Japón y Corea del Sur llaman a la calma ante el alerta lanzada por una posible inestabilidad en la península coreana que por más 50 años, luego de la guerra, vive en una permanente tensión
19 Dic. 2011 - La región asiática y los gobiernos de Australia y Estados Unidos reaccionaron este lunes horas después del anuncio de la muerte del líder norcoreano, Kim Jong-Il, ocurrida el sábado mientras viajaba en un tren. Japón y Corea del Sur llaman a la calma ante el alerta lanzada por una posible inestabilidad en la península coreana que por más 50 años, luego de la guerra, vive en una permanente tensión.
Después del anuncio hecho por la televisora estatal norcoreana sobre la desaparición física de Kim, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, instó a sus ciudadanos a mantener la calma y a centrarse en sus asuntos habituales.
"El presidente Lee insta a la población a acudir a sus habituales actividades económicas sin alborotos", dijo en una conferencia televisada un alto representante de la presidencia.
Lee mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense Barack Obama alrededor de dos horas después del anuncio de la muerte de Kim (03H00 GMT).
"Los dos líderes han acordado cooperar estrechamente y vigilar la situación conjuntamente", dijo un portavoz presidencial de la Casa Blanca.
Seúl ha puesto al Ejército en estado de alerta, ha incrementado la vigilancia de la frontera y ha solicitado a Estados Unidos, que cuenta con 28 mil 500 soldados en el sur, que incremente la vigilancia a través de satélites y aviones, informó un portavoz del Estado Mayor del ejército surcoreano.
"La vigilancia y la seguridad de las zonas fronterizas ha sido reforzada. Estamos muy atentos a cualquier movimiento del ejército del Norte", aseguró un portavoz del ministerio de Defensa.
Corea del Sur y Corea del Norte son dos países que mantienen a la península que comparten en permanente estado de alerta debido a la posibilidad de que estalle una guerra entre ambas naciones.
Seúl con EE.UU. han ejecutado ejercicios militares cerca del territorio norcoreano como advertencia al gobierno de Kim Jong-Il, el cual ha sido sancionado por presuntamente fabricar potentes armas nucleares.
Estados Unidos dijo este domingo que está "siguiendo de cerca" la noticia de la muerte del presidente Kim Jong-Il y que está "comprometido" con la estabilidad en la península coreana y la seguridad de sus aliados.
"El presidente ha sido informado y estamos en contacto directo con nuestros aliados en Corea del Sur y Japón", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
"Seguimos comprometidos con la estabilidad en la península coreana y con la libertad y la seguridad de nuestros aliados", afirmó Carney en un escueto comunicado.
Japón, por su parte, expresó este lunes sus condolencias tras la muerte de Kim Jong-Il, pese a que nunca tuvo relaciones diplomáticas con Norcorea.
"El gobierno expresa sus condolencias tras el repentino anuncio de la inesperada muerte del presidente de la Comisión de Defensa Nacional de Corea del Norte, Kim Jong-Il", declaró el portavoz del gobierno, Osamu Fujimura, en conferencia de prensa.
"El gobierno japonés espera que esta situación no vaya a tener consecuencias negativas en la paz y la estabilidad de la península coreana", agregó.
China también expresó sus "profundas condolencias" por muerte de Kim Jong-Il, de acuerdo con un informe de la Agencia China Nueva.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Australia, Kevin Rudd, instó a los gobiernos de la región a mantener la calma ante la "incertidumbre" provocada por la muerte del líder norcoreano,
Rudd indicó que Australia mantendrá el contacto con Corea del Sur y sus aliados en la región para pedir a todos los gobiernos, incluyendo el de Corea del Norte, mantener "al máximo la calma respecto a sus acciones y señales diplomáticas".
19 Dic. 2011 - La región asiática y los gobiernos de Australia y Estados Unidos reaccionaron este lunes horas después del anuncio de la muerte del líder norcoreano, Kim Jong-Il, ocurrida el sábado mientras viajaba en un tren. Japón y Corea del Sur llaman a la calma ante el alerta lanzada por una posible inestabilidad en la península coreana que por más 50 años, luego de la guerra, vive en una permanente tensión.
Después del anuncio hecho por la televisora estatal norcoreana sobre la desaparición física de Kim, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, instó a sus ciudadanos a mantener la calma y a centrarse en sus asuntos habituales.
"El presidente Lee insta a la población a acudir a sus habituales actividades económicas sin alborotos", dijo en una conferencia televisada un alto representante de la presidencia.
Lee mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense Barack Obama alrededor de dos horas después del anuncio de la muerte de Kim (03H00 GMT).
"Los dos líderes han acordado cooperar estrechamente y vigilar la situación conjuntamente", dijo un portavoz presidencial de la Casa Blanca.
Seúl ha puesto al Ejército en estado de alerta, ha incrementado la vigilancia de la frontera y ha solicitado a Estados Unidos, que cuenta con 28 mil 500 soldados en el sur, que incremente la vigilancia a través de satélites y aviones, informó un portavoz del Estado Mayor del ejército surcoreano.
"La vigilancia y la seguridad de las zonas fronterizas ha sido reforzada. Estamos muy atentos a cualquier movimiento del ejército del Norte", aseguró un portavoz del ministerio de Defensa.
Corea del Sur y Corea del Norte son dos países que mantienen a la península que comparten en permanente estado de alerta debido a la posibilidad de que estalle una guerra entre ambas naciones.
Seúl con EE.UU. han ejecutado ejercicios militares cerca del territorio norcoreano como advertencia al gobierno de Kim Jong-Il, el cual ha sido sancionado por presuntamente fabricar potentes armas nucleares.
Estados Unidos dijo este domingo que está "siguiendo de cerca" la noticia de la muerte del presidente Kim Jong-Il y que está "comprometido" con la estabilidad en la península coreana y la seguridad de sus aliados.
"El presidente ha sido informado y estamos en contacto directo con nuestros aliados en Corea del Sur y Japón", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
"Seguimos comprometidos con la estabilidad en la península coreana y con la libertad y la seguridad de nuestros aliados", afirmó Carney en un escueto comunicado.
Japón, por su parte, expresó este lunes sus condolencias tras la muerte de Kim Jong-Il, pese a que nunca tuvo relaciones diplomáticas con Norcorea.
"El gobierno expresa sus condolencias tras el repentino anuncio de la inesperada muerte del presidente de la Comisión de Defensa Nacional de Corea del Norte, Kim Jong-Il", declaró el portavoz del gobierno, Osamu Fujimura, en conferencia de prensa.
"El gobierno japonés espera que esta situación no vaya a tener consecuencias negativas en la paz y la estabilidad de la península coreana", agregó.
China también expresó sus "profundas condolencias" por muerte de Kim Jong-Il, de acuerdo con un informe de la Agencia China Nueva.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Australia, Kevin Rudd, instó a los gobiernos de la región a mantener la calma ante la "incertidumbre" provocada por la muerte del líder norcoreano,
Rudd indicó que Australia mantendrá el contacto con Corea del Sur y sus aliados en la región para pedir a todos los gobiernos, incluyendo el de Corea del Norte, mantener "al máximo la calma respecto a sus acciones y señales diplomáticas".
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