viernes, 24 de abril de 2009

Ecuador: La Comisión Legislativa prepara un proyecto de ley sobre la intersexualidad


Un proyecto de ley, que garantice los derechos de la intersexualidad y promueva la creación de un sistema de atención del Estado para estas personas, se trabaja en sectores del legislativo y de la sociedad y será presentado en las próximas semanas.
La activista del Proyecto Transgénero, Ana Almeida, indicó que la propuesta pretende poner a discutir el tema de la intersexualidad, evitar que los cuerpos de los recién nacidos sean mutilados y que se permita en su documento de identidad guardar una relación entre su sexo legal y de origen.

En Ecuador uno de cada dos mil es intersexual y no existe un sistema médico legal que evite la agresión sobre su cuerpo con las mutilaciones y tratamientos hormonales. El único país en América Latina que tiene una ley sobre este tema es Colombia.

TRANSformando Boletín del Programa de Diversidad de Género e Identidad, Año 4. No 027. Abril. 2009 / Lima - Perú
Fuente: Eltelégrafo.comFotografía: Eltelégrafo.com

México: Candidato transexual de Ciudad Juárez detenido por “faltas a la moralidad”


Una transexual que es candidata a diputada federal en México denunció haber sido detenida por la policía en Ciudad Juárez, en el norte del país, bajo el pretexto de faltas a la moralidad por su vestimenta y además haber sido amenazada de muerte.La detenida, Deborah Álvarez, nacida como Sabú Álvarez, del Partido Socialdemócrata (PSD) y activista de la comunidad transexual, dijo a Efe que estaba junto a otros treinta

transexuales cuando una pareja de policías lo detuvo apuntando que su vestido era demasiado provocativo. Tras contestarle que los bandos municipales no prohíben vestir así en la calle, el policía lo amenazó con "levantarla", narró Álvarez, que aspira a obtener un escaño en la Cámara de Diputados nacional en las elecciones del 5 de julio. El término se refiere a una práctica habitual del narcotráfico, que consiste en secuestrar a una persona para asesinarla sin pedir ningún tipo de rescate. "Me dijo que si en 24 horas no desaparecía de ahí me iba a ´levantar´", apuntó la denunciante.

Ante ello, Álvarez y sus treinta acompañantes acudieron a la comisaría a pedir explicaciones al comandante, quien según el agente había ordenado detener a las transexuales "que anduvieran desnudas". Según Álvarez, la llegada de los abogados del PSD y de las cámaras de televisión locales evitó que se le impusiera una fianza. La candidata dijo que interpondrá una denuncia por acoso y amenazas contra el agente que la detuvo.

Según el PSD, desde que se oficializó la candidatura la policía local ha intensificado las actuaciones contra la comunidad de gays, lesbianas y transexuales de la ciudad. En 2006, Álvarez y otros miembros de esta comunidad sufrieron una agresión policial, según relató la propia candidata, que estuvo hospitalizada tres semanas por la rotura de los implantes mamarios y otras lesiones que sufrió debido a los golpes.

Ciudad Juárez es patrullada actualmente por casi 11.000 soldados y policías federales para poner coto a la ola de violencia que ha asolado la urbe fronteriza en los últimos meses y que la ha hecho registrar el mayor número de asesinatos del país. La localidad, fronteriza con El Paso (Estados Unidos), es famosa internacionalmente por los cerca de medio millar de asesinatos de mujeres registrados en la zona desde 1993, la mayoría de los cuales permanecen sin resolver.

TRANSformando Boletín del Programa de Diversidad de Género e Identidad, Año 4. No 027. Abril. 2009 / Lima - Perú

IV Cumbre de los Pueblos de Américas

Mensaje a los Presidentes

Es urgente cambiar las relaciones hemisféricas y el modelo económico en crisis:
no más exclusión, neoliberalismo, libre comercio y militarización

Mensaje de la IV Cumbre de los Pueblos a la Cumbre de Gobiernos de América
Trinidad y Tobago, 18 de abril del 2009

Las y los representantes de una gran diversidad de organizaciones sindicales, campesinas, indígenas, de mujeres, de jóvenes, de pobladores, de derechos humanos, del medio ambiente, en general de organizaciones sociales y civiles que integramos redes hemisféricas como la Alianza Social Continental y que nos encontramos reunidos en la IV Cumbre de los Pueblos de América también aquí, en Trinidad y Tobago, les hacemos llegar el mensaje de los pueblos que representamos:

1) La Cumbre de las Américas continúa estando marcada por la exclusión y la falta de democracia. En primer lugar, consideramos inexplicable e inaceptable que se continúe excluyendo a Cuba de los foros hemisféricos gubernamentales; no existe razón alguna que lo justifique, mucho menos cuando la totalidad de los países del continente, con la ya única excepción de EU, mantienen relaciones normales con esa nación soberana. Exigimos la inclusión plena de Cuba en todo espacio hemisférico en el que desee participar y, sobre todo, el fin del ilegitimo e injusto bloqueo impuesto por Estados Unidos contra la isla ya durante décadas. También condenamos la falta casi total en la mayoría de los países del hemisferio de vías de participación y consulta social democrática sobre las decisiones que se toman en la cumbre oficial y que afectan los destinos de nuestras naciones, exclusión que es una de las razones por las que nos encontramos aquí en la Cumbre de los Pueblos. Queremos en este sentido levantar la más enérgica protesta por todos los obstáculos, hostigamiento y arbitrariedades que ha debido enfrentar nuestra cumbre para su realización, entre ellas detenciones, deportaciones, interrogatorios, maltratos, vigilancia, falta de facilidades y garantías.

2) Ante la grave crisis que azota al mundo y en particular a nuestro hemisferio, que expresa también el fracaso del modelo del mal llamado “libre comercio”, resulta más evidente que el proyecto de declaración de la cumbre oficial está muy lejos de representar el indispensable y urgente cambio que la realidad actual y las relaciones hemisféricas reclaman. Notamos con alarma que tal proyecto opta por ignorar el significado de una crisis de dimensiones históricas, como si de esta manera pudiera desaparecerla. La declaración oficial cubre de retórica, de ambigüedad, de supuestas buenas intenciones sociales sin sustento concreto, la falta de un giro indispensable en la política hemisférica y, peor aún, de pasada insiste en dar como soluciones más de lo mismo, más de la medicina que se convirtió a su vez en la peor enfermedad, es decir, más neoliberalismo y libre comercio, además de ratificar el apoyo a instituciones anacrónicas que contribuyeron a la debacle actual. Así sea por omisión, dejar a espacios como el G-20, de por sí ilegitimo y excluyente, la determinación de una supuesta salida a la crisis, con “recetas” como el dar más recursos a través del repudiado FMI, es continuar en un circulo vicioso. Anular las deudas ilegitimas de los países del Sur, en lugar de volverlos a endeudar, es una salida que sí podría poner a disposición de los países recursos para el desarrollo.

3) De crisis anteriores surgió como “salida” el modelo neoliberal, que sólo condujo a una peor crisis. La salida de ésta no puede ser más de lo mismo. Los movimientos y organizaciones sociales del continente decimos que otra salida a la crisis es posible y necesaria, no aquella que reactive el mismo modelo económico o incluso uno aún mas perverso; no aquella que continúe mercantilizando todo, incluida la vida, sino aquella que posibilite avanzar en colocar el Buen Vivir para todos por encima de las ganancias de algunos. No se trata solo de resolver una crisis financiera, sino de superarla en todas sus dimensiones, que incluyen también las crisis alimentarias, climática y energética, garantizando la soberanía alimentaria de los pueblos, terminar con el saqueo de los recursos naturales del Sur y pagar la deuda ecológica que se tiene con ellos, y desarrollar estrategias energéticas sustentables. Si los gobiernos reunidos en la Cumbre oficial renuncian a abordar explícitamente los cambios urgentes que se necesitan, renuncian también a cualquier apoyo de sus pueblos. Saludamos desde ahora la posibilidad de que algunos presidentes del Sur manifiesten con dignidad en el evento oficial alternativas coincidentes con las levantadas por los pueblos de América.

4) Exigimos que en lo inmediato la crisis no signifique como siempre el cargar sus costos sobre los hombros del pueblo trabajador del continente, como ya se está haciendo. Exigimos que, en lugar de dedicar miles de millones de dólares al rescate de los especuladores financieros y las grandes corporaciones que se beneficiaron antes y provocaron la crisis, para luego volver a lo mismo, se rescate a los pueblos, porque además de esa manera puede potenciarse las economías nacionales y propiciar una recuperación dirigida a un desarrollo verdadero que invierta el orden de los beneficiarios, dando prioridad a los seres humanos.

5) Demandamos igualmente que la crisis no se convierta en un pretexto para atacar o reducir los derechos sociales conquistados. Los derechos no cuestan. Por el contrario, la mejor salida a la crisis es ampliar los derechos, hacer realidad el Trabajo Decente, las libertades democráticas, los Derechos Humanos, Económicos, Sociales y Culturales, comenzando por reconocer por fin el respeto pleno de los derechos colectivos de los pueblos originarios, y los derechos de más de la mitad de la humanidad, los de las mujeres.

6) Una salida justa y sustentable a la crisis pasa necesariamente por replantear en su totalidad las relaciones hemisféricas y enterrar el modelo del mal llamado libre comercio. No más TLC’S. Es necesario remplazar los TLC’S que han venido proliferando por un nuevo modelo de acuerdos entre naciones basado en la equidad, la complementariedad, el beneficio reciproco, la cooperación y el comercio justo, y que preserve el derecho al desarrollo, el derecho de las naciones a proteger sus bienes y recursos estratégicos y su soberanía. Procesos de integración regionales que se desarrollen sobre estas bases son también una palanca poderosa para enfrentar la crisis y promover otra salida; llamamos en particular a los gobiernos de países del Sur que han avanzado en procesos de esta naturaleza a profundizarlos, a no perder autonomía y a no apartarse de este camino. Proyectos perversos y hegemonistas como el ALCA deben ser enterrados para siempre. Emplazamos a los gobiernos de la región, y en particular a la nueva administración de Estados Unidos encabezada por el presidente Obama a que hagan explícita su postura sobre el futuro de iniciativas como la prohijada en los estertores de la administración Bush llamada Caminos para la Prosperidad en las Américas, que no solo pretende revivir el cadáver del ALCA sino extender la subordinación del continente a las políticas y fuerzas de seguridad de Washington. Desde ya decimos que los pueblos de América no lo permitiremos.

7) La cooperación entre las naciones no puede incluir la militarización de nuestras sociedades con pretexto alguno, ni la subordinación de las políticas de seguridad de cada país a los intereses de potencia alguna, o mucho menos la restricción de los derechos humanos y las garantías individuales. Exigimos el cierre de todas las bases militares, la salida de las tropas y la retirada de la IV Flota de Estados Unidos de aguas y territorios de América Latina y el Caribe. Cualquier futuro justo para las Américas implica acabar con toda forma de colonialismo en el Caribe y el continente, empezando por terminar con la dominación colonial sobre Puerto Rico.

Sras. y Sres presidentes: escuchar a sus pueblos y actuar en función de sus intereses y no de las ganancias de unos cuantos es la única salida real a la crisis, duradera, sustentable y hacia otra América más justa.

Alianza Social Continental / IV Cumbre de los Pueblos de América

Conclusiones de la IV Cumbre de los Pueblos


Ante la crisis: Otra América es posible

Estas son las conclusiones de la IV Cumbre de los pueblos, las cuales junto con la carta a los presidentes, constituyen los dos documentos emitidos por la reunión. Estas conclusiones se tomaron antes de culminada la reunión y en ellas se hace referencia al proyecto de declaración que los gobiernos habían negociado y sobre la cual finalmente no hubo consenso y finalmente esta fue otra Cumbre sin declaración final. La declaración se centra en el análisis de la crisis dentro del marco de las relaciones hemisféricas y formula críticas a las soluciones planteadas a dicha crisis, así como exige un replanteamiento completo de las relaciones hemisféricas. Al final formula propuestas y alternativas desde la perspectiva de los movimientos sociales

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Hace tres años, en la pasada Cumbre presidencial de las Américas en Mar del Plata, fue concluida la derrota de la propuesta del Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, como resultado de innumerables luchas populares y con esto fracasó la política planteada por el gobierno de Estados Unidos para el continente. Desde entonces algunos países firmaron Tratados de Libre comercio con dicha potencia, pero al mismo tiempo se multiplicó el número de gobiernos que emprendieron rumbos autónomos. La Quinta Cumbre de presidentes de las Américas, que se realiza entre el 17 y 19 de abril en Trinidad, con este nuevo escenario político y con un recién elegido gobierno de Estados Unidos plantea una situación nueva. El fracaso de aquella política de relaciones hemisféricas basada en el libre comercio y en la supremacía política y militar de Esta dos Unidos obliga a un replanteamiento, tal como lo vienen exigiendo los pueblos del hemisferio. Este replanteamiento se hace además bajo el signo de la crisis que ha conmocionado al mundo y ante la cual son
crisis que ha conmocionado al mundo y ante la cual son indispensables alternativas distintas a prolongar el actual estado de cosas que descarga sus costos sobre la población empobrecida.

Las y los representantes de los movimientos sociales del hemisferio, reunidos en la Cuarta Cumbre de los Pueblos formulamos las siguientes consideraciones:

Esta crisis no es sólo financiera, ni siquiera sólo económica, es una crisis global que afecta todos los ámbitos de la vida social y profundiza la amenaza a la propia supervivencia del planeta. Al mismo tiempo, ha demostrado la falsedad de la confianza fundamentalista en las virtudes del mercado la cual durante más de 25 años fue impulsada por los mismos que ahora corren a suplicar que la intervención del Estado. Es además la crisis del mundo unipolar, acaudillado por Estados Unidos. Es la crisis de los sistemas políticos tradicionales. Una democracia que pretende ser representativa, sin que el poder esté en el pueblo, sin equidad entre hombres y mujeres y que niega la diversidad. Es una crisis integral, de la forma de producir, pensar y vivir. La Cumbre reconoce que los pueblos del Cari be enfrentan una amenaza adicional por su vulnerabilidad económica y ambiental frente a choques externos

Un sistema productivo que busca exclusivamente maximizar la ganancia, ha concentrado la riqueza y arrojado a la pobreza a la mayoría de la población y considera la naturaleza simplemente como recurso explotable para obtener ganancias y no como fuente de vida, es decir como un bien común que hay que cuidar y preservar. Ese afán desmedido de ganancias que pretende convertir todo en mercancías, accesibles sólo si se tienen recursos monetarios, no ha respetado los derechos humanos fundamentales. El agua, la tierra para producir, la energía, la salud y la educación son derechos y bienes comunes que no pueden librarse a la suerte del mercado.

Lo que está en juego no es como reactivar el sistema económico dentro del mismo esquema que ha conducido a la crisis sino que, la construcción de otro mundo, es posible, necesaria y urgente y los movimientos sociales nos comprometemos a hacerlo desde abajo, desde sus cimientos.

Las y los defensores de este sistema económico caduco quieren simplemente salvar a las grandes corporaciones y al sistema financiero, socializando sus pérdidas e inyectándoles dineros del patrimonio público. Cuando estos conglomerados son precisamente los responsables de la crisis y en sus épocas de bonanza jamás contribuyeron al desarrollo social. Por el contrario acentuaron la inequidad y extendieron la miseria en todo el mundo. Pretenden también recuperar la hegemonía estadounidense sobre el mundo exigiendo un sacrificio general en aras de evitar el naufragio de su economía. Cuando ocasionalmente se preocupan de paliar los negativos efectos sociales de sus políticas es solamente para prevenir que se ponga en peligro su dominación.

Ante el hecho de que diversos gobiernos están destinando dineros a aliviar el impacto de la crisis, los movimientos sociales reconocemos que hay que tomar medidas de emergencia pero ellas deben basarse en criterios como los siguientes:

No se trata de reactivar el mismo sistema productivo y de consumo sino de cambiarlo, hay que dar prioridad a reactivar la capacidad de producir bienes y servicios básicos para satisfacer las necesidades de la población, promoviendo la soberanía alimentaria, la producción limpia y la armonía con la naturaleza. La prioridad no es producir para el mercado mundial sino para el mercado interno.

Los recursos de emergencia deben canalizarse a través de nuevas instituciones bajo control social que garanticen los objetivos sociales y de transformación productiva. No por medio del FMI ni siquiera reformado, ya que fue éste el gran promotor del modelo que condujo a la crisis.

En cuanto al sistema financiero, no se trata de salvar a los dueños del capital sino los ahorros de los más pobres. Hay que construir una nueva arquitectura financiera al servicio de un nuevo sistema de producir y consumir.

En el esfuerzo por defender los puestos de trabajo se debe tener en cuenta que no son las grandes empresas las generadores de la mayoría de los empleos sino las micro, pequeñas y medianas, las cooperativas, las empresa comunitarias, las empresas autogestionadas. La prioridad no es salvar las grandes corporaciones transnacionales sino a la gente,

Posición ante la “declaración de entendimiento” de la Cumbre presidencial

Los movimientos sociales manifestamos nuestra preocupación por que estos cruciales problemas no fueron abordados por el proyecto de declaración de la Cumbre presidencial, la cual está muy lejos de representar una verdadera solución a la crisis económica y a los retos de replantear los principios que rigen las relaciones hemisféricas. El proyecto no reconoce el papel de las políticas neoliberales en el aumento de la pobreza, en la disparidad de la distribución del ingreso y oculta el hecho de que si algún avance se ha vivido en los últimos años en varias zonas se debe a la rectificación que se ha hecho de estas políticas o a las circunstancias de la economía mundial que durante algún tiempo mantuvieron en alza los precios de las materias básicas exportadas.

Tampoco se señala la responsabilidad de los grandes conglomerados en la crisis, sobre la cual se hace una escueta y general formulación que encubre el intento del gobierno de Estados Unidos de reestablecer con métodos suaves su poder hegemónico.

El proyecto de declaración elude una definición sobre prioridades en política económica. No habla de la necesidad de acceso a la tierra, la soberanía alimentaria, la necesaria desmilitarización, y la necesidad de dar todas las garantías a los pueblos indígenas, la superación del modelo de libre comercio y por el contrario facilita el mantenimiento de los tratados de libre comercio.

Por otra parte ratifica el consenso de Monterrey de 2002, que promovía la apertura comercial y el desarrollo exportador, apoya el Banco Interamericano de Desarrollo y las gestiones de la OMC las cuales constituyen posiciones anacrónicas que están lejos de las banderas que han defendido los movimientos populares y varios gobiernos de la región.

El proyecto de declaración no contempla las enormes asimetrías de Estados Unidos con los demás países de la región y se limita a afirmaciones en torno a los países más vulnerables cuando ante la potencia lo son todos. La insistencia en la diversificación de la matriz energética vela el hecho de que el actual patrón de consumo, industrialización y desarrollo urbano, acompañado de políticas de desregulación de los mercados energéticos y de privatización, ha fracasado en garantizar el acceso a la energía como «bien común». Ha provocado una explotación y consumo irracional de los recursos no renovables, la destrucción de infraestructura y la desinversión pública en la investigación y desarrollo para el sector, la degra dación de condiciones laborales, y ha ido avasallando territorios y poblaciones mediante megaproyectos. Ignora el principio de soberanía de los pueblos para ejercer su derecho de acceso y disposición a los recursos naturales y energéticos, y la necesidad de garantizar el control público y ciudadano sobre la administración y regulación de los mismos.

5. El proyecto de declaración oficial ignora la crisis alimentaria y la agudización de la pobreza debidos a los impactos desastrosos de 25 años de ajuste estructural, de apertura comercial indiscriminada en el sector agrícola, de creación de una dependencia alimentaria, un poder ilimitado de los monopolios y oligopolios agroalimentarios, una reorientación del uso así como una reconcentración de la tierra y la dependencia de insumos agrícolas externos. Hoy más que nunca, afirmamos la necesidad de impulsar los postulados de la sob eranía alimentaria, basada en una agricultura campesina que sustente la alimentación nacional. Los alimentos básicos y el agua deben ser tratados como derechos fundamentales. Ello significa excluir los alimentos básicos de los tratados comerciales basados en la lógica del mercado, rescatar la tierra para la producción alimentaria, impulsar acuerdos de cooperación que permitan impulsar el desarrollo agroalimentario, establecer mecanismos de apoyo a la agricultura campesina a nivel regional, crear reservas públicas de alimentos básicos para enfrentar emergencias alimentarias a partir de fenómenos naturales y/o económicos, ratificar por parte de los gobiernos americanos la Declaración sobre Seguridad y Soberanía Alimentaria de la FAO donde el Derecho a la Alimentación Adecuada (DHAA) es recono cido como un derecho fundamental.

6. Mientras que se fortalece el dispositivo militar de EEUU en la región a través del despliegue de la IV flota y el emplazamiento de numerosas bases militares, el proyecto de declaración apoya el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que ha sido el instrumento de este propósito. Se fortalece el criterio de la cooperación en cuestiones de seguridad basado en la definición de multidimensionalidad adoptado mediante la Declaración sobre Seguridad en las Américas de la OEA en el 2003 y que ha sido extendido al ámbito de la seguridad ciudadana mediante el Compromiso sobre Seguridad Pública en las Américas , aprobada en 2008, y otros compromisos similares, para asegurar al imperialismo estadounidense el acceso (por el consenso o por la coerción) a recursos y territorios estratégicos en América latina y el Caribe. La instrumentación de esta definición y compromisos de seguridad lleva, por un lado, al intervencionismo militar bajo el disfraz de operaciones de paz o ayuda humanitaria, como en el caso de la MINUSTAH en Haití, y, por otro lado, a la criminalización de la protesta social, bajo el pretexto de enfrentar la delincuencia organizada y el terrorismo. Consideramos que los problemas de seguridad pública deben enfrentarse desde la perspectiva de la soberanía de las naciones, mediante políticas de seguridad ciudadana.

7. Demandamos a los gobiernos de nuestros países enfrentar el fondo de la crisis y para ello:

1) Suspender toda negociación bajo los enfoques del libre comercio. Más aún, renegociar o derogar los tratados de libre comercio y bilaterales de protección de la inversión.

2) Conquistar y defender la soberanía nacional y defenderse del saqueo, implementando control de cambios para impedir la devaluación de nuestras monedas por los especuladores y la repatriación de ganancias de las grandes corporaciones trasnacionales a sus matrices.

3) Someter a los inversionistas extranjeros a leyes y tribunales nacionales para obligarlos a jugar un papel dentro de un proyecto nacional de verdadero bienestar para todos.

4) Rechazar que la salida de crisis se busque por la vía de nuevo endeudamiento, sobre todo endeudamientos condicionados. La necesidad de auditorías de la deuda (como en Ecuador) y el desconocimiento de las deudas ilegítimas se hace urgente.

5) Reorientar la economía a la satisfacción de las necesidades de nuestras poblaciones y no priorizar al mercado mundial. Reconstruir las bases de la economía en la seguridad y soberanía alimentaria, en la sustentabilidad del uso racional de los recursos de la madre tierra, en la integración de cadenas productivas nacionales o regionales para el consumo interno. Reconstruir las bases de la economía fortaleciendo y respetando las formas de producir y vivir de las comunidades, salvando al planeta de la depredación insaciable del capital.

6) Garantizar los derechos fundamentales a la alimentación, el agua, la vivienda, la salud, la educación, la cultura y el ambiente sano, por encima de cualquier derecho de los inversionistas y sin estar sometidos al ánimo de lucro y por tanto proporcionados por organismos públicos bajo control social.

7) Redistribuir los ingresos nacionales, garantizando la creación de empleos dignos para hombres y mujeres. Asignar recursos suficientes para la provisión de servicios sociales y no continuar las políticas que descargan estos en el trabajo no remunerado de las mujeres mas pobres.

8) Crear o fortalecer los mecanismos de democracia directa y participación social como única garantía de que el proceso conduzca no a reactivar el viejo modelo productivo sino ir construyendo uno nuevo orientado a que todos vivamos bien

En materia de acciones inmediatas:

1. Exigimos la inclusión plena de Cuba en los escenarios continentales y el consecuente fin del bloqueo que ha padecido la Isla, coincidiendo con lo que es un consenso en América Latina y el Caribe. Los anuncios del gobierno de Estados Unidos sobre el levantamiento parcial del bloqueo a Cuba son ampliamente insuficientes y no aseguran la reincorporación de la Isla a la comunidad americana con las garantías que le han sido negadas durante décadas.

2. Exigimos transparencia, democracia y participación real. Condenamos la falta casi total en la mayoría de los países del hemisferio de mecanismos de participación y consulta democrática sobre las decisiones que se toman en la cumbre oficial y que afectan los destinos de nuestras naciones.

3. Exigimos la no ingerencia en los procesos democráticos y soberanos de Bolivia y Venezuela, Paraguay y Ecuador. Expresamos nuestra solidaridad y apoyo activo a los pueblos de esos países y respaldamos la acción y movilizaciones de las organizaciones sociales en procura de consolidar los logros conquistados.

4. Exigimos el respeto y garantías para el desarrollo de las comunidades indígenas y en este sentido apoyamos el Congreso de los Pueblos Indígenas a realizarse en Puno, Perú, en mayo del 2009.

5. Exigimos el retiro de las tropas extranjeras de Haití y la descolonización de Puerto Rico, las colonias francesas y otros territorios coloniales en el Caribe.

6. Exigimos la desmilitarización del continente y por ende la eliminación de las bases militares extranjeras.

7. Exigimos la plena aplicación de los derechos de los y las migrantes. Las políticas migratorias deben ser pautadas en los derechos humanos y apuntar hacia una ciudadanía interamericana, con participación de los y las migrantes como sujetos de derechos políticos, sociales y culturales.

8. Expresamos nuestra solidaridad con las luchas de la población de Guadalupe y Martinica quienes libraron importantes batallas recientemente y cuyas demandas no han sido todavía satisfechas plenamente.

9. Promover la constitución de un tribunal sobre justicia climática que avance en la exigibilidad y determine la responsabilidad sobre los cambios climáticos.

Llamamos a la movilización continental por impedir que los efectos de la crisis sean cargados sobre la espalda de los pueblos y en este sentido elaboraremos una agenda continental de movilización y lucha que fortalezca la unidad de los movimientos sociales y su participación decisoria en la construcción de una nueva sociedad.

Al concluirse la IV Cumbre de los Pueblos de las Américas, que ha consolidado la inclusión de las fuerzas vivas del Caribe y en particular de Trinidad y Tobago desde sus ricas culturas e identidades, los pueblos y movimientos sociales del continente dejamos en claro que seremos partícipes, de la transición de un modelo capitalista mundializado disfuncional para nuestros pueblos y depredador del medio ambiente hacia nuevos esquemas de desarrollo que busquen el justo equilibrio entre el uso y la generación de nuestras riquezas y la satisfacción de necesidades básicas de la población. Desde nuestras diversidades, lanza mos un proceso colectivo, integral y multisectorial, de construcción y definición de un «buen vivir» para todas y todos.

Desde perspectivas nuevas y creativas de integración de nuestros pueblos, anhelamos la construcción armoniosa de sociedades basadas en la justicia social y la repartición equitativa de la riqueza, en un espíritu de cooperación, de solidaridad y de complementariedad.


17 de abril del 2009
Trinidad y Tobago