Economistas tradicionales dicen que la política monetaria expansiva de la Reserva Federal y otros bancos centrales está ayudando a iniciar una recuperación más sostenible, pero otros alertan sobre que la política de dinero fácil está poniendo a sectores de la economía mundial en una precipitada carrera hacia el estallido.
Las acciones estadounidenses alcanzan nuevos máximos, las materias primas se encuentran en auge y las monedas de más alto rendimiento superan récords de larga data: ¿son esas señales de una economía que está volviendo a la vida, o de burbujas creadas por el dinero barato del banco central?
Muchos economistas tradicionales dicen que la política monetaria expansiva de la Reserva Federal y otros bancos centrales está ayudando a iniciar una recuperación más sostenible, que se encontrará con una sólida demanda subyacente una vez que la Fed ponga fin a sus inyecciones de liquidez.
Sin embargo, un grupo de economistas marginales está encendiendo luces de alarma: el auge que experimenta una variedad de clases de activos no es real, sostienen; de hecho, la política de dinero fácil está poniendo partes de la economía mundial en una precipitada carrera hacia el estallido. Algunos incluso ven inquietantes paralelismos con el auge de las materias primas de 2007 y 2008, previo a la crisis, cuando un superávit mundial de liquidez tapó las preocupaciones sobre la crisis de las hipotecas subprime —o de alto riesgo— en Estados Unidos hasta que fue demasiado tarde.
"En esta oportunidad es diferente", es lo que usualmente se escucha en los momentos previos al estallido de una burbuja, dijo Douglas French, presidente del Instituto Ludwig von Mises de Alabama, que adhiere a la Escuela Austriaca de economía.
En este momento, señaló French, los participantes del mercado que están presionando a una serie de clases de activos a nuevos máximos creen que "estos altos precios están justificados por algunos fundamentos económicos que probablemente se descubrirá que no están presentes".
"La Fed sólo crea más y más dinero, y ese dinero está fluyendo hacia cosas como las propiedades en China, las materias primas e —incluso después de haber explotado una burbuja en el sector— la tecnología", dijo French. Los economistas de la escuela austríaca generalmente se oponen a la intervención del banco central y a las regulaciones del gobierno.
Entre las señales de que se podría estar gestando una burbuja en las acciones se encuentra el bajo desempeño de las acciones de los bancos, incluso entre las acciones estadounidenses que han subido hasta máximos de cerca de tres años. "Esta es una enorme señal de alarma", dijo Don Coxe, presidente de Coxe Advisors y asesor de estrategias de cartera de BMO Financial en Chicago.
Los grandes bancos rescatados y también los bancos regionales están rezagados respecto del desempeño de las acciones del índice S&P 500, dijo Coxe.
Los bancos aún poseen en sus libros los desprestigiados productos hipotecarios sin haber marcado esas inversiones para reflejar la depreciación de sus valores de mercado. Esto hace que los bancos luzcan más saludables de lo que son realmente, y demora el reconocimiento que podría terminar arrastrando al mercado de acciones completo a territorio negativo, dijo.
Otra señal de que posiblemente esté apareciendo una burbuja, según indicó Coxe, está en el sobredesempeño de las acciones de baja capitalización frente a sus contrapartes más grandes. Esto muestra que "hay mucha especulación", apuestas sobre las empresas más pequeñas que posiblemente son financiadas con el dinero barato provisto por la Fed, dijo.
Coxe no está tan convencido de que los precios del petróleo reflejen una burbuja, principalmente debido a que los aumentos están explicados, en parte, por legítimas interrupciones de los suministros provocadas por el conflicto en Medio Oriente y el norte de África. Sin embargo, "la liquidez que está siendo suministrada por los bancos centrales está incluida en ellos", dijo Coxe sobre los precios del petróleo. "Si se quita [la liquidez], definitivamente no tendríamos el petróleo en los tres dígitos".
En una venta masiva general del mercado, las clases de activos que resultarían relativamente ilesas incluyen los bonos de alta calidad denominados en monedas que no son el dólar, como la deuda del gobierno canadiense, dijo. Las acciones relacionadas con las materias primas, aunque probablemente sufrirían algunas pérdidas, serían impulsadas por una cierta cantidad de demanda, sugirió Coxe; incluso en una economía apagada, es necesario que se produzcan bienes.
Vikram Mansharamani, un profesor de Yale que en marzo publicó "Boombustology", un libro que hace una cronología histórica de los ciclos de auge y estallido, dijo que muchas áreas de la economía china ahora están mostrando señales de advertencia sobre burbujas.
"Así es como luce el dinero fácil", dijo Mansharamani en una entrevista, y destacó ejemplos del dinero especulativo que está ingresando a los mercados inmobiliarios de China, ejemplos que, dijo, incluían centros comerciales casi vacíos, ciudades escasamente pobladas y rascacielos deshabitados.
Cuando la Fed, enfrentada con una economía estadounidense desolada tras la crisis financiera, inyectó dinero en el sistema, "éramos un paciente muy enfermo aquí en Estados Unidos", dijo Mansharamani.
"Estábamos en nuestro lecho de muerte, por lo que las autoridades monetarias nos dieron una fuerte dosis de adrenalina; directo al corazón". Pero debido a que China fija el valor de su moneda, el yuan, al valor del dólar estadounidense, la inyección de liquidez de la Fed también dejó a China llena de dinero, sostuvo.
"También recibieron la medicina. El problema era que ellos no estaban enfermos", dijo.
Esos dólares baratos —y el dinero barato que surgió desde otros bancos centrales que siguieron el ejemplo— han ayudado a impulsar una burbuja en China que retumba en toda la economía mundial, dijo Mansharamani, desde inversiones directas en los mercados inmobiliarios de China a una escalada de los precios de los bienes básicos que crean las materias primas para alimentar el crecimiento de China hasta los distribuidores de los productos chinos.
A medida que el dinero fácil comience a llegar a su fin, el mayor motor del crecimiento mundial podría tambalear, dijo Mansharamani.
Cuando la Fed y otros grandes bancos centrales finalmente aumenten las tasas, "gran parte de la fiesta terminará", dijo French de Mises Institute. "Al menos temporalmente".
Fuente: The Wall Street Journal
Sin embargo, un grupo de economistas marginales está encendiendo luces de alarma: el auge que experimenta una variedad de clases de activos no es real, sostienen; de hecho, la política de dinero fácil está poniendo partes de la economía mundial en una precipitada carrera hacia el estallido. Algunos incluso ven inquietantes paralelismos con el auge de las materias primas de 2007 y 2008, previo a la crisis, cuando un superávit mundial de liquidez tapó las preocupaciones sobre la crisis de las hipotecas subprime —o de alto riesgo— en Estados Unidos hasta que fue demasiado tarde.
"En esta oportunidad es diferente", es lo que usualmente se escucha en los momentos previos al estallido de una burbuja, dijo Douglas French, presidente del Instituto Ludwig von Mises de Alabama, que adhiere a la Escuela Austriaca de economía.
En este momento, señaló French, los participantes del mercado que están presionando a una serie de clases de activos a nuevos máximos creen que "estos altos precios están justificados por algunos fundamentos económicos que probablemente se descubrirá que no están presentes".
"La Fed sólo crea más y más dinero, y ese dinero está fluyendo hacia cosas como las propiedades en China, las materias primas e —incluso después de haber explotado una burbuja en el sector— la tecnología", dijo French. Los economistas de la escuela austríaca generalmente se oponen a la intervención del banco central y a las regulaciones del gobierno.
Entre las señales de que se podría estar gestando una burbuja en las acciones se encuentra el bajo desempeño de las acciones de los bancos, incluso entre las acciones estadounidenses que han subido hasta máximos de cerca de tres años. "Esta es una enorme señal de alarma", dijo Don Coxe, presidente de Coxe Advisors y asesor de estrategias de cartera de BMO Financial en Chicago.
Los grandes bancos rescatados y también los bancos regionales están rezagados respecto del desempeño de las acciones del índice S&P 500, dijo Coxe.
Los bancos aún poseen en sus libros los desprestigiados productos hipotecarios sin haber marcado esas inversiones para reflejar la depreciación de sus valores de mercado. Esto hace que los bancos luzcan más saludables de lo que son realmente, y demora el reconocimiento que podría terminar arrastrando al mercado de acciones completo a territorio negativo, dijo.
Otra señal de que posiblemente esté apareciendo una burbuja, según indicó Coxe, está en el sobredesempeño de las acciones de baja capitalización frente a sus contrapartes más grandes. Esto muestra que "hay mucha especulación", apuestas sobre las empresas más pequeñas que posiblemente son financiadas con el dinero barato provisto por la Fed, dijo.
Coxe no está tan convencido de que los precios del petróleo reflejen una burbuja, principalmente debido a que los aumentos están explicados, en parte, por legítimas interrupciones de los suministros provocadas por el conflicto en Medio Oriente y el norte de África. Sin embargo, "la liquidez que está siendo suministrada por los bancos centrales está incluida en ellos", dijo Coxe sobre los precios del petróleo. "Si se quita [la liquidez], definitivamente no tendríamos el petróleo en los tres dígitos".
En una venta masiva general del mercado, las clases de activos que resultarían relativamente ilesas incluyen los bonos de alta calidad denominados en monedas que no son el dólar, como la deuda del gobierno canadiense, dijo. Las acciones relacionadas con las materias primas, aunque probablemente sufrirían algunas pérdidas, serían impulsadas por una cierta cantidad de demanda, sugirió Coxe; incluso en una economía apagada, es necesario que se produzcan bienes.
Vikram Mansharamani, un profesor de Yale que en marzo publicó "Boombustology", un libro que hace una cronología histórica de los ciclos de auge y estallido, dijo que muchas áreas de la economía china ahora están mostrando señales de advertencia sobre burbujas.
"Así es como luce el dinero fácil", dijo Mansharamani en una entrevista, y destacó ejemplos del dinero especulativo que está ingresando a los mercados inmobiliarios de China, ejemplos que, dijo, incluían centros comerciales casi vacíos, ciudades escasamente pobladas y rascacielos deshabitados.
Cuando la Fed, enfrentada con una economía estadounidense desolada tras la crisis financiera, inyectó dinero en el sistema, "éramos un paciente muy enfermo aquí en Estados Unidos", dijo Mansharamani.
"Estábamos en nuestro lecho de muerte, por lo que las autoridades monetarias nos dieron una fuerte dosis de adrenalina; directo al corazón". Pero debido a que China fija el valor de su moneda, el yuan, al valor del dólar estadounidense, la inyección de liquidez de la Fed también dejó a China llena de dinero, sostuvo.
"También recibieron la medicina. El problema era que ellos no estaban enfermos", dijo.
Esos dólares baratos —y el dinero barato que surgió desde otros bancos centrales que siguieron el ejemplo— han ayudado a impulsar una burbuja en China que retumba en toda la economía mundial, dijo Mansharamani, desde inversiones directas en los mercados inmobiliarios de China a una escalada de los precios de los bienes básicos que crean las materias primas para alimentar el crecimiento de China hasta los distribuidores de los productos chinos.
A medida que el dinero fácil comience a llegar a su fin, el mayor motor del crecimiento mundial podría tambalear, dijo Mansharamani.
Cuando la Fed y otros grandes bancos centrales finalmente aumenten las tasas, "gran parte de la fiesta terminará", dijo French de Mises Institute. "Al menos temporalmente".
Fuente: The Wall Street Journal