La organización Human Rights Watch instó hoy al Consejo de Seguridad de la ONU, a China, India y a los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a que exijan al Gobierno birmano la inmediata puesta en libertad de la líder de la oposición y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
Suu Kyi, que atraviesa por un periodo delicado de salud, ingresó ayer en prisión para ser juzgada por incumplir los términos del arresto domiciliario, después de la intrusión de un extranjero en su casa de Rangún, en la que ha estado confinada durante los últimos seis años.
"Las autoridades militares se han aprovechado de una extraña intrusión para llevar a Suu Kyi a una de las prisiones más famosas y miserables del país", dijo Elaine Pearson, directora ejecutiva de la sección de Asia en la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch.
"China e India, como principales socios de Birmania, y la ASEAN deberían condenar esta injusticia y usar su influencia para presionar para su liberación", añadió Pearson en una nota enviada a los medios de comunicación.
"China, India, Singapur, Tailandia y otras naciones del Sudeste Asiático deberían insistir otra vez al Gobierno birmano para que celebre unas elecciones genuinas y participativas, lo que significa efectuar presión pública seria para la liberación de los presos políticos", indicó Pearson.
"El último arresto de Aung San Suu Kyi ejemplifica cómo su silencio da alas al recorte de las libertades básicas", dijo.
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