En
el marco de su guerra contra las organizaciones indígenas, el Gobierno
nacional intentó tomar por quinta vez la sede del Consejo Nacional de
Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ). Y por quinta vez el Órgano
Ejecutivo falló, frustrada la toma planificada en los ministerios de
Gobierno y de la Presidencia. En la matriz de los pueblos indígenas de
las tierras altas de Bolivia consideran que la violencia hacia las y los
representantes legítimos de los ayllus se debe a que no doblan de
cerviz ante las políticas públicas encaradas por el presidente Evo
Morales, quien –lejos de fundar un Estado Plurinacional- pretende
consolidar un Estado Neocolonial, al servicio de las firmas
transnacionales que desde hace siglos saquean al país.
Hace dos semanas, autoridades del Consejo se instalaron en la sede del Fondo de Desarrollo para los pueblos Indígena
Originario Campesinos (FONDIOC), en contra de que el Gobierno nacional y
las organizaciones indígenas campesinas del Movimiento Al Socialismo
(MAS) hubieran reformulado a espaldas del CONAMAQ los estatutos del
fondo, de modo que resultaran más beneficiadas las entidades campesinas
que festejan al presidente Morales a cambio de monedas. Así, el Consejo
de tierras altas quedaría una vez más relegado en el financiamiento de
proyectos de desarrollo productivo, como represalia por mantener su
independencia orgánica.
En
la tarde del martes 17, vencidos los plazos para que el Gobierno
deshiciera los artilugios con los cuales cree debilitar al CONAMAQ, de
nuevo las autoridades originarias entraron al Ministerio de Desarrollo
Rural, en la avenida Camacho, a la espera de que los atendiera la
ministra Nemesia Achacollo -cuota de la organización campesina Bartolina
Sisa.
En
el Consejo analizan que el último intento de toma del MAS, ejecutado
este domingo 15, fue decidido luego de la protesta en el FONDIOC, la
cual habría dejado sangre en el ojo del Presidente.
En
el año y nueve meses de mandato del actual Consejo, ha tenido que
resistir cinco intentos de toma, desde el inicio de la Novena Marcha en
2012 -en la cual también caminó el CONAMAQ. Pero ninguno había sido tan
violento como el del domingo pasado. Siempre fueron mandados tatas
aliados al MAS.
“Por
obra y hechura de este Gobierno, por quinta vez han intentado avasallar
de manera violenta las instalaciones del CONAMAQ. Esto ha sido
preparado por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, y por el ministro
de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. La intervención fue violenta,
con empujones, golpes, cuchillos, palos. Ya denunciamos a la opinión
pública los nombres de quienes han sido mandados como serviles matones
por el Gobierno, con la finalidad de intervenir a nuestra organización
matriz”, dijo tata Juan José Sardinas, mallku pasiri del suyu Chichas,
uno de los 16 del Consejo.
Los
argumentos de los mandados por el Gobierno para intervenir el CONAMAQ
no tenían pies ni cabeza. De ninguna manera podían justificar su
“convocatoria” para adelantar las elecciones de autoridades para el
Consejo. Menos, cuando faltan tres meses para que orgánicamente sean
elegidas las nuevas mamas y tatas, quienes dirigirán la matriz durante
los próximos dos años, según usos y costumbres. Con un cinismo aprendido
en el Palacio Quemado, los conjurados decían que habían decidido entrar
a las patadas y a los palazos a la sede de esta organización “por el
bien de los pueblos indígenas”.
El
grupo de violentos se atribuía la representación de seis suyus, de los
16 del CONAMAQ: Qhara Qhara, Chichas, Jach'a Karangas, Quillacas, Lípez y
Qhapaq Omasuyos. Pero no representan realmente a los territorios, sino a
grupos apadrinados por el MAS para dividir a esta matriz, como el
Gobierno nacional ya ha hecho con la Confederación de los Pueblos
Indígenas de Bolivia (CIDOB).
“Un grupo de masistas”
Tata
Walberto Baraona, Jatun Tata Kuraka legítimo de la nación Qhara Qhara,
aclaró que este suyu no participó de la toma. A lo sumo un par de
personas, quienes de ninguna manera pueden arrogarse la representación
de una nación originaria. “Un grupo de masistas encabezado por el
exdiputado del MIR Renán Paco Granier; Plácido Suntura, alcalde del MNR;
Carmelo Titirico, funcionario de YPFB; Gregorio Choque y Johnny Huanca,
ahora fieles servidores del MAS, y otros que aún no fueron
identificados, ingresaron de forma violenta, intimidando a las
autoridades legítimamente constituidas para favorecer a un partido
político. Esto es indignante”, afirmó tata Baraona en la sede ya
recuperada del CONAMAQ.
El
domingo a la mañana, los arriba mencionados más 40 personas se metieron
haciendo destrozos en la casa de Sopocachi. “Cuánta plata les habrá
dado el Gobierno para trasladarlos. Han traído coca ¡hasta refresco! Han
avasallado con armas blancas, piedras, palos inclusive. Si peleábamos,
en ese rato habría muerto alguien. Por eso decidimos irnos. Ahora vamos a
levantar querella contra estas personas. Y nos vamos a quedar aquí
adentro hasta que pasen las elecciones de nuevas autoridades, en enero
de 2014”, dijo tata Fidel Condori, mallku de Gestión Territorial y Proyectos del Consejo.
La
autoridad relató que cuando llegaron a la sede, “se había llenado de
gente que sacó a estos maleantes. Entre ellos había algunas
exautoridades fantasmas y algunos llunkitos que no tienen validez en los
suyus. Incluso había uno acusado de asesinato en 2006”, informó.
En
el CONAMAQ saben que el Gobierno nacional no escatimará recursos del
pueblo boliviano para que su gente, militantes del MAS, integre el
próximo Consejo de Gobierno, cuya elección será dentro de tres meses. En
el Consejo saben que el MAS necesita “militantes” con llegada a los
territorios, comunidades y barrios para obtener los votos suficientes y
así quedarse unos años más regalando los recursos del país.
“A
quienes no estén de acuerdo con lo que plantea este Gobierno hay que
desarticularlos, hay que liquidarlos, hay que violentar sus derechos:
así actúa este Gobierno. Denunciamos al mundo una vez más que aquí los
derechos de los pueblos indígenas son violentados”, dijo tata Sardinas.
“Acá
hay leyes contra el Racismo, contra la Discriminación… hay montón de
leyes. Pero las leyes son aprobadas en el Legislativo por los
levantamanos del MAS para no cumplirlas, cuando desde el Presidente
hasta el último gobernado debiera cumplirlas. Acá están por demás las
150 leyes aprobadas en el Gobierno del MAS. El domingo vino la Policía a
ver qué pasaba, pero la Policía siempre está del lado del Gobierno.
Cuando hubo movilizaciones de sectores contestatarios en el país,
siempre la policía ha reprimido a los sectores que no están de acuerdo
con el Gobierno: eso ha pasado en la presidencia de Evo Morales”, agregó
el tata pasiri.
El rol de los medios
Pocos
medios de comunicación supieron o quisieron informar con claridad. Los
medios oficialistas (entiéndase la agencia ABI, los periódicos Cambio y
La Razón, entre muchos otros) optaron por legitimar la violenta toma de
sus compañeros “militantes”. Otros canales de comunicación optaron por
una imparcialidad difusa, que los llevó a presentar el hecho como si
fuera una pelea interna del Consejo, entre bandos que se disputan su
conducción. “El grupo de Becerra retoma las oficinas de CONAMAQ”,
anunció Erbol Digital, que generalmente no cae en estos errores. “Se
destapa un conflicto interno en el CONAMAQ”, tituló La Razón.
“Sorpresivamente
ha llegado esta gente del Gobierno, que era un grupo de pandilleros
amenazándonos con palos, cuchillos, piedras; rompieron mobiliario,
vidrios. Han estado tres horas, hasta que sacaron una convocatoria para
una elección de autoridades indígenas originarias, como más o menos dice
el título. Desconocemos la convocatoria que hizo un grupo diciendo:
‘Somos los 16 suyus’. Era un grupo de mallkus retirados o suspendidos.
Anulamos esa convocatoria y ahora estamos aquí con las bases para seguir
nuestro mandato tres meses más. Hemos entrado el 21 de febrero de 2012 y
hasta esa fecha de 2014 vamos a estar. Los que tomaron el CONAMAQ
decían que hasta el Mara Tantachawi, dentro de 90 días, iba a estar
cerrada nuestra sede. Pero no lo vamos a permitir, no puede ser cerrada
la oficina matriz, no nos pueden sacar a golpes ni a punta de cuchillo.
De aquí tenemos que salir muertos, porque pertenecemos a la matriz de
los pueblos originarios. Estamos aquí por mandato de nuestra base”, dijo
tata Gregorio Vicente, mallku de Industrias Extractivas.
La
sede del CONAMAQ está ahora repleta de ponchos y mantillas de todos
colores, sombreros de todas las formas, de comunarias y comunarios,
familias que han venido de los ayllus cuando supieron que peligraba su
organización. “Los pueblos originarios somos libres, no somos ni de
izquierda ni de derecha. Vivimos en nuestro territorio y nunca nos
preocupamos por las intenciones del Gobierno. Pero nadie nos puede
obligar a integrar el Pacto de Unidad ni a prestarnos a alguna
politiquería de interés personal. Por ello vamos a cumplir con lo que
nos ha encomendado nuestra base y vamos a trabajar estos 90 días más”,
dijo tata Gregorio.
(Equipo de Comunicación Indígena Originario)
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