lunes, 25 de mayo de 2009
El secretario general Ban Ki-moon reafirmó hoy el apoyo de la ONU al continente africano en este día, que marca la fundación en 1963 de la Organización de la Unidad Africana.
En su mensaje en ocasión del Día de Africa, el titular de las Naciones Unidas urge a la comunidad internacional a mantener sus compromisos con esa región, en momentos en que se reflejan allí las consecuencias de la actual crisis económica mundial.
El diplomático surcoreano señala que después de varios años de sostenido crecimiento económico y de mejorar su estabilidad, Africa sufre ahora el severo impacto de la crisis económica y financiera mundial.
Debemos proteger a los más pobres y vulnerables de ese continente, expresa el Secretario General en su comunicado, en el cual se refiere también a la amenaza que constituye el cambio climático al desarrollo africano.Si trabajamos duramente y acordamos reducciones profundas en la emisiones de gases invernadero podremos evitar las peores consecuencias del cambio climático, aunque no todas, apunta Ban.
Por esa razón, el funcionario precisa la importancia de respaldar la adaptación a esta situación, en particular para los pobres por ser los que sufren primero y más.En su mensaje en ocasión de esta efeméride, Ban lamenta lo que califica de un preocupante renacer de cambios institucionales de gobierno en ese continente.
Al respecto, precisa la necesidad de fortalecer la capacidad de Africa para mantener la paz y la seguridad.
La pobreza afecta a cerca de 400 millones de personas en África, donde viven 900 millones, que este lunes celebran su día con motivo del aniversario de la fundación de la Organización de la Unidad Africana.
En este continente, el tercero en extensión, están los 24 países con el Índice de Desarrollo Humano más bajo de los 177 que estudia el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según Manos Unidas.
Además, la actual crisis financiera mina los logros obtenidos en África durante los últimos años. De hecho, la tasa media de crecimiento anual había aumentado del 3,7% en 1996 al 6,3% en 2007, mientras que la inflación se había reducido del 18,8% al 8,2% durante el mismo período.
Sin embargo, la demanda de productos básicos (diamantes, café, caucho, etc.) está bajando actualmente, lo que implica un incremento del desempleo y una disminución de los ingresos por remesas.
Otro índice manejado por las ONG es que cerca de 4,5 millones de niños mueren cada año en África subsahariana, al igual que medio millón de mujeres por complicaciones durante el embarazo o en el parto.
La pobreza tiene cara de mujer
Además, en África están 19 de los 20 países con mayor índice de mortalidad infantil y materno neonatal del mundo, cuando estas muertes son prevenibles en el 86% de los casos. Un 45% de los recién nacidos fallece en las primeras 24 horas de vida.
El Banco Mundial afirma que la crisis económica tendrá un gran impacto sobre la población femenina de África porque reducirá drásticamente el salario de las mujeres y las niñas sufrirán más que los varones en áreas como la educación y la mortalidad infantil.
"La pobreza tiene cara de mujer y la crisis económica mundial tendrá un impacto importante sobre las mujeres, a medida que crece la cantidad de mujeres que pierden su empleo y se ven obligadas a arreglárselas con ingresos familiares que se reducen permanentemente", explica Obiageli Ezekwesili, vicepresidenta del Banco Mundial para la región de África.
Ezekwesili relata el retrato de la típica joven africana que vive en la pobreza: "Tiene 18 años y medio. Vive en una zona rural. Abandonó la escuela. Es soltera, pero está a punto de casarse o de que la entreguen en matrimonio a un hombre que prácticamente le duplica la edad. De aquí a otros 20 años ya habrá tenido seis o siete hijos".
El Banco Mundial advierte de que es probable que mueran otros 700.000 niños africanos antes de que cumplan el primer año debido a la crisis, aunque las niñas se verán especialmente afectadas porque "tienen cinco veces más probabilidades de sufrir las repercusiones del aumento en la tasa de mortalidad infantil que los niños".
Cooperación al Desarrollo
El Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) firmó el pasado mes de marzo que los 22 países más donantes del mundo destinaron un total de 119.759 millones de dólares (unos 90.950 millones de euros) para ayuda oficial al desarrollo en 2008, lo que supone la contribución más alta de la historia y el 0,30% del PIB.
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