sábado, 10 de julio de 2010

La doble discriminación de ser inmigrante y transexual en un país como España


Dentro del colectivo inmigrante no se sienten representados. Es más, muchos de ellos no tienen ninguna relación con sus compatriotas, ya que el debate de la homosexualidad y de la transexualidad no forma parte de la agenda de las asociaciones de inmigrantes.

Pero ellos existen. Son hombres y mujeres valientes, que vinieron a España para poder ser felices, desarrollarse, mostrarse tal y como se sienten y huyendo, en muchos casos, de la persecución e incomprensión que sufrían en sus países de origen. Eligieron España por las virtudes que oían de este país en cuanto a sus libertades, y pensaban que un transexual aquí podía circular libremente por cualquier ciudad sin que la gente comentara o encontrar un trabajo acorde a sus capacidades formativas sin tener en cuenta su apariencia, pero se equivocaron.

En España se sienten doblemente discriminados, ya que su condición de transexuales unida, además, a ser inmigrantes, les limita más que al resto del colectivo. La ley no les contempla La ley de identidad de género en España permite a todos los ciudadanos del país cambiar de sexo y nombre, si estos lo desean, sin necesidad de cirugía.

Pero con los inmigrantes transexuales la cosa se complica, ya que este derecho no está reconocido en todos los países del territorio Schengen y los documentos expedidos en España deben regirse por una legislación internacional y no sólo nacional.

El resultado son personas con una apariencia física distinta a la que pone en su documentación ofi cial, con una difi cultad añadida a su condición de inmigrantes y en una sociedad no tan abierta como algunos les habían contado.

Mª ALEJANDRA HUERTAS
"Es cuestión de que la gente vea que tienes capacidades”

María Alejandra salió de Bogotá (Colombia) hace dos años y medio, con apariencia de chico. Viajó a España, con la excusa de hacer un máster, aunque realmente quería experimentar lo que es expresarse tal y como uno se siente. Nació en una familia acomodada y desde los 11 años se sintió chica, condición que la atormentaba y que negaba constantemente. Hace tres años dijo “¡basta ya!” y decidió buscar apoyos, primero en su familia y, después del rechazo de ésta, en sus amigas que vivían en España. Ellas la animaron a venir “a un país más adelantado para este tipo de cuestiones”. “Vine a España a poderme desarrollar tanto personal como profesionalmente”, afi rma a Sí. Pero no fue todo un camino de rosas. En la facultad entró como chico, y empezó de manera paulatina a vestirse como chica. Sus compañeros no lo entendieron y de nuevo estaba sola. En la actualidad sigue convalidando su título de arquitectura, aunque la han avisado de que quizá sea mejor que defi enda su tesis “con apariencia de chico” para que el jurado escuche lo que ha preparado.

LIZETHE ÁLVAREZ
"En Colombia no se me trataba como una persona, salí huyendo de esa situación”

Lizethe nació en Cali (Colombia) y empezó a trabajar como activista desde los 20 años. En un principio, como apoyo a grupos con VIH y después centrándose más en grupos de transexuales. “Cuando comencé a trabajar con personas con sida, realmente era porque me sentía muy sola”, dice a Sí. Siguió con su carrera universitaria y el último año decidió operarse para hacer coincidir su identidad sexual y de género. Se convirtió así en una “mujer completa” y sumamente atractiva.

Pero Colombia no estaba preparada para ese tipo de transformaciones y en el año 2000, después de escuchar mucho sobre Europa, decidió instalarse aquí. En la actualidad, es una de las caras más destacadas del movimiento y trabaja en el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) como técnico de empleo. Su trabajo es concienciar a empresas y ayudar a otras personas en su misma situación para que tengan la oportunidad de elegir su actividad laboral.

LETICIA ROJAS Y ÁLEX AGUIRRE

"Las transexuales mujeres en América Latina sufren la violencia en sus propias casas”

Estas dos ecuatorianas luchan por informar y visibilizar la transexualidad, la homosexualidad y el transgenerismo dentro del colectivo. Comenzaron su activismo en Ecuador y lo hicieron durante una década. Ambas, Leticia Rojas y Álex Aguirre, viven en España desde 2008 y coinciden en que la discriminación es real e invisible. “Conocemos casos de transexuales mujeres en América que han sido violadas por sus padres para curarlas”, afi rma Leticia a Sí.

Coinciden en que en España hay que trabajar en dar a conocer a los inmigrantes las opciones que les ofrece la legislación española, no sólo para ser felices, sino incluso para poder regularizar su situación administrativa, y es lo que están haciendo desde el Movimiento Migrantes Transgresorxs al que pertenecen. Este colectivo quiere trabajar en red con asociaciones de inmigrantes. “Sabemos lo difícil que es introducir este tema en el debate dentro de un colectivo como el iberoamericano, pero nada es imposible”, afirma Leticia.



Perú: Comunidades afro campesinas.La tierra de la marginación


Por Vanesa Verástegui Ollé


A lo largo de la costa peruana existen alrededor de 85 comunidades afro cuya formación data de la época de la esclavitud colonial. Sin embargo, suelen quedarse al margen de los programas de cooperación y desarrollo rural. Tampoco se las incluye en los planes regionales y locales. Racismo, discriminación y pobreza: tres ejes que atraviesan las comunidades afro en varios puntos de América y del mundo.

Desde la abolición de la esclavitud en 1854, la población negra en el Perú no pudo integrarse socialmente tras su liberación y expulsión de los latifundios por sus dueños, para quienes ya les eran improductivos. Muchos ex esclavos se fueron a la ciudad y trabajaron en oficios mal remunerados, de poco rango social o terminaron residiendo en zonas tugurizadas y pobres.

Las comunidades afroperuanas se originaron en los antiguos palenques ubicados en las zonas de El Ingenio, Morropón, la Banda, el Guayabo; también se encontraban asentadas dentro o fuera de las haciendas coloniales. Allí, los esclavos de origen africano eran obligados a trabajar como peones en plantaciones de azúcar y algodón. Actualmente, esas comunidades se encuentran localizadas en Chincha, Ica, Nazca, Piura y Lambayeque, y no son consideradas como patrimonio cultural de saberes, ni sus tradiciones orales son estudiadas por la Academia.

A diferencia de Colombia, donde la Constitución de 1993 reconoce el status legal de “comunidades negras” mediante la Ley 70 o Ley de Negritudes para la zona rural de Choco, Cauca, en el Perú se suscitan muchas dudas en torno a la territorialidad, autonomía y tenencia de las tierras agrícolas por parte de los afroperuanos, por no ser originarios ni ocupar estas tierras antes de los españoles, como es el caso de los indígenas.

En Colombia, en la zona de Choco, caracterizada por su biodiversidad, la población negra se organiza en torno a economías campesinas, mientras que en el Perú el grueso de la población de origen africano que vive en distritos rurales periféricos se mantiene gracias a trabajos agrícolas eventuales. Por su parte, las comunidades negras de Ecuador de la zona de Esmeraldas se organizan sobre la base de discursos de ordenamiento y conservación territorial. Aunque no podemos forzar que las comunidades afroperuanas se inscriban dentro del modelo campesino indígena, se trata de comunidades culturales con especificidades locales y regionales.

En las zonas rurales, el agricultor negro no ha cambiado su estatus campesino desde que dejó de ser esclavo, en tanto que en Colombia, por ejemplo, existe un sector significativo de clase media conformado por afrodescendientes que se convirtieron en hacendados, ya que los ex esclavos se apoderaron de las tierras agrícolas -las haciendas de El Pílamo- cuando sus propietarios las abandonaron tras la crisis en el agro colonial.

Una de las pruebas del racismo existente hacia los afrodescendientes en el Perú es el empobrecimiento de estas comunidades y la precariedad en los servicios médicos de salud -a los que muchas veces no tienen acceso-, la poco sólida infraestructura de las viviendas y las escuelas, la deficiente educación que se les brinda, problemas de sanidad, falta de electricidad, agua potable y control ambiental.

A ello se suman los desastres naturales, que no hacen sino confirmar la invisibilidad de estas comunidades ante el Estado peruano. Así, el terremoto del 15 de agosto de 2007 fue otra prueba más del racismo y el desinterés por parte del Estado hacia la población afrodescendiente, una de las más afectadas durante el sismo, ya que la ayuda del gobierno brilló por su ausencia en las comunidades de El Carmen, Chincha Alta, San José, San Regis y Pueblo Negro. El terremoto destruyó las antiguas y frágiles viviendas de adobe, dejando al descubierto el empobrecimiento de estas familias.

De hecho, el reconocimiento de la propiedad de las tierras ancestrales es parte del discurso étnico de los afrodescendientes en Latinoamérica, surgido como nuevos movimientos sociales desde el año 2000 a partir de la III Conferencia Regional de las Américas en Santiago de Chile- (PRECOM) de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación racial, la Xenofobia y otras Formas conexas de Intolerancia, que tuvo lugar en Durban (África 2001). En ambas conferencias se planteó el uso de la categoría “afrodescendiente” para combatir los estereotipos y deconstruir así las categorías raciales de “negro” o “negra”. Desde entonces, las reivindicaciones de las organizaciones afroperuanas, como las de Latinoamérica, devienen en políticas de identidad como una estrategia para revertir las condiciones de discriminación y racismo en la que se encuentran sumidas.

A partir de Santiago y Durban, la población afrodescendiente demanda a los estados solucionar jurídicamente los problemas de propiedad de las tierras ancestrales habitadas por afrodescendientes y adoptar medidas que promuevan su desarrollo dentro de los territorios que ocupan. Para el caso peruano, las nociones de territorialidad y de pueblo son puntos pendientes dentro de la agenda del movimiento afroperuano y será uno de los mecanismos para lograr igualdad de oportunidades a favor del desarrollo y reducción de la pobreza en las comunidades rurales afroperuanas.

Las comunidades rurales no tienen la amplitud del espacio geográfico de las poblaciones originarias y representan sólo el 10 % de la población peruana, aproximadamente, 2 millones 500 mil personas; no obstante, son comunidades culturales con historia, identidad y tradiciones con derechos a una ciudadanía étnica porque son parte de la nación peruana.

Vanesa Verástegui Ollé es estudiante de maestría de antropología en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es activista del Grupo Impulsor Contra el Racismo y Otras Formas de Discriminación- GIM PERU e integrante del programa de Desarrollo Rural del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

Tomado del Blog Belen-Rubén)




Oposición retiene escaños en elecciones parciales de Dominica


Roseau, 10 jul (PL) El opositor Partido de Trabajadores Unidos de Dominica (UWP, en inglés) retuvo en dos distritos los escaños declarados vacantes tras las inasistencias reiteradas de sus representantes a las sesiones parlamentarias.

Según los resultados preliminares, los legisladores Hector John y Edison James mantuvieron sus puestos en Salisbury y Marigot, respectivamente, en las elecciones parciales celebradas en esas circunscripciones.

Los parlamentarios perdieron sus asientos por boicotear las reuniones de la Asamblea Nacional con tres ausencias consecutivas por presuntas irregularidades en los comicios generales del pasado 18 de diciembre.

Tal situación obligó a la presidenta del congreso, Alix Boyd Knights, a declarar vacantes ambos escaños en mayo y despejar el camino para nuevas elecciones en sus respectivos distritos.

En el sufragio anterior, el UWP solo logró tres de los 21 puestos del órgano legislativo, mientras el gobernante Partido Laborista de Dominica ganó los restantes 17 asientos, seis más que en 2005.

Ambas fuerzas políticas enfrentan un proceso legal tras aducir la oposición supuestas anomalías en los resultados de cinco circunscripciones, incluido el distrito electoral de La Plaine, donde su líder, Ron Green, perdió su posición.

El UWP denuncia además que el primer ministro, Roosvelt Skerrit, infringió los reglamentos constitucionales establecidos para inscribirse el día de la nominación por poseer ciudadanía y pasaporte francés.

asg/ymr



Indígenas pedirán a la OEA investigar acusaciones del gobierno boliviano


(AINI/Erbol, Santa Cruz, 9 de julio de 2010).- La secretaría de Comunicación de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), María Zaravia, adelantó este viernes que no descartan denunciar ante la Organización de Estados Americanos (OEA) las acusaciones, hasta ahora sin pruebas, del presidente Evo Morales y su gobierno sobre el financiamiento que presuntamente recibe esta organización de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para desestabilizar a la actual gestión gubernamental.

Zaravia, aseguró que harán la denuncia a la OEA después de conocer que el gobierno iniciará un juicio al gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, por acusar al vicepresidente Álvaro García Linera de narcotraficante.

“Ellos nos acusaron de que la marcha estaba siendo financiada por USAID. Ahora están queriendo meter preso a (Rubén) Costas por falsa calumnia y nosotros en sus momento vamos a pedir que se investigue si realmente hemos recibido plata de USAID. Para nosotros todo eso es falso, sin ningún fundamento, creen que con eso vamos a levantar la marcha y que ya no vamos a reclamar por nuestros derechos, pero nosotros vamos a continuar”, sentenció la dirigente indígena.

Añadió que el movimiento indígena decidió desconocer la Ley de Régimen Electoral, recientemente promulgada, toda vez que no se consultó a los pueblos indígenas para su elaboración, porque la propuesta del sector era incrementar de siete escaños especiales a 18. “Aunque la Ley de Régimen Electoral se ha aprobado, nosotros la desconocemos, porque creemos que se lo ha hecho de manera inconstitucional y sin la participación de los pueblos indígenas, y aunque nos digan que se lo va tratara después del censo del 2011, no confiamos”, dijo.

Agradeció a las personas que los apoyaron con alimento en su propósito de llegara a pie a la ciudad de La Paz, cuya marcha se espera que se reanude en las próximas horas debido a la poca predisposición al diálogo de parte del gobierno.

Advirtió que llegan los momentos más difíciles para los que son parte de la marcha, por las condiciones a las que se enfrentarán, sobre todo por la falta de alimento para niños, mujeres y personas de la tercera edad, quienes también protagonizan la movilización.

“Ya en el departamento de Santa Cruz la situación es más difícil, antes en el Beni de los ríos podíamos cazar pescados, pero acá todo es seco. Ahora necesitamos arroz, aceite, y verduras para tener una alimentación balanceada”, sostuvo.