El partido del presidente kazako Nursultán Nazarbayev se declaró vencedor de las legislativas que, según la OSCE, no cumplieron en este país de Asia central con "los principios fundamentales de unas elecciones democráticas".
El partido de Nazarbayev, Nur Otan, ganó con una amplia mayoría de 80,74% de los votos, según los resultados preliminares publicados el lunes por la comisión central electoral kazaka.
Otros dos partidos obtuvieron más de 7% de los sufragios, caudal necesario para poder entrar al parlamento. Ak-Jol, un partido opositor considerado afín al poder, obtuvo 7,46% de los votos y los comunistas, favorables al régimen de Nazarbayev, 7,2&.
El único partido de oposición muy crítico con el poder, OSDP-AZAT, logró 1,59% de los sufragios.
"A pesar de las ambiciones del gobierno para reforzar el proceso democrático en Kazajistán y organizar elecciones conforme a las normas internacionales, las legislativas del 15 de enero no cumplieron los principios fundamentales de una elección democrática", indicó la OSCE en su informe preliminar publicado al día siguiente del escrutinio.
"Técnicamente, estas elecciones fueron bien organizadas y algunos cambios legislativos fueron efectuados para permitir al menos a un segundo partido tener representación en el parlamento", precisó sin embargo la OSCE.
"No obstante las autoridades no crearon las condiciones necesarias para la organización de verdaderas elecciones pluralistas, condición esencial para el funcionamiento de instituciones democráticas", añadió.
Ninguna elección organizada en Kazajistán desde la accesión a la independencia en 1991 de esta ex-república soviética ha sido considerada por la OSCE conforme con los principios democráticos.
Siete partidos, cinco de ellos considerados afines al poder, participaron en estos comicios convocados tras la disolución en noviembre del Majilis, o cámara baja del Parlamento, donde todos los escaños estaban en manos del partido en el poder, Nur Otan.
Nazarbayev, de 71 años y en el poder desde la época soviética, aseguró que "se hizo todo lo posible para que las elecciones sean libres y honradas", al depositar el domingo su papeleta en Astaná, la capital que ha construido desde 1998 gracias al maná petrolero.
"Es nuestra victoria común" aseguró tras divulgarse los resultados de las elecciones.
Las autoridades habían excluido la candidatura de un líder del OSDP, Bulat Abilov, y prohibido la participación de otro grupo opositor, Rukhaniat, por haber denunciado la represión de un movimiento de huelga en el sector petrolero de Janaozen (oeste) a mediados de diciembre, que se saldó con 16 muertos según un balance oficial.
Según el presidente Nazarbayev, esos acontecimientos "unieron al pueblo kazako", que según él comprendió la "importancia (...) de la tranquilidad y la estabilidad en nuestro país".
El régimen kazako, que siempre ha insistido en efecto en la excepcional estabilidad del país en esta región fronteriza con Afganistán, ha vivido un 2011 convulso.
Kazajistán ha sido escenario de una serie de atentados reivindicados por grupúsculos islamistas que acabaron con la vida de varios policías.
Por otro lado, el gobierno kazako ha hecho un uso pragmático de sus reservas naturales y mantiene muy buenas relaciones con Rusia, China, Europa y Estados Unidos, que evitan criticar las derivas autoritarias del régimen.
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