra. A existência da Internet mudou as condições da guerra, em geral, sim. O maior acto de guerra recente, no bom sentido, de que me consigo lembrar foi o Edward Snowden. Não mais os Estados Unidos espionando a Rússia, nem a Rússia espionando os Estados Unidos, mas o vazamento de informações secretas dos estados. Isso é muito significativo. Um jornalista morando aqui no Rio de Janeiro, que trabalha para um jornal inglês, que recebeu informações de um analista americano, que estava escondido em Hong Kong: isso só é possível com Internet. As redes sociais mudaram completamente as condições de resistência ao capitalismo.

Uma nova forma de guerrilha?

Que não é nececessariamente violenta, embora exista o problema do hacker, do bombardeio de sistema electrónico. Mas o que penso não é bem por aí. Quando penso em guerrilha, é no sentido de combates locais, ponto a ponto. Não estou falando de quebrar a porta do banco ou bater na polícia. Falo em combates em que você seja capaz de conectar combates locais através do mundo inteiro.

Existem formas novas de resistência e aliança entre as minorias étnicas, culturais, económicas do planeta que passam pela conectividade universal da rede, que é frágil, ao contrário do que se imagina, com pontos fracos, nós, gargalos, em que os Estados Unidos têm um poder muito grande. Mas eu diria que é muito difícil controlá-la até porque essa rede é indispensável para o capitalismo. Difícil o capitalismo danificá-la demais, senão vai perder seu principal instrumento hoje. Ainda que haja várias tentativas, no Brasil inclusive, de vigilância.
É possível que a gente passe para um estado de vigilância à la George Orwell. Tudo isso é possível. Mas acho também que a situação actual permite o desenvolvimento de uma guerrilha de informação, muito mais que de acção física, porque a informação hoje é uma mercadoria fundamental, estamos na economia do conhecimento, então a guerra é uma guerra também pela informação. É por aí que tenho alguma esperança, muito mais que numa saída nas ruas, com ancinhos, forcados, machetes.

Parar de imaginar uma luta de classes e imaginar uma guerrilha de classes. Classe definida, agora, não só de maneira classicamente económica mas no contexto da nova economia, que mudou a composição de classes. Vários intelectuais hoje pertencem à classe dominada, operária. Então, vejo mais uma guerrilha do que uma guerra, com a vantagem de que as guerras em geral terminam na constituição de um novo poder totalitário, um novo terror. O “Manifesto Antropófago” pode acabar se realizando mais por esse lado. O sonho clássico da revolução, como transformação de um estado A em estado B é um sonho pouco interessante.

Não há desfecho.

Não há desfecho. Prefiro falar em insurreição do que em revolução, hoje. Um estado de insurreição permanente como resistência. A palavra talvez seja mais resistência, insurreição, do que revolução e guerra. Guerrilha é sempre de resistência. O modelo da resistência francesa [na ocupação alemã], criar redes subterrâneas de comunicação. Estamos nessa posição, somos um planeta invadido por alienígenas, digamos, que é o grande capital, a TV Globo, o agronegócio, a hegemonia norte-americana sobre os sistemas de entretenimento; como é que você cria uma rede de resistência a esses “alemães”?

Sou um activista das redes, de facto. Mas não convoco para manifestações, não pertenço a nenhuma organização, estou um pouco velho para sair na rua.