lunes, 19 de diciembre de 2011

Europa entre la esperanza y la prudencia tras la muerte de Kim Jong-Il


Los gobiernos europeos vieron el lunes la muerte del líder Kim Jong-Il como una oportunidad de cambio para Corea del Norte, a la que instaron a retomar las negociaciones sobre su programa nuclear, aunque dijeron seguir atentamente la evolución de la situación en el país.

Para el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, el fallecimiento anunciado este lunes de Kim Jong-Il, quien dirigía con mano de hierro este hermético y pauperizado país asiático desde 1994, "puede marcar un punto de inflexión para Corea del Norte".

Su hijo Kim Jong-Un, que no ha cumplido todavía 30 años, fue designado para suceder al líder, de 69 años, que murió el sábado de un ataque al corazón.

"Esperamos que el nuevo liderazgo reconozca que la implicación en la comunidad internacional ofrece la mejor perspectiva para mejorar las vidas del pueblo norcoreano", dijo Hague en un comunicado difundido en Londres.

"Animamos a Corea del Norte a trabajar por la paz y la seguridad en la región y a dar los pasos necesarios para permitir la reanudación de las conversaciones a seis bandas sobre la desnuclearización de la Península Coreana", agregó el secretario del Foreign Office.

Estas discusiones entre China, las dos Coreas, Estados Unidos, Japón, y Rusia están estancadas desde diciembre de 2008. Pyongyang se retiró oficialmente de la mesa de negociación en abril de 2009, un mes antes de proceder a un segundo ensayo nuclear, después del realizado en 2006.

El ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, dijo por su parte que Francia se mantenía "vigilante" por las eventuales consecuencias de esta sucesión, pero esperaba que "el pueblo de Corea del Norte" pudiera recuperar un día la libertad".

En una rueda de prensa celebrada en Burdeos (suroeste de Francia), el jefe de la diplomacia gala dijo que no compartía la tristeza de China, uno de los pocos países que mantenía relaciones con Corea del Norte junto con Rusia y que envió sus "profundas condolencias" a Pyonyang.

"La muerte de un hombre nunca es motivo de alegría, pero el sufrimiento de un pueblo me entristece, esto es lo importante", dijo Juppé en una rueda de prensa en la ciudad francesa de Burdeos (suroeste).

Corea del Norte es "un régimen totalmente cerrado, uno de los últimos regímenes (comunistas) del planeta" y posee el arma nuclear, razón por la cual hay que seguir estando "vigilante", agregó.

En Berlín, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores coincidió en que la desaparición de Kim Jong-Il constituye "una oportunidad para cambios en Corea del Norte".

"La existencia de dos Estados coreanos es una situación intolerable", dijo en una rueda de prensa extranjera.

"Esperamos que la situación en ese país mejore", declaró. "Quien asuma la dirección del país, sea quien sea (...) deberá comprometerse a mejorar la situación desesperada de la población, conducir a una apertura del país y aceptar libertades democráticas, combatir la pobreza y sobre todo detener el programa nuclear que debilita más que fortalece al país", dijo.

Polonia, miembro de la Comisión de Supervisión de las Naciones Neutrales (CSNN) que vigila desde 1953 el armisticio entre las dos Coreas, dijo esperar que esta muerte no suponga "una desestabilización o una amenaza para la seguridad regional", según un comunicado gubernamental.

La reacción fue mucho más prudente en Bruselas, donde en una línea similar a la adoptada por Estados Unidos, un portavoz de la jefa de la diplomacia continental Catherine Ashton, se limitó a decir que la Unión Europea seguía "con atención" la situación en Corea del Norte.

burs-ra/it

Expertos de la Red Asia Pacífico analizan el futuro de Norcorea tras muerte de Kim Jong Il


La muerte del líder norcoreano Kim Jong Il ha hecho reflotar la incertidumbre en la comunidad internacional con respecto a un posible endurecimiento del conflicto nuclear, e incluso ha despertado la esperanza de quienes ven en este hecho una posibilidad de apertura del hermético régimen de Pyongyang. Conversamos sobre el tema con miembros de la Red Asia Pacífico, quienes nos entregaron sus pronósticos respecto a dichas temáticas.

¿La hora de Kim Jong Un?

El fallecimiento de Kim Jong Il, a los 69 años de edad y tras estar a la cabeza de Corea del Norte desde 1994, no solo pone fin a lo que fue la primera transferencia hereditaria de poder en un país comunista, sino también da comienzo a una serie de hipótesis sobre el futuro de Pyongyang.

Consultado sobre lo que viene con respecto a la sucesión norcoreana, el jefe del Programa de Estudios Asiáticos UC, Marcos Jaramillo, fue enfático en aclarar que “aunque los medios de comunicación señalan que a Kim Jong Il lo sucedería su hijo Kim Jong Un, lo cierto es que no hay nada claro hasta ahora”, mesura que es replicada por el académico Manfred Wilhelmy, quien señaló que el nuevo escenario “depende del grado de "amarre" que haya logrado el padre a favor del hijo; si las cosas ya estaban consolidadas a favor de éste, sería más bien de continuidad, de lo contrario habría más espacio para el cambio, a través de una lucha por el poder”, sostuvo.

En torno a la mismo interrogante, Verónica Neghme, directora del Instituto de Estudios del Pacífico y del Indico de la UGM, sostuvo que "lo más probable es que se de un liderazgo colectivo y no una lucha por el poder, que seguramente se concretará de la mano de una sutil ayuda o asesoría de parte de China".

Recordemos que en septiembre de 2010, el fallecido líder anunció como su sucesor a su hijo Kim Jong Un, de 29 años, y aunque la comunidad internacional da por hecho su futuro a la cabeza de Pyongyang, su destino aún no ha sido confirmado por ninguna fuente oficial.

Sobre la posibilidad de revueltas internas

¿Es posible que, al encontrarse momentáneamente acéfalo, el régimen norcoreano se vea afectado por revueltas al interior del país? Para Jaramillo, un escenario de este tipo es prácticamente imposible, ya que “el ejército es fuerte y la población lo sabe, por lo que mientras la milicia apoye al actual régimen es muy difícil que existan manifestaciones contrarias”, señaló. Dicha posición es compartida por Neghme, quien sostuvo que "el control interno es tan férreo en Corea del Norte que pienso que aún cuando hubiese manifestaciones internas, estas serían reprimidas".

Al respecto, Manfred Wilhelmy agregó que “las manifestaciones eventuales en Corea del Norte serían, por ahora, solamente las que el régimen permita por ser funcionales a sus objetivos, es decir, de dolor por la muerte de Kim y alegría por la sucesión programada”, y no descartó “otro tipo de expresiones si cambiara el escenario organizado”.

El futuro de las dos Coreas

Una tercera gran interrogante que se ha deslizado tras los hechos recientes, guarda relación con futuro de la relación entre ambas Coreas, que a juicio de Wilhelmy entra hoy en “un nuevo capítulo, donde Corea del Sur tiene que tratar de que el nuevo gobierno no sea agresivo y que reconozca el valor de la estabilidad”, señaló, agregando que “es muy prematuro hablar de cualquier perspectiva más positiva, y Seúl tiene que tener cautela en sus reacciones defensivas para que Pyongyang no "invente" una "provocación".

Finalmente, Neghme concluyó que "es incierto lo que podría pasar entre Corea del Norte y Corea del Sur, ya que las tensiones han llegado a su punto máximo en dos años,y Estados Unidos ha declarado que mantendrá la paz y la estabilidad en la región. Por su parte, Corea del Sur reafirmó que está preparado para lo que venga, pero nadie en estos momentos podría darse el lujo de un conflicto declarado, por lo que China seguramente se encargará de neutralizar a Norcorea, ya que sería el gran perdedor si hubiese un escenario bélico".

Asia pide calma ante conmoción generada por muerte de Kim Jong-Il


Japón y Corea del Sur llaman a la calma ante el alerta lanzada por una posible inestabilidad en la península coreana que por más 50 años, luego de la guerra, vive en una permanente tensión

19 Dic. 2011 - La región asiática y los gobiernos de Australia y Estados Unidos reaccionaron este lunes horas después del anuncio de la muerte del líder norcoreano, Kim Jong-Il, ocurrida el sábado mientras viajaba en un tren. Japón y Corea del Sur llaman a la calma ante el alerta lanzada por una posible inestabilidad en la península coreana que por más 50 años, luego de la guerra, vive en una permanente tensión.

Después del anuncio hecho por la televisora estatal norcoreana sobre la desaparición física de Kim, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, instó a sus ciudadanos a mantener la calma y a centrarse en sus asuntos habituales.

"El presidente Lee insta a la población a acudir a sus habituales actividades económicas sin alborotos", dijo en una conferencia televisada un alto representante de la presidencia.

Lee mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense Barack Obama alrededor de dos horas después del anuncio de la muerte de Kim (03H00 GMT).

"Los dos líderes han acordado cooperar estrechamente y vigilar la situación conjuntamente", dijo un portavoz presidencial de la Casa Blanca.

Seúl ha puesto al Ejército en estado de alerta, ha incrementado la vigilancia de la frontera y ha solicitado a Estados Unidos, que cuenta con 28 mil 500 soldados en el sur, que incremente la vigilancia a través de satélites y aviones, informó un portavoz del Estado Mayor del ejército surcoreano.

"La vigilancia y la seguridad de las zonas fronterizas ha sido reforzada. Estamos muy atentos a cualquier movimiento del ejército del Norte", aseguró un portavoz del ministerio de Defensa.

Corea del Sur y Corea del Norte son dos países que mantienen a la península que comparten en permanente estado de alerta debido a la posibilidad de que estalle una guerra entre ambas naciones.

Seúl con EE.UU. han ejecutado ejercicios militares cerca del territorio norcoreano como advertencia al gobierno de Kim Jong-Il, el cual ha sido sancionado por presuntamente fabricar potentes armas nucleares.

Estados Unidos dijo este domingo que está "siguiendo de cerca" la noticia de la muerte del presidente Kim Jong-Il y que está "comprometido" con la estabilidad en la península coreana y la seguridad de sus aliados.

"El presidente ha sido informado y estamos en contacto directo con nuestros aliados en Corea del Sur y Japón", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

"Seguimos comprometidos con la estabilidad en la península coreana y con la libertad y la seguridad de nuestros aliados", afirmó Carney en un escueto comunicado.

Japón, por su parte, expresó este lunes sus condolencias tras la muerte de Kim Jong-Il, pese a que nunca tuvo relaciones diplomáticas con Norcorea.

"El gobierno expresa sus condolencias tras el repentino anuncio de la inesperada muerte del presidente de la Comisión de Defensa Nacional de Corea del Norte, Kim Jong-Il", declaró el portavoz del gobierno, Osamu Fujimura, en conferencia de prensa.

"El gobierno japonés espera que esta situación no vaya a tener consecuencias negativas en la paz y la estabilidad de la península coreana", agregó.

China también expresó sus "profundas condolencias" por muerte de Kim Jong-Il, de acuerdo con un informe de la Agencia China Nueva.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Australia, Kevin Rudd, instó a los gobiernos de la región a mantener la calma ante la "incertidumbre" provocada por la muerte del líder norcoreano,

Rudd indicó que Australia mantendrá el contacto con Corea del Sur y sus aliados en la región para pedir a todos los gobiernos, incluyendo el de Corea del Norte, mantener "al máximo la calma respecto a sus acciones y señales diplomáticas".